Deshacerse de Demonios

por Tony Alamo

La Biblia nunca llama el echar fuera los espíritus inmundos de la gente "exorcismo." La palabra "exorcismo" nunca aparece en la Biblia. Por lo tanto, la palabra exorcismo no es del Señor sino del diablo. 1 Ni su definición en los diccionarios de Webster y Oxford dice que el exorcismo es la obra de Dios. Dicen que la palabra "exorcismo" y el mismo acto del exorcismo son todo lo contrario. Dicen que el exorcismo es del diablo, según la definición de la Biblia. Ambos diccionarios declaran que el exorcismo es el acto o el proceso de exorcizar; conjuración; ritos inescriturales practicados para este propósito por hombres usando una fórmula atribuida a nada más que a la magia negra, que otra vez es del diablo según la Palabra de Dios. 2 Jesús nos dice, "Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? Y si Yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos?" (Mt. 12:26-27). Si Satanás echara fuera a Satanás, el mundo estaría falto de pecado. Pero el mundo no está falto de pecado. Está más pecaminoso que nunca, tal como Jesús dijo que estaría antes del fin del tiempo. 3

El exorcismo es conjuración. Ambos diccionarios dicen que la "conjuración," o el "exorcismo," es "hechizo, encantamientos para la práctica de artes mágicas." Encantos ni magia pueden echar fuera demonios. Ni ritos demoníacos sagrados, brujería, hechicería, diabolismo, lo maligno, ni la magia negra pueden echar fuera demonios. 4 Solamente el poder de Dios, que es la Palabra, el Espíritu de Dios, puede hacer este milagro. 5

Usando estas tácticas infructuosas y demoníacas, y fingir echar fuera a los demonios es una táctica usada por una religión en particular que es grande, política e inescritural para el propósito de convencer a la gente que el poder de Dios está dentro de su orden religioso. 6 Su doctrina prohíbe que sus congregaciones lean la Biblia porque si lo hacen, reconocerán las mentiras que su falsa religión le ha enseñado. 7 Ambos diccionarios declaran que esta religión que enseña la palabra y el acto satánico del exorcismo está conectada con otras prácticas satánicas tales como la "adivinación, la astrología, clarividencia, el presagio, sortilegio, necromancia, taumaturgia, o el hacer milagros, alquimia, prestidigitación, juego de manos, y mañas atribuidas a demonios." Todo lo ya mencionado se atribuye a los poderes demoníacos. El encantamiento es "la recitación de fórmulas mágicas, la declaración de una palabra o de palabras (como el nombre de una deidad) de poder mágico [poderes malignos], o la función de un procedimiento mágico y ritual." Éste es un poder oculto también llamado "hechizo o encantamiento." Espero que estés de acuerdo con la Biblia y los diccionarios Webster y Oxford que tales prácticas no son de Dios sino del diablo. 8

Pero los discípulos de Cristo "trajeron a Él muchos endemoniados; y con la Palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos [por la misma Palabra]" (Mt. 8:16). Jesús le dijo a los fariseos hipócritas, "Si Yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el Reino de Dios" (Mt. 12:28). Vemos en estas dos escrituras que los demonios, los espíritus inmundos, se echan fuera sólo por la Palabra de Dios y el Espíritu de Dios localizado en la Palabra de Dios. 9 Jesús dijo, "Las Palabras que Yo os he hablado son Espíritu y son Vida" (Jn. 6:63).

Jesús dijo, "Viene el príncipe de este mundo [el diablo], y él nada tiene en Mí" (Jn. 14:30). Jesús también declara, "Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida; nadie viene al Padre, sino por Mí" (Jn. 14:6). Él dice que Satanás "es mentiroso, y padre de mentira" (Jn. 8:44), y agrega, "El ladrón [Satanás] no viene sino para hurtar y matar y destruir; Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Jn. 10:10). Jesús también dijo, "Yo soy el Buen Pastor; el Buen Pastor Su vida da por las ovejas" (Jn. 10:11). Pero Jesús advirtió en el Espíritu por medio del Apóstol Pedro, "Vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar [buscando destruir el alma de alguien]" (1 P. 5:8). El exorcismo es uno de los trucos mentirosos del diablo. En el libro de Apocalipsis Jesús nos dice, "El diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo" (Ap. 12:12).

