NUEVO

Por
Tony Alamo

Aunque una persona haya experimentado la salvación, la cual es la liberación de sus antiguos pecados, él, en muchos casos, quedará algo mundano en su camino a madurez espiritual completa.1 Por eso, estará sin poder, incapaz de vencer mucho de su estilo de vida anterior,2 e incapaz de experimentar la obra profunda de someterse sí mismo a la muerte de su propia vida conformándose a la muerte de Cristo, la cual se logra sólo por el poder resucitador del Espíritu Santo dentro de su espíritu humano.3 El don que el Padre le da a los verdaderos Cristianos es el Espíritu Santo, el Consolador, quien nos enseña toda sabiduría.4 El problema con el mundo de hoy es que ya no siguen la ley de Dios, los Diez Mandamientos. “Sabiduría ante todo” (Pr. 4:7). “El temor del Señor es la sabiduría’’ (Job 28:28), y ‘’el principio de la sabiduría es el temor de Jehová’’ (Sal. 111:10, Pr. 9:10).5

LA SORPRESA DE DIOS

Hay emociones, deseos y sentimientos humanos. Estos todos impiden nuestra vida espiritual. Todos tienen que morir, ser clavados a la cruz de Cristo con nuestras vidas anteriores.6 La Biblia nos dice claramente que Dios es un mundo de emociones, deseos y sentimientos Santos. El amor no es la única emoción, el único deseo o sentimiento de Dios. Es verdad que Dios es amor, pero Él también odia y tiene muchas otras emociones.7 El mundo tendría sabiduría si temiera la ira de Dios8 y Sus otras emociones Santas lo suficiente para aplicar la ley de Dios a todo lo que hace en su vida; pero como no hay temor de Dios en el mundo, el mundo no tiene ninguna sabiduría ni contiene nada de la vida de Dios en él.9 Esto significa que la gente no tiene un futuro con Dios en el Cielo a menos que se arrepienta y viva una vida Santa basada en la ley de Dios, la cual Cristo declara claramente que no vino a destruir.10 “No penséis que He venido para abrogar la ley o los profetas [la ley moral del Antiguo y Nuevo Testamento]; no He venido para abrogar, sino para cumplir [la ley].”10A La ley del Antiguo Testamento de holocaustos había terminado. Esto fue porque estas ofrendas eran solo símbolos que representaban a Cristo, quien era de venir como el Cordero de Dios y morir por los pecados del mundo.11 Cuando Cristo apareció, la ley del holocausto del Antiguo Testamento desapareció porque era sólo una sombra de lo por venir. Pero la ley moral nunca ha de terminar ni de ser olvidada. Es la ley moral que Dios escribió. Dios ni confió en Moisés para escribirla.12 Él la escribió con Su propio dedo porque la ley moral, los Diez Mandamientos, es la ley que es eterna.13 Es imposible guardar esta ley a menos que Dios Mismo viviendo en Jesús entre en el espíritu de alguien, dándole el poder de Dios para poder más que gurardar los Diez Mandamientos, la ley moral.14

¿QUIÉN ES QUIÉN?

Si lees la Biblia, es fácil reconocer un falso Cristiano. Aún si una persona que no es salva lee la Biblia, podrá detectar quiénes son los falsos Cristianos y quienes son los verdaderos Cristianos.15 Esto es porque los falsos Cristianos no tienen ningún poder de Dios en ellos para dejar de pecar.16 La Biblia le dice al que la lee, “El que practica el pecado es del diablo” (1 Juan 3:8). Muchas personas tienen buenos morales, y por esto se vuelven en personas con pretensiones de superioridad moral. Sin embargo, si Cristo no está viviendo en ellos, Cristo no está haciendo Su obra en ni a través de ellos.17 Por eso, están perdidos.18 Los buenos morales y las buenas obras solos no te calificarán a entrar al Cielo.19 “Es necesario nacer de nuevo” “del Espíritu” (Juan 3:7, 5). Dios viviendo en Cristo tiene que entrar en tu espíritu por Su Espíritu para vivir y obrar Sus obras ambos en y a través de ti. Ningún hombre tiene el poder de hacer la obra de Dios sin Dios en Jesús viviendo en él.20 Jesús dijo, “Separados de Mí nada podéis hacer” (Juan 15:5).21 Por lo tanto, los que tienen pretenciones de superioridad moral no son salvos, son injustos, tanto en los ojos de Dios como en los ojos del pueblo de Dios.22 No puedes decir que eres moral y amas a Dios si condonas o promueves el sufrimiento y la matanza de gente, o cualquiera otra cosa que los hipócritas y la gente del mundo han hecho y continúan haciendo en el nombre de Dios, Jesús, el Espíritu Santo o en el nombre de paz. Tampoco puedes esperar entrar al Cielo.23 Ser justo en tus propios ojos es pecado.24 “Los publicanos y las rameras van delante de vosotros [aquellos de ustedes que se consideran justos] al Reino de Dios” (Mt. 21:31). El aspecto propio de justicia es carnalidad.25 Sus acciones carnales y comportamiento mundano son causados por sus emociones humanas, las cuales están vacías del poderoso Espíritu Santo de Dios.26 Su vida entera se limita a sus impulsos carnales, que vienen de sus emociones humanas. Casi todos los asuntos humanos son conducidos por los impulsos de las emociones carnales de los hombres más bien que por el poderoso Espíritu, la sabiduría, el conocimiento y el entendimiento de Dios.27 Los impulsos carnales de las emociones humanas toman la mayor parte en la vida diaria de todos que otras áreas y funciones de nuestra alma.28 Por lo tanto, casi todas las cosas que la mayoría de la gente hace se originan de sus emociones carnales e impulsivas.

Hay miles de emociones tales como dolor, desaliento, pena, euforia, excitación, miseria, desilusión, angustia, agonía, melancolía, ansiedad, rechazo, abatimiento, vergüenza, tristeza, alegría, celo, confusión, frialdad, coraje, ira, afección, compasión, amor, orgullo, temor, expectativas, pasión, remordimiento y venganza.

DECISIONES

Casi todos pensamos y razonamos con nuestras mentes humanas.29 Con nuestras mentes hacemos decisiones y decidimos lo que vamos a hacer. Decidimos si seremos siervos del Señor, o siervos del diablo.30 Nuestra voluntad escoge hacer la voluntad de Dios, nuestra voluntad, o la voluntad de otro hombre. Nuestra voluntad escoge hacer todo de nuestra manera, la cual puede ser la manera de otra persona, o nuestra voluntad escoge la mente de Dios, Su Palabra, para guiarnos en cuanto a lo que debemos y no debemos hacer.31 Nuestra voluntad o la voluntad de otro escoge las decisiones que haremos, o escogeremos hacer lo que la Palabra de Dios nos manda hacer. Espero, por amor de tu alma, que escojas la voluntad de Dios más bien que tu propia voluntad o la de otro, que uses la Palabra de Dios, la cual es Su mente, como guía más bien que tu mente inestable, débil e impía o la de otro, las emociones, los deseos y sentimientos tuyos o de otro humano.32 La decisión es tuya.33

Literalmente hay miles de emociones o sentimientos humanos. Todos tienen que ser clavados a la cruz de Jesús con nuestras viejas vidas pecaminosas.34 Nuestra vieja vida, con todas sus emociones, sus deseos y sentimientos carnales tienen que ser eliminada en la cruz y cambiada por la vida resucitada de Cristo, la cual también se encuentra en la cruz.35 Cada guerra, cada bombardeo suicido, cada acto de terrorismo fue comenzado por las emociones humanas impulsivas, desenfrenadas y satánicas de alguién debíl y no regenerado. Cada asesinato de cada ser humano y casi todos los abortos son causados por las emociones humanas impulsivas, desenfrenadas y satánicas de algún débil. Las emociones humanas tienen que ser extinguidas, entonces purificadas por el Espíritu de Dios en la cruz.36 El diablo en la gente dirigida por las emociones, los deseos y sentimientos humanos impulsivos es todo lo contrario a la Palabra de Dios.37 Hay muchas leyes principales hoy en día que aprueban y condonan el pecado. Estas leyes son exactamente lo opuesto a la ley moral de Dios.

LA ORDEN DE LA
NUEVA JERUSALÉN (ONJ)

Todo el mundo está hablando acerca de la Nueva Orden Mundial cuando deberían de estar hablando acerca de la Orden de la Nueva Jerusalén, el Reino de la Nueva Jerusalén, el cual pronto reemplazará la Nueva Orden Mundial.38 La Orden de la Nueva Jerusalén es la orden de la ciudad y el gobierno eterno y celestial de Dios.39 El gobierno llamado la Nueva Orden Mundial pronto será destruido por el Rey de la Orden de la Nueva Jerusalén.40 Él se llama Jesús, la Piedra de las Edades.41 Él es la Piedra de ofensa para todos aquellos que odian Su Palabra, para todos aquellos que nunca pasarán la eternidad en la Nueva Jerusalén eterna y celestial.42 El Libro de Daniel usa un metafór para explicar a Jesús, la Piedra, quien ofende al mundo anti-Cristo y rompe a este gobierno unimundial satánico llamado la Nueva Orden Mundial.43

“Una piedra fue cortada no con manos” (Dn. 2:34). Esto significa que el hombre no creó al Creador, quien es Dios en Jesús, la Piedra. Dios no fue creado. Él no tiene ni principio ni fin.44 Jesús con Dios en Él fue engendrado por el Espíritu Santo, no por fornicación.45 De nuevo, esta Piedra que ofende al mundo es Dios Mismo viviendo en Jesús,46 el Rey de reyes y el Señor de señores, el Gobernador del universo entero, quien pronto regresará a la tierra para coger a Sus obedientes y llevárselos al Cielo con Él,47 al igual que destruir el mundo entero con todos los impíos, desobedientes.48 Él luego quemará el mundo con Su llama.49

Nuestras emociones, nuestros deseos y sentimientos causan que luchemos contra el Espíritu de Dios.50 Por eso hay que ponerles fin y purificarlos hasta que lleguen ser las emociones, los deseos, y los sentimientos de Dios.51 Si no, no podremos entrar al Reino de los Cielos, la Nueva Jerusalén. Tenemos que hacernos enemigos de todas nuestras emociones, nuestros deseos y sentimientos.

De nuevo, casi todas las leyes de la Nueva Orden Mundial son exactamente lo opuesto a la Palabra de Dios. No todos en la Nueva Orden Mundial, la cual está centrada en Roma, Italia y tiene ramas y satélites a través del mundo, son malos.52 Dios llama algunos de ellos Su pueblo. Él declara, “Salid de ella, pueblo Mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas” (Ap. 18:4).53 Si todos en la “Nueva Orden Mundial” fueran malos, entonces Dios no los mandaría a salir de este culto unimundial, religioso y político que dirige el gobierno mundial que Dios promete destruir con fuego.54 Nosotros oramos por este pueblo de Dios todos los días. Muchos ya han salido de esta “Nueva Orden Mundial” anti-Cristo.

