PAZ EN EL MEDIO ORIENTE
LA ÚNICA SOLUCIÓN

Por
Tony Alamo

He recibido muchos e-correos durante los últimos meses. Me piden que comparta mi opinión sobre la guerra en el Medio Oriente. Dicen que lo que diga podrá cambiar el destino de dos países, Palestina e Israel, y traerá paz. Por años le he dicho a la gente, así como a todas las agencias gubernamentales, que Dios me ha sacado del mundo de opiniones y al mundo espiritual de la verdad.

Aquí está la verdad sobre lo que Dios dijo traerá paz en el Medio Oriente para Israel. Dios lo hará de esta manera: “He aquí Yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra Judá, en el sitio contra Jerusalén. Y en aquel día Yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que la cargaren serán despedazados, bien que TODAS LAS NACIONES DE LA TIERRA SE JUNTARÁN CONTRA ELLA. En aquel día, dice Jehová, heriré con pánico a todo caballo, y con locura al jinete [el caballo y el jinete aquí son simbólicos de naciones y de líderes de naciones]; mas sobre la casa de Judá1 abriré mis ojos, y a todo caballo de los pueblos [nación] heriré con ceguera [espiritual]. Y los capitanes de Judá dirán en su corazón: Tienen fuerza los habitantes de Jerusalén en Jehová de los ejércitos, su Dios [Jerusalén es la capital de Israel. Cuando se menciona el nombre de Jerusalén, es simbólico del poder total de Jerusalén sobre Israel,1A que es simbólico de la Jerusalén final, la ‘Nueva Jerusalén’2]” (Zac. 12:2-5). “Y esta será la plaga con que herirá Jehová a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén: la carne de ellos se corromperá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán en las cuencas sus ojos, y la lengua se les des­hará en su boca” (Zac. 14:12). Dios hará esto para Israel cuando reciban el Nuevo Pacto, que Él le prometió en el Antiguo Testamento.3

“Porque he hablado en Mi celo, y en el fuego de Mi ira: que en aquel tiempo habrá gran temblor sobre la tierra de Israel; que los peces del mar, y las aves del cielo, las bestias del campo y toda serpiente que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra, temblarán ante Mi presencia; y se desmoro­narán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a tierra. Y...llamaré contra él la espada” (Ez. 38:19-21).

El libro de Ezequiel y el libro de Zacarias están de acuerdo proféticamente en cómo Dios causará la paz para Israel en el Medio Oriente en estos últimos días, cuando Dios causará que el ejercito del cuarto reino de la bestia romana, uni-mundial, ataque a Israel con toda su fuerza.4 Los soldados de las naciones vendrán a Israel “como nublado” (Ez. 38:9, 16). Dios los destruirá a todos.5 Este acto de Dios causará paz en el Medio Oriente para Israel.6

Gog, Magog, Mesec, y Tubal son simbólicos del cuarto y reino final del mundo, un reino de la bestia uni-mundial, diferente que cualquier otro reino que jamás haya existido en la tierra.7 Este se menciona en el libro de Daniel, capítulo siete, versículos siete a ocho. El profeta Daniel recibió visiones mostrando cómo Dios, la Roca, Dios el Mesías, “desmenuzará y consumirá a todos estos reinos” (Dn. 2:44). Se convertirán “como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno” (Dn. 2:35). Dios promete que Él le dará a estos soldados romanos muertos de las Naciones Unidas “lugar para sepultura allí en Israel.” “En aquel tiempo yo daré a Gog lugar para sepultura allí en Israel, el valle de los que pasan al oriente del mar; y obstruirá el paso a los transeúntes, pues allí enterrarán a Gog a toda su multitud [el ejército del gobierno mundial de la cuarta bestia romana]; y lo llamarán el Valle de Hamón-gog. Y la casa de Israel estará enterrando por siete meses, para limpiar la tierra. Los enterrará todo el pueblo de la tierra; y será para ellos célebre el día en que Yo sea glorificado, dice Jehová el Señor. Y tomarán hombres a jornal que vayan por el país con los que viajen, para enterrar a los que quedan sobre la faz de la tierra, a fin de limpiarla; al cabo de siete meses harán el reconocimiento. Y pasarán los que pirán por el país, y el que vea los huesos de algún hombre pondrá junto a ellos una señal, hasta que los entierren los sepultureros en el valle de Hamón-gog. Y también el nombre de la ciudad será Hamona; y limpiarán la tierra” (Ez. 39:11-16).

Después de esto, Israel morará en paz.8 “Ni esconderé más de ellos Mi rostro; porque habré derramado de Mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice Jehová el Señor” (Ez. 39:29). Esto sucederá solamente después que los judíos acepten el Nuevo Pacto.9 Ellos quebraron el viejo pacto en el Monte de Sinaí cuando comenzaron adorar el becerro de oro que Aarón hizo.10 Ellos querían que este becerro de oro los llevara de nuevo a Egipto porque no había ajo ni cebollas en el desierto.11 Dios quería matarlos, pero Moisés intervino.12

DIOS PROMETIÓ UN NUEVO PACTO, UN NUEVO TESTAMENTO, QUE CUMPLIRÍA EL VIEJO

Dios les dio otra oportunidad, un Nuevo Pacto. Él le dijo a Abraham, a Jeremías, y a otros,13 “He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré NUEVO PACTO con la casa de Israel, y con la casa de Judá13A [Israel espiritual]: No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron Mi pacto, aunque fui Yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el [NUEVO] PACTO que haré con la casa de Israel [Israel espiritual] después de aquellos días, dice Jehová: Daré Mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón;14 y Yo seré a ellos por Dios, y ellos Me serán por pueblo.15 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos [Israel espiritual, los que por fe aceptan el Nuevo Pacto16] Me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad [anterior] de ellos [cuando se arrepientan del pecado de rechazar el Nuevo Pacto, Dios el Mesías, y la sangre del Nuevo Pacto, la cual Dios el Mesías dijo que ‘es vertida para muchos para el perdón de pecado’ (Mt. 26:28, griego original)]” (Jer. 31:31-34).17 Todos los demás pecados les serán también quitados cuando finalmente lo reciban con Sus condiciones.18

Cuando acepten la condición de Dios, que es el Nuevo Pacto de Dios por la sangre de Dios el Mesías (y está escrito que lo harán19), Dios destruirá a sus enemigos, aunque sus enemigos sean el mundo entero.20 “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros” (Zac. 8:23). Serán unidos con Él quien es su vida, su Señor, y su Rey resucitado, Él que es su resurrección y vida.21 “Y seré [Dios] engrandecido y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones; y sabrán que Yo soy Jehová” (Ez. 38:23).

Una vez más, la destrucción de los enemigos, de Israel está escrita en los libros de Zacarias, capítulo doce versículos dos a diez, capítulo catorce, versículo doce, y los capítulos treinta y ocho y treinta y nueve de Ezequiel, “Y no Me acordaré más [cuando se arrepientan de este mal que ha descontentado tanto a Dios que Él dejó que sus enemigos los superaran por siglos] de su pecado [anterior]” (Jer. 31:34).22 Una vez que acepten el Nuevo Pacto por la sangre de Dios, el Mesías resucitado, Dios luchará para ellos, y por el Espíritu en Su Palabra, destruirá a todos sus enemigos.23

Los judíos han estado maldecidos por los últimos dos mil años por decir, “Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos” (Mt. 27:25).24 Pero Dios, debido a la promesa que Él le hizo a Abraham25 con respecto al Nuevo Pacto, cumplió el Nuevo Pacto para que Israel pueda ser reunido a Dios bajo una condición: que aceptarían el Nuevo Pacto por la sangre del Mesías, que fue simbolizado en Egipto cuando Dios hizo que mataran un cordero y que ponieran su sangre en los postes y los dinteles de cada casa para que el primogénito de cada familia no muriera esa noche y así Israel podría ser librado de esa esclavitud.26

Antes de que Dios librara a los judíos de Egipto, Él les dijo que “la sangre os será por señal [Esta señal es la profecía del Mesías venidero y Su sangre que Él vertiría para quitar los pecados del mundo. La sangre será puesta] en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros [no destruiré tu primogénito, te libraré de Egipto. ‘Seré a vosotros por Dios, y vosotros Me seréis por pueblo’ (Jer. 7:23)27]” (Ex. 12:13).

Dios no libraría a Israel de Egipto o al primogénito de sus familias hasta que Israel aceptara el símbolo o la muestra del Nuevo Pacto, que ocurriría en el futuro, es decir, cuando Dios el Mesías, la Palabra, vendría al mundo como hombre.28 El ángel le dijo a Su madre, Maria, que lo llamara Jesús, Yeshuah.28A Esto era la encarnación de Dios, que sucedió alrededor de dos mil años atrás.29 Aquellos que han sido adoptados en la casa de fe son la continuación de la encarnación de Dios en la tierra a través de los últimos dos mil años y hasta hoy en día. La segunda cosa que Dios el Mesías hizo fue pasar por la muerte, la resurrección, después fue transformado, transfigurado de carne al Espíritu, el Espíritu Santo que da vida.30 Esto es lo que significa el símbolo o la señal de la Pascua. Esto es verdaderamente de lo que se trata la Pascua.

Hoy día cuando los judíos están celebrando la Pascua, sin saberlo, están celebrando la sangre de Dios el Mesías, el Señor Jesucristo, que vino en el mundo y fue fiel a Dios hasta la muerte31 para mostrar “la supereminente grandeza de Su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de Su fuerza, la cual operó en Cristo [el Mesías], resucitándole de los muertos y sentándole a Su diestra en los lugares celestiales [la ‘diestra’ o el brazo de Dios simboliza Cristo que es ‘poder de Dios, y sabiduría de Dios’ (1 Co. 1:24)]” (Ef. 1:19-20).32 Los judíos están exteriormente celebrando la Pascua por la letra. Ellos necesitan aceptar internamente la Pascua aceptando el Nuevo Pacto, que es Cristo su Mesías y Su sangre, la sangre que fue derramada para el perdón de no sólo sus pecados, sino los pecados de toda la gente del mundo que recibirían el Nuevo Pacto.

