MOISÉS TOMÓ LAS DECISIONES

Escrito en 2009
Por Tony Alamo
alias Bernie Hoffman

La noche de la liberación de los israelitas de Egipto, Moisés tomó el liderazgo decisivo. En otras palabras, Moisés comenzó a “tomar las decisiones,” y debido a este hecho, él era responsable por dirigir la nación entera de Israel. Por consiguiente, Moisés es usualmente mencionado como estando sólo en cuanto a tomando las decisiones. Moisés, con dirección o guía divina, no dirigió el pueblo de Israel por el camino más corto o el camino más cercano a la Tierra Prometida. DIOS no los dirigió por el país de los filisteos, no sea que siendo opuestos por este pueblo guerrero, los israelitas tuvieran miedo, se desanimaran, y regresaran de nuevo a Egipto.1 Así que, DIOS dirigió al pueblo por el camino del desierto al Mar Rojo, por el cual los israelitas pasaron en seguridad, mientras los huestes de los soldados del faraón perecieron bajo sus olas.2

En la jornada al monte de Sinaí, Moisés guió a Israel por Mara, donde el SEÑOR hizo las aguas venenosas y agrias milagrosamente bebibles y dulces;3 por Elim, donde había doce manantiales de agua y setenta palmeras;4 por el desierto de Sin, donde la gente murmuraron por falta de pan y fueron suplidos sobrenaturalmente con codorniz y maná;5 y por Refidim donde la roca en Horeb, golpeada por Moisés, trajo agua para todos beber.6 Aquí fue donde las manos de Moisés, sostenidas por Aarón y Hur, inspiró a los israelitas con valentía, y DIOS le dio victoria contra los amalecitas (Éxodo 17:8-16). “Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol” (Éxodo 17:11-12). Moisés y el pueblo de Israel no se rindieron a los amalecitas, pero con DIOS, ellos los destruyeron. Aquí fue donde Jetro, el suegro de Moisés, trajo su esposa y dos hijos de Madián para ser reunidos con Moisés (Éxodo 18:1-6).

Cuando los israelitas llegaron al monte de Sinaí, Moisés respondió al llamamiento del SEÑOR DIOS y subió al monte de DIOS, donde él recibió el mensaje diciéndole al pueblo que se prepararan para comunicación divina.7 DIOS MISMO los encontró ahí. Como el que tomaba las decisiones, Moisés guió al pueblo al pie del monte en el tercer día como el SEÑOR mandó, donde él recibió los Diez Mandamientos. “Y [DIOS] dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de DIOS” (Éxodo 31:18).

Moisés luego condujo la ceremonia de ratificar el pacto, leyendo todas las palabras del SEÑOR8 y todas las ordenanzas de DIOS, al pueblo-no las leyes de California, Nueva York, o ningún otro estado anti-DIOS, o país, y no ninguna ley anticristo que es contraria a las leyes dadas por DIOS MISMO.9

Moisés se quedó en el monte con DIOS cuarenta días y cuarenta noches, ayunando sin comida ni agua,10 recibiendo los planes del santuario y los detalles para la adoración de DIOS11 al igual que las dos tablas de piedra duradera con los Diez Mandamientos.12

En Éxodo capítulo 32, hay una descripción vívida de la justa indignación de Moisés debido a los pecados de Israel en su adoración del becerro de oro, lo cual lo dirigió a destruir el primer conjunto de tablas de piedra en ira, y llamar a voluntarios para matar a los idolatras.13

“Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. Pronto se han apartado del camino que YO les mandé; se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. Dijo más Jehová a Moisés: YO he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz. Ahora, pues, déjame que se encienda MI ira en ellos, y los consuma; y de ti YO haré una nación grande. Entonces Moisés oró en presencia de Jehová su DIOS, y dijo: Oh Jehová, ¿por qué se encenderá TU furor contra TU pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte? ¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de TU ira, y arrepiéntete de este mal contra TU pueblo. Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel TUS siervos, a los cuales has jurado por ti mismo, y les has dicho: YO multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo; y daré a vuestra descendencia toda esta tierra de que he hablado, y la tomarán por heredad para siempre. Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a SU pueblo” (Éxodo 32:7-14). Moisés era celoso en su papel como mediador entre DIOS y la congregación de Israel.