La Biblia nos dice que el reino unimundial de hoy es el último reino mundial.55 Esta Nueva Orden Mundial anti-Cristiana era una fantasía soñada por un hombre llamado Cecil Rhodes.56 Roma, la cual cayó una vez y está a punto de caer de nuevo permanentemente,57 es la ciudad que lleva el sueño anti-Dios, anti-Cristo, anti-judío, anti-Nueva Jerusalén Cristiana, mostruoso, satánico del Señor Rhodes, junto con sus ramas y satélites.58

Dios declara, “No améis al mundo” (1 Juan 2:15).59 El Dios Trino está lleno de ira violenta, la cual pronto le mostrará al mundo al igual que a toda la gente que son sus muchos miembros no arrepentidos.60 Dios pronto le mostrará al mundo algunos de Sus emociones, deseos, y sentimientos no muy bien conocidos contra la gente malvada, no arrepentida del mundo, aquellos que literalmente les encanta pecar y que han decidido desobedecer los mandamientos de Dios en todo lo que hacen hasta que mueran.61 Los ministros de Satanás les están diciendo al mundo que Dios los ama a todos incondicionalmente, aunque pequen o no. Dios se emociona sobre tales cosas. Él, con Su furia violenta, salvaje y airosa, los asustará a ellos así como a todos del mundo que les creen.62 Él declara, Yo los mataré con muerte por seducir y enseñarle a Mis siervos a pecar.63

NO ES “LA MADRE NATURALEZA”

A los pecadores no arrepentidos no les gusta creer que Dios los odia, así que inventaron otra fantasía llamada “madre naturaleza,” la cual causará las plagas de Dios contra los pecadores no arrepentidos del mundo.64 Dios atormentará la tierra con terremotos que serán mucho más fuertes.65 De hecho, el mundo entero será removido de su eje.66 Habrán más tornados, huracanes y tifones violentos. El mundo será apedreado con bolas como de hierro, de cien libras de peso, de granizo ardiente, y un meteorito más grande que nuestra montaña más alta estrellará sobre la tierra y causará más destrucción que jamás ha visto el mundo.67 Experimentaremos mares embravecidos, hambres, más enfermedades incurables, tragedias personales, y miles de otras calamidades, las cuales se mencionan en la discusión del libro de Apocalipsis acerca de las catorce plagas principales. Estas cosas no son causadas por la “madre naturaleza” sino por Dios, que dice que Él es el que causará que se cumplan estas cosas y que al presente está en las primeras etapas de ello.68 Dios nos dice que no hay tal cosa como la “madre naturaleza.” Solo los idólatras dicen y piensan tales cosas insensatas.

Una tercera parte de la población mundial será matada en muy poco tiempo.69 Una tercera parte de la tierra será quemada antes del gran fuego que consumirá toda la tierra.70 La luz del sol será alterada, la luna será hecha sangre, y habrán muchas otras plagas, las cuales están alistadas en Apocalipsis capítulos ocho, nueve, once, y dieciseis.71 He mencionado solo unas cuantas de las emociones, los deseos y los sentimientos de Dios hacia todos aquellos que lo odian. Dios le comprobará al mundo que Él es mucho más que el Dios de amor. Él le mostrará al mundo que Él es un terrorista todo-inclusivo y un Dios terrible hacia aquellos que son malvados, hacia aquellos que lo odian a Él.72 Él le comprobará al mundo que ellos son débiles y que Él es el fuerte Todopoderoso.72A Él también les recordará que Él es el Creador y que ellos no son nada sino barro con un aliento en ellos.73

La Palabra de Dios le declara a aquellos que se han alejado de Él, “Así como Jehová se gozaba en haceros bien y en multiplicaros, así se gozará Jehová en arruinaros y en destruiros [a nada]; y seréis arrancados de sobre la tierra a la cual entráis para tomar posesión de ella” (Dt. 28:63).74 Él destruirá a aquellos que se han hecho miembros de la imagen de la bestia, la cual es el mundo en general, la población enorme del mundo que ha permitido que el diablo los cautive a convertirse en miembros del cuerpo de la bestia, el diablo, el cuerpo que Dios llama el Anticristo.75

Aquellos que son del Señor tienen la semejanza y la imagen de Jesús.76 Ellos son los muchos miembros del Cuerpo de Jesús, la Iglesia, la Nueva Jerusalén.77 Aquellos que son los muchos miembros del cuerpo del diablo aquí en la tierra tienen la semejanza y la imagen de la bestia, la Nueva Orden Mundial anti-Cristiana. Casi toda la población del mundo tiene la imagen de la bestia, el diablo, porque no guarda los mandamientos de Dios.78 Reflejas a Dios o reflejas al diablo.79 No hay nada intermedio, no hay tercer partido al cual reflejar. Así que si no tienes la imagen del Señor, tienes en la imagen del diablo o eres un miembro del cuerpo del diablo, la bestia. “Toda la tierra...ador[ó] [al dragón, el diablo] que había dado autoridad a la bestia” (Ap. 13:3-4).80 La bestia es el mundo en general, los muchos miembros humanos del cuerpo del diablo que rehusan servir, adorar, o tener la imagen de nuestro Señor Jesús.

LA PASTILLA

De nuevo, todos necesitan empezar a hablar de la Orden de la Nueva Jerusalén en vez de la condenada Nueva Orden Mundial. Si la gente del mundo no comienza a buscar al Señor ahora mismo, si no comienza a hablar acerca de la Orden de la Nueva Jerusalén y hacer algo acerca de ello, tomará la marca de la bestia, la cual es una pastilla, en su frente o en su mano derecha.81 Si lo hace, pasará la eternidad en el Infierno.82 Esto es porque el tomar la pastilla es la marca de la bestia. Es lo mismo que blasfemia del Espíritu Santo, lo cual es imperdonable en la tierra y en el Cielo.83 El Señor nos dice, “Si alguno adora [sirve] a la bestia y a su imagen [los deseos de la población del mundo, los cuales son deseos de los muchos miembros del cuerpo de la bestia, aquellos que están trabajando para el diablo], y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira [no del amor] de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de Su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre” (Ap. 14:9-11).84

NUESTRAS ACCIONES
LO DICE TODO

Las acciones de la gente reflejan la imagen del Señor quien vive en ellos por el Espíritu,85 o reflejan la “imagen de la bestia,” el diablo quien vive en ellos por su espíritu maligno.86 Constantemente le reflejamos a la gente del mundo la misma imagen de cualesquiera espíritu que está viviendo dentro de nosotros. La Biblia es un espejo en el cual todos tenemos que mirar87 para poder darnos cuenta si somos la imagen y semejanza del Señor, miembros del Cuerpo de Cristo, o la imagen y semejanza de la bestia, miembros del cuerpo del diablo, el Anticristo. “Anti-Cristo” simplemente significa “contra Cristo, lo contrario a la Palabra de Dios, y lo contrario de los verdaderos Cristianos.”

La Biblia se trata de Dios y de los hombres. Cuando nos miramos en el espejo, es decir, cuando leemos la Biblia, sabemos y vemos de qué se trata Dios.88 Veremos lo que a Dios le gusta y lo que Dios odia.89 También veremos de qué nos tratamos nosotros los humanos. Nos daremos cuenta y sabremos si amamos a Dios o lo odiamos.90 También podremos ver si amamos u odiamos a la bestia, el diablo. Sabremos si deseamos ser miembros del Cuerpo del Señor, o miembros del cuerpo del diablo. Si deseamos entrar al Cielo, tenemos que ser un espejo de Jesús al mundo para que la gente pueda ver que reflejamos la vida de Jesús.91 Si reflejamos a Cristo al mundo, todos nos verán como miembros del Cuerpo de Cristo.92 Si reflejamos algo más que Cristo al mundo, el mundo no nos verá como miembros del Cuerpo de Cristo. En vez, nos verá como miembros del cuerpo del diablo, gente adorando a la bestia haciendo la voluntad del diablo en la tierra más bien que haciendo la voluntad de Dios.93

Claramente podremos ver, leyendo la Biblia, que todos los mentirosos no arrepentidos, los asesinos, los adúlteros, los fornicarios, las lesbianas, los homosexuales, los ladrónes, personas que codician, y odiadores de Dios son parte de la imagen de la bestia o del diablo. Son miembros del cuerpo del diablo.94 No reflejan la imagen de Dios al mundo. Dios los perdonará si se arrepienten de sus pecados, y continúan reflejando a Jesús al mundo hasta el fin para que la gente del mundo pueda ser salva por medio del testimonio de Jesús viviendo en ellos.95 Mira en el espejo, la Biblia, para que puedas ver claramente cuál imagen le estás transmitiendo al mundo. La Palabra de Dios abrirá tus ojos para que puedas saber estas cosas.96

Si Cristo está viviendo en ti, es porque rendiste toda tu vieja vida a la muerte de la cruz.97 Desde entonces Su yugo, el cual es Su obra, será liviana, fácil para ti con Él.98 Es fácil para Él en ti reflejarse a Sí Mismo si tu vieja vida, con todas sus emociones, todos deseos y sentimientos, está mortificada, puesta a muerte en la cruz. Pero si el diablo vive en ti, será fácil para el diablo reflejarse al mundo en ti. Encontrarás fácil hacer lo que el espíritu del diablo en ti te manda hacer.99 Los hechos exteriores de tu cuerpo y tus palabras le dirán al mundo a cuál amo le perteneces y de qué cuerpo eres miembro.100 La Biblia le quita el velo a los ojos de la gente.101

BLASFEMIA

El Apóstol Santiago dijo que si miramos en el espejo, que es la Biblia, la Biblia nos reflejará ambos la imagen que debemos ser y la imagen que no debemos ser.102 Si lees la Biblia y luego reflejas la imagen de la bestia, se te ha olvidado “como era” que deberías ser (Stg. 1:24). No te llames Cristiano, un miembro de la Nueva Jerusalén, si Dios en Cristo no está viviendo y obrando ambos en y a través de ti, porque Jesús declara, “Yo conozco...la blasfemia de los que se dicen ser judíos [miembros de la Orden de la Nueva Jerusalén, los Cristianos], y no lo son, sino sinagoga de Satanás” (Ap. 2:9).103 Vemos alguna gente que dicen ser Cristiana pero que no transmiten la vida de Cristo al mundo.104 Podemos ver que son solamente “supuestos Cristianos.”105 Si reflejamos la vida de Dios un día y la del diablo el próximo, entonces somos de doble ánimo en toda manera. “El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos” (Stg. 1:8). Los de doble ánimo viven una vida de montaña rusa, un minuto para arriba y un minuto para abajo.