Para obtener el poder en Dios para ser salvo y echar fuera demonios, tendrás que seguir el Camino, la Verdad, y la Vida. Jesús dice, "Venid a Mí todos los que estáis trabajados y cargados, y Yo os haré descansar...vuestras almas" (Mt. 11:28-29). La vida inmortal se encuentra sólo en Jesús, 10 y Él es "poder de Dios, y sabiduría de Dios" (1 Co. 1:24). Jesús dijo, "Toda potestad Me es dada en el Cielo y en la tierra" (Mt. 28:18). El diablo no tiene poder en lo más mínimo para alcanzar la vida eterna, echar fuera demonios, o para hacer cualquier otro milagro, tal como sanar enfermedades, limpiar a los leprosos, darle vista a los ciegos, resucitar a los muertos, o hacer cualquier otro milagro que está registrado en la Palabra de Dios. 11

Si verdaderamente deseas pasar la eternidad en el Cielo, si verdaderamente deseas poder sobre el diablo, el pecado, tu carne, y los deseos del mundo; si verdaderamente deseas poder sobre la muerte, el Infierno y el sepulcro, aquí está la fórmula para obtener este poder. Nosotros, como agentes de morales libres con nuestra propia voluntad, tenemos que santificar nuestra carne, haciéndola un lugar perfecto y dispuesto para que en ella viva y obre ambos en nosotros y a través de nosotros la vida y la naturaleza divina de Dios. 12 Con Su divina vida y naturaleza en nosotros, Él puede perfeccionar nuestra vida y naturaleza humana, así como Dios en la persona humana de Jesús tuvo que santificar Su carne para hacerla un receptáculo perfecto y disponible en que pudiera vivir y obrar el divino Dios Trino para que Su Espíritu y naturaleza humana pudieran ser perfeccionadas dentro de Él. 13

Dios no le forzará a nadie santificación ni separación del mundo por algún acto milagroso de poder. 14 Él fue el segundo hombre perfecto y el último Adán. 15 Todos en el primer Adán mueren y van al Infierno. 16 Nadie en el último Adán, Cristo, muere. 17 Sus espíritus, junto con sus cuerpos mortales transformados, pasarán la eternidad en el Cielo. 18

Cristo, por el poder del Dios Trino viviendo en Él, nunca pecó. 19 Él experimentó una vida perfecta, divina, y toda inclusiva para nosotros, experimentó una muerte toda inclusiva en la cruz por nosotros, y experimentó una resurrección y ascensión excelente y toda inclusiva para nosotros. 20 Cuando Él regresó al Cielo en Su resurrección y ascensión glorificada, Dios en el Cielo se convirtió en algo diferente a lo que jamás había sido anteriormente, "un Dios-hombre," tanto Dios como un hombre perfeccionado. Dios ahora es Dios el Padre, Dios el Hijo, Dios el Espíritu Santo, y Dios, la vida y la naturaleza humana, perfeccionada, mezclada con la vida y la naturaleza divina. 21 Cristo ahora se ha convertido en el Espíritu de vida para nosotros, el Bautismo del Espíritu Santo, y el Consolador que nos enseña todas las cosas día por día. 22 "Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los Cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre" (Fil. 2:9-11).