La gloria de DIOS fue revelada a Moisés,14 y las tablas de la ley fueron renovadas.15 DIOS hizo un pacto con Israel,16 y después de un segundo ayuno de cuarenta días y noches sin comida ni agua sobre el monte, Moisés regresó al pueblo. Él cubrió su rostro con un velo, ya que su tiempo ante DIOS causó que su rostro brillara y el pueblo tenía miedo de acercarse a él.17

Moisés luego supervisó la construcción del tabernáculo y su preparación para adoración.18 Él recibió los estatutos de Israel para la congregación de DIOS y consagró a Aarón y a sus hijos para el sacerdocio. Él dio más regulaciones a los israelitas (Levítico capítulos 1-27).

Después de esto, Moisés contó la gente, y arregló las ordenes de las tribus en el campamente y en la marcha, y contó a los levitas, arreglando para su llamamiento especial (Números capítulos 1-4). Luego él dio instrucciones con respecto a las personas inmundas, transgresiones, y los nazaritas, recibió los dones dedicatorios de los príncipes de las tribus, consagró a los levitas, y preparó para continuar su jornada (Números capítulos 5-10).

El día veinte del segundo mes del segundo año de su jornada de Egipto, la nube de DIOS se alzó del tabernáculo, que era la señal que el tiempo de dejar el Sinaí había llegado. “Porque la nube de JEHOVÁ estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de noche sobre él, a vista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas” (Éxodo 40:38). Moisés en consecuencia (de nuevo tomando las decisiones) dio la orden de marchar, y seis cientos mil hombres, por lo menos tantas mujeres, y probablemente muchos más niños, siguieron adelante (Números 10:11-33).

Por oración, Moisés aseguró la extinción del fuego en Tabera. “Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de JEHOVÁ; y lo oyó JEHOVÁ, y ardió SU ira, y se encendió en ellos fuego de JEHOVÁ, y consumió uno de los extremos del campamento. Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a JEHOVÁ, y el fuego se extinguió. Y llamó a aquel lugar Tabera, porque el fuego de JEHOVÁ se encendió en ellos” (Números 11:1-3).           

La PALABRA de DIOS registra la queja de Moisés a DIOS de su carga de la congregación murmurante y la cita subsiguiente de setenta ancianos para asistirlo en tomar las decisiones.19 También registra la sedición de María y Aarón,20 el envío de los espías,21 la rebelión de Coré, Datán, y Abiram,22 la muerte de María y Aarón, y el golpeo de la peña en Meriba.23

La PALABRA de DIOS declara, “Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra” (Números 12:3). “Y hablaba JEHOVÁ a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero” (Éxodo 33:8-11). Moisés fielmente siguió las instrucciones de DIOS excepto por una instancia. Moisés estaba tan harto con la congregación ingrata, quejumbrosa e incrédula que él no siguió exactamente lo que DIOS le mandó hacer. Como dijo el Rey David, “También le irritaron en las aguas de Meriba; y le fue mal a Moisés por causa de ellos” (Salmos 106:32).

“Y habló JEHOVÁ a Moisés, diciendo: Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus bestias. Entonces Moisés tomó la vara de delante de JEHOVÁ, como ÉL le mandó. Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña? Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias. Y JEHOVÁ dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en MÍ, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado” (Números 20:7-12).

Moisés era de traer agua de la peña hablándole. En Refidim, en una fecha anterior, Moisés era de golpear la peña una vez lo cual trajo agua.24 La peña representaba JESÚS el CRISTO. ÉL es la ROCA (1 Corintios 10:4). Esto era de simbolizar el SEÑOR, el MESÍAS, siendo sacrificado por nosotros una vez por todas. Así que, él estaba supuesto hablarle a la peña esta vez para traer agua. Golpear la peña de nuevo, dos veces, señalaba que el sacrificio único de DIOS por nosotros no era suficiente para toda la humanidad para todo tiempo, como lo es verdaderamente.

Así que, después de todo lo que Moisés pasó durante cuarenta años en el desierto para traer al pueblo de Israel a la tierra que DIOS les dio, DIOS no le permitió entrar en esa tierra.

A la edad de 120 años, Moisés dio su discurso de despedida.25 Dentro de su discurso final, él relató esta advertencia más importante: “JEHOVÁ me dijo…Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré MIS palabras en SU boca, y ÉL les hablará todo lo que YO le mandare. Mas a cualquiera que no oyere MIS palabras que ÉL hablare en MI nombre, YO le pediré cuenta” (Deuteronomio 18:17-19). Esto y cientos de otras profecías en el Antiguo Testamento alertó al pueblo de Israel y las generaciones venideras para velar por la llegada del MESÍAS, JESÚS.26

“Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor” (Deuteronomio 34:7). Él nunca puso un pie en la tierra prometida, pero el SEÑOR le permitió verla desde la cumbre del Monte Nebo, donde él luego murió.