Una vez más, Dios mataría al primogénito de cada familia de Israel en Egipto si ellos denegaban reconocer la sangre del Cordero de Dios, el Hijo primogénito de Dios. Para agradar a Dios, Israel tuvo que poner la sangre en los postes y los dinteles de cada casa.33 Entonces, en rapidez, tuvieron que comer la carne del cordero, que era simbólico de comer la Palabra de Dios, el Árbol de Vida.34 Este símbolo, tipo, o figura del Mesías era de ser comido por los judíos esa noche. Esto simbolizó a Dios eventualmente viniendo al mundo como hombre y muriendo por ellos para que sus pecados anteriores pudieran ser perdonados. Entonces Él podría vivir en ellos por Su Espíritu, que les daría Su vida y poder, encapacitándoles a que nunca jamás pequen pecados de muerte.35 “Hay pecado de muerte...[y] hay pecado no de muerte” (1 Juan 5:16-17). Los pecados “no de muerte” son pecados de ignorancia. Dios perdonará pecados que verdaderamente son de ignorancia si se arrpienten verdaderamente de ellos.35A

Jesús es el Mesías, el Cordero verdadero de Dios, Él quien puso Su vida para quitar los pecados del mundo.36 Él, ambos humano y Dios, fue resucitado por el Espíritu del Padre que vivía en Él para convertirse en el Espíritu Santo y un Espíritu que da vida. Él hizo esto de modo que, aceptando el Nuevo Pacto, pudiéramos ser levantados de los muertos en el último día, así como lo fue Él al tercer día.37 De esta manera, Dios podría tener muchos hijos, en vez de sólo un Hijo primogénito.38 Jesús entonces sería el primogénito entre muchos hijos, muchos hermanos.39 Eventualmente Dios le abriría la puerta de salvación a los gentiles.40 Dios provocó a Israel a los celos de esta manera.41

Cuando alguien hace las paces con Dios aceptando Su Nuevo Pacto y todo lo que le pertenece, esto complace a Dios. Estos individuos tendrán perdón de pecado y vida eterna. “Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace estar en paz con él” (Pr. 16:7).

En el Viejo Pacto, todo estaba en la letra. La ley fue escrita en piedra.42 Pero el Nuevo Pacto es un pacto espiritual, uno bajo el cual Dios vive en Su pueblo43 e inscribe Su ley “en su mente, y la [escribe] en su corazón” (Jer. 31:33).44

NINGUNA VIDA ESPIRITUAL SIN EL NUEVO PACTO

El Nuevo Pacto es la base de toda vida espiritual.45 Con el Nuevo Pacto nuestros pecados anteriores pueden ser perdonados.46 Con el Nuevo Pacto nuestras almas, nuestra conciencia, pueden tener paz.47 Con el Nuevo Pacto siempre podemos obedecer a Dios y hacer lo que le complazca a Él.48 Con el Nuevo Pacto podemos tener comunión con Dios.49 Con el Nuevo Pacto podemos tener un conocimiento interior profundo de Dios.50 Con el Nuevo Pacto podemos experimentar la vida de Dios viviendo en y por medio nosotros.51 Y con el Nuevo Pacto podemos experimentar la enseñanza, la dirección, la guía del Espíritu Santo.52 Con el Nuevo Pacto Dios nos puede oír, nos puede contestar, y puede demostrarnos “cosas grandes y ocultas” (Jer. 33:3).53 Con el Nuevo Pacto cuando le oramos a Dios, nuestros enemigos dirigidos por Satanás pueden ser destruidos. 54 Cuando aceptamos el Nuevo Pacto todas las cosas son nuestras.55 Con el Nuevo Pacto podemos ser los hijos de Dios.56 Podemos regir las naciones “con vara de hierro [que es simbólico de la Palabra de Dios]” (Ap. 2:27). Con el Nuevo Pacto podemos ser corderos entre lobos, pero Dios está con Sus corderos y en Sus corderos, y Él no está con los lobos.57 Sin el Nuevo Pacto no podemos tener ninguna confianza que nuestros pecados son perdonados.58 No podríamos obedecer a Dios porque Su vida y poder no estarían en nosotros para darnos el poder para obedecerlo.59 Y sin el Nuevo Pacto tendríamos solamente un conocimiento exterior de Dios.60 Y sin el Nuevo Pacto no podemos tener comunión con Dios. Sin el Nuevo Pacto, “Es imposible agradar a Dios” (He. 11:6). Y si no podemos complacerlo, Él no nos oirá, no nos contestará, ni luchará por nosotros.61 Estaremos solos. El Nuevo Pacto está disponible para cada uno que quiere todo lo que Dios tenga.

La vida espiritual no puede ocurrir excepto con muerte y resurrección.62 No podemos recibir el Espíritu, el Nuevo Pacto, ni tener la vida de Dios mismo viviendo en nosotros a menos que muramos primero.63 Por esto Dios quiere decir que tenemos que morir a sí mismos y al mundo, “los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida,” de nuestras viejas vidas de pecado (1 Juan 2:16).64 Esto es porque nadie puede resucitar de la muerte hasta que primero esté muerto al mundo. Sólo entonces es que el Espíritu de Dios, el Espíritu de la resurrección, puede entrar en ellos.65 Esta resurrección espiritual a vida eterna es lograda simplemente quitando completamente su corazón de las cosas del mundo y de los cuidados del mundo dándole su corazón completamente a Dios.66 Así es que ocurre la muerte y la resurrección espiritual, o siendo nacido de nuevo del Espíritu. Todo ocurre en la cruz. Donde Cristo murió, tenemos que morir nosotros. La manera que Cristo resucitó, tenemos que resucitar, que es por el Espíritu de Dios en nosotros.66A

Juan 1:1 dice que “En el principio era el Verbo…y el Verbo era Dios.” Versículo 4 dice, “En Él estaba la vida.” Es el pacto de Dios que la Palabra, que tiene la vida de Dios en ella, vendría al mundo como un hombre y un tabernáculo entre nosotros.67 Su plan era y aún es vivir en seres humanos impartiendo Su vida, Sí Mismo en ellos, como el Espíritu Santo, un Espíritu que da vida.68 ¿Pero cómo puede suceder esto? ¿Cómo puede la vida inmortal de Dios entrarnos para que podamos tener vida eterna como Él?

En el capítulo trece de Juan, versículos cuatro a veinte, nuestra salvación se deja en el atrio de afuera del templo. Este templo, iglesia, o sinagoga en el Antiguo Testamento es simbólico de nuestros cuerpos, donde el Espíritu de Dios tiene que vivir para que podamos ser salvos.69 “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” (1 Co. 6:19). “Sois el templo de Dios” (1 Co. 3:16). “Como Tú, oh Padre, en Mí, y Yo en Ti, que también ellos sean uno en Nosotros” (Juan 17:21).69A Cuando el Espíritu de Dios está fuera del cuerpo, es imposible que cualquier hombre cumpla la ley porque otra vez, Su vida, Su poder, no está en nosotros para poder guardar la ley.70 Jesús dijo, “No penséis que He venido para abrogar la ley o los profetas; no He venido para abrogar, sino para cumplir” (Mt. 5:17). Por el Espíritu de Dios viviendo en el cuerpo humano de Jesús, por ser mitad Dios y mitad hombre, Él pudo cumplir la ley. Cuando Dios entra en nosotros, nos convertimos en mitad Dios y mitad hombre porque Dios está viviendo en nosotros, y también podemos cumplir la ley. No podemos entrar en el Cielo sin Su Espíritu, Su vida resucitada, que es Su poder ambos viviendo y obrando en nosotros.71

En el Antiguo Testamento, Dios requirió que se matara un sacrificio de sangre en vez del pecador, para que cualquier persona de Israel fuese perdonada de sus pecados.71A El sacrificio de sangre tenía que ser un cordero, una cabra, un carnero, o un buey.71B La gente pobre, que no podía permitirse el lujo de uno de éstos, podía ofrecer una tórtola o una paloma.71C Todos estos sacrificios eran figuras o símbolos de Dios el Mesías, que era de venir al mundo como hombre para ser el sacrificio de sangre del Nuevo Pacto de Dios para nosotros.72 Dios tuvo que venir al mundo como hombre para que pudiera tener sangre humana sin pecado para vertir para el perdón de nuestros pecados.72A “Dios es Espíritu” (Juan 4:24). Un espíritu no tiene sangre. Por esto fue que Él tuvo que convertirse en un hombre.

En el Antiguo Testamento, los sacrificios de animales se hacían diariamente, así como en el Día de Expiación, para obtener perdón para los pecadores. Esto era simbólico de Dios viniendo al mundo en cuerpo humano para morir, vertir Su sangre, y resucitar por el Espíritu Santo, convirtiéndose en un Espíritu que da vida. Él hizo esto para demostrarnos Su amor y dejarnos saber que podemos ser como Él después que Él imparta Su Espíritu dador de vida en nosotros el momento que nos arrepentimos de nuestros pecados aceptando el Nuevo Pacto en Su sangre. Entonces nosotros no sólo tenemos Su imagen, sino Su semejanza.72B Después que vino el Nuevo Pacto, después que el verdadero Cordero de Dios vino al mundo como el sacrificio de Dios para nosotros, para que nuestros pecados pudieran ser perdonados, la sangre de animales “nunca puede quitar los pecados; Pero Cristo [este Dios-hombre del Nuevo Pacto], habiendo ofrecido una vez para siempre un sólo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en ade­lante esperando hasta que Sus enemigos sean puestos por estrado de Sus pies; porque con una sola ofrenda [de Sí Mismo] hizo perfectos para siempre a los santificados. Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: pondré Mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré, añade: Y nunca más Me acordaré de sus pecados y transgresiones” (He. 10:11-17).