¿Por qué ha exaltado Dios a Cristo hasta lo sumo? Es porque Él santificó Su carne para que por Su obediencia a Dios pudiera tener una vida, muerte, resurrección, y ascensión perfecta. 23 Él prefirió salvarnos eternamente, que salvar Su propia vida humana mortal y temporal. Lo hizo para que Su cuerpo humano y Espíritu mezclado con el Espíritu Santo de Dios pudieran convertirse en la vida compuesta del Dios Trino y el hombre perfeccionado. Dios lo glorificó a Él por resurrección y ascensión para que después de que regresara al Cielo pudiera venir de nuevo a morar en nosotros como EL ESPÍRITU DIVINO y la vida de Dios. Así podría Él perfeccionar nuestros espíritus humanos y nuestras vidas, convirtiéndose en nuestra vida, nuestro poder, nuestra sabiduría, nuestra resurrección, nuestra ascensión, y nuestro todo. Cuando la gente primero le clama y luego le obedece a Él, será salva, cambiada, y elevada a unidad con Dios, todo por la presencia de Cristo viviendo en ellos. 24

Los que éramos prisioneros del diablo, ahora, por la obediencia a Dios, hemos sido conducidos por Cristo en la cautividad de la vida inmortal de Dios para que podamos vivir con Él en el Cielo para siempre. 25 Está escrito, "Subiendo a lo alto [Cristo], llevó cautiva la cautividad, y dio dones [de vida eterna y poder] a los hombres" (Ef. 4:8). 26 Por eso "Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre" (Fil. 2:9). Cristo destruyó el poder del diablo sobre todos aquellos que le han clamado y obedecido a Él en todo, aquellos que creen que Él tiene todo el poder en el Cielo y en la tierra para llevar a cabo esta gran obra de salvación, la unidad con Dios, en sus vidas. 27 "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el Cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos [más que en el nombre de Jesús]" (Hch. 4:12).

Cuando los pecadores le claman a Él, tienen que ponerse de acuerdo a arrepentirse y abandonar sus vidas pecaminosas y sin poder. 28 Tienen que ponerse de acuerdo a desear Su vida inmortal más bien que su propia vida temporal. 29 Tienen que ponerse de acuerdo a desear que Él desarrolle dentro de ellos una vida humana y naturaleza perfecta para su obediencia de modo que puedan convertirse en la manifestación al mundo de Su vida y poder en ellos. Tienen que ponerse de acuerdo a desear la plenitud del desarrollo del Espíritu en ellos y Su liderazgo, conducción, y dirección para ellos en este mundo.

Él puede y sí nos perfeccionará si le pedimos que viva en nosotros. Él vive en aquellos que lo dejan ser su justicia, su santificación, su redención, su sabiduría, y su poder; aquellos que le piden, y Él santifica su carne por Su poderosa Palabra en ellos para que sus cuerpos mortales puedan ser redimidos en el último día. 30 Él declara que siempre vivirá en nosotros si comemos y bebemos de Él diariamente, que simplemente significa leer Su Palabra diariamente para que la Palabra pueda estar en nosotros. 31 Su Palabra es "Espíritu y...vida" (Jn. 6:63). 32

¿Por qué tenemos que hacer esto para mantener a Cristo en nosotros diariamente? Porque, de nuevo, "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios" (Jn. 1:1). Dios es Dios. Él también es la Palabra de Dios que se convirtió en "carne, y habitó entre nosotros" (Jn. 1:14). Por la primera vez en la historia Él vivió en un cuerpo humano llamado Jesús. 33 Aquellos que creen solamente en Él, comiendo y bebiendo de Él diariamente, lo contendrán a Él. 34 Cuando Él vive en nosotros, Él se convierte en nuestra vida y nuestro poder. 35 Si nos morimos antes de que Él venga, Su vida y poder resucitarán nuestros cuerpos mortales de entre los muertos, recibiéndonos al Cielo. 36 Es de suma importancia que creamos la Palabra de Dios y la leamos diariamente para que Su vida y poder puedan permanecer en nosotros hasta el día de nuestra muerte. 37 Si leemos la Palabra de Dios, oramos, y hacemos lo que la Palabra de Dios nos manda, adquirimos más fuerza y consolación espiritual. 38 Si somos fieles en hacer estas cosas sencillas, Él nos dará el Bautismo del Espíritu Santo y dones de poder, que nos permiten echar fuera demonios, sanar a los enfermos, limpiar los leprosos, resucitar a los muertos, y hacer otros milagros poderosos. 39

