SALVO

Escrito en 2009
Por Tony Alamo
alias Bernie Hoffman

La salvación es un don de DIOS. Ninguna persona puede ganarla. Este don magnífico es dado gratuito inicialmente.1 Sin embargo, si hemos de retenerlo, nosotros tenemos que ser obedientes a la demanda del SEÑOR de obediencia.2 “El obedecer es mejor que los sacrificios” (1 Samuel 15:22).

Después de recibir este don gratuito, la justicia de CRISTO es sólo imputada, transferida, a una persona que lee los requisitos de DIOS en la PALABRA de DIOS, y luego los sigue constantemente. Nosotros tenemos que llegar a ser como CRISTO, obediente como lo era el SEÑOR cuando ÉL caminó por la tierra.3 Obediencia activa es verdadera obediencia.4 Cuando una persona eventualmente se convierte como CRISTO, SU justicia es imputada, transferida, a esa persona para convertirse en un santo. Ser santo como CRISTO es santo está conectado a nuestra salvación.5 DIOS dice, “Sed santos, porque YO soy santo” (1 Pedro 1:16).

La vida entera de CRISTO era sacrificial, pero sacrificándose a SÍ MISMO aún hasta la muerte no hubiera tenido sentido sin ÉL haber vivido una vida sin mancha.6 Primer Pedro 1:18-19, 22-25, declara, “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de CRISTO, como de un cordero sin mancha… Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el ESPÍRITU, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro [guardar los mandamientos de DIOS]; siendo renacidos, no de simiente corruptible [como lo fueron una vez], sino de incorruptible, por la PALABRA de DIOS [CRISTO] que vive y permanece para siempre. Porque: Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; Mas la PALABRA del SEÑOR permanece para siempre. Y esta es la PALABRA que por el evangelio os ha sido anunciada.”

La muerte de CRISTO en la cruz no nos salva incondicionalmente para siempre. Cuando es aceptada, limpia todos nuestros pecados anteriores, que nos hace libres de pecado y justos.7 Sin embargo, si no continuamos obedeciendo a CRISTO, negándonos a nosotros mismos, cogiendo nuestra cruz diariamente y siguiéndolo a ÉL por el resto de nuestras vidas,8 nos apostatamos de la expiación de CRISTO, y desobedecemos SUS órdenes.9 El Apóstol Pablo dijo, “Sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado” (1 Corintios 9:27).

Pedro declaró, “Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del SEÑOR y SALVADOR JESUCRISTO, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno” (2 Pedro 2:20-22).

El SEÑOR fue obediente a la voluntad del PADRE (Mateo 26:36-46). ÉL fue golpeado más allá del reconocimiento10 y crucificado, derramando SU sangre sin pecado, que es el único limpiador que puede limpiar nuestros pecados anteriores.11 Después que CRISTO nos perdona y entra en nuestros corazones, nacemos de nuevo del ESPÍRITU y tenemos que vivir la vida santa, siendo la continuación de la encarnación de CRISTO.12 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de DIOS, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a DIOS, que es vuestro [servicio] racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de DIOS, agradable y perfecta” (Romanos 12:1-2).

DIOS el PADRE estaba en el cuerpo humano de JESÚS, que fue engendrado por el ESPÍRITU SANTO, haciéndolo ambos humano y DIOS.13 ÉL no fue engendrado por un humano, sino por DIOS. Por lo tanto, ÉL fue el primer DIOS-hombre. El ángel Gabriel le dijo a la virgen María, “El ESPÍRITU SANTO vendrá sobre ti, y el poder del ALTÍSIMO te cubrirá con SU sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado HIJO de DIOS” (Lucas 1:35).