En el Nuevo Pacto, todos los pecadores se convierten en santos en Cristo Jesús.72C Porque este Dios-hombre, después de Su muerte y resurrección fue transformado de un Dios-hombre al Espíritu Santo, Él pudo ser un Espíritu que da vida.73 Entonces Él pudo impartir Su vida eterna en nosotros como Espíritu que da vida.74 Ya que Su vida y poder viven y obran en nosotros después que hayamos aceptado el Nuevo Pacto, es imposible que pequemos. Porque “El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado [de muerte], porque la simiente [Cristo] de Dios permanece en él; 75 y no puede pecar, porque es nacido de Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia...no es de Dios” (1 Juan 3:8-10a).

No tenemos ninguna necesidad de más sacrificio, porque ahora tenemos el poder de no pecar ambos viviendo y obrando en nosotros. Después de haber sido transformados de muerte a vida eterna, después que nuestros pecados hayan sido perdonados con la sangre del Nuevo Pacto de Cristo, y después que somos nuevas criaturas, nos daremos cuenta que nuestro sacrificio, el Señor, murió una vez por nuestros pecados y jamás morirá de nuevo por ellos.75A Él nos dice esto en el capítulo uno del Apocalipsis, versículo dieciocho, soy “El que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos.” Por lo tanto, si caemos después de que Cristo, el Dios-hombre, se ha hecho un Espíritu dador de vida en nosotros, dándonos el poder ir y pecar más “para que no te venga alguna cosa peor [a nosotros] (Juan 8:11, 5:14), porque “no [quedará] más sacrificio por los pecados” (He. 10:26). “Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena Palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio” (He. 6:4-6). Dios en el Espíritu del Mesías entra en nuestro espíritu con Su sangre, y lava todos nuestros pecados. Entonces todos nuestros pecados asquerosos, no importa cuántos pecados o lo malvados que eran, la sangre de Jesús “quita el pecado del mundo” (Juan 1:29).

EL SIGNIFICADO DE JESÚS LAVANDO LOS PIES DE SUS DISCÍPULOS Y EL SIGNIFICADO DE NOSOTROS LAVÁNDONOS LOS PIES LOS UNOS A LOS OTROS

Jesús simbolizó la primera parte del proceso de nuestra salvación lavando los pies de Sus discípulos.76 Cuando nuestros pecados son lavados, cuando Dios ve la sangre manchada en los postes de la puerta y dinteles de nuestros corazones, el Padre en Cristo y el Espíritu Santo, que son uno, entrarán en nuestros espíritus combinándose o mezclándose con nuestros espíritus, resucitando nuestros espíritus muertos a vida eterna.77 Podemos retener este don precioso de Dios si no quebramos el Nuevo Pacto, es decir, si continuamos viviendo una vida santa por la vida poderosa de Dios en nosotros.

El lavado de los pies de los discípulos por el Señor se refiere al lavado, el limpiamiento en agua en el atrio afuera del tabernáculo.78 El lavado de los pies de los discípulos simboliza el lavado de los pecados de nuestra vida mundana anterior, la vida donde nuestros pies nos han llevado a pecado.79 Es simbólico del fin de nuestra vida mundana anterior, así como en el Antiguo Testamento fue el fin de las vidas mundanas anteriores de los corderos, los bueyes, y otros sacrificios. Es simbólico de nosotros decir que ahora viviremos una vida resucitada, sin pecado por el poder del Espíritu de Dios viviendo en nosotros. Esto es simbólico de los discípulos siendo limpiados de sus pecados para poder ser sacrificios vivos ahora nuevamente resucitados en los cuales Dios pueda vivir, la continuación de la encarnación de Dios en hombre.80 Ahora sus pies caminarán dondequiera que el Señor, por Su Espíritu, los conduzca. Ahora caminarán en la limpieza del Espíritu, “bajo el régimen nuevo del Espíritu” (Ro. 7:6).81 El lavado de nuestros pecados tiene que ocurrir primero antes de que la salvación o la resurrección de la muerte pueda ocurrir.82

“Se levantó de la cena, y se quitó Su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido. Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿Tú me lavas los pies? Respondió Jesús y le dijo: Lo que Yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después. Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo. Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza. Jesús le dijo: Él que está lavado no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios, estáis, aunque no todos. Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos. Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó Su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si Yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros [que significa vivir una vida santa delante de cada uno para probar o reflejar, que Dios está verdaderamente viviendo en ti82A]. Porque ejemplo os he dado, para que como Yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hicieréis. No hablo de todos vosotros; Yo sé a quienes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra Mí su calcañar. Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que Yo soy. De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que Yo enviare, Me recibe a Mí; y el que Me recibe a Mí, recibe al que Me envió” (Juan 13:4-20).

El capítulo catorce de Juan, versículos dieciséis a veinte es el momento crucial de este evangelio. Salimos de la corte externa al lugar santo y el Santo de los Santos es fortalecido por el Espíritu de Dios en nosotros.83 El libro de Juan capítulo veintiuno, versículo veintidós nos dice que la única manera que la vida de Dios puede estar en nosotros y crecer completamente en nosotros es recibir el Espíritu Santo de Dios el Mesías. Tenemos que aceptar el Nuevo Pacto por fe, a través de Cristo y Su sangre, porque Él es el Nuevo Pacto [Su sangre] derramada para remisión de los pecados (Mt. 26:28, griego orig.). Una vez más, esto sucede cuando hemos apartado nuestros corazones completamente del mundo, es decir, cuando le hemos dado nuestros corazones completamente a Dios, y hemos abandonado el mundo de hoy con el fin de recibir el mundo de Dios,84 el Reino del Cielo, “como en el Cielo, así también en la tierra” como hicieron los discípulos del Señor dos mil años atrás (Mt. 6:10).

El Señor reveló que Él sería un Espíritu dador de vida en el Evangelio de Juan, los capítulos catorce a dieciséis. La manera exacta está escrita en el Evangelio de Juan, capítulos dieciocho a veinte. Ésta es la manera, la manera a nuestra muerte y resurrección espiritual. Por muerte y resurrección, Dios en el Mesías, un hombre que también era Dios porque Dios vivía en Él, después de Su transformación, se convirtió en un Espíritu que da vida.85 Después de Su muerte y resurrección, este Dios-hombre regresó a Sus discípulos como el Espíritu Santo. Él “sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo” (Juan 20:22).

El Espíritu Santo es el Espíritu que da vida.86 Con este Espíritu la vida viene en nosotros. Con esta vida tenemos luz, y con esta vida en nosotros sabemos que tenemos todas las riquezas de este Dios-hombre.87 Todas las riquezas de Cristo en su totalidad igualan Su vida. Si tenemos Su vida, podemos gozar o experimentar del Señor como “LA PUERTA” al Padre (Juan 10:9).88 También, podemos gozar o experimentar el Señor como el Buen Pastor que nos lleva por la puerta89 al Padre, que también es Él Mismo.89A Él es el ÚNICO mediador entre nosotros y Dios, el Padre, con todas Sus bendiciones.90 María no es la mediadora entre Dios y el hombre. Ni nadie más sino Jesús.91 Somos “herederos de Dios y co-herederos” de todo lo que Él posee, todas las riquezas de Dios (Ro. 8:17). Dios quiere que sepas cuáles son. Dios quiere que “los ojos de vuestro entendimiento [sean alumbrados], para que sepáis cuál es la esperanza a que Él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de Su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de Su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de Su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra [la ‘diestra’ o el brazo de Dios simboliza Cristo siendo ‘el poder de Dios, y la sabiduría de Dios’ (1 Co. 1:24)] en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo Sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la Iglesia, la cual es Su Cuerpo [que es una red o un grupo de cuerpos humanos en los cuales Él vive por el Espíritu y hace Su obra], la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo” (Ef. 1:18-23).

Cuando un judío o cualquier persona recibe el Nuevo Pacto, que quiere decir cuando apartan sus corazones totalmente del mundo y solamente a Dios,92 Dios entrará en ellos con Su vida, poder, y riquezas.93 Recurrir completamente a la Palabra de Dios es igual que dándole nuestros corazones totalmente a Dios.

Recuerde, Dios es la Palabra.94 “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros” (Juan 1:14). Dios el Mesías dijo, “Las Palabras que Yo os hablo son Espíritu y son vida” (Juan 6:63). Cuando Israel o cualquier persona recibe el Nuevo Pacto, la Palabra de Dios, que es Dios, la vida de Dios entrará en ellos.95 Tendrán la vida de Dios en ellos. Así es cómo vendrá paz en el Medio Oriente para Israel. La paz en el Medio Oriente para Israel no puede ni será lograda de ninguna otra manera.