SI LO BUSCAS

David le dijo a su hijo, el Rey Salomón, “Si tú le buscares [a Dios], lo hallarás” (1 Cr. 28:9). Lo puedes “conocer” (1 Juan 5:20). El Señor promete que si lo buscas, también lo encontrarás, y lo conocerás.106 No vivas más por tus emociones, deseos y sentimientos impulsivos. Estamos demasiado cerca al fin del mundo para no ser salvo ni estar sin la vida de Dios en Jesús viviendo y obrando en ti.107

NOSOTROS LOS SANTOS PODEMOS JUZGAR

Dios, por Su Palabra, juzgará todas las cosas en la barra de juicio.108 Él no sacará otro libro de reglas para el juicio por el cual juzgar al malo.109 Es maravilloso para nosotros poder juzgarnos a nosotros mismos y a otros con la Palabra de Dios mientras estamos aquí en la tierra.110 Esto nos da una oportunidad de obtener paz con la Palabra de Dios antes de enfrentarnos a Él con Su Palabra, la cual seguramente nos juzgará en el día de juicio.111 Así que, si no estás a la altura de la Palabra de Dios, acepta al Señor ahora. Entonces el poder de Dios entrará en ti y te dará el poder de llegar a la medida de Su Palabra.112 Podemos morir en cualquier hora.113 Si no estás bien con el Señor cuando mueras, serás juzgado por Dios con gran severidad y te arrepentirás por toda eternidad, la cual no tiene fin.114

LA BIBLIA TE ABRIRÁ LOS OJOS A LA PURA VERDAD

El diablo, todos los pecadores no arrepentidos, y el mundo desprecian la Biblia115 porque revela al diablo, los pecadores no arrepentidos, y su orden unimundial, la cual es el centro del reino mundial, la “Madre de las Rameras,” la bestia.116 Algunos de los miembros de la orden mundial están extremadamente ofendidos con la Palabra de Dios. Esto es porque tienen corazones pecaminosos.117 Les encanta pecar. Pecaminosamente piensan, “¿Quién es Dios para mandarnos hacer o no hacer algo?” Ellos desprecian u odian la Palabra de Dios porque saben que no la van a guardar, y saben que la Biblia dice que irán al Infierno por no guardarla.118 Su odio contra Dios sólo sella su condenación, sellando sus almas aún más al Infierno cada minuto de cada día.119

LOS TIEMPOS NO SE MEJORARÁN

La Palabra de Dios nos dice que las cosas se empeorarán progresivamente.120 “Será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces” (Dn. 12:1). Dios dice “cuando veáis la abominación desoladora,” es decir, las cosas que vez sucediendo en el mundo hoy (Mr. 13:14), “erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca” (Lc. 21:28). Veo que una de las emociones más grandes expresadas por la gente de hoy es temor en vez de paz, mucho más temor y menos paz que jamás he visto en mi vida. El Señor advierte, “Cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina” (1 Ts. 5:3).121

¿CÓMO PUEDE ROMA O CUALQUIERA TRAER PAZ SEMBRANDO ODIO Y CONFLICTOS?

Aún las Naciones Unidas (ONU), los oficiales gubernamentales de la Nueva Orden Mundial, tienen miedo. Están temblando en sus botas. Lo dicen en la televisión internacional. La Biblia dice, “Vana es la ayuda de los hombres” (Sal. 60:11).122 “Confiad en Jehová” (Sal. 4:5).123 Los medios de noticia nos cuentan de terroristas correteando, a no saben dónde, con bombas atómicas en maletines, y declaran que estos terroristas van a arrojar la guerra de gérmenes, bacteria fatal, por todas partes. El presidente de los Estados Unidos dice que el terrorismo no va a terminar por mucho tiempo, y que va haber mucho más derramamiento de sangre y guerra de gérmenes aquí mismo en los Estados Unidos.124 ¿Te dice esto que la Nueva Orden Mundial, que dice paz y seguridad, es exitoso? ¿Te sientes seguro? Si eres inteligente, tu respuesta es no, porque no hay paz a menos que Jesús, el Príncipe de Paz, está viviendo dentro de ti.125

Toda paz ha sido quitada de la tierra, así como la Biblia declaró que sucedería en los últimos días de este mundo condenado.126 ¿Qué puedes hacer acerca de ésto? Puedes hacer mucho.127 Dios dejó a Egipto boca abajo, lo destruyó, y luego libró a los judíos, los hijos hebreos, de Egipto cuando le clamaron en oración por su liberación.128 Él hará lo mismo hoy por aquellos que le claman a Él por su liberación si son israelitas espirituales, miembros de la Nueva Jerusalén, los cuales han sido escogidos de cada nación.129

¡Oh Dios!, termina con el terrorismo, en el nombre de Jesús. Sálvalos Señor, o amontónales ascuas sobre sus cabezas.130 ¡Oh Dios! Oramos por la paz de Jerusalén, es decir, que los israelitas se conviertan en miembros de la Orden de la Nueva Jerusalén volviéndose miembros del Príncipe de Paz, el Cordero de Dios; que ellos, con nosotros, le pidan a Dios que luche por todos nosotros, y si lo hacemos, Él luchará, así como luchó por aquellos que creyeron en Él lo suficiente para clamarle con todos sus corazones y almas en los días de Moisés, Josué, y todos los demás que le clamaron a Él por liberación a través de cada época.131 Dios nos librará si nuestros enemigos se convierten a la Cristiandad;132 y si no se convierten en Cristianos, Él los destruirá.

Las emociones, los deseos, y los sentimientos humanos son exactamente lo contrario a la fe en Dios. Por medio de la fe en Dios, Dios quitará cada monte y resolverá cada problema para nosotros.133 Dios dijo que en los últimos días estaríamos vivendo en “tiempos peligrosos” (2 T. 3:1).134 Por lo tanto, sabemos que estamos viviendo en los últimos días.

LA MUERTE DE JEZABÉL

Jesús le advierte a todos aquellos que eran Cristianos pero aún practican la inmoralidad y el adulterio espiritual contra Dios, aquellos que han perdido su temor de Dios ni han guardado Sus mandamientos,135 Tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras a esa mujer Jezabél [la jefa del culto del gobierno religioso centrado en Roma con sus ramas y satélites a través del mundo], que se dice profetisa [Por esta declaración, Jesús nos está dejando saber que Él no llama a esta Jezabél romana una profeta. El espíritu de Satanás está dentro de ella, y es ella que se llama una profeta.] Jesús continúa, Por enseñanza engaña a Mis siervos a cometer inmoralidad [espiritual]; [ella comete adulterio contra Dios por no guardar Sus mandamientos para servirle. Ella no permitirá que Dios en Jesús viva en ella, y ella le está enseñando a los siervos de Dios hacer lo mismo136 enseñándoles a cometer pecados contra Dios, los cuales son simbolizados en la Biblia como adulterio o fornicación contra Dios] y comer comidas sacrificadas a ídolos [que significa hacer todo lo contrario a lo que dice Dios137].” El Señor continúa, Y le he dado tiempo para que se arrepienta de su inmoralidad, pero no está dispuesta hacerlo. Así que la arrojaré a una cama de sufrimiento, y haré que aquellos que cometieron adulterio con ella [aquellos que desobedecen a Dios, incluyendo los que una vez sirvieron a Dios pero le han dado la espalda a Él y aceptado las enseñanzas de esta prostituta asquerosa, Jezabél138] sufran intensamente a menos que se arrepienten de sus maneras.139 A sus hijos heriré con muerte, y todas las iglesias sabrán que Yo soy el que escudriña la mente [los pensamientos, sentimientos y propósitos] y [lo más profundo de] el corazón; y Os daré a cada uno [la recompensa por lo que hayan hecho] según vuestras obras (Ap. 2:20-23, griego original). Note aquí que la Biblia dice que seremos juzgados por nuestras obras.140

PROFECÍAS CUMPLIDAS AUMENTAN LA FE

Los creyentes saben que es imposible que Dios mienta.141 Alcanzamos aún más fe en Dios al ver pasar todo lo que Él dijo que sucedería en el mundo.142 Cada día hace la Palabra de Dios más y más una realidad. Por eso, sabemos que lo que Él dice de ahora en adelante, también sucederá. Podemos contar con ella. Podemos confiar en ella. Se cumplirá.

ÚNETE A LA ONJ

El libro de Génesis es el principio, y la Nueva Jerusalén es el fin.143 Según la Palabra infalible de Dios, todos debemos estar hablando de la “Orden de la Nueva Jerusalén,” la ONJ, porque la Orden de la Nueva Jerusalén es la orden que continuará a través de la eternidad.144 Es el Reino del Señor, “y Su Reino no tendrá fin” (Lc. 1:33).145 La “Orden de la Nueva Jerusalén” o gobierno de Dios tiene reglas y regulaciones precisas, las cuales se tienen que obedecer hasta que muramos para poder permanecer en la Orden de la Nueva Jerusalén. Si no aprendemos y obedecemos TODAS las reglas de la Orden de la Nueva Jerusalén hasta el fin, nunca podremos vivir allí.146 ¿Por qué? Porque si Dios nos ve rehusando obedecer las reglas de la Orden de la Nueva Jerusalén aquí en la tierra, ¿cómo puede Él esperar que guardemos los mandamientos o las reglas de la Orden de la Nueva Jerusalén en el Cielo? 146A La Nueva Jerusalén es la ciudad eterna donde mora sólo la justicia.147 El gobierno de la Orden de la Nueva Jerusalén tiene balances iguales en juicio para todos los que están morando en él.148 Cuando la Biblia dice que todo en el mundo, viejo o nuevo, está condenado y va a quemar,149 ¿por qué perderías tu tiempo precioso pensando en él y envolviéndote con él?150

Después que pedimos que el poder de Dios entre en nosotros, y después que pidamos que Dios lave todos nuestros pecados anteriores con la sangre ungida de Jesús,151 y Él lo hace, el Apóstol Pablo pregunta, “¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia [el poder de Dios] abunde?” Pablo contesta su propia pregunta diciendo, “¡En ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en Su muerte?” (Ro. 6:1-3). Pablo quiere decir que si vamos a ser resucitados en la vida Nueva Jerusalén de Cristo, nuestra vieja vida, incluyendo nuestras emociones, nuestros deseos y sentimientos humanos se tienen que enterrar o bautizar en la muerte de Cristo por el Espíritu del Gobernador de la Orden de la Nueva Jerusalén que ambos vive y obra en y a través de nosotros.152 El Apóstol Pablo lo explica de esta manera: “Porque si vivís conforme a [los dictados de] la carne [tus emociones, deseos y sentimientos impulsivos], moriréis; mas si por el [poder del] Espíritu [Santo] hacéis morir [habitualmente] las obras de la carne [extinguiendo, mortificando] las acciones [malas] que son incitadas por el cuerpo, [emociones, deseos y sentimientos humanos, real y genuinamente]...viviréis [para siempre]” (Ro. 8:13).

A Dios no le molesta que tengamos emociones, deseos y sentimientos. Él no quiere que sean los nuestros. Él quiere que sean los Suyos.153 Jesús tenía emociones, deseos y sentimientos. Nosotros tenemos que tener las mismas emociones, los mismos deseos y sentimientos que Jesús.154 Hebreos 4:15 nos dice, Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades [SENTIMIENTOS], sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Si estamos vacíos de las emociones, los deseos y sentimientos de Dios, no solo estamos vacíos de misericordia hacia otros, sino que no tenemos odio hacia el diablo como Jesús nos mandó a tener.155 Los Cristianos tienen que pasar por el fuego de la cruz, abnegación, para purificarse.156 Cuando nuestras emociones humanas son destruidas, han pasado el fuego de la cruz, nuestras emociones son purificadas, haciendo posible que Dios las use correctamente para edificar la Orden de la Nueva Jerusalén en nosotros aquí en la tierra.157

Dios expresa otra de Sus emociones cuando declara, “La gran Babilonia [la cual significa la grande Nueva Orden Mundial romana] vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de [la] ira [de Dios]” (Ap. 16:19). Dios tiene ira.158 Dios tiene una ira feroz.159 Dios detesta.160 Dios aterroriza.161 Dios derrama Su ira.162 Dios es violento hacia el diablo.163 Dios se irrita.164 Dios no está contento.165 Dios está lleno de indignación hacia los pecadores no arrepentidos y malvados en estos últimos días.166 Dios le promete venganza a todos los pecadores no arrepentidos y a todos aquellos que se han apartado de Él.167

Sí, Dios también ama, es tierno, y está lleno de misericordia hacia aquellos que lo aman y guardan Sus mandamientos.168 Dios es amor.169 A Él le encanta decirte la verdad para que puedas ser librado del rey de los mentirosos, el diablo.170 Dios ama a aquellos que aman Su Verdad y le envía fuertes delirios a aquellos que no aman Su Palabra.171 Dios le envía estos delirios a aquellos que odian la Verdad para que crean una mentira.172 Ellos serán juzgados y condenados que no creyeron en [la Verdad, aquellos que rehusaron seguir, confiar y depender en] la Verdad [de Dios], sino que [en vez] se complacieron en la injusticia (2 Ts. 2:11-12, griego).