Es muy importante que todos aprendan estos secretos o misterios espirituales, porque son la única manera de recibir y retener la vida eterna. 40 Vencemos deseos y pensamientos sucios. 41 Y sabemos que vencemos al mundo, todo del mundo, y al diablo porque Dios en Cristo está en nosotros por el Espíritu, y podemos sentir Su vida y presencia dentro de nosotros. 42 Por tenerlo a Él viviendo en nosotros y por nuestro vivir en Él, obedeciéndolo, "somos más que vencedores [en todas las cosas] por medio de Aquel que nos amó" (Ro. 8:37). Esto es porque Dios en Cristo por Su Espíritu en nosotros es mucho más poderoso que cualquier persona que está en el mundo o cualquier cosa que es temporal. 43 Debemos "confiad" ya que Cristo ha "vencido al mundo" (Jn. 16:33). Con Dios en Cristo con Su poder en nosotros, también hemos vencido al mundo. 44 Está escrito que cuando Dios en Cristo está en nosotros, todo lo podemos en Cristo que nos fortalece (Fil. 4:13).

La vida de Dios es eterna. 45 Nuestra vida es temporal sin Él. 46 Dios le ha dado vida a todo, desde la hierba, a la vida de las plantas, a los pescados, los pájaros, las bestias, las cosas que se arrastran, los hombres y los ángeles del Cielo. 47 Todas las vidas aquí mencionadas son temporales. 48 Estas vidas sólo duran unos cuantos días, meses, o años, con la excepción de los ángeles en el Cielo. 49 Cuando una tercera parte de los ángeles en el Cielo pecaron, sus vidas inmortales fueron terminadas. Esto es porque Dios no tolerará pecado en el Cielo. 50

Si has tratado de ser libre de cualquiera de la grande variedad de demonios que puedan poseerte a ti, tu familia, o tus amigos, tales como los demonios de autodestrucción, adulterio, fornicación, homosexualidad, lesbianismo, odio, mentira, hurto, alcohol, suicidio, depresión, drogas o asesinato, el cual incluye aborto, y has fracasado, clámale al Señor. Él no sólo te librará de estos demonios, sino que te dará poder y salvará tu alma. 51 Dí esta oración:

Oración

Mi Señor y mi Dios, ten misericordia de mi alma pecadora. 1 Yo creo que Jesucristo es el Hijo del Dios viviente 2 Creo que Él murió en la cruz y derramó Su preciosa sangre por el perdón de todos mis pecados 3 Creo que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos por el poder del Espíritu Santo 4 y que Él está sentado a la mano derecha de Dios en este momento, escuchando mi confesión de pecado y esta oración. 5 Abro la puerta de mi corazón, y te invito en mi corazón Señor Jesús. 6 Lava todos mis pecados sucios en la preciosa sangre que Tú derramaste por mí en la cruz del Calvario. 7 Tú no me rechazarás, Señor Jesús; Tú perdonarás mis pecados y salvarás mi alma. Lo sé porque Tu Palabra, así lo dice. 8 Tu Palabra dice que Tú no rechazarás a nadie, y eso me incluye a mí. 9 Por eso, sé que me has escuchado, sé que me has contestado, y sé que soy salvo. 10 Y te agradezco, Señor Jesús, por salvar mi alma, y te mostraré mi agradecimiento haciendo como Tú mandas y no pecar más. 11


Usted acaba de completar el primer paso en una serie de cinco pasos que se requieren para recibir la salvación. Su segundo paso es negarse a sí mismo y aceptar la cruz cada día con el propósito de mortificarse, es decir, para darle muerte a su propia voluntad, a su ser autosuficiente, y al mundo con todos sus deseos. Todos estos tienen que ser bautizados en la muerte de Cristo. El tercer paso es su resurrección de la vida satánica de Adán a la vida libre de pecados de Cristo. El cuarto paso es su ascensión a una posición de autoridad para reinar por Dios en la tierra, y el quinto paso es reinar por Dios en la tierra hasta el fin con el propósito de traer el reino del Cielo a la tierra. Usted tiene que aprender la Palabra de Dios, luego someterse y hacer lo que la Palabra dice, para que la Iglesia y el mundo puedan ver pruebas de su sumisión a la Palabra de Dios, Su orden, y Su autoridad en usted y por usted. Alabado sea el Señor. Que Dios lo recompense abundantemente.
Pastor Mundial Tony Alamo