LOS ESFUERZOS DEL HOMBRE NO VALEN NADA. NO PODEMOS HACER NADA SIN QUE DIOS ESTÉ ENVUELTO AMBOS EN Y CON NOSOTROS95A

El gobierno de las Naciones Unidas de la cuarta bestia romana carnal, el gobierno americano, el gobierno israelí, el gobierno palestino, y cualquier otro gobierno que procura traer paz en el Medio Oriente con sus negociaciones, los tratados de paz retardados, ni cualquier otra cosa tendrá éxito. Cualquier intento del hombre para traer paz en el Medio Oriente o dondequiera en el mundo es inútil porque lo que está sucediendo hoy en el mundo es espiritual, y el hombre carnal no tiene ningún entendimiento de cómo solucionar problemas espirituales.96 Sólo Dios traerá la paz para Israel en el Medio Oriente y a través del mundo para los hijos de Dios, así como Él hizo para Noé, su esposa, sus tres hijos, sus esposas, Israel (en el tiempo de Moisés), y todos los demás.97 Los demás no se ahogarán ésta vez sino que serán quemados con el resto de este mundo.98

La razón que Dios le dio el Nuevo Pacto no sólo a Israel sino al mundo entero es para que Su propósito sea cumplido. Dios hizo el hombre en Su imagen.99 El propósito eterno de Dios es vivir dentro del hombre para que el hombre no sólo tenga Su imagen sino Su semejanza también.100

Es extremadamente importante darse cuenta que Jesús no sólo se convirtió en un Espíritu, pero que fue un Espíritu que da vida, es decir, un Espíritu que imparte Su vida en nosotros.101 Él vivirá en nosotros, y la reflexión de la gloria de Dios será vista en el mundo a través de nosotros.102

El otro propósito de Dios para vivir y obrar en y a través de nosotros es para que Él pueda gobernar el mundo en y por nosotros.103 Éste fue Su propósito desde el principio del tiempo.104 El propósito de Dios es ganar al hombre que Él creó siendo uno con él, viviendo en él. Cuando el hombre es reconciliado a Dios, se cumple el plan de Dios. Es por Dios viviendo en hombre que se cumple el plan de Dios. Al vivir Dios Su vida en el hombre, la necesidad de Dios es resuelta.

Entonces ¿qué requiere Dios del hombre que Él creó? Él requiere que el hombre gobierne. Éste era el plan o la intención de Dios desde el principio del tiempo.104A Sin embargo, el Dios-hombre no es de gobernar como gobierna el hombre carnal. El hombre tiene que gobernar como Dios requiere que el hombre gobierne, según el propósito de Dios. Dios nunca creó ni predestinó que el hombre cayera, ni fuera gobernado por Satanás y sus ángeles caídos. Dios quiere hombres regenerados, reconciliados a Dios que gobiernen para Él y con Él. Éstos son los hombres que son dirigidos por el Espíritu de Dios, “hijos de Dios” (Juan 1:12).

Alguna gente se preguntará por qué el propósito de Dios es que el hombre gobierne todo en el mundo por Dios viviendo en el hombre. Es porque Lúcero, el querubín protector de Dios, un ángel de luz, rebeló contra Dios. Esto fue antes de que Dios creara el hombre. Lúcero pecó.105 Lúcero cayó.106 Lúcero se convirtió en el diablo.107 Lúcero se convirtió en el enemigo de Dios cuando se hizo el diablo.108 Por lo tanto, Dios retiró Su autoridad de Su enemigo, poniéndola en cambio en la mano del hombre.109 La razón por la cual Dios creó el hombre es para que gobierne en vez de Lúcero, quién se convirtió en Satanás.110 El hombre con Dios en él, no Satanás, es de gobernar el mundo. Si Dios en el hombre estuviese gobernando el mundo, el mundo sería muy diferente de lo que es hoy.

Satanás, sus ángeles caídos, y todos los que lo siguen hasta el fin ciertamente jamás se arrepentirán. Ellos son la maldad en el mundo.111 Dios y Su pueblo, que son gente justa están en el mundo, y Satanás, sus ángeles caídos, y los que lo siguen en maldad están en el mundo.112 Ellos serán destruidos por la Palabra de Dios, “la Espada de [Su] boca” (Ap. 2:16), que está obrando en Su Cuerpo, la Iglesia.113 El verdadero Cristiano nunca usa armas, balas, bombas, o cualquier otra arma carnal. Ellos usan la Palabra de Dios, la Espada de la boca del Señor.114 Esta es la razón por la cual el enemigo de Dios y Su gente le dirá que los verdaderos Cristianos, creyentes de la Biblia, aquellos que creen en la ley de Dios, son terroristas. Dios está aterrorizando con Su Palabra a Satanás y aquellos que lo siguen.115 Su Palabra aterroriza al diablo.116 La Palabra de Dios le dice a él y a aquellos que lo siguen que pasarán la eternidad en el Infierno y tienen solamente un corto tiempo antes de que lleguen a su hogar eterno. Esto también irrita al diablo y a sus hijos. El diablo está tan aterrorizado por la Palabra de Dios, que es Cristo, que él tiembla a Su nombre. “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan” (Stg. 2:19). Por eso es que el diablo ha proscrito la Palabra de Dios. Por eso es que el diablo reemplazó la Palabra de Dios con evolución en las escuelas. La evolución no les molesta. La Palabra de Dios es lo que les molesta. Dios por Su Palabra, que es Espíritu y Vida,117 plagó a Egipto hasta que fue destruido porque Faraón rebeló contra la Palabra de Dios cuando Dios le dijo, “Deja ir a Mi pueblo” (Ex. 10:3).118

DEJA A ISRAEL QUIETO

Quienquiera que es que manda detrás de las escenas, yo te estoy diciendo por tu propio bien que dejes a Israel quieto. Va haber recompensa, mucha más destrucción por Dios de lo que sucedió en Egipto en los siglos pasados.119

El ejército del cuarto reino romano se está preparando de una manera militar para gobernar el mundo.120 Este es el espíritu de Satanás. Esto no es Dios. Bajo el Nuevo Pacto, Dios no aprueba el asesinato, sino que lo condena.120A Hoy, Dios, a través de Su gente, nunca usa veneno, guerra de gérmenes o química, aeroplanos, rifles, balas, bombas, tanques, cuchillos, lanzas, arcos, o cualquier otra arma que mataría el cuerpo del hombre.121 ¡Y qué importa si el cuarto ejército del reino mundano romano está armado hasta los dientes con tal armamento! Lee la Biblia para que puedas ver que tal armamento no es suficiente para luchar contra Dios. Dios le promete a Sus hijos que “Ninguna arma forjada contra ti prosperará” (Is. 54:17). El destino de Israel y el del mundo no está en las manos del papa ni de ningún otro hombre. Ningún ejército del mundo puede parar a Dios de lo que Él dijo que haría. Dios probó esto en Egipto, y Él lo probará hoy y en el futuro.122 Ninguna arma carnal libró a Israel de Egipto ni destruyó el ejército egipcio completo. Dios lo hizo. Y Dios está viviendo hoy para probar que Él pronto le hará la misma cosa a la gente malvada de este mundo.123 ¡Qué poder grande y abundante vemos en Dios al crear el hombre! ¡Dios vive y gobierna en Sus escogidos!

Hay sólo un Dios. Él tiene tres oficinas: Padre, Hijo, y el Espíritu Santo. “Estos tres son uno” (1 Juan 5:7).124 Cristo, Dios el Mesías, es la imagen de Dios,125 el “poder…sabiduría de Dios” (1 Co. 1:24), “corporalmente...la plenitud de la Deidad” (Col. 2:9), “el Todopoderoso” (Ap. 1:8).126

“En quien tenemos redención por Su sangre, el perdón de pecados. El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los Cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de Él y para Él. Y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en Él subsisten; y Él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, Él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; por cuanto agradó al Padre que en Él habitase toda plenitud, y por medio de Él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los Cielos, haciendo la paz mediante la sangre de Su cruz. Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en Su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irresprensibles delante de Él; si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del Cielo;127 del cual yo Pablo fui hecho ministro. Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por Su cuerpo, que es la iglesia; de la cual fui hecho ministros, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la Palabra de Dios, el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, a quienes Dios quizo dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo EN VOSOTROS, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar PERFECTO en Cristo Jesús a todo hombre; para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de Él, la cual actúa poderosamente EN MÍ” (Col. 1:14-29).

La intención de Dios desde el principio era tener muchos hijos, “Porque convenía a Aquel [Dios] por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase [a Jesús] por aflicciones al autor de la salvación de ellos. Porque El que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos” (He. 2:10-11). Gálatas 4:5-6 dice que si hemos de ser resucitados, el Espíritu del Hijo de Dios tiene que entrarnos “a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de Su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!” En cuanto a aquellos de nosotros que hemos recibido el Nuevo Pacto, Él dice, “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor [temer la muerte, a Satanás, o cualquier otra cosa negativa], sino que habéis recibido el Espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que pade-cemos juntamente con Él,128 para que juntamente con Él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse” (Ro. 8:15-18). Esto solo pudo ocurrir por Su venida al mundo como hombre, virtiendo Su sangre para que nuestros pecados puedan ser perdonados al morir nosotros al mundo para que Su Espíritu pueda entrar en nosotros para resucitarnos de muerte a vida.129

Él se convirtió en un Espíritu que da vida para poder mezclarse en nuestros espíritus.130 El hombre no puede guardar los mandamientos de Dios a menos que el Padre con Dios el Mesías por el Espíritu Santo viva en él.131 Dios el Mesías, el Señor Jesús, declaró, “Separados de Mí nada podéis hacer” (Juan 15:5). El propósito de Dios se cumple en nosotros cuando aceptamos el Nuevo Pacto.

Dios hizo a Israel seguro y próspero.132 Él luchó para ellos y destruyó todos sus enemigos.133 Israel tiene que hacer las paces con Dios. Israel tiene que aceptar el Nuevo Pacto, el Mesías, y la sangre que Él virtió para ellos.

Si Israel desea paz para sí mismos en el Medio Oriente, ellos tienen que voltear sus corazones completamente del mundo y a Dios de modo que Dios luche por ellos y destruya a todos sus enemigos, como Él le hizo a los enemigos de sus antepasados.134 Él promete que Él hará esto hoy para Israel si aceptan Su Nuevo Pacto hoy. Yo sé que los que se conviertan en Israel espiritual harán esto, porque Dios dijo que Él va a destruir sus enemigos.135

Si el presidente de los Estados Unidos y su administración completa buscaran a Dios diariamente, permitiendo que Él viva y Se exprese en ellos, y si dejan que Dios haga todas sus decisiones para ellos, Dios haría igual para ellos. “Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia” (Hch. 10:34-35).136 Si escuchas solamente a Dios, serás sabio.137 Está escrito, “Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad” (Dn.12:3).