Nuestra fe tiene que estar sólo en la manera de vivir de la Orden de la Nueva Jerusalén. Por fe en la Palabra de Dios, la Verdad, sabemos que el sistema mundial como lo conocemos hoy será “desmenuzad[o]...[y será convertido] como tamo de las eras del verano, y se lo [llevó] el viento sin que de ellos quedara rastro alguno” (Dn. 2:35). Está condenado, y todo el mundo está condenado a quemarse.173

TERRORISMO

Las obras de los terroristas que vemos operando hoy nunca deben ser comparadas a la capacidad de Dios de aterrorizar. Dios dice que Él es el “Rey de los espantos” (Job 18:14).174 La Palabra de Dios nos dice que Dios es el verdadero terrorista, el gran terrorista del mundo. Los terroristas de hoy son amateurs de rango inferior comparados a Dios. Jesús dijo, “No temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a Aquel [Dios] que puede destruir el alma y el cuerpo en el Infierno” (Mt. 10:28). Escúchenme, todos ustedes que están aterrorizando a la gente del mundo ahora mismo. Déjenme advertirles algo importante en el oído. Dios dijo, “Lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gá. 6:7).175 Ya que han sembrado terrorismo en el mundo y al presente están planeando cometer aún más terrorismo hacia la gente del mundo, mejor es que se preparen. Alístate para recibir la dispensación de algunas de las emociones de Dios en tu vida malvada, demoníaca, anti-Cristo de culto. Dios sabe quién eres y dónde duermes.176 Él hasta sabe dónde duerme tu perro y tu gato. Si no te arrepientes, Él seguramente vendrá sobre ti cuando menos lo esperes.177 Confíame en esto. ¡Dios te promete que lo hará!178 Si lees la Biblia, la cual es la Verdad, verás los actos de Dios de terrorismo a través del Antiguo y Nuevo Testamento.179 Dios dice que Él es un terrorista del cual nadie puede escapar.180 El Apóstol Pablo dijo, “Conociendo, pues, el TEMOR [TERROR] del Señor, persuadimos a los hombres” (2 Co. 5:11). El profeta Job declaró, “TERRORES de Dios me combaten” (Job 6:4). Dios le dijo a Ezequiel, “Puse Mi TERROR en la tierra de los vivientes” (Ez. 32:32). Jeremías, mientras le oraba a Dios, declaró por el Espíritu que Él “[sacó a Su] pueblo Israel de la tierra de Egipto...con TERROR grande” (Jer. 32:21).

Todos los pecadores no arrepentidos serán aterrorizados un día por Dios Mismo.181 Por eso es que cada persona que quiere escapar la ira y el terror de Dios tendrá que arrepentirse de sus pecados y convertirse en un miembro del gobierno de la Orden de la Nueva Jerusalén.182 Ellos tendrán que hacer que sus emociones, sus sentimientos y sus deseos sean sus enemigos, y ellos no sólo tendrán que luchar contra ellos, sino ser victoriosos sobre ellos diariamente.183

PRESTANDO ATENCIÓN AL SILBO APACIBLE Y DELICADO

Un Cristiano siempre tiene que prestarle atención al silbo apacible y delicado de Dios.184 Constantemente tenemos que separarnos de las muchas voces y tentaciones del mundo, y también constantemente separarnos de las voces de nuestras emociones, nuestros deseos y sentimientos para que podamos oír la voz del Espíritu Santo y conocer Sus direcciones para nosotros.185 Tenemos que hacer esto para que nuestros espíritus se unan con la Nueva Jerusalén, el Reino de los Cielos. Cuando el Espíritu de Dios vive en nosotros, tenemos el poderoso Espíritu Santo de la Orden de la Nueva Jerusalén para mortificar cada pensamiento, emoción e impulso malvado.186

CATEGORÍAS EMOCIONALES

Emociones mundanas abarcan una área tan tremenda en nuestras vidas que casi todos los que son carnales e inmaduros y que se consideran Cristianos aún no caminan por fe en la Palabra de Dios.187 Nunca han cometido sus vidas y emociones por completo a la muerte de la cruz.188 Están en peligro porque no están caminando enteramente en el poder del Espíritu Santo. Las emociones humanas son como un foso sin fondo. No tienen fin ya que hay una variedad sin límite de ellas. Por eso, son muy complicadas. Podemos mejor conocer estas millones de emociones dividiéndolas en tres categorías separadas: (1) afecto, (2) deseo, y (3) sentimientos. Estas tres categorías cubren los tres diferentes tipos de emociones, al igual que cómo trabajan. Si un Cristiano que ha nacido de nuevo puede vencer estas tres categorías, él se puede considerar ya en el camino a la entrada del único camino estrecho y angosto que conduce a la vida eterna.189 Aquí en la tierra tendrá él que caminar por fe en el gobierno de la Orden de la Nueva Jerusalén, la ONJ, antes de que pueda entrar a la Orden de la Nueva Jerusalén en el Cielo.

Las emociones del hombre no se pueden juzgar como nada más que sus viejos sentimientos naturales, humanos y mundanos.190 La gente puede ser odiosa, gozosa o cariñosa. Pueden estar tristes, desalentados, celosos, desinteresados, o entusiasmados. Emocionalmente se pueden sentir miles de diferentes maneras. A pesar de esto, estas emociones son solo como se sienten. Si se observan en la verdad, verán lo frecuente que sus emociones cambian todos los días. No hay nada en el mundo que cambia tanto como las emociones. Nos sentimos de una manera un minuto y completamente diferente el próximo. Nuestras emociones cambian con nuestros sentimientos, y qué fuego rápido y rugiente de sentimientos se puede encender con una palabra cruel y fuera del Espíritu.191 Aquellos que viven por emociones, deseos y sentimientos carnales son los que viven sin los principios de Dios. Por esto, no recibirán ningunas bendiciones de Dios.192

EXALTACIÓN PROPIA

Cualquier persona profunda y espiritual puede ver fácilmente que una persona que clama ser Cristiana pero aún camina tras sus emociones, deseos y sentimientos humanos más bien que sirviendo a Dios con su espíritu, es uno que se exalta él mismo en vez de a Dios en Jesús.193 Esta persona emocional se vuelve en un mundo por sí mismo porque sus emociones, deseos y sentimientos humanos sólo tienen que ver con él y no con Dios. A veces, el emocional te dirá cuentos que no son verdad. Son como el que una vez estuvo en el Cielo y dijo, “Sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo” (Is. 14:14). Estas emociones lo vencieron, haciéndolo el peor.194 Este hombre de sentimientos a veces se sentirá de nuevo como un hombre ordinario bajando de su vida imaginaria a la tierra; pero de nuevo, esto depende de sus sentimientos. El hombre que retiene sus emociones, deseos y sentimientos carnales es un hombre con muchas subidas y bajadas.195 No toma mucho moverlo de un humor al otro. Este hombre es incapáz de aguantar aún la más pequeña burla, el más pequeño percance, reprensión o regaño.

Los Cristianos tienen que aprender a discernir la diferencia entre emociones humanas y emociones Santas, tal como entre la ira humana y la ira Santa.196 Las emociones carnales son débiles y perversas.197 La obra de Dios no se puede lograr en los seres humanos sin el Espíritu de Dios, las emociones de Dios, los deseos de Dios, y los sentimientos de Dios viviendo en ellos.198

No dejes que tus emociones, deseos o sentimientos humanos te causen que rechaces la misericordia de Dios o causen que tu alma pase la eternidad en el Infierno. La Biblia nos dice, “TODA potestad Me es dada [a Mí, Jesús] en el Cielo y en la tierra” (Mt. 28:18). Esto significa que Jesús es el único poder en el universo.199 Necesitamos a Jesús, con todo Su poder y sabiduría viviendo en nosotros, para que nos dé la fuerza para voltear nuestras vidas lejos del mundo malvado con todas sus codicias hacia la Nueva Jerusalén, el Reino celestial.200 “Separados de [Jesús] nada podéis hacer” (Juan 15:5). Es decir, no podemos hacer nada teniendo que ver con la Nueva Jerusalén, el Reino celestial de Dios.201 Con el poder de Jesús en nosotros, “somos más que vencedores” (Ro. 8:37). “Todo [santo] lo [podemos hacer] en Cristo que [nos] fortalece” (Fil. 4:13). Por fe en Jesús tenemos victoria sobre el mundo, sobre la Nueva Orden Mundial, sobre el pecado, sobre Satanás, sobre nuestra carne, sobre nuestras emociones, nuestros deseos y sentimientos, y sobre la muerte, el Infierno y el sepulcro.202

El mundo entero le dará gran respeto a Jesús cuando aparezca muy pronto en los cielos orientales.203 Cuando Él regrese, Él dice, “Se doblará toda rodilla, y toda lengüa confesará a Dios” “que Jesucristo es el Señor” (Ro. 14:11, Fil. 2:11). 204 Acepta ahora mismo el gobierno de la Orden de la Nueva Jerusalén aceptando a Jesús, el Rey de la Orden de la Nueva Jerusalén como tu Salvador personal. Hazlo ahora mismo diciendo esta oración:

Oración

Mi Señor y mi Dios, ten misericordia de mi alma pecadora.1 Yo creo que Jesucristo es el Hijo del Dios Viviente.2 Creo que Él murió en la cruz y derramó Su preciosa sangre por el perdón de todos mis pecados. 3 Creo que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos por el poder del Espíritu Santo4 y que Él está sentado a la mano derecha de Dios en este momento, escuchando mi confesión de pecado y esta oración. 5 Abro la puerta de mi corazón, y Te invito en mi corazón Señor Jesús. 6 Lava todos mis pecados sucios en la preciosa sangre que Tú derramaste por mí en la cruz del Calvario. 7 Tú no me rechazarás, Señor Jesús; Tú perdonarás mis pecados y salvarás mi alma. Lo sé porque Tu Palabra, así lo dice. 8 Tu Palabra dice que Tú no rechazarás a nadie, y eso me incluye a mí.9 Por eso, sé que me has escuchado, sé que me has contestado, y sé que soy salvo.Por eso, sé que me has escuchado, sé que me has contestado, y sé que soy salvo.10 Y Te doy gracias, Señor Jesús, por salvar mi alma, y Te mostraré mi agradecimiento haciendo como Tú mandas y no pecar más. 11

Usted acaba de completar el primer paso en una serie de cinco pasos que se requieren para recibir la salvación. Su segundo paso es negarse a sí mismo y aceptar la cruz cada día con el propósito de mortificarse, es decir, para darle muerte a su propia voluntad, a su ser autosuficiente, y al mundo con todos sus deseos. Todos estos tienen que ser bautizados en la muerte de Cristo. El tercer paso es su resurrección de la vida satánica de Adán a la vida libre de pecados de Cristo. El cuarto paso es su ascensión a una posición de autoridad para reinar por Dios en la tierra, y el quinto paso es reinar por Dios en la tierra hasta el fin con el propósito de traer el reino del Cielo a la tierra. Usted tiene que aprender la Palabra de Dios, luego someterse y hacer lo que la Palabra dice, para que la Iglesia y el mundo puedan ver pruebas de su sumisión a la Palabra de Dios, Su orden, y Su autoridad en usted y por usted.
Alabado sea el Señor. Que Dios lo recompense abundantemente.