Moisés murió a la edad de 120 años,27 pero la obra de DIOS continúa en el Nuevo Testamento, y el Nuevo Testamento continúa hasta el fin de los tiempos, que es pronto. Satanás, el diablo, y los ángeles malvados que lo siguen han tratado de detener al pueblo de DIOS que está llevando el Evangelio al mundo, pero nosotros todavía estamos aquí, y si somos martirizados por el Evangelio o morimos, la PALABRA de DIOS continuará.28 Aquellos que creen y continúan en el SEÑOR hasta el fin serán salvos y vivirán por siempre,29 y aquellos que dudan y persiguen a los Cristianos serán condenados para siempre en el sufrimiento, el dolor, y los tormentos del Infierno, y finalmente en el Lago de Fuego.30

Josué tomó las decisiones después de Moisés, y la iglesia nacida del ESPÍRITU, el cuerpo de JESÚS, continúa hoy día. Desde que JESÚS ascendió al Cielo, ÉL envió el ESPÍRITU SANTO para morar dentro de todos los creyentes. Nosotros caminamos en el ESPÍRITU, que significa que nunca morimos porque el ESPÍRITU SANTO, la vida de DIOS, el SEÑOR en nosotros, nunca muere.31

El gobierno mundial anticristo dice que aquellos de nosotros que tomamos las decisiones como DIOS nos manda hacer, somos malvados. Sin embargo, nosotros obedecemos a DIOS, y ÉL nos da la sabiduría para dirigir nuestras congregaciones nombrando ancianos y otros, como Moisés hizo (Hechos 5:29). Un abogado opositor dijo, “Está bien leer la Biblia, pero no hacer lo que dice.” Según la ley de DIOS, esta desobediencia sería como el pecado de adivinación. “Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación” (1 Samuel 15:23).

La fe sin obras es vacía, muerta.32 Ten fe en DIOS, y vive.33 Sé nacido de nuevo del ESPÍRITU SANTO y sé salvo, para que ÉL pueda administrarse a SÍ MISMO, SU justicia y poder en ti, así permitiéndote hacer SU obra, SU voluntad. Entonces tú puedes servir a DIOS con todo tú corazón, alma, mente, y fuerza como ÉL nos manda hacer.34 Empieza tu vida nueva en DIOS ahora con esta oración:

Oración

Mi Señor y mi DIOS, ten misericordia de mi alma pecadora.1 Yo creo que JESUCRISTO es el Hijo del DIOS viviente.2 Creo que Él murió en la cruz y derramó Su preciosa sangre para el perdón de todos mis anteriores pecados. 3 Creo que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos por el poder del Espíritu Santo4y que Él está sentado a la diestra de DIOS en este momento, escuchando mi confesión de pecado y esta oración.5 Abro la puerta de mi corazón, y Te invito en mi corazón, Señor JESÚS. 6 Lava todos mis pecados sucios en la preciosa sangre que Tú derramaste por mí en la cruz del Calvario. 7 Tú no me rechazarás, Señor JESÚS; Tú perdonarás mis pecados y salvarás mi alma. Lo sé porque Tu Palabra, la Biblia, así lo dice. 8 Tu Palabra dice que Tú no rechazarás a nadie, y eso me incluye a mí.9 Por eso sé que Tú me has escuchado, sé que me has contestado, y sé que soy salvo.10 Y Te doy gracias, Señor JESÚS, por salvar mi alma, y Te mostraré mi agradecimiento haciendo como Tú mandas y no pecar más. 11

Después de salvación, JESÚS dijo que seas bautizado, completamente sumergido en agua, en el nombre del PADRE, y del HIJO, y del ESPÍRITU SANTO.12 Estudia con diligencia la Biblia, Reina-Valera 1960, y haz lo que dice.13

CRISTO y DIOS el PADRE ahora viven en ti a través del ESPÍRITU SANTO. Hay una manera en la cual puedes recibir una porción más completa de la naturaleza divina de DIOS en ti. Entre más naturaleza divina de DIOS vive en ti, más podrás estar firme contra las tentaciones que tan fácilmente han alejado a tantos millones de Cristianos de la salvación. Ora para recibir el bautismo en el ESPÍRITU SANTO. Para instrucciones en cómo recibir el bautismo en el ESPÍRITU SANTO y para recibir más de la naturaleza santa de DIOS, pide nuestra literatura o llama. Porque sin santidad, nadie verá a DIOS (Hebreos 12:14).