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© Propiedad literaria octubre, 2000 Todo derecho reservado Pastor Mundial Tony Alamo ® Registrado octubre, 2000


Notas del "Deshacerse de Demonios": vuelva arriba

1. Pr. 25:14, Mt. 12:25-28, 30, Jn. 8:43-44, 10:1, 10, 15:4-5, Ro. 8:7-9, Gá. 1:8-9, 5:17-21, 2 Ts. 2:8-12, 2 Ti. 3:1-5, 13 vuelva

2. Dt. 18:10-12, 2 Cr. 33:6, Gá. 5:19-21, Mi. 5:12, Ex. 22:18, Nah. 3:3-4, Mal. 3:5, Hch. 13:6-12, Gá. 1:8-9 vuelva

3. Mt. 24:3-15, 2 Ts. 2:3-12, 1 Ti. 4:1-3, 2 Ti. 3:1-5, 13, 4:3-4 vuelva

4. Pr. 25:14, Jn. 8:44, 15:5, Hch. 19:14-16, Ro. 8:9, 2 Ts. 2:8-12, Ap. 2:2, 9 vuelva

5. Sal. 33:8-9, Mt. 4:8-11, 8:16, 28:18, Jn. 15:7, 16, 16:13-15, 33, Hch. 16:16-18, 19:10-12, Ro. 8:11, 14-16, 31, 37 vuelva

6. 2 Co. 11:13-15, 2 Ts. 2:6-10, Jud. 15-16 vuelva

7. Sal. 119:105, 130, Jn. 3:19-21, 12:46-48, 2 Co. 4:3-6, 2 P. 1:19 vuelva

8. Ex. 22:18, Is. 47:9-15, Jer. 27:9-10, Dn. cap. 2, Hch. 8:9-13, Ap. 9:13-21, 18:23-24, 21:8, 22:15 vuelva

9. Mt. 8:16, 28:18, Mr. 1:23-28, 3:9-11, 5:1-13 vuelva

10. Jn. 3:15-16, 6:40, 53-54, 14:6, 10:27-28, 17:2, 20:31 vuelva

11. Sal. 62:11, Mt. 28:18, Mr. 6:7, Lc. 4:1-13, Jn. 17:1-3, Ro. 13:1, Ef. 1:19-23, Col. 1:16-17, Ap. 2:26-27, 19:19-21, 20:9-10, 21:8 vuelva

12. Jn. 17:18-23, 1 Co. 6:10-11, Ef. 5:25-27, 1 Ts. 5:14-23, 2 Ti. 2:19, 21, He. 2:11, 10:10, 16-17 vuelva

13. Mt. 26:39, Jn. 4:34, 17:19, 1 Co. 15:54-57, Ef. 1:18-23, 2:5-22, 4:8-10, Col. 1:17-23, 2:9-10, 15, He. 1:2-3, 7:26-27, 10:12-13, 1 P. 3:18-19, 21-22, Ap. 5:1-10 vuelva

14. Gn. 4:7, Dt. 11:26-28, 30:11-20, Jos. 24:15, Ro. 6:16, 1 Ts. 4:3-5, 5:21-23, He. 13:12-14, 1 P. 3:15 vuelva

15. Jn. 1:14, 5:19, 26, 30, 8:28-29, 14:9-11, 20, Hch. 10:38, Ro. 5:14, 1 Co. 15:22, 45-48, He. 2:16-18, 5:8-9 vuelva

16. Gn. 3:19, Ro. 5:12-14, 1 Co. 15:21-22, 45-48 vuelva

17. Mt. 4:16, Jn. 5:24-26, 8:51, Ro. 8:2, 1 Co. 15:48-54, 2 Co. 1:9-10, He. 2:9-10, 14-15, 1 Jn. 3:14, Ap. 2:11, 20:6 vuelva