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© Propiedad literaria abril, 2002 Todo derecho reservado Pastor Mundial Tony Alamo ® Registrado abril, 2002


Notas del "NUEVO " : vuelva arriba

1 Ro. 7:14-25, 1 Co. 3:1-3, Ef. 4:11-15, 23-24, Fil. 3:12-14, He. 5:12-14, 6:1, 1 P. 2:1-2 vuelva

2 Mt. 26:41, Jn. 6:63, 15:5, Ro. 7:14-25, 8:1-14, 37, 2 Co. 3:5 vuelva

3 Mt. 16:24, Ro. 6:2-14, 7:4-6, 8:6-11, 13, 12:2, Gá. 2:20, 6:8, 14, Ef. 2:1-6, Fil. 3:8-11 vuelva

4 Jn. 14:16-21, 26, 15:26, 16:7-11, Hch. 2:38-39, 5:32, 10:45, 1 Co. 2:4-14, 1 Jn. 2:20, 27 vuelva

5 Ap. 14:7 vuelva

6 Lc. 9:23, Ro. 6:6-13, 8:13, 1 Co. 5:5, 6:19, 9:27, 2 Co. 10:8, Gá. 2:19-20, Col. 3:5-10, He. 2:14, 1 Jn. 3:8 vuelva

7 Gn. 6:6-7, Ex. 20:5-6, Sal. 99:8, Pr. 6:16-19, Is. 1:13-14, 63:7-10, Jer. 31:34, Lc. 6:35-36, Ro. 3:24-26, 9:13, 15, 12:19, 2 Co. 5:11, 2 Ti. 4:8, He. 2:17, Stg. 4:12, 5:7, 1 P. 2:2-3, 2 P. 3:10, 12, 1 Jn. 2:15-17, Ap. 16:5 vuelva

8 Sal. 9:17, 105:38, 111:10, 119:120, Pr. 1:7, 24-32, 8:13, Ecl. 12:13, Nah. 1:2, Lc. 3:17, Jn. 3:36, Ef. 5:6, Ap. 21:8 vuelva

9 Dt. 5:29, Pr. 1:7, 14:16, Ecl. 12:13, Mt. 24:12, Jn. 3:19-20, 8:12 vuelva

10 Ecl. 12:13-14, Mt. 5:20, 7:13-14, 21-23, 8:11-12, Cap. 25, Lc. 16:19-31, Jn. 3:3, 5, Ro. 8:1-4, Ap. 21:6-8, 22:14-15 vuelva

10A Mt. 28:19-20 vuelva

11 Ex. 12:1-28, Lv. Cap. 4, Jn. 1:29, Hch. 8:32-35, Gá. 3:13-14, Ef. 1:7, Col. 1:12-14, He. Cap. 9, 1 P. 1:18-20, Ap. 5:6-13 vuelva

12 Ex. 24:12-13, 31:18, Dt. 9:9-11 vuelva

13 Sal. 138:2, Mal. 3:6, Mt. 24:35, He. 13:8 vuelva

14 Jn. 15:5, Ro. 8:35-39, Gá. 5:16, Fil. 1:6, 9-11, 2:13, 15, 4:13, Col. 2:9-15, He. 2:18, 13:20-21, 1 P. 1:3-5, 5:10 vuelva

15 Jn. 3:21, 6:63, 8:12, 11:9-10, 12:46, Ro. 1:18-19, 1 Co. 3:13, 6:2-4, 2 Co. 2:14, 4:4, 10-11, Gá. 5:19-24, Ef. 1:17-18, 3:3-5, 2 Ti. 2:15, He. 4:12, 1 Jn. 3:9-10, Ap. 1:1-2, 3:18, 19:13 vuelva

16 Mt. 7:11, 15-23, 23:1-7, 13-39, 24:37-51, 28:18, Jn. 11:25, 14:6, 15:5, Ro. 1:18-32, 8:11, 2 Ts. 2:3-12, 1 Jn. 5:12, Ap. 3:9 vuelva

17 Pr. 16:2, 20:6, 25:27, 30:12-13, Is. 64:6, 65:3-5, Hab. 2:4, Mt. 7:22-23, 9:10-13, 15:1-9, 23:1-7, 13-39, Lc. 18:9-14, Ro. 10:3, 2 Co. 10:17, Gá. 6:3 vuelva

18 Pr. 30:12-13, Is. 64:6, 65:3-5, Hab. 2:4, Mt. 7:22-23, 15:1-9, 16:1-4, 22:12-13, 23:1-7, 13-39, Lc. 18:9-14, 2 Co. 10:17-18, Gá. 6:3 vuelva

19 Dt. 28:1-2, 15, Ecl. 12:13-14, Is. 64:6, Mt. Cap. 25, Mr. 12:29-31, Lc. 9:23, Jn. 3:3, 5-6, Ro. 6:6-13, 8:13-14, 1 Co. 9:27, Gá. 2:19-20, Col. 3:5-10 vuelva

20 Jn. 15:5, Ro. 8:35-39, Gá. 5:16, Fil. 1:6, 9-11, 2:13, 15, 4:13, Col. 2:9-15, He. 13:20-21, 1 P. 1:3-5, 5:10 vuelva

21 Is. 64:6, Mt. 5:20, 7:21-23, 25:1-12, Jn. 14:6, 12-17, 15:2, 4-6, Ro. 8:1, 8-11, 14, 26-28, 10:3-4, Gá. 2:20, 1 Jn. 3:6, 24, 5:12, 2 Jn. 9 vuelva

22 Pr. 16:2, 20:6, 25:14, 27, 30:12-13, Is. 64:6, 65:3-5, Hab. 2:4, Mt. 7:22-23, 9:10-13, 15:1-9, 23:1-7, 13-39, Lc. 18:9-14, Ro. 10:3, 2 Co. 10:17, Gá. 6:3 vuelva

23 Sal. 97:10, 101:3-4, 119:104, 113, 115, 128, 163, 139:19-22, Pr. 6:16-19, 8:13, Am. 5:14-15, Zac. 8:16-17 vuelva

24 Pr. 14:12, 26:12, 30:12, Is. 64:6, Jer. 2:13, Mt. 7:22-23, 23:1-7, 12-14, 23-33, Lc. 18:9-14, Ro. 10:3, 2 Co. 10:17-18, Ap. 3:17-18 vuelva

25 Mt. 7:22-23, 9:13, 21:28-31, 23:25-28, 24:51, 25:1-12, 24-33, 1 Co. 13:1, Stg. 2:14-18, 1 P. 2:15-16, 1 Jn. 3:17 vuelva

26 Jn. 3:6, Ro. 8:7-8, 13, 1 Co. 15:46-50, Gá. 5:17, 19-21, 6:8, 2 P. 2:9-10, 14, 1 Jn. 2:16, Ap. 22:11 vuelva

27 Jn. 8:44, Ro. 1:18, 21-22, 24-32, 6:12-13, 8:5-14, 13:11-14, Ef. 2:2-3, 12, 4:17-32, Col. 1:21, Stg. 1:5-8, 13-15, 3:14-16, 4:1-10 vuelva

28 Ro. 7:5, 14-25, 8:5-13, 1 Co. 2:14, Gá. 5:16-21, 6:7-8, Ef. 2:12-22, Stg. 1:6-8, 2 P. 2:4-7, 10-15, 17-22, 1 Jn. 2:18-19 vuelva

29 Is. 55:8-9, Mt. 8:21-22, 10:34-37, 15:14, Hch. 17:11, 20:19, Ro. 1:21, 28, 7:23, 25, 8:5-8, 2 Co. 3:14, 4:3-4, 8:12, Ef. 2:3-10, 4:17-19, 21-24, Fil. 1:27, 2:3-5, 3:16-19, Col. 1:21-22, Tit. 1:15, 1 P. 1:13, 5:2 vuelva

30 Dt. 11:26-28, 30:15-20, Jos. 24:15, 22-24, 1 R. 18:21, Sal. 34:8, Is. 1:18-20, Mt. 6:24, 7:13-14, 24-27, 12:30, Ro. 2:7-10, Stg. 4:17, Ap. 3:15-16 vuelva

31 Sal. 119:97-100, 104-105, 130, Pr. 6:22-23, Is. 30:21, Jn. 6:63, 16:13-14, 2 Ti. 3:16-17, 1 Jn. 2:20, 27 vuelva

32 Ro. 7:25, 13:12-14, 15:4-5, 1 Co. 2:16, Ef. 4:20-24, Fil. 2:5, 4:7, 1 P. 4:1-2 vuelva

33 Dt. 30:19-20, Jos. 24:15, Mt. 6:24 vuelva

34 Mt. 16:24-26, Lc. 14:26-27, 33, Ro. 8:1-14, 13:14, Gá. 5:24, Col. 3:5, Tit.. 2:12 vuelva

35 Mt. 5:44, 16:24-25, Lc. 9:23-25, 14:26-27, 33, Jn. 12:24-26, Ro. 6:6, 11-13, 8:1, 12-14, 12:1-3, 9-21, 13:14, 1 Co. 9:25-27, 15:10, 31., 2 Co. 4:8-12, 13:4, Gá. 2:20, 5:16-17, Fil. 3:7-9 vuelva

36 Mt. 10:37-39, Jn. 12:24-26, Ro. 5:15, 6:2-14, 7:4-6, 8:10-11, 2 Co. 4:10-11, Gá. 5:24, 6:14-17, Fil. 2:3-8, 3:10-11, Col. 2:10-14, 3:5, Tit. 2:12, 1 P. 1:3-7, Ap. 7:9, 13-17 vuelva

37 Jn. 8:44, Hch. 26:9, Ro. 1:18, 21-22, 24-32, 6:12-13, 8:5-14, 16:17-18, Gá. 5:16-17, Ef. 2:1-3, 12, 4:17-32, Col. 1:21, 1 Ti. 1:9-10, Stg. 1:5-8, 13-15, 3:14-16, 4:1-10 vuelva

38 Is. 61:10, Ap. 3:12, 21:1-5, 9-27 vuelva

39 Ap. 3:12, 21:2-5, 9-27 vuelva

40 Sal. 9:5, Dn. 2:31-36, 41-45, Ro. 3:10-18, 1 Co. 6:19, Fil. 3:19, 2 Ts. 1:9, 2:8, 2 P. 2:3-9, 3:7, Jud. 15, Ap. 14:7, 17:1, 10-18, Cap. 18 vuelva

41 Dt. 32:4, 2 S. 22:32, Sal. 89:26, 1 Co. 10:4 vuelva

42 Sal. 118:22, Is. 8:13-15, Mt. 21:42, Jn. 1:11, 3:17-20, 32, 36, 5:37-43, 6:53, 60, 66, 12:48, 15:18-25, Hch. 28:27, Ro. 9:33, 1 P. 2:4-8 vuelva