Si CRISTO con SU PADRE está viviendo en nosotros por el ESPÍRITU SANTO, por adopción también nos convertimos en los “hijos de DIOS” (1 Juan 3:1).14 Pablo lo explica en estas palabras: “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud [continuar viviendo para el pecado y sí mismo] para estar otra vez en temor [de morir], sino que habéis recibido el ESPÍRITU de adopción, por el cual clamamos: ¡ABBA, PADRE! El ESPÍRITU mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de DIOS. Y si hijos, también herederos; herederos de DIOS y coherederos con CRISTO, si es que padecemos juntamente con ÉL, para que juntamente con ÉL seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse…  y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del ESPÍRITU, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo” (Romanos 8:15-18, 23). Hay un HIJO de DIOS original. Nosotros somos los hijos adoptados de DIOS con todos los mismos beneficios que JESÚS.15

JESÚS nos dice cómo ser salvos.16 ÉL también nos dice cómo mantenernos salvos, que es por continuar caminando en santidad hasta el fin.17 “Y seréis aborrecidos de todos por causa de MI nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Mateo 10:22). “Por causa de MI nombre” se refiere al nombre de JESÚS que es “el VERBO de DIOS” (Apocalipsis 19:13). “En el principio era el VERBO [JESÚS], y el VERBO era con DIOS, y el VERBO [JESÚS] era DIOS…Y aquel VERBO fue hecho carne, y habitó entre nosotros” (Juan 1:1, 14).

Nosotros hemos de dar “…gracias al PADRE que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de SU amado HIJO, en quien tenemos redención por SU sangre, el perdón de pecados. ÉL es la imagen del DIOS invisible, el primogénito de toda creación. Porque en ÉL fueron creadas todas las cosas, las que hay en los Cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de ÉL y para ÉL. Y ÉL [JESÚS la PALABRA] es antes de todas las cosas, y todas las cosas en ÉL [consisten, están juntos]; y ÉL es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, ÉL que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; por cuanto agradó al PADRE que en ÉL habitase toda plenitud, y por medio de ÉL reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los Cielos, haciendo la paz mediante la sangre de SU cruz” (Colosenses 1:12-20).

Una vez que somos salvos, somos comisionados ser embajadores para CRISTO, traer las buenas nuevas del evangelio a todo el mundo.18 El SEÑOR dijo, “YO soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en MÍ, y YO en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de MÍ nada podéis hacer.  El que en MÍ no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en MÍ, y MIS palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado MI PADRE, en que llevéis mucho fruto, y seáis así MIS discípulos” (Juan 15:5-8). “No ME elegisteis vosotros a MÍ, sino que YO os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al PADRE en MI nombre, ÉL os lo dé” (Juan 15:16).

“Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en SU cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de ÉL; si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del Cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro. Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de CRISTO por SU cuerpo, que es la iglesia; de la cual fui hecho ministro, según la administración de DIOS que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la PALABRA de DIOS, el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a SUS santos, a quienes DIOS quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es CRISTO en vosotros, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en CRISTO JESÚS a todo hombre; para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de ÉL, la cual actúa poderosamente en mí” (Colosenses 1:21-29). Si tú eres un miembro del cuerpo de CRISTO, CRISTO con SU PADRE por el ESPÍRITU estará obrando poderosamente en ti también.119

JESÚS dijo, “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de DIOS” (Juan 3:3). Si no eres salvo, di esta oración, luego continúa siguiendo al SEÑOR hasta el fin:

 

Oración

Mi Señor y mi DIOS, ten misericordia de mi alma pecadora.1 Yo creo que JESUCRISTO es el Hijo del DIOS viviente.2 Creo que Él murió en la cruz y derramó Su preciosa sangre para el perdón de todos mis anteriores pecados. 3 Creo que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos por el poder del Espíritu Santo4y que Él está sentado a la diestra de DIOS en este momento, escuchando mi confesión de pecado y esta oración.5 Abro la puerta de mi corazón, y Te invito en mi corazón, Señor JESÚS. 6 Lava todos mis pecados sucios en la preciosa sangre que Tú derramaste por mí en la cruz del Calvario. 7 Tú no me rechazarás, Señor JESÚS; Tú perdonarás mis pecados y salvarás mi alma. Lo sé porque Tu Palabra, la Biblia, así lo dice. 8 Tu Palabra dice que Tú no rechazarás a nadie, y eso me incluye a mí.9 Por eso sé que Tú me has escuchado, sé que me has contestado, y sé que soy salvo.10 Y Te doy gracias, Señor JESÚS, por salvar mi alma, y Te mostraré mi agradecimiento haciendo como Tú mandas y no pecar más. 11