18. Mt. 7:21, Jn. 3:15-16, 6:54, 10:28, Ro. 8:11, 12:1-2, 1 Co. 15:52-54, Ef. 2:5-6, Col. 1:13-14, 1 Ti. 6:12, 2 Ti. 4:18, Tit. 1:1-2, 3:7, 1 P. 1:3-4, 1 Jn. 2:25, 5:11-13, Ap. 11:11-12 vuelva

19. Is. 7:14-15, Mt. 4:1-11, He. 4:15, 5:8-9, 1 P.2: 21-22 vuelva

20. Hch. 2:22-24, 32-33, 2 Co 5:17-21, Ef. 4:7-10, He. 4:15 vuelva

21. Is. 9:6, Mi. 5:2, Mt. 1:23, Jn. 1:1-3, 10, 14, 4:23-24, 10:30, 12:44-45, 14:6-11, 13, 20, 23, 15:26, 17:21, Ef. 3:14-21, Col. 1:13-17, 2:9-10, 1 Ti. 3:16, He. 1:2-3, 8-10, 1 Jn. 5:7, Ap. 19:13 vuelva

22. Mt. 10:19-20, Mr. 16:15-16, Jn. 1:4, 14:15-20, 23, 26-27, 15:5-11, 17:21-23, 26, Ro. 8:1, 10-11, 2 Co. 5:17, 21, 6:16, Gá. 2:20, Ef. 3:16-21, Col. 2:9-10, 2 Ti. 1:14, 1 Jn. 2:27-28, 3:24, 4:4, 5:12, Ap. 3:20 vuelva

23. Jn. 3:13-16, 11:25-26, Ef. 1:19-23, Fil. 2:5-11, 1 P. 1:3-4 vuelva

24. Mr. 16:16, Jn. 17:11, 21-26, Hch. 2:21, Gá. 3:25-29, Ef. 2:1, 4-6 vuelva

25. Ro. 8:16-18, 1 Co. 2:9, Ap. 5:10, 20:6, 22:3-5 vuelva

26. Sal. 68:18 vuelva

27 Mt. 28:18, Jn. 16:33, Col. 2:13-15, 1 Jn. 4:4, Ap. 1:18 vuelva

28. Pr. 28:13, Lc. 9:23-25, 2 Co. 6:14-18, Gá. 2:20, 2 Ti. 2:11 vuelva

29. Jos. 24:15, Lc. 14:27-33 vuelva

30. Jn. 14:15-17, 15:4-8, 1 Jn. 2:27 vuelva

31. 1 Cr. 16:15, Sal 1: 2-3, Mt. 6:11, 25:1-13, Lc. 11:3, Jn. 1:1-4, 6:31-35, 48, 54, 56-68, Hch. 17:11, 1 Co. 11:24-25, Ef.. 6:13-18, Col. 1:9-11, 3:16, 1 P. 2:2, 2 P. 3:17-18, 1 Jn. 1:1-3 vuelva

32. Gn.1:2-28, Sal. 119:30, Jn. 6:68, Ef. 6:17, 1 P. 2:2 vuelva

33. Is. 7:14-16, 9:6-7, Mt. 1:23, Jn. 1:1-3, 14, 8:16, 14:10-11, 20 vuelva

34. Jn. 6:53-57, 14:15-21, 23, 15:5, 17:21-23, 26, Ro. 8:1, 10-11, 1 Co. 15:10, 2 Co. 6:16-18, Gá. 2:20, Ef. 3:16-21, 1 Jn. 4:4, 5:12, Ap. 3:19-21 vuelva