Dios no quiere que estés casi persuadido. Él quiere que estés completamente persuadido para que Él pueda vivir en ti como tu Salvador, tu Consolador, tu guía, tu confidant, tu sanador, tu librador, y tu Dios.138 Ahora, si Israel y la administración en Washington tienen las agallas de permitir que Dios cumpla Su propósito en ellos, habrá oposición del enemigo de Dios y nuestro enemigo, el diablo. Pero, Dios estará para ti, y “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Ro. 8:31). Sin embargo, si decides vivir por tus ingenios y los ingenios de otros hombres, no irá bien contigo. Ustedes son hombres cuyas almas van a pasar la eternidad en algún lugar, en el Cielo o en el lago de fuego.

NO PODEMOS LLEVAR A LA ETERNIDAD LO QUE TENEMOS EN LA TIERRA. TODO LO QUE TENEMOS EN ESTE MUNDO ACTUAL SE QUEDARÁ ATRÁS.

Dios no es ningún mito, ni es uno que bromea.139 Todo está sucediendo en el mundo en estos últimos días exactamente como Él dijo en Su Palabra. Ningunos de nosotros tenemos ninguna alternativa. “Si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente” (Lc. 13:3). El arrepentimiento es bueno, pero el fallecimiento no es una buena alternativa. No importa lo grande y magnífico que creemos ser en este mundo, todos tenemos que pararnos desnudos ante Dios.140 Nadie en el mundo impresiona a Dios, ni podemos complacerlo excepto aquellos que permiten que Él viva en ellos, y hacen Su voluntad.141 Tu oro, plata, aceite, y otras riquezas no irán contigo cuando mueras.142 Sólo lo que hagas para Dios en este mundo tendrá algún valor.143 Lo que tú o yo pensemos con respecto a lo que Dios quiere que hagamos, con excepción de lo que está escrito en la Biblia, es “como trapos de inmundicia” para Él (Is. 64:6).144

Cuando hacemos todo de la manera de Dios, esto complace a Dios. Y, “Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, Aún a sus enemigos hace estar en paz con él” (Pr. 16:7). Dios pronto destruirá el malvado.145

Dios planeó destruir a Nínive debido a su pecaminosidad.146 Jonás reservadamente le dio el mensaje. La ciudad se arrepentió ayunando y orándole a Dios por misericordia.147 Esto complació al Señor, así que Dios no los destruyó.148 A menos que se arrepientan todas las naciones, como hizo Nínive, toda seguridad y prosperidad desaparecerá de Israel, de América, y del resto del mundo.

La guerra en la cual el mundo está actualmente es una guerra espiritual. Dios la llama “Armagedón.”149 Armagedón es la guerra entre Dios y Satanás para las almas de los hombres.150 La política se frustra en esta guerra espiritual. La política no puede hacer nada para terminar esta guerra espiritual. Ahora es la hora que tienes que hacer una decisión. Tienes que elegir con quién estar, Dios o Satanás.151 Si tu opción es Dios, pasarás la eternidad en el Cielo.152 Si tu opción es Satanás, tu destino es el lago de fuego.153 Un movimiento equivocado, una decisión incorrecta podrá causar destrucción completa a través del mundo entero, al igual que una eternidad en el Infierno para ti.154 Ustedes reyes y gobernantes del mundo deben saber que Satanás solo está esperando que hagan una decisión incorrecta. Es por seguro que él no quiere que tú ni yo tomemos la decisión correcta. Dios está mirando cada decisión incorrecta que tomas y las malas decisiones de cada persona que sigues.155 Él ve el mal que cada uno está haciendo.156 La decisión correcta es Dios. Ninguna persona en la Biblia que ha mostrado fe total en la sabiduría de Dios ha sido destruida eternamente por el diablo.157 La nación entera de Israel sabía que si eran de ser exitosos, tenían que tener un líder que haría solamente lo que Dios ordenaba.158

Yo que tú, Israel, los Estados Unidos, o la ONU, no estaría tan precipitado en usar guerra atómica o las demás armas que tienes para hacer guerra contra tus supuestos “enemigos.”

Es mejor que escuchen ustedes terroristas, aquellos de ustedes que les dan ayuda, ustedes lobos disfrazados como ovejas, y ustedes observadores que son gobernados por el malvado mientras miran a la gente de Dios con el fin de encontrar defectos en ellos. Dios quiere que ustedes sepan que Él los está mirando por fuera y por dentro. No haz oído que, La lámpara [la verdad, la Palabra del Señor, que es Dios] escudriña el espíritu del hombre [de todos los hombres]; escudriña lo más profundo del corazón.159 Misericordia y verdad [la verdad de la Palabra de Dios] guardan al rey, y con clemencia se sustenta su trono (Pr. 20:27-28 griego orig., y Reina-Valera). Aquellos de ustedes cuya profesión es terrorismo, saben que Dios pronto los va a aterrorizar. Dios es un verdadero terrorista, el “Rey de los espantos” para la gente malvada (Job 18:14).160

Dios dice, “Ved ahora que Yo, Yo soy, y no hay dioses Conmigo; Yo hago morir, y Yo hago vivir; Yo hiero, y Yo sano; y no hay quien pueda librar de Mi mano. Porque Yo alzaré a los Cielos Mi mano, y diré: Vivo Yo para siempre, si afilare mi reluciente espada, y echare mano del juicio, Yo tomaré venganza de Mis enemigos, Y daré la retribución a los que Me aborrecen. Embriagaré de sangre Mis saetas, y Mi espada devorará carne; en la sangre de los muertos y de los cautivos, en las cabezas de larga cabellera del enemigo. Alabad, naciones, a Su pueblo, porque Él vengará la sangre de Sus siervos, y tomará venganza de Sus enemigos, y hará expiación por la tierra de Su pueblo” (Dt. 32:39-43).

Los Cristianos del Nuevo Pacto nunca aterrorizan a nadie porque tienen fe para creer que Dios se vengará de ellos, así como Él se vengó de Israel en los días de Moisés. Los Cristianos del Nuevo Pacto no tienen ninguna necesidad de aterrorizar a nadie. ¿Por qué? Porque Dios lucha por nosotros. Lo que cada uno siembra va a cosechar. “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gá. 6:7). ¿Cómo podría alguien esperar que Dios bendiga a América o a cualquier otro país si no bendicen a nadie en el mundo aceptando el Nuevo Pacto con la sangre de Dios el Mesías o permitiendo que el Mesías viva en ellos para que Dios pueda cumplir Su propósito en y a través de ellos? Dios nunca dijo que Él ayuda a los que se ayudan. Dios ayuda al desamparado.161

La Palabra de Dios nos dice que en los últimos días Satanás y sus ángeles serían a-rrojados del Cielo, y Satanás, con su espíritu malvado, elaboraría un plan malvado en el nombre de paz mundial.162 Esto ha sucedido. Sin embargo, no está trabajando para la gente del mundo, y nunca trabajará. Está enfureciendo a Dios que tantos hombres están siguiendo el plan impracticable de Satanás. La ira de Dios está encendida contra su malvedad.163 Él está haciendo guerra contra ellos. Las calamidades están aumentando. Dios va a sacudir el planeta entero con tantas plagas horribles que hará que Egipto en los días de Moisés parezca un picnic de escuela dominical.164 Por eso Él le dice a todos cuyos nombres están escritos en el Libro de Vida del Cordero, pero que hasta la fecha todavía están ocupados en el plan destructivo e impracticable de Satanás, “Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo [los trabajos de Satanás]; Y Yo os recibiré, Y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso” (2 Co. 6:17-18). Estas palabras son repetidas de nuevo en el libro del Apocalipsis 18:4-5.

Cuando Israel hizo exactamente lo que el Señor Dios le dijo que hiciera en Jericó, las paredes de Jericó cayeron.165 Tenemos muchos ejemplos en la Biblia de lo que sucedía cuando la gente de Dios hacía lo que Dios le mandaba. Dios luchó por ellos y destruyó sus enemigos.166

EL RESULTADO DE LA REBELIÓN CONTRA LA VOLUNTAD DE DIOS, EL PROPÓSITO DE DIOS

Hay también muchos ejemplos en la Biblia de lo que sucedió cuando la gente del mundo se rebelaba contra Dios.167 En el Jardín de Edén, la raza humana completa se maldijo por desobediencia a Dios.168 En el tiempo de Noé, la raza humana completa fue ahogada, excepto ocho personas.169 Las ciudades de Sodoma y Gomorra fueron destruidas. Hay muchos otros ejemplos de la ira de Dios contra los que lo han desobedecido. Hay también muchas otras escrituras en la Biblia que dicen de la ira que se almacena para todos los que se han rebelado o rebelarán contra Dios en el pasado, el presente, y el futuro.170

Está escrito, “El que viola la ley de Moisés [pacto] por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente [fueron empedrados a muerte]. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto [NUEVO PACTO] en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia [poder]? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza,Yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez, el Señor juzgará a Su pueblo. ¡Ho-rrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!” (He. 10:28-31). Hoy día, en el NUEVO PACTO, Dios a veces permite que se acumulen, se amontenen, los pecados, sin que Él inmediatamente mate a la gente obstinada y rebelde usando una de Sus plagas.171 Pero por tu cruel terquedad e impenitencia de corazón atesoras para ti mismo [ustedes pecadores no arrepentidos] ira e indignación para el día de ira y de indignación, cuando el juicio, la justa condenación por Dios, será revelada. Porque Él le rendirá a cada hombre conforme a sus obras, así como merecen sus hechos: para aquellos que perseveran en bien hacer, surgiendo de piedad, buscan gloria y honra y la bendición de inmortalidad, Él les dará vida eterna. Pero aquellos que son egoístas y tercos y no obedecen a la Verdad, sino que responden a la malvedad, habrá ira e indignación. Y habrá tribulación y angustia y calamidad y restricción para cada alma humana que hace mal habitualmente, el judío primeramente y también el griego, el gentíl. Pero gloria y honra y paz será recompensada para todos que hacen bien habitualmente, al judío primeramente y también al griego, gentíl. Porque Dios no demuestra ninguna parcialidad, ningún favor indebido ni injusticia; con Él un hombre no es diferente al otro [una nacionalidad no es diferente a la otra, el judío o el gentíl] (Ro. 2:5-11 griego orig.).172

Dios pronto va a destruir el mundo entero con fuego debido a la pecaminosidad que existe hoy en día.173 Sin embargo, Dios todavía extiende Su misericordia a los que están en cautiverio del pecado, Satanás, y su culto romano gubernativo del cuarto reino mundial vaticanato con todas sus muchas ramas.174 Él dice, “Salid de ella, pueblo Mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el Cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades” (Ap. 18:4-5).175

El Señor dice, “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo” (1 Juan 2:15-16). “No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos” (Is. 57:21). ¿Cómo pueden los hombres que son malvados alcanzar paz en el Medio Oriente, para que hablar de paz mundial, cuando no hay paz para el malvado? Dios no destruirá a los enemigos de aquellos que no se conforman a Sus condiciones.