Después de salvación, JESÚS dijo que seas bautizado, completamente sumergido en agua, en el nombre del PADRE, y del HIJO, y del ESPÍRITU SANTO.12 Estudia con diligencia la Biblia, Reina-Valera 1960, y haz lo que dice.13

CRISTO y DIOS el PADRE ahora viven en ti a través del ESPÍRITU SANTO. Hay una manera en la cual puedes recibir una porción más completa de la naturaleza divina de DIOS en ti. Entre más naturaleza divina de DIOS vive en ti, más podrás estar firme contra las tentaciones que tan fácilmente han alejado a tantos millones de Cristianos de la salvación. Ora para recibir el bautismo en el ESPÍRITU SANTO. Para instrucciones en cómo recibir el bautismo en el ESPÍRITU SANTO y para recibir más de la naturaleza santa de DIOS, pide nuestra literatura o llama. Porque sin santidad, nadie verá a DIOS (Hebreos 12:14).

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Si deseas que el mundo sea salvo, como manda JESÚS, entonces no robes a DIOS de SUS diezmos y ofrendas. DIOS dijo, “¿[Robarás] a DIOS? Pues vosotros ME habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros la nación toda [y este mundo entero], ME habéis robado. Traed todos los diezmos [‘diezmo’ es el 10% de tus ingresos gruesos] al alfolí y haya alimento [Espiritual] en MI casa [almas salvas]; y probadme ahora en esto, dice JEHOVÁ de los EJÉRCITOS, si no os abriré las ventanas de los Cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice JEHOVÁ de los EJÉRCITOS. Y todas las naciones os dirán bienaventurados: porque seréis tierra deseable, dice JEHOVÁ de los EJÉRCITOS” (Malaquías 3:8-12).


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Spanish—Volume 28600—SAVED


Notas del :

1. Ro. 3:23-26, 5:7-19, Ef. 2:1-9, Tit. 3:3-7 vuelva

2. 1 S. 15:22-23, Jn. 15:10, Hch. 5:32, Ro. 1:5-6, 2:6-13, 16-23, Ef. 2:10, He. 5:8-9, Stg. 2:12-26, 1 P. 1:13-17, 22-23, 4:17-18 vuelva

3. Jn. 8:28, 12:49, Ef. 4:11-14, 17-32, 5:1-12, 25-27, Fil. 2:5-13, He. 5:8, 1 Jn. 3:24, Jud. 20-21 vuelva

4. Mt. 25:14-46, Jn. 15:2, 2 Co. 5:9-11, Tit. 2:7, 14, 3:8, Stg. 1:22-25, 2:12-26 vuelva

5. Lv. 11:44, 19:2, 20:7, 26, Dt. 14:2, 26:18-19, Mt. 5:48, Ro. 6:22, 2 Co. 11:2, Ef. 1:4, 4:23-24, 5:25-27, Col. 1:21-22, 1 Ts. 3:13, 4:3-7, He. 12:14, 2 P. 3:11-12, 14, 1 Jn. 3:9-10 vuelva

6. Jn. 7:18, 2 Co. 5:21, He. 4:15, 7:26-27, 9:13-15, 27-28, 1 P. 2:22, 1 Jn. 3:5 vuelva

7. Ro. 3:25, Ef. 2:11-22, He. 9:14-15, 1 P. 1:18-23, Ap. 1:5-6 vuelva

8. Mt. 10:37-39, Mr. 10:21, Lc. 9:23-25, 62, 18:28-30, Jn. 12:24-26, Ro. 12:1-2, 13:14, 1 Co. 9:26-27, 2 Co. 5:15, Gá. 2:20, 5:24, Tit. 2:12 vuelva