43 Dn. 2:34-35 vuelva

44 Sal. 90:2, Pr. 8:23, Is. 63:16, He. 7:1-3, Ap. 1:8 45. Is. 7:14-15, Mt.1:18-20, 23, Lc. 1:26-35, 41-45 vuelva

45 Is. 7:14-15, Mt.1:18-20, 23, Lc. 1:26-35, 41-45 vuelva

46 Mt. 12:18, 28, Jn. 1:1-4, 14, 18, 8:16, 19, 28-29, 10:30, 37-38, 14:1, 6-11, 13, 20, 17:11, 21-23, 2 Co. 5:17-21, Col. 1:13-21, 2:9-10, Ap. 1:7-8 vuelva

47 Job 19:25, Mt. 13:27-30, 16:27, 24:27, 31, 25:1-13, Mr. 13:23, 27, 33-37, Lc. 12:35-40, 42-46, 21:27-33, Jn. 14:3, Fil. 3:20-21, 1 Ts. 4:16-17, 2 Ts. 1:7-10, 2 Ti. 4:1, 7-8, Stg. 5:7-8, 1 P. 1:7, 13, 1 Jn. 2:28, Ap. 3:11 vuelva

48 Mt. 24:37-44, 48-50, Lc. 9:26, 17:24-30, 33, 21:9-12, 20, 25-27, 29-32, 34-36, 1 Ts. 5:2-3, 2 Ts. 1:7-9, 2:8-12 vuelva

49 Sal. 11:6, Lc. 17:24-30, 2 Ts. 1:6-10, 2 P. 3:3-7, 10-12, Ap. 18:8 vuelva

50 Ro. 7:18-25, 8:7-8, Gá. 5:17, 1 P. 2:11 vuelva

51 Ro. 5:15, 2 Co. 4:10-11, Gá. 2:20, 5:16-17, 24, 6:14, 16-17, Ef. 2:1-6, Fil. 2:3-8, Col. 3:5-12, Tit.. 2:12, Stg. 4:5-10, 13-15, 1 P. 1:13-16, 4:1-2, 1 Jn. 2:15-17, Ap. 12:11 vuelva

52 Ap. 17:1-9, 15, 18, 18:4-10 vuelva

53 Ap. 18:4-10 vuelva

54 2 P. 3:3-7, 10-12, Ap. 18:4-24 vuelva

55 Ap . 17:10-18 veulva

56 New American Magazine (La Revista Americana Nueva), 2/20/95, Repasando la Herencia de Rhodes, por Guillermo F. Jasper vuelva

57 Ap . 13:3-4, 11-12, 14:8-11, Caps. 17-18 vuelva

58 Ap. 17:1-9, 15, 18, La carta de las Naciones Unidas fue firmada el 26 de junio, 1945 en San Francisco en la conclusión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la organización internacional. vuelva

59 Fil. 3:16-19, 1 Jn. 2:15-16 vuelva

60 Is. 24:17-21, Jer. 10:10, Ap. 6:1-4, 8, 12-17, 8:5-13, Cap. 9, 15:1, 6-8, Caps. 16-17 vuelva

61 Dt. 32:4, Sal. 7:11-12, 9:17, 11:5-6, 21:9-12, 50:22, Pr. 1:20-32, Is. 13:4-11, 31:2, Mt. 24:29-31, 38-39, 48-51, Ro. 11:22, He. 10:30-31, 12:29, 2 P. 2:4-6, 9, Ap. Cap. 16 vuelva

62 Job 9:4-6, Is. 2:10-21, 13:3-11, 13, 34:1-6, Ez. 38:19-23, Nah. 1:2-6, 10, 2 P. 3:3-7, 10-12 vuelva

63 Ap . 2:20-23 vuelva

64 Sal. 5:5, 7:11-16, 97:10, 139:21-22, Pr. 1:24-32, 6:16-19, 8:13, Am. 5:15, Ap. 2:6, 15-16, 17:16-17 vuelva

65 Is. 24:20-21, Ez. 38:19-22, Mt. 24:7, Lc. 21:11, Ap. 6:12, 14, 8:5, 11:13, 19, 16:18-20 vuelva

66 Is. 13:13, 24:20 vuelva

67 Ap. 8:8-11, 11:19, 16:21 vuelva

68 Sal. 11:6, Ez. 38:19-22, Mt. 24:7-8, Lc. 21:25-27, Ap. 8:7-12, 9:1-11, 13-19, 11:15, 19, 15:1, 6-8, Cap. 16 vuelva

69 Ap. 9:15-19 vuelva

70 Ap. 8:7 vuelva

71 Job 9:7-8, Is. 13:10-11, 24:23, Mt. 24:29, Lc. 21:25, Hch. 2:19-20, Ap. 6:12-13, 8:12, 16:8-9, 18 vuelva

72 Ex. 15:4, 22:24, 32:10-12, Lv. 26:27-33, Job 20:19-29, Is. 13:9, 34:1-11, 42:23-25, Jer. 7:20, Am. 9:5, Ro. 1:18, 2:8-9, Ef. 5:6, Col. 3:5-6, 1 Ts. 2:15-16, He. 11:7, 29, Ap. 6:16-17, 14:9-11, 15:1, 7, 16:1-11, 17-21, 19:15 vuelva

72A Sal. 89:6-13, Ap. 18:8 vuelva

73 Job 4:18-21, 13:11-12, Sal. 2:9, 39:4-6, 11, 103:14-16, Is. 2:10-11, 19-22, 40:6-7, 24, Jer. 18:2-10, 1 P. 1:24-25 vuelva

74 Pr. Cap. 1 vuelva

75 Dn. 2:34-35, 40-43, 7:7, Mt. 24:4-5, 11, Jn. 6:66, 8:44, 2 Co. 4:4, 11:13-15, 2 Ts. 2:3-12, 1 P. 5:8, 1 Jn. 2:18-19, 22, 4:3, 2 Jn. 7, Ap. 12:9, 12, 13:1-8, 11-18, 14:8-11, 17:1-2, 8, 12-15, 18, 18:3, 9-24, 19:11-21, 20:7-10, 12-15 vuelva

76 Mt. 5:14-16, Jn. 17:11, 21-23, 1 Co. 6:15-17, 12:27, 2 Co. 5:17-21, Gá. 3:25-29, Ef. 1:4-12, 2:1-10, 19-22, 4:4-6, Fil. 2:15, He. 2:11, 2 P. 1:3-4, 1 Jn. 4:17 vuelva

77 Mt.16:15-16, 18-19, 18:18-20, Ro. 6:4-5, 7:4-6, 12:2, 5, 1 Co. 12:12-14, 27-28, 2 Co. 5:17-19, Ef. 5:23-32, Tit. 2:14, 1 P. 2:9-10, Ap. 19:7-9, 21:2-3, 7, 9-27, 22:14 vuelva

78 Pr. 8:36, Mt. 7:13-14, Jn. 8:42-44, Stg. 1:14-15, 1 P. 3:3-5, 1 Jn. 3:8-10, Jud. 14-16, Ap. 12:9, 13:3-4 vuelva

79 Mt. 3:10, 12, 6:23-24, 7:15-27, 12:30, 33, Lc. 3:7, 1 Co. 10:21, 15:45-50, Ef. 2:12-13, 2 Jn. 9, Ap. 3:15-17, 11:1-2, 21:7-8, 22:14-15 vuelva

80 Ap. 12:3-4, 7-9, 13:11-14, 17:12-13 vuelva

81 Ap. 13:16-18, 14:9-11, 20:4 vuelva

82 Ap. 3:16-18, 14:9-11, 16:2, 19:20 vuelva

83 Mt. 12:31-32, Mr. 3:28-29, Ap. 14:9-11 vuelva

84 Ap. 13:1-8, 11-18, 15:1-2, Cap. 16, 17:11-13, 19:11, 15-21, 20:4, 10 vuelva

85 Jn. 14:15-20, 23, 26, 15:4-5, 7-8, 16:7-14, 17:21-23, 26, Ro. 8:11, 28-29, 11:16, 12:1-2, 1 Co. 3:9, 2 Co. 5:17-21, 6:16-17, Gá. 3:27-28, Col. 1:27-29, 1 Jn. 3:6, 24, 4:4, Ap. 21:3 vuelva

86 Mt. 7:15-23, 12:29, 43-45, Lc. 11:34-35, Jn. 8:23, 44, 2 Ts. 2:7-10, Tit. 1:15-16 vuelva

87 Stg. 1:22-25 vuelva

88 Gn. 6:17, 7:4, 10-12, Ex. 20:5, Dt. 10:17, Cap. 28, 29:20, 31:11-13, 32:4, Jos. 24:19-20, 1 S. 2:2-3, 10, 2 S. 22:25-27, 1 R. 8:32, Neh. 8:8-12, Cap. 9, Sal. 7:11, 33:4, 36:5-7, 76:8-9, 119:89-93, Is. 31:2, Nah. 1:2-8, Jn. 1:1, 3, 5:39, Ro. 1:18, 2:5-13, Col. 1:16-17, 3:5-6, He. 3:8-12 vuelva

89 Dt. 5:9-10, 7:9-10, Sal. 146:8, Pr. 15:9, Jn. 3:16-19, 14:21-23, 15:13-14, Ro. 5:8-10, He. 12:6, 1 Jn. 4:8-17, 5:3 vuelva

90 Mt. 10:37-39, 22:37-40, Lc. 16:13, Jn. 5:39-40, 42, 14:15, 21, 23-24, 15:9-10, 12, 21:15-17, Ro. 12:9 vuelva

91 Jn. 15:3-8, Ro. 12:2,2 Co. 5:14-21, Ef. 4:22-24, 5:1-2, Fil. 1:20-21, 2:3-5, Col. 3:9-10, 1 Jn. 3:6, 24 vuelva

92 Ro. 12:1-5, 12-14, 18-20, 7:4-6, 1 Co. 6:15-17, 19-20, 10:17, 12:12, Ef. 3:6-7, 4:11-13, 16 vuelva

93 Jn. 8:42-44, Ro. 6:16, 2 Ts. 2:8-12, 2 Ti. 3:1-7, 1 Jn. 3:6-10, Ap. 13:3-4 vuelva

94 Mt. 15:18-20, Ro. 1:21-32, 1 Co. 5:9-13, 6:8-10, Ef. 5:3-7, He. 13:4-5, Stg. 4:4, Ap. 21:8, 22:15 vuelva

95 Mt. 10:22, 24:13, Mr. 13:13, Jn. 14:15-20, 23, 26, 15:4-11, 17:20-23, 26, Ro. 8:1, 10-11, 1 Co. 6:19-20, 2 Co. 5:17-21, Fil. 2:15, Col. 1:27-29, 2:6-7, He. 6:4-6,10:26-27, 18-23, 38-39, 1 P. 1:15-16, 2:12, 2 P. 2:20-22, 1 Jn. 2:6, 2 Jn. 9 vuelva

96 Sal. 119:130, Jn. 1:1-4, 12, 14, 5:24, 8:31-32, 15:3, Hch. 17:11, Ef. 1:17-18, 1 Ti. 4:12-13, 2 Ti. 3:14-17, 4:2, Tit. 1:9, He. 4:2-3, 12, 1 P. 1:24-25, 2:2 vuelva