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Si deseas que el mundo sea salvo, como manda JESÚS, entonces no robes a DIOS de SUS diezmos y ofrendas. DIOS dijo, “¿[Robarás] a DIOS? Pues vosotros ME habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros la nación toda [y este mundo entero], ME habéis robado. Traed todos los diezmos [‘diezmo’ es el 10% de tus ingresos gruesos] al alfolí y haya alimento [Espiritual] en MI casa [almas salvas]; y probadme ahora en esto, dice JEHOVÁ de los EJÉRCITOS, si no os abriré las ventanas de los Cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice JEHOVÁ de los EJÉRCITOS. Y todas las naciones os dirán bienaventurados: porque seréis tierra deseable, dice JEHOVÁ de los EJÉRCITOS” (Malaquías 3:8-12).


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SPANISH— VOLUME 30600—MOSES CALLED THE SHOTS


Notas del :

1. Éx. 13:17-18 vuelva

2. Éx. 14:21-30, 15:4, Sal. 78:51-53, 106:7-11, 136:15, He. 11:29 vuelva

3. Éx. 15:23 vuelva

4. Éx. 15:27 vuelva

5. Éx. cap. 16 vuelva

6. Éx. 17:1-7 vuelva

7. Éx. 19:1-13 vuelva

8. Éx. 24:1-8 vuelva

9. Éx. caps. 21-23 vuelva

10. Éx. 24:18 vuelva

11. Éx. caps. 25-31 vuelva

12. Éx. 31:18 vuelva

13. Éx. 32:11-29 vuelva

14. Éx. 33:17-23 vuelva

15. Éx. 34:1-4 vuelva

16. Éx. 34:10-27 vuelva

17. Éx. 34:29-35 vuelva

18. Éx. caps. 35-40 vuelva

19. Nm. 11:10-30 vuelva

20. Nm. cap. 12 vuelva

21. Nm. caps. 13-14 vuelva

22. Nm. cap. 16 return

23. Nm. cap. 20 return

24. Éx. 17:6 return

25. Dt. caps. 1-4 return

26. Sal. 78:2, Is. 7:14, 35:4-6, 42:6-7, cap. 53, 61:1-3, Dn. 9:24-26, Os. 11:1, Mi. 5:2, Zac. 11:12-13, Mal. 3:1 return

27. Dt. 34:7 return

28. Is. 40:8, 2 Ti. 2:9, 1 P. 1:23-25 return

29. Mt. 19:29, Jn. 3:15, 6:27, 8:31, Hch. 14:22, Ro. 11:22, 1 Ti. 4:16, Stg. 1:25, Ap. 22:15 return

30. Mt. 10:28, 23:33, 25:46, Mr. 3:29, 16:16, Lc. 16:19-31, Ro. 14:23, 2 Ts. 2:12, 2 P. 2:1-9, Ap. 20:15, 22:15 return

31. Ro. 8:2, 10-11 return

32. Stg. 2:14-26 return

33. Mr. 11:22 return

34. Dt. 4:29, 6:5, 10:12-13, 30:2, 6, Jos. 22:5, 2 R. 23:3, 2 Cr. 15:12, Mt. 22:37, Mr. 12:30 return


Notas de la Oración:

1. Sal 51:5, Ro. 3:10-12, 23 vuelva

2. Mt. 26:63-64, 27:54, Lc. 1:30-33, Jn. 9:35-37, Ro. 1:3-4 vuelva

3. Hch. 4:12, 20:28, Ro. 3:25, 1 Jn. 1:7, Ap. 5:9 vuelva

4. Sal. 16:9-10, Mt. 28:5-7, Mr. 16:9, Jn. 2:19, 21, 10:17-18, 11:25, Hch. 2:24, 3:15, Ro. 8:11, 1 Co. 15:3-6 vuelva

5. Lc. 22:69, Hch. 2:25-36, He. 10:12-13 vuelva

6. Ro. 8:11, 1 Co. 3:16, Ap. 3:20 vuelva

7. Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 vuelva

8. Mt. 26:28, Hch. 2:21, 4:12, Ef. 1:7, Col. 1:14 vuelva

9. Ro. 10:13, Stg. 4:2-3 vuelva

10. He. 11:6 vuelva

11. Jn. 8:11, 1 Co. 15:10, Ap. 7:14, 22:14 vuelva

12. Mt. 28:18-20, Jn. 3:5, Hch. 2:38, 19:3-5 vuelva

13. Dt. 4:29, 13:4, 26:16, Jos. 1:8, 22:5, 2 Ti. 2:15, 3:14-17, Stg. 1:22-25, Ap. 3:18 vuelva