9. Ez. 33:12-13, Mt. 5:13, 12:43-45, Lc. 9:62, Jn. 15:6, Col. 1:21-23, 2 Ts. 2:3, 1 Ti. 1:19, 2 Ti. 2:12, He. 3:6-19, 4:1-11, 6:4-8, 10:25-31, 38-39, 2 P. 2:20-21, 1 Jn. 3:6-10, 2 Jn. 9, Jud. 5-6, Ap. 2:4-5, 3:2-3 vuelva

10. Is. 52:13-14, Mt. 27:26-31, Lc. 22:63-65 vuelva

11. Ro. 3:25, Ef. 2:13-16, He. 9:11-15, 13:12, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:13-14 vuelva

12. Mt. 10:1, 7-8, Mr. 16:15-18, 20, Lc. 24:46-49, Jn. 1:12, 12:24, 26, 14:12, 17:21-23, Hch. 1:8, Ro. 8:1-18, 1 Co. 3:16, 6:19, 2 Co. 5:16-21, 6:16, Gá. 4:1-7, Fil. 2:14-16, 1 P. 4:1-2, 2 P. 1:3-4, 1 Jn. 3:1-3 vuelva

13. Is. 7:14, 9:6-7, Mi. 5:2, Mt. 1:18-23, Lc. 1:30-35, Jn. 1:1-4, 10-14, 3:16-18, 10:30, 17:20-21, Ro. 1:3-4, Fil. 2:6-11, He. 1:1-9, 2:9-10, 14-18 vuelva

14. Jn. 1:12-13, Ro. 8:14-23, Gá. 1:4-5, 4:4-7 vuelva

15. Mt. 10:1, Jn. 14:12, Ro. 6:3-9, 8:11, 14-19, 28-32, 1 Co. 2:9-12, 12:4-11, 2 Co. 6:16-18, Ef. 1:1-14, 2:18-22, 2 P. 1:3-4 vuelva

16. Mt. 7:21-27, 18:1-4, Lc. 9:23-26, 10:25-37, Jn. 3:3-7, 16-18 vuelva

17. Mt. 10:22, 22:36-40, Lc. 12:35-40, 43-46, 18:1-8, Jn. 8:31-32, 15:8-16, Ro. 6:6-13, Ap. 2:17, 25-26, 3:3-5 vuelva

18. Mr. 4:14-20, 16:14-18, Jn. 15:1-2, 2 Co. 5:17-21, 2 Ti. 4:1-5 vuelva

19. Ez. 36:27, Jn. 14:12, 15-21, 23, 26, 15:1-11, 26, 17:21-23, 26, Ro. 8:10-11, 26-27, 1 Co. 3:9, 16-17, 6:19-20, Ef. 3:16-20, Fil. 2:13, Col. 1:27-29, 2:9-10, He. 8:10, 1 Jn. 3:24 vuelva


Notas de la Oración:

1. Sal 51:5, Ro. 3:10-12, 23 vuelva

2. Mt. 26:63-64, 27:54, Lc. 1:30-33, Jn. 9:35-37, Ro. 1:3-4 vuelva

3. Hch. 4:12, 20:28, Ro. 3:25, 1 Jn. 1:7, Ap. 5:9 vuelva

4. Sal. 16:9-10, Mt. 28:5-7, Mr. 16:9, Jn. 2:19, 21, 10:17-18, 11:25, Hch. 2:24, 3:15, Ro. 8:11, 1 Co. 15:3-6 vuelva

5. Lc. 22:69, Hch. 2:25-36, He. 10:12-13 vuelva

6. Ro. 8:11, 1 Co. 3:16, Ap. 3:20 vuelva

7. Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 vuelva

8. Mt. 26:28, Hch. 2:21, 4:12, Ef. 1:7, Col. 1:14 vuelva

9. Ro. 10:13, Stg. 4:2-3 vuelva

10. He. 11:6 vuelva

11. Jn. 8:11, 1 Co. 15:10, Ap. 7:14, 22:14 vuelva

12. Mt. 28:18-20, Jn. 3:5, Hch. 2:38, 19:3-5 vuelva

13. Dt. 4:29, 13:4, 26:16, Jos. 1:8, 22:5, 2 Ti. 2:15, 3:14-17, Stg. 1:22-25, Ap. 3:18 vuelva