97 Mt. 16:24-26, Jn. 12:24-26, Ro. 8:10-14, 12:1-2, 9-21, 1 Co. 9:26-27, 15:31, Gá. 2:20, 5:16-17, 24, 6:14 vuelva

98 Mt. 11:28-30, Ro. 8:37, Fil. 4:13 vuelva

99 Mt. 7:13-14 vuelva

100 Mt. 3:10, 5:16, 7:17-20, 12:29, 33, 43-45, Lc. 11:34-35, Jn. 8:23, 44, 14:15-20, 23, 26, 15:4-5, 7-8, 16:7-14, 17:21-23, 26, Ro. 6:6-16, 8:2, 11, 28-31, 11:16, 1 Co. 3:9, 6:15-17, 2 Co. 5:17-21, 6:16-18, Gá. 3:27-28, 4:9, 5:1, Col. 1:27-29, 2 Ts. 2:7-10, 1 Ti. 5:25, Tit. 1:16, Stg. 3:13, 1 P. 2:12, 1 Jn. 3:6, 24, Ap. 21:3 vuelva

101 Sal. 19:8, 119:18, 2 Co. 3:14-17, Ef. 1:17-18, Ap. 3:18 vuelva

102 Stg. 1:23-25 vuelva

103 Ap. 3:9 vuelva

104 Ez. 33:31-32, Mt. 7:21-23, 21:28-31, Jn. 15:2, 4-6, Tit.. 1:16, Stg. 1:22, 27 vuelva

105 Is. 29:13, Mt. 15:7-9, 23:25-28, Lc. 6:46-49, 18:10-14, Ro. 2:17-23, 2 Ti. 3:2-5, 7, Stg. 2:19, Jud. 12-13 vuelva

106 Dt. 4:29-31, Pr. 8:17, Jer. 29:13, Mt. 7:7-11, Hch. 17:27 vuelva

107 Mt. 7:24-27, 24:3-5, 7-13, 21-39, 42-51, Hch. 2:17-20, 10:42, Ro. 8:31, 37, 14:10-12, Ef. 6:10-13, 2 Ti. 3:1-5, Stg. 5:8-9, 1 P. 4:5, 7, 12-13, 2 P. 3:3-14 vuelva

108 Sal. 9:7-8, Hch. 10:42, Ro. 14:11-12, 1 Co. 3:17, 2 Co. 5:10, 2 Ti. 4:8, He. 2:2-3, 12:23, 1 P. 4:5-17, Stg. 2:13 vuelva

109 Dn. 7:9-10, Jn. 12:48, 1 Jn. 4:17, Ap. 20:12-15 vuelva

110 Sal. 9:7-8, 50:4-6, 96:13, Ecl. 3:17, 12:14, Dn. 7:9-10, Ez. 24:14, Mt. 7:22-27, 12:36-37, 41, 23:23, Lc. 11:42, 12:55-57, Hch. 4:19, 13:45-46, 1 Co. 2:15, 5:12-13, 6:1-6, 9-10, 10:14-16, 11:13-14, 31, 14:29, 2 Co. 5:14, 1 P. 4:17, 2 P 2:4-9, Ap. 11:1 vuelva

111 Jn. 12:48 vuelva

112 Hch. 1:8, Ef. 3:20, 1 P. 1:3-5 vuelva

113 1 S. 20:3, Job 14:1, Sal. 49:7, 89:47-48, 103:14, 144:4, Ecl. 3:19, Is. 2:22, He. 9:27, Stg. 1:10, 4:14 vuelva

114 Sal. 9:17, Dn. 2:1-2, Mt. 3:12, 24:3, 27, 30, 37-39, 42, 48-51, Mr. 9:43-48, Lc. 3:17, 9:26, 12:16-20, 16:19-31, 2 Ts. 1:7-10, He. 10:26-27, 2 P. 2:4-6, 3:7, 10-12.14, Ap. 1:7, 14:9-11, 20:4, 21:8 vuelva

115 1 Ti. 3:2-4 vuelva

116 Mal. 1:7, 12-14, Mt. 24:48-51, Jn. 7:7, 15:18, 24-25, 2 P. 3:3-7 vuelva

117 Dn. 12:1-2, Mt. 13:7-15, 22, Jn. 15:18-25, Ro. 8:7, 10:21, Ef. 2:2-3, 2 Ti. 4:10, 14, 2 P. 2:12-14, 1 Jn. 2:16, Ap. 2:21-23, 12:9, 12-17, 17:13-14 vuelva

118 Mt. 8:12, 13:40-42, 49-50, 22:13, 24:50-51, 25:30, 41-46, Ro. 1:29-32, He. 10:26-29, 2 P. 3:16, Ap. 14:9-11, 19:20, 20:11-15 vuelva

119 Pr. 8:36, Mt. 24:35 vuelva

120 Mt. 24:12, 21-22, Mr. 13:19-20, 2 Ti. 3:13, 1 P. 5:8 vuelva

121 Dn. 8:23-25, Jn. 10:10, 1 Ts. 5:3-4, Ap. 6:4, 11:18 vuelva

122 2 Cr. 14:8-15, 16:7-9, 12-13, 32:7-22, Is. 8:19, Jer. 17:5-8, 1 Co. 2:5 vuelva

123 Sal. 5:11, 18:30, 32:10, 40:4, 147:11, Pr. 29:25, 30:5, Is. 26:3, Nah. 1:7, Ro. 1:16-17, 5:1, Col. 1:21-23, 2 Ti. 4:7, 1 Jn. 5:4 vuelva

124 Mt. 24:3-8 vuelva

125 Sal. 23, 91:6-11, Is. 26:3, Jn. 14:16-17, Fil. 4:7, Col. 1:27, 2 Ti. 1:7, Ap. 12:12 vuelva

126 Mt. 24:7-12, 21-22, Lc. 21:26, Ap. 6:4 vuelva

127 Sal. 50:15, 91:14-16, 119:76-77, Pr. 3:1-10, 18, 21-26, Jl. 2:32, 2 Ts. 3:3, Mt. 7:7-8 vuelva

128 Ex. 7:17-21, 8:5-6, 16-17, 24, 9:3-6, 8-10, 18-25, 31, 10:4-7, 12-15, 22-23, 11:4-6, 14:17-31, Sal. 146:9 vuelva

129 Is. 43:5-7, Jer. 31:31-34, 32:37-42, Gá. 3:26-29, Ef. 1:7-13, 2:13-22, 1 P. 2:9-10 vuelva

130 Pr. 25:21-22, Ro. 12:19-21 vuelva

131 Ex. 23:22, Job 22:23-29, Sal. 9:10, 19, 50:15, Is. 45:19, Jl. Cap. 2, Zac. 12:1-10, 14:12, 14-17 vuelva

132 Pr. 16:7, Mt. 5:43-44, 1 Ti. 2:1-4 vuelva

133 Mt. 9:22, 21:21-22, Mr. 9:23,11:23-24, Hch. 3:16, Ro. 4:16-25 vuelva

134 Sal. 27:4-6, 31:7-8, 34:6-7, 17, 54:7, 107:2-7, 13-14, Mt. 7:7-8, Lc. 18:1, 21:36, 1 Ts. 5:17 vuelva

135 Dt. 28:15-68, Ecl. 12:13, Ez. 23:35-49, Mt. 5:13, Stg. 2:10-11 vuelva

136 Sal. 73:27, Mt. 15:1-20, 2 Co. 11:13-15, Gá. 1:6-9, 2 Ts. 2:3, 10-12, Ap. 18:4 vuelva

137 Vea mi literatura, Abominaciones al Vapor vuelva

138 Esd. 8:22, Jer. 3:1, Mr. 8:38, 1 Ti. 1:19-20, 2 P. 2:1 vuelva

139 Dt. 28:15-68, Ecl. 8:11-13, Jer. Cap. 3, Ez. 7:3-9, Ap. Caps. 6, 8-9, 16, 15:1, 18:2-24, 21:8 vuelva

140 Dt. Cap. 28, Ecl. 12:13-14, Dn. 5:27, Mt. 19:16-17, Cap. 25, Mr. 16:15-16, Lc. 21:36, Jn. 9:4, 15:2-8, 14, Ef. 4:27, 6:11-18, 1 Ti. 6:12, 2 Ti. 4:5, 7-8, Stg. 2:18, 20, 24, 26, 4:7, 1 Jn. 2:4-5, Ap. 20:12-15, 22:14 vuelva

141 Nm. 23:19, Ro. 3:4, Tit. 1:2, He. 6:18 vuelva

142 Nm. 23:19, Sal. 100:5, 117:2, Jer. 10:10, Jl. 2:30-31, Mt. 24:3-15, 29, Jn. 14:6, 16-18, 17:17, Hch. 2:17-20, Ro. 3:4, 2 Ti. 3:1-5, Tit. 1:2-3, Ap. 6:12-14, 8:7-13 vuelva

143 2 P. 3:10-13, Ap. 3:12, 21:1-8, 21-27, 22:1-6 vuelva

144 Sal. 138:2, Mal. 3:6, Mt. 24:35, 2 Co. 5:1, He. 13:8, 1 P. 1:23-25, 2 P. 3:13, 1 Jn. 2:17, Ap. Cap. 21 vuelva

145 Ap. 3:12, 11:15, Cap. 21, 22:1-6 vuelva

146 Ecl. 12:13-14, Mt. 10:22, 18:3-4, 17, Jn. 3:5, 1 Co. 6:9-10, Ap. 20:12-15, 21:27, 22:11, 14-15 vuelva

146A 1 Jn. 4:17 vuelva

147 Ap. 21:1-8, 24, 27, 22:14-15, 18-19 vuelva

148 Job 3:17, Mt. 6:19-20, 13:43, Lc. 22:29-30, 2 P. 3:13-14, Ap. 7:13-17, 11:18, 21:3-7, 27 vuelva

149 Mt. 13:40-42, 2 P. 3:7-13, Ap. 8:5-9, 21:1 vuelva

150 2 Co. 5:17, Ef. 4:24, Col. 3:10, Ap. 3:12, 21:2-3 vuelva

151 Mt. 26:28, Hch. 20:28, Ro. 3:24-25, Ef. 1:7, 2:13, Col. 1:14, 2 Ts. 1:11-12, 2 Ti. 1:7, He. 9:14, 13:20-21, 1 P. 1:3-5 vuelva