LA IMPORTANCIA DEL NUEVO PACTO PARA LA HUMANIDAD

El Nuevo Pacto o el Nuevo Testamento es la base de toda vida espiritual.176 Por nuestra aceptación del Nuevo Pacto, el Nuevo Testamento, estamos aceptando la capacidad de caminar en el Espíritu de Dios. Ésta es la cosa más importante del universo entero para nosotros. “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” (Ro. 8:1). Sólo el remanente de Israel, que se convertirá en Israel espiritual al aceptar el Nuevo Pacto, sobrevivirá para vivir en paz cuando Dios cumpla las escrituras de Zacarías y de Ezequiel en Israel.177 Estos son los “elegidos” de Dios mencionados en Apocalipsis 7:4-8.

El Nuevo Pacto, el Nuevo Testamento, se menciona a través de toda la Biblia.178 Santiago 4:4 declara, “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra [odio hacia] Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo se constituye [adopta su posición como] enemigo de Dios.” Dios el Mesías dijo, “El que no es Conmígo, contra Mí es” (Mt. 12:30), y “Vosotros sois Mis amigos, SI hacéis lo que Yo os mando” (Juan 15:14). ¿Está la gente del mundo haciendo las cosas que Dios les dice que hagan? No, ellos no están haciendo nada de lo que Dios el Mesías les dice que hagan. ¿Qué es su destino? Déjelos que lean la Biblia para que vean ellos mismos.

“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados [el diccionario Webster y otros definen la palabra ‘afeminada’ como describiendo a hombres con notables carácteres femeninos, así como homosexuales. La homosexualidad es ‘una sexualidad típica caracterizada por la manifestación del deseo sexual hacia un miembro de su propio sexo. Actividad erótica con un miembro de su propio sexo; lesbiana: una mujer homosexual,’ un espíritu demoníaco. Ellos hacen esto porque odian el plan de Dios, que es ‘fructificad y multiplicaos; llenad la tierra’ (Gn. 1:28). Ellos odian a Dios.], ni los que se echan con varones [abusadores de sí mismos, que el diccionario Webster y otros definen como los que practican el auto-engaño, la masturbación, y auto-contaminación, tal como usar drogas, alcohol, y tales otras cosas que destruyen la mente, el cuerpo y el alma humano, el cuerpo humano el cual Dios creó en Su imagen para Sí Mismo para Él vivir y trabajar], ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes [los maldicientes son los que desdeñan a Dios, los que demuestran su odio hacia Él y los que son de Él, usando verbalmente lengua abusiva hacia ellos], ni los estafadores [tal como el Servicio de Impuestos Internos o IRS, que son estafadores comprobados.179 La defini­ción de un estafador en el diccionario Webster es ‘técnicamente, ley, la ofensa cometida por un oficial que ilegalmente, por color de su posición, demanda y coge dinero u otras cosas de valor que no es debido.’ Según la Palabra de Dios, ningunos de éstos], heredarán el Reino de Dios [porque son aborrecedores de Dios y opresores de la gente de Dios]” (1 Co. 6:9-10).

Apocalipsis 21:8 nos dice que “Los cobardes e incrédulos, los abominables [el diccionario de Webster dice que la palabra ‘abominable’ aplica a aquellos de los cuales quieres retroceder porque son detestables, repugnantes ante los ojos de Dios, odiosos al grado extremo, y muy aborrecibles, tales como los que creen en cosas abominables como la pornografía, que, según Dios, jamás debería haber sido permitido bajo el Acto de Libertad de Discurso. Aquellos que creen que se le debe dar al mal el mismo lugar que la piedad son abominables, malvados, y repugnantes ante los ojos de Dios. Éstos son individuos abominables; son miembros de la ‘MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA,’ romana la cual Dios odia (Ap.17:5).180 Todos éstos pasarán la eternidad en el lago de fuego], y homicidas [incluyendo los abortistas, y los que tienen abortos], los fornicarios [hombres que confraternizan con rameras y prostitutas o que se dan a la lascivia, a la maldad, a la pornografía, a la homosexualidad, y a la bisexualidad. Ésta son gente que corrompen a otros, tales como los homosexuales, aquellos que seducen a gente a la maldad, y los que escribieron y pusieron en práctica las nuevas leyes que aprueban tal lascivia abominable como la pornografía de niños. Esto también incluye a los liberales, que creen que las nuevas leyes los dejan libres para pecar, para ser abominable. Ellos creen que no serán juzgados por Dios como injustos en el día del juicio, aunque son demoníacos con sus ideas lascivas y satánicas.181] y hechiceros [los que usan el poder que ganan por la ayuda o el control de espíritus malvados, especialmente para adivinar, así como los que practican la adivinación por magia negra, necromancia, y brujería.182 La mayoría de la gente no cree que son posesiones del diablo ni piensan que van a estar en el lago de fuego por la eternidad. Qué horriblemente sorprendidos estarán el día del juicio. Le corresponde a los hijos de Dios, ‘los hijos de Dios,’183 mostrarles, por la Palabra de Dios, su maldad con las esperanzas que reciban el Nuevo Pacto por la sangre de Dios el Mesías184 antes de que sean tirados de este mundo y tengan que pasar la eternidad quemando en agonía en el lago de fuego sin descanso, nada de comer o beber, y sin medicación para parar el dolor, que aumentará constantemente cada momento que estén ahí.185 Una vez más, el lago de fuego jamás termina.186 Es por siempre jamás], los idólatras [los que adoran cualquier cosa o cualquier persona excepto a Dios] y todos los mentirosos [incluyendo a los que dicen ser Cristianos] tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.”

La primera muerte es cuando morimos al mundo para ser resucitados espiritualmente a la vida espiritual del reino de Dios.187 La segunda muerte es cuando una persona vuelve al mundo después de haber sido salva y comienza a vivir una vida pecaminosa de nuevo.188 Entonces son echados al Infierno, al lago de fuego, porque los que han regresado de nuevo a una vida de descuido, una vida de pecado, “pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del [Nuevo] Pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia [poder de Dios]” (He. 10:29). El diccionario Webster dice que “afrenta” significa “desdeñar.” Es decir, desdeñan “la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús” (Ro. 8:2). Aman caminar según el espíritu del diablo en su carne. Esto quiere decir que desdeñan el Espíritu de Dios. Aman este mundo actual más que el mundo venidero.189 El lago de fuego, con una eternidad de penumbra, dolor, angustia, ardor, y ningún placer en absoluto los está esperando.190 Una vez más, “Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, Yo daré el pago, dice el Señor… ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!” (He. 10:30-31).

Solamente la Biblia nos dice qué condenador es el pecado. Si la gente del mundo no sabe qué es pecado, es porque el diablo le ha quitado las Biblias. Por eso no pueden saber lo que el término “arrepentir de sus pecados” significa. La Biblia dice, “Antes si no os arrepentís [de tus pecados], todos pereceréis igualmente” lo cual significa que seguramente todos ustedes pasarán la eternidad en el lago de fuego (Lc.13:3).191 Esto quiere decir arrepiéntete de tus pecados, o pasarás la eternidad en el Infierno, el cual será echado en el lago de fuego.191A “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a Aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en Aquel de Quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados [por la Palabra de Dios y con la Palabra de Dios]? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías191B dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? Así que la fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios. Pero digo: ¿No han oído? Antes bien, por toda la tierra ha salido la voz de ellos, y hasta los fines de la tierra sus palabras. También digo: ¿No ha conocido esto Israel? Primeramente Moisés dice: Yo os provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo; Con pueblo insensato [las naciones gentiles] os provocaré a ira. E Isaías dice resueltamente: Fui hallado de los [gentiles] que no Me buscaban; Me manifesté a los que no preguntaban por Mí. Pero acerca de Israel dice: Todo el día extendí Mis manos a un pueblo rebelde y contradictor” (Ro. 10:13-21).