35. Jn. 1:12-13, 3:15-18, 36, 4:14, 5:24-26, 17:2, Hch. 1:8, 2 Co. 12:9, 13:4, Ef. 1:18-23, 3:20, 6:10, Col. 1:10-11, 2 P. 1:3-4 vuelva

36 ..Dn. 12:2-3, Mt. 24:30-31, 1 Ts. 4:16-18 vuelva

37. Mt. 26:41, Mr. 16:16, Lc. 9:23, 2 Co. 4:16, 2 Ti. 2:15 vuelva

38. Mt. 7:24-25, Ro. 10:17, Ef. 6:10-18, 2 Ti. 3:16-17, Ap. 3:18 vuelva

39. Mr. 16:17-18, Jn. 14:15-21, Hch. 1:8, 5:32 vuelva

40. Pr. 1:5-7, 20-33, Os. 4:6, Jn. 6:54, 68, 10:27-28, 17:3 vuelva

41. 1 Co. 2:16, Ro. 8:1-4, 13, 37, Ef. 4:22-25, Fil. 2:2-5, Col. 1:12-14, 3:9-10, 1 P. 1:13-16, 4:1-4 vuelva

42. Jn. 15:5-7, 1 Jn. 2:13-14 vuelva

43. 1 Jn. 4:4 vuelva

44. Jn. 16:33, Ro. 8:35-39, 1 Jn. 2:13 vuelva

45. Dt. 33:27, Jn. 6:54, 58, 10:27-28, 17:1-3, He. 5:5-6, 9, 1 Jn. 5:20, Ap. 1:8 vuelva

46. Gn. 6:5-7, Sal. 103:14-16, Is. 40:6-8, Mr. 16:16, Jn. 3:36, 15:5-11, Stg. 1:9-11, 4:13-14, 1 P. 1:24 vuelva

47. Gn. 1:11-12, 21-22, 24-30, 2:7, Job 33:4, Sal. 8:5-9, Is. 42:5, Hch. 17:24-25 vuelva

48. 2 Co. 4:16-18, 1 P. 1:24-25, 2 P. 3:10-13 vuelva

49. Gn. 6:17, 7:21-23, Job 12:10, 17:1, 21:13, 34:20-21, Sal. 104:29, Ecl. 3:19, 1 P. 1:24-25 vuelva

50. Gn. 6:5, 7:21-23, Lv. 26:14-38, Dt. 9:5, 25:16, Sal. 5:4-6, 10:3, 139:19, Pr. 3:32, 6:16-19, 15:9, Jer. 12:17, 25:31-38, Ef. 5:25-27, 2 P. 2:1-4, 3:13-14, Ap. 2:2, 6, 15, 12:9, 21:8 vuelva

51. Sal. 4:3, 17:6, 18:6, 55:16, 72:12-13, 81:7, 99:6-8, 118:5, 145:18-19, Hch. 2:21, 4:12, 16:31, Ro. 10:9-13 vuelva


Notas de la Oración:

1. Sal 51:5, Ro. 3:10-12, 23

2. Mt. 26:63-64, 27:54, Lc. 1:30-33, Jn. 9:35-37, Ro. 1:3-4 vuelva

3. Hch. 4:12, 20:28, Ro. 3:25, 1 Jn. 1:7, Ap. 5:9 vuelva

4. Sal. 16:9-10, Mt. 28:5-7, Mr. 16:9, Jn. 2:19, 21, 10:17-18, 11:25, Hch. 2:24, 3:15, Ro. 8:11, 1 Co. 15:3-6 vuelva

5. Lc. 22:69, Hch. 2:25-36, He. 10:12-13 vuelva

6. Ro. 8:11, 1 Co. 3:16, Ap. 3:20 vuelva

7. Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 vuelva

8. Mt. 26:28, Hch. 2:21, 4:12, Ef. 1:7, Col. 1:14 vuelva

9. Ro. 10:13, Stg. 4:2-3 vuelva

10. He. 11:6 vuelva

11. Jn. 8:11, 1 Co. 15:10, Ap. 7:14, 22:14 vuelva

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