152 Mt. 13:31-32, Lc. 20:36-38, Jn. 11:25-26, Ro. 6:3-13, Col. 2:11-12, 1 P. 1:3-5 vuelva

153 Ro. 12:5, 15:5-6, Gá. 5:22-25, Ef. 4:31-32, Col. 3:5-17, 1 P. 1:13-16, 4:1-2 vuelva

154 1 Co. 1:9-10, 8:6, 12:12-20, Fil. 2:5-8, 3:20-21, 1 Jn. 3:2-3 vuelva

155 Job 1:1, 8, 2:3, Sal. 5:4-6, 139:21-22, Is. 1:14, Am. 5:21-22, Mt. 6:24, Ro. 12:9, 1 P. 3:10-12 vuelva

156 Dn. 11:35, 12:10, Zac. 13:8-9, Mal. 3:1-4, Mt. 10:38, Ro. 6:6, Gá. 5:24, He. 9:13-14, 1 P. 1:7, 22, 1 Jn. 3:3 vuelva

157 Ro. 6:3-5, 1 Co. 3:16-17, 6:19-20, 2 Co. 6:16, Gá. 2:20, Ef. 2:10, Fil. 2:13 vuelva

158 Ex. 22:21-24, Nm. 11:33, 16:19-35, 32:10-11, 13, Dt. 32:22-26, Ro. 1:18, Ap. 6:16-17 vuelva

159 Nm. 25:3-4, 32:14-15, Is. 13:9, 13, Jer. 30:23-24, Ap. 19:15 vuelva

160 Lv. 20:23, Dt. 32:19-20, Sal. 5:6, 10:3, 78:59 vuelva

161 Ex. 11:4-6, Nm. 16:28-35, Ap. 6:12-17, 9:1-6, 20:9-10 vuelva

162 Jer. 7:17-20, Sof. 1:17-18, Ro. 9:22, Ap. 14:9-11, 15:7-8 vuelva

163 Mt. 25:41, Lc. 10:18, 2 P. 2:4-6, Jud. 6-7, Ap. 12:9, 20:1-3, 10 vuelva

164 Is. 63:10 vuelva

165 Nm. 11:1, 2 S. Cap. 11, 1 Cr. 21:1-7, 10-15, Sal. 2:2-5, 60:1-3, Jer. 34:13-17, Mr. 10:13-14 vuelva

166 Sof. 3:8, Mt. 21:33-44, Ro. 2:8-9, He. 10:26-27, Ap. 14:9-11 vuelva

167 Is. 63:3-4, Ro. 12:19, 2 Ts. 1:7-9, He. 10:28-31, Ap. 19:2-3 vuelva

168 Ex. 20:2, 6, 34:6-7, Nm. 14:18, Dt. 7:9, 2 Cr. 30:9, Sal. 103:8, Dn. 9:4, Jn. 15:10, Ef. 2:4-7 vuelva

169 Ro. 5:8, 2 Co. 13:11, 1 Jn. 4:8-11, 16 vuelva

170 Jn. 8:12, 32, 44, 12:46, Hch. 26:18, 1 P. 2:9-10 vuelva

171 Is. 66:3-4, 2 Ts. 2:10-11 vuelva

172 2 Ts. 2:8-12 vuelva

173 2 P. 3:10, Ap. 17:16-17, 18:8-19 vuelva

174 Gn. 35:5, Ex. 12:12-13, 23, 29-30, Lv. 26:15-33, Dt. 4:34, 34:10-12, Jos. 2:9-11, Job 6:4, 18:14, 31:23, Sal. 88:16, Is. 10:33, Jer. 32:18-21, Mr. 12:9, 2 Co. 5:11 vuelva

175 Job 4:8, Pr. 22:8, Hos. 10:13, 2 Co. 9:6, Gá. 6:7-8 vuelva

176 Job 23:10, 24:23, 31:4, 34:21-22, 25, 42:2, Sal. 11:4, 66:7, 139:2-3, 5, 7-10, Pr. 5:21, 15:3, 11, 16:2, Is. 37:28, 45:4, 66:18, Jer. 23:23-24, 32:18-19, Dn. 2:20-22, 28, Am. 4:13, 9:2-4, Mt. 24:36, Ro. 8:27, He. 4:13 vuelva

177 Jer. 18:8, Ez. 18:30, Jl. 2:13, Hch. 3:19, 17:30-31, Ap. 2:5, 16, 22, 3:3, 19 vuelva

178 Sal. 9:5, 37:38, 92:7, 9, 101:8, 145:20, Pr. Cap. 1, Is. 57:20-21, Mt. 10:28, Fil. 3:18-19, 1 Ts. 5:2-3, 2 Ts. 1:7-9, 2:8, 2 P. 2:1-15, 3:16 vuelva

179 Gn. 13:10, 19:24-29, Ex. Caps. 7, 8, 9, 10, 11, 14:5-31, 15:4-5, 7-12, 23:23-33, Dt. 2:25, 4:33-34, 11:25, Jos. 2:2-24, Cap. 6, 24:11-12, Ecl. 12:13, Dn. 5:1-6, Mal. 1:14, He. 11:29-31, Ap. Caps. 8, 9, 11, 14, 16 vuelva

180 Dt. 7:21, 10:17, Neh. 1:5, 4:14, 9:32, Job 37:22, Sal. 47:2, 66:3, 5, 68:35, 76:12, 99:3, 139:1-16, Pr. 1:26-32, Jer. 20:11, Jl. 2:11, Am. 9:1-4, Sof. 2:11, 2 Co. 5:11, He. 12:21 vuelva

181 Gn. 6:6-7, Dt. 32:19, Sal. 5:4-6, 9:5, 37:38, 78:59, 106:40, 145:20, Mal. 1:14, 4:5, 2 Ts. 2:8-12, Ap. 2:17-23, 3:13-16, 6:12-17, Cap. 8, 9, 14:9-11, Cap. 16, 19:15, 20-21, 20:7-10, 15 vuelva

182 Pr. 1:22-23, 28:13, Is. 55:6-7, Mal. 4:5-6, Mr. 1:4, Lc. 13:3-5, Hch. 2:38, 40, 3:19, Ef. 5:14, 1 Jn. 1:9, Ap. Cap. 2, 3, 21 vuelva

183 Mt. 16:24-26, Lc. 9:23-25, 14:26-27, 33, 1 Co. 9:26-27, 15:31, Ef. 4:27, 6:11-18, Col. 3:5-17, 23-25, 1 Ts. 5:22, 2 Ti. 4:7-8, Stg. 4:7, 1 P. 4:1-2 vuelva

184 1 R. 19:9-13, Lc. 12:11-12, Jn. 10:3-5, 27-28, 16:13, 1 Jn. 2:27 vuelva

185 Mt. 16:24-26, Lc. 12:8, 11-12, Jn. 6:63, 10:3-4, 27-28, 16:13-14, Ro. 8:1-14, 35-37, 1 Co. 9:26-27, 15:30-31, 2 Co. 6:14-18, Ef. 4:27, Col. 3:5-17, 23-25, 1 Ts. 5:22, Tit. 2:12, Stg. 4:7, 1 Jn. 2:20, 27, Jud. 21 vuelva

186 Ro. 8:1, 5-14, Col. 3:1-13 vuelva

187 Is. 64:6, Mt. 10:37-38, 1 Jn. 2:4, 3:17-18 vuelva

188 Job 30:19, Ro. 12:1-2 vuelva

189 Mt. 7:13-14, Lc. 13:24, Jn. 3:5, 36, 5:14, 8:12, 9:5, 10:1, 3-15, 11:25, 14:6, 15:8-10, 14, Hch. 4:12, Ro. 8:11, 1 Co. 1:24, Ef. 1:7, Col. 1:14, 16-17, 2:9-10, 2 Ti. 2:15, Stg. 4:8-10, 1 Jn. 1:7, 3:8, 5:3, 12, Ap. 1:5 vuelva

190 Gn. 8:21, Jer. 17:9, Mt. 15:19-20, Ro. 1:29-32, 7:14-25, 8:4-14, 1 Co. 2:4, 3:3, Ef. 4:21-24, 31-32, Col. 3:6-10 vuelva

191 Stg. 3:5-6 vuelva

192 Gá. 5:19-21, Stg. 3:14-15, Jud. 4-23, Nm. Cap. 25, Jos. Cap. 7, 1 S. Caps. 11-12, Pr. 24:9, Mt. 6:23, Mr. 7:20-23, Jn. 3:19, Hch. 5:1-11, Ro. 16:17, Gá. 1:7-9, 5:17, Ef. 2:12, 4:19-24, Col. 1:21, 2:14, 1 Ti. 1:9-10, 15, He. 3:17-19, Stg. 2:10, 1 P. 4:3-5, Ap. 21:8 vuelva

193 Is. 14:14, Mt. 10:37-38, 13:4-8, 16:24, Lc. 18:18-23, Jn. 6:66, Fil. 3:18-19, 2 Ti. 4:10, Jud. 4-19, Ap. 3:18, 16:15 vuelva

194 Is. 14:12-16, Jn. 8:44, 1 P. 5:8, Ap. 12:7-9 vuelva

195 Ro. 8:6-8, Gá. 5:25-26, 6:8, Stg. 1:6-8, 2 P. 2:9-15 vuelva

196 Mt. 5:22, 1 Co. 2:14-16, 12:7, 10, Ef. 4:26, He. 5:13-14 vuelva

197 Ro. 8:6-8, 1 Co. 3:3, 2 Co. 10:3-6, Gá. 5:19-21, Fil. 3:18-19, Col. 3:5-10, 1 Ti. 1:9-10, Stg. 3:14-15, 1 P. 4:3, Jud. 4-19 vuelva

198 Jn. 3:16, 6:38-40, 63, 14:6, 21, 23, Ro. 8:1, 13-17, Gá. 5:25, 6:8 vuelva

199 Dt. 4:35, 32:39, 1 S. 2:2, Neh. 9:6, Is. 44:2-4, 8, 45:5-7, 12, 18, 21-23, Os. 13:4, Jn. 1:1, 14, 11:25-26, 14:6, Hch. 4:12, Ro. 13:1, Fil. 2:9-11, Col. 1:15-18, 1 P. 3:18, 22, Ap. 1:5-8, 18, 11:15 vuelva

200 Jer. 30:8-9, Mt. 11:28-30, Hch. 26:28, Col. 1:12-14, 1 Jn. 2:15-17 vuelva

201 Sal. 3:3, 18:2, 28:7-8, 31:3, 33:20, 59:9, 17, 62:2, 6, 71:3, 89:18, 91:2, 115:9, Jer. 18:6, Jl. 2:1-3, Hch. 17:24, Ro. 8:37, 1 Co. 1:24-25, 2 Co. 12:9-10, Ef. 6:11-18 vuelva

202 Mt. 17:19-20, 21:21-22, Mr. 16:16, Ro. 8:37, 1 Co. 15:57-58, Fil. 4:13, 1 Jn. 5:4-5, Ap. 15:2-3 vuelva

203 Mt. 24:29-31, 26:64, Ap. 1:7, 6:14-17 vuelva

204 Is. 45:23, 1 Ti. 6:15, Ap. 6:12-17, 17:14, 19:16 vuelva

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Notas de la Oración:

1. Sal 51:5, Ro. 3:10-12, 23 vuelva

2. Mt. 26:63-64, 27:54, Lc. 1:30-33, Jn. 9:35-37, Ro. 1:3-4 vuelva

3. Hch. 4:12, 20:28, Ro. 3:25, 1 Jn. 1:7, Ap. 5:9 vuelva

4. Sal. 16:9-10, Mt. 28:5-7, Mr. 16:9, Jn. 2:19, 21, 10:17-18, 11:25, Hch. 2:24, 3:15, Ro. 8:11, 1 Co. 15:3-6 vuelva

5. Lc. 22:69, Hch. 2:25-36, He. 10:12-13 vuelva

6. Ro. 8:11, 1 Co. 3:16, Ap. 3:20 vuelva

7. Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 vuelva

8. Mt. 26:28, Hch. 2:21, 4:12, Ef. 1:7, Col. 1:14 vuelva

9. Ro. 10:13, Stg. 4:2-3 vuelva

10. He. 11:6 vuelva

11. Jn. 8:11, 1 Co. 15:10, Ap. 7:14, 22:14 vuelva

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