PROPÓSITO DE DIOS

El propósito de Dios es vivir en los hombres, haciéndolos Dios-hombres.192 Dios quiere unirse con nosotros para que Su propósito sea cumplido. La intención o el propósito de Dios es que tengamos Su vida y Su naturaleza. Dios quiere que seamos como Él.193 El propósito de Dios es hacernos “hijos de Dios” (Juan 1:12). Los únicos que Dios permitirá entrar al Cielo son los Dios-hombres, los que permiten que el Espíritu de Dios sea mezclado con sus espíritus.194 La intención de Dios es que seamos un cuerpo de gente corporativo, un cuerpo glorificado de Dios-hombres que Él pueda llamar Su iglesia glorificada, Su Novia, la Nueva Jerusalén.195 “Según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos Suyos por medio de Jesucristo, según el puro efecto de Su voluntad” (Ef. 1:4-5). Dios quiere que seamos glorificados. “Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó” (Ro. 8:30). Esta es la razón por la cual Dios nos creó en Su imagen (Gn. 1:27).

Tenemos que darle toda nuestra lealtad a Dios si queremos que Dios nos dé toda Su lealtad.196 Tenemos que darle a Dios todo nuestro corazón, toda nuestra alma, mente, y fuerza si queremos que Él nos dé todo Su corazón, alma, mente, y fuerza.197 Entre más quieras que Dios esté en ti, que luche por ti, destruya tus enemigos, y te bendiga de otras maneras, más tendrás que morir totalmente al mundo y vivir para el Señor.198 Cuando los judíos acepten el Nuevo Pacto a través de Jesús y la sangre que Él virtió por ellos, nacerán de nuevo del Espíritu. Tendrán compañerismo con Dios, y lo conocerán.199 Una vez más, Dios es el único que puede traer paz en el Medio Oriente para ellos.

La Biblia nos dice que, “No todos los que descienden de Israel son israelitas” (Ro. 9:6). Sin embargo, habrá un remanente, ciento cuarenta y cuatro mil hombres, mujeres y niños judíos en Israel, que le darán sus corazones a Dios y fuera del mundo.200 Sino, Dios jamás hubiera predicho que Él procuraría “destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén [y por todo Israel]” “bien que todas las naciones de la tierra se juntaran contra ella” (Zac. 12:9, 3).

Si yo fuese una persona entrometiéndome en los negocios de Israel, como tanta gente está haciendo hoy, sacaría mi nariz de allí bien rápido, apartaría mi corazón del mundo y hacia el Señor, y recibiría la vida y el poder de Dios en mí. Entonces sería bendecido en este mundo, y bendecido eternamente en el Cielo.201

Lo que he dicho en esta literatura no es mi opinión ni la opinión de cualquier otra persona. Es la verdad de lo que Dios dice. La destrucción de los enemigos de Israel ocurrirá tan pronto que Israel espiritual acepte el Nuevo Pacto de Dios. La Palabra de Dios es verdad, y las promesas de Dios son verdaderas.202 Lo que Él ha prometido seguramente pasará.

Las condiciones en el Medio Oriente no pueden seguir más. Dios quiere hacer un movimiento para Israel. Israel, vuelve a Dios ahora. Recibe a Dios el Mesías, el que cumplió más de 333 profecías para probar que Él es el único Mesías, para que Él pueda traer paz para ti en el Medio Oriente. Reconoce el Nuevo Pacto, Dios el Mesías, y Su sangre. Si lo haces, Él no te destruirá a ti ni a tu primogénito. Cuando Él vea la sangre de Jesús en tu alma, Él pasará sobre ti.203

Te deseo shalom, shalom. Mis oraciones están contigo, Jerusalén, así como con todo Israel espiritual. Estoy orando por la paz de Jerusalén (Sal. 122:6), que significa que estoy orando que Dios destruya a sus enemigos. Yo sé que mis oraciones serán contestadas, porque Él dijo que Él los va a destruir. Cuándo sucederá depende de ellos. Cuanto más pronto acepten el Nuevo Pacto, Dios el Mesías, Dios que vino al mundo como un hombre, virtió Su sangre por ellos, murió y fue resucitado por ellos, y se convirtió en un Espíritu dador de vida ambos para entrar en ellos, vivir y obrar en ellos, más pronto Dios los bendecirá de toda manera. Tan pronto comiencen a reflejar la gloria de Dios, Dios se levantará en Su furia para destruir a sus enemigos. Una vez más, así es que la paz vendrá para Israel en el Medio Oriente. En cuanto a los demás, aquellos del mundo, de nuevo, Dios dice, “No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos” (Is. 57:21).

Si quieres aceptar el Nuevo Pacto para que Dios sea tu Dios y tú seas uno de Su pueblo, di esta oración:

Oración

Mi Señor y mi Dios, ten misericordia de mi alma pecadora.1 Yo creo que Jesucristo es el Hijo del Dios Viviente.2 Creo que Él murió en la cruz y derramó Su preciosa sangre por el perdón de todos mis pecados. 3 Creo que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos por el poder del Espíritu Santo4 y que Él está sentado a la mano derecha de Dios en este momento, escuchando mi confesión de pecado y esta oración. 5 Abro la puerta de mi corazón, y Te invito en mi corazón Señor Jesús. 6 Lava todos mis pecados sucios en la preciosa sangre que Tú derramaste por mí en la cruz del Calvario. 7 Tú no me rechazarás, Señor Jesús; Tú perdonarás mis pecados y salvarás mi alma. Lo sé porque Tu Palabra, así lo dice. 8 Tu Palabra dice que Tú no rechazarás a nadie, y eso me incluye a mí.9 Por eso, sé que me has escuchado, sé que me has contestado, y sé que soy salvo.Por eso, sé que me has escuchado, sé que me has contestado, y sé que soy salvo.10 Y Te doy gracias, Señor Jesús, por salvar mi alma, y Te mostraré mi agradecimiento haciendo como Tú mandas y no pecar más. 11

Usted acaba de completar el primer paso en una serie de cinco pasos que se requieren para recibir la salvación. Su segundo paso es negarse a sí mismo y aceptar la cruz cada día con el propósito de mortificarse, es decir, para darle muerte a su propia voluntad, a su ser autosuficiente, y al mundo con todos sus deseos. Todos estos tienen que ser bautizados en la muerte de Cristo. El tercer paso es su resurrección de la vida satánica de Adán a la vida libre de pecados de Cristo. El cuarto paso es su ascensión a una posición de autoridad para reinar por Dios en la tierra, y el quinto paso es reinar por Dios en la tierra hasta el fin con el propósito de traer el reino del Cielo a la tierra. Usted tiene que aprender la Palabra de Dios, luego someterse y hacer lo que la Palabra dice, para que la Iglesia y el mundo puedan ver pruebas de su sumisión a la Palabra de Dios, Su orden, y Su autoridad en usted y por usted.
Alabado sea el Señor. Que Dios lo recompense abundantemente.

Pastor Mundial Tony Alamo


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© Propiedad literaria septiembre, 2002
Todo derecho reservado Pastor Mundial Tony Alamo ® Registrado septiembre, 2002


Notas del "PAZ EN EL MEDIO ORIENTE LA ÚNICA SOLUCIÓN":vuelva arriba

1 Ap. 5:5 vuelva

1A 2 S. 5:6-7, 1 R. 11:36-37, 15:4, 2 Cr. 6:6, Sal. 48:1-2, Zac. 8:3 vuelva

2 Ap. 3:12, 21:2-3, 9-27 vuelva

3 Ex. 12:3-8, 12-13, Sal. 145:18-20, Jer. 31:31-34, Jl. Cap. 3, Sof. 2:1-11, 3:8, 11-13, 19-20, Zac. 8:1-8, 13, 20-23, Caps. 12-13, Mal. 3:1-6, Mt. 26:26-28, He. Caps. 8-9, 10:1-22, 12:24, 13:20-21 vuelva

4 Ez. 38:19-23, Dn. 2:29-45, 7:3-12, 17-27, Zac. 12:2-5, 14:12, Ap. Cap. 13, 14:9-11, 16:1-2, 10-11, 13-14, 19-21, Cap. 17, 18:1-10, 15-19, 24, 19:11-21, 20:7-10 vuelva

5 Ez. Caps. 38-39, Zac. Caps. 12, 14, Ap. 20:7-10 vuelva

6 Ez. 39:26, :13, Zac. 8:1-8, 11-15, 2:4-5, 10-12 vuelva

7 Dn. 2:29-45, 7:3-12, 17-27, 2 Ts. 2:3-10, Ap. Cap. 13, 14:8-11, 16:1-2, 13-21, Cap. 17, 18:1-10, 15-19, 19:1-3, 17-21, 20:4, 8-10 vuelva

8 Is. 2:4, Ez. 34:25, 39:26, Sof. 3:13, 15-17, Zac. 14:11 vuelva

9 Sal. 40:6-7, Jer. 31:31-34, Jl. 3:16-21, Zac. 8:1-8, Mal. 3:1-6, Mt. 26:26-28, Ro. 11:1-5, 7-8, 12, 15, 23-24, 1 Co. 5:7-8, He. 8:4-13, Cap. 9, 10:1-22, 12:18-24, 13:20-21, Ap. 7:2-8 vuelva

10 Ex. 32:1-8, 15-16, 19, Dt. 9:8-12, 16-17, Sal. 106:19-22 vuelva

11 Nú. 11:4-6, 14:1-4 vuelva

12 Ex. 32:7-14, Dt. 9:13-29, Sal. 106:19-23 vuelva

13 Gn. 3:15, 17:1-7, Is. 42:6-7, Jer. 31:31-34, Ez. 36:26-27, Zac. 2:10 vuelva

14 Ez. 36:26-27, Lc. 12:12, Jn. 14:15-20, 23, 26, 15:1-11, 26, 16:7-14, 17:21-23, 26, Ro. 8:1, 10-11, 1 Co. 3:9, 16-17, 6:19-20, 15:10, 2 Co. 6:16-18, Gá. 2:20, Ef. 2:18-22, 3:16-17, Fil. 2:13, He. 8:10, 1 Jn. 2:27, 3:6, 24 vuelva

15 Is. 9:6-7, 53:2-12, Mt. 10:37, Mr. 10:29-30, Jn. 14:2-3, 8-20, 15-20, 15:14, Ro. 8:11, 1 Co. 3:16-17, 2 Co. 6:16, Ef. 2:21-22, He. 8:10, 1 Jn. 2:5-8 vuelva

16 Jn. 1:12, Ro. 2:28-29, 3:30, 4:8-25, 8:14-17, Gá. 3:16, 20, 26-29, 4:3-7, 5:16, 6:15, Ef. 2:11-22, Fil. 3:3, Col. 1:12-13, 2:9-15, 3:9-11, Tit. 3:3-7, Stg. 2:5, Ap. 21:6-7 vuelva

17 Ro. 3:25, 5:9, Gn. 4:3-5, 9:4, Lv. 16:5, 7-10, 21-22, Dt. 12:23, Sal. 40:6-8, Is. 53:5-11, Jer. 31:31-34, Mt. 26:27-28, 27:3-4, 24, 29, Mr. 14:24, Lc. 22:20, 44, Jn. 1:29, 6:53-56, 63, 14:15-20, 23, 26, 19:34, Hch. 20:28, 1 Co. 5:7, 10:16, 11:25, 27, 2 Co. 5:21, Ef. 1:7-12, 2:13, 5:2, Col. 1:14-17, 20, He. 8:8-12, 9:7-25, 10:1-14, 28-29, 12:24, 13:11-12, 20, 1 P. 1:2, 19, 1 Jn. 1:7, 5:6, 8, Ap. 5:6, 9, 7:14, 12:11, 19:13 Mt. 27:3-4, 24, Lv. 17:11, 14 vuelva

18 Mt. 26:28, Jn. 6:51, 53-56, Ro. 3:22-26, 5:8-21, Ef. 1:7, 2:5-13, Col. 1:14, 20-23 vuelva

19 Is. 29:24, Jer. 31:31-34, 50:4-6, 51:4-5, Dn. 9:24-27, Os. 3:5, 6:1-3, Zac. 8:23, 10:6, 12:10-11, Ro. 9:27-33, 11:1-5, 7-8, 12, 15, 23-24, 2 Co. 3:14-17, Ap. 7:2-8 vuelva

20 Dt. 4:9-10, 24-40, Jos. 23:10, 2 Cr. 7:14, Sal. 1:5-6, 2:1-9, 3:6, 4:8, 23:4-5, 37:12-13, 50:14-15, Cap. 60, 80:18-19, 86:5-7, 91:15-16, 107:10-14, 145:18-19, Pr. 1:24-32, Is. 5:11-14, 14:9-11, 54:17, Ez. Caps. 38-39, Jl. 3, Sof. 2:1-11, 3:12-13, Zac. 8:1-8, 11-15, Caps. 12-13, Mt. 3:12, 10:28, 13:24-30, 23:33, Ro. 8:31, Ef. 5:5-6, 2 P. 2:4-9, Ap. 2:26-27, 8:7-12, 9:1-11, 13-19, 12:1-6, 16:2-4, 8-14, 17-21, 20:11-15, 21:1-8, 22:11, 15 vuelva

21 Dn. 7:9-11, 9:24-27, 12:2, Sof. 2:1-11, 3:12-13, Zac. 8:1-8, 11-15, Caps. 12-13, Mal. 3:2-6, Mt. 25:31-46, Jn. 11:25, Ro. 6:4-5, 8:11, 9:27-33, 11:1-5, 7-8, 12, 15, 23-27, 2 Co. 3:14-17, Ef. 2:1, 5-6, Col. 2:12, 3:1-4, He. 8:8-13, 10:16, Ap. 7:2-8, 20:11-13 vuelva

22 Gn. 6:1-8, 11-18, Cap. 7, 18:20-21, 19:1-29, ex. Cap. 32, Nú. Cap. 16, 26:9-10, Jos. Cap. 7, 22:20, Jué. 2:11-19, 3:7-31, Caps. 4, 6, 10:6-18, 11:1-33, Sal. 89:30-32, 38-45,106:17-46, Mt. 21:32, Hch. 5:1-11, Ro. 1:21-32, 8:6-8, Gá. 5:19-21, Ef. 4:17-19, 2 Ts. 2:8-12, Stg. 4:4, Jud., Ap. 2:20-24, 8:7-12, 9:1-11, 13-19, 16:2-4, 8-12, 14 vuelva

23 Dt. 4:9-10, 24-40, 28:1-3, 8-10, 2 Cr. 7:14, Sal. 50:14-15, Cap. 60, 106:6-48, 107:10-14, 16-20, 145:18-19, Os. 3:4-5, Jl. 3, Sof. 2:1-11, 3:12-13, Zac. 8:1-8, 11-15, Ro. 10:8-17, 11:1-5, 7-8, 12, 15, 23-24, 2 Co. 3:14-17 vuelva

24 Jer. 23:3-4, Ez. 34:11-16, Jn. 18:39-40, 19:6-7, 12, 15-21, Ro. 9:27-33, 11:1-5, 7-8, 12, 15, 23-24, 2 Co. 3:14-17, Ap. 7:2-8 vuelva

25 Gn. 12:1-3, 17:1-22, 22:15-18, 26:1-5, Ex. 6:4-8, Lv. 26:44-45, Dt. 4:30-40, 7:6-12, 1 R. 8:23, Sal. 111:5-9, Is. 54:7-17, Mic. 7:8-10, 15-20, Lc. 1:67-75, He. 6:12-20 vuelva

26 Ex. 12:3-14, 21-28, Dt. 16:1-8, Zac. 9:11, Mt. 5:17-18, 26:26-28, Lc. 22:15-20, 1 Co. 11:23-29, 13:12 vuelva

27 Lv. 26:12, Jer. 24:7, 30:22, 32:38, Ez. 11:20, 37:27, 2 Co. 6:16 vuelva

28 Ex. 12:11-13, 21-24, Is. Cap. 53, Jn. 1:29, Hch. 8:32-35, 1 P. 1:18-21vuelva

28A Mt. 1:21, 25 vuelva

29 Is. 7:14-15, 9:6-7, Mt. 1:1-18, Lc. 2:6-7, 11-12, Jn. 1:1-3, 10-14, 1 Ti. 3:16, Tit. 2:11-14, He. 2:14 vuelva

30 Jn. 4:23-24, 5:21, 6:63, 12:23-24, 27-28, 32, 14:16-21, 23-29, 15:1-11, 26, 16:7-11, 20-26, 17:1-5, 10-13, 20-23, Ro. 4:7, 8:1, 10-11, 26-28, 1 Co. 15:21-22, 45-49, Gá. 2:20, Ef. 3:16-21, Col. 1:27-29, 1 Ti. 6:13, He. 9:15-17, 1 Jn. 3:5-6, 9, 24, 5:7, 20, Ap. 1:18, 3:19-22 vuelva

31 Is. 52:14, 53:4-12, Dn. 9:26, Mt. 20:28, 26:28, Mr. 8:31, Lc. 9:22, 22:15, 37, Jn. 5:46, 10:11, 15-17, 12:24, 15:13, 1 Co. 15:3-4, Gá. 4:4-5, 1 Ti. 2:6, Ap. 1:5 vuelva

32 1 Cr. 29:11, Job 12:13-16, Cán. 2:1, Jer. 5:22, 10:12-13, 32:17, 27, Dn. 2:20-22, Mt. 28:18, Jn. 10:11, 14:6, Ef. 1:19-23, 3:20-21, Col. 2:9-10, Ap. 1:8, 22:16 vuelva

33 Ex. 12:3-14, 21-30, Mt. 5:17-18, 26:26-28, Lc. 22:15-20 vuelva

34 Gn. 2:9, 16, Dt. 8:3, Jer. 3:15, Mt. 4:4, Jn. 6:53-58, Ap. 2:7 vuelva

35 Ez. 36:27, Jn. 1:10-12, 5:21, 6:63, 17:20-24, Ro. 4:7, 8:9, 11, 14-17, 29-30, 1 Co. 3:16-17, 6:15-17, 15:45, 2 Co. 5:17-19, Gá. 3:26-29, 4:4-7, Fil. 2:13, Tit. 3:4-7, 1 Jn. 3:1-2 vuelva

35A He. 9:7 vuelva

36 Is. 53:7-12, Dn. 9:24-26, Zac. 9:11, 13:1, Mt. 20:28, 27:35, Jn. 1:29, 3:14-17, Hch. 3:15, 7:52, 8:32, Ro. 3:24-25, 4:25, 5:6-11, Col. 2:14-15, 1 Ts. 5:9-10 vuelva

37 Sal. 16:10, Dn. 12:2-3, Os. 13:14, Lc. 20:35-36, Jn. 5:28-29, 6:39-40, 44, 54, 11:25, Hch. 2:27, 31, Ro. 8:11, 14-17, 1 Co. 15:45 vuelva

38 Ez. 36:24-28, Jn. 1:10-12, 10:3-5, 9, 16, Ro. 8:1-4, 9-11, 14-18, 29-31, Gá. 3:26-29, 4:4-7, Fil. 2:13-16, 1 Ti. 6:13, Tit. 3:4-7, He. 2:10-13, 1 Jn. 3:1 vuelva

39 Ro. 8:29, 1 Co. 15:23, He. 2:11, Stg. 1:18, Ap. 14:4 vuelva

40 Is. 52:10, 15, 56:1, 6-8, Mt. 24:14, Mr. 16:15, Lc. 2:10-11, 31-32, 3:6, 13:29, 24:47, Jn. 3:16-17, Hch. 2:39, 13:26, 38-39, 47, 15:7-9, 11, 20:21, 28:28 vuelva

41 Ro. 10:19, 11:11 vuelva

42 Ex. 24:12, 31:18, 32:16 vuelva

43 Is. 30:21, Ez. 36:27, Lc. 12:12, Jn. 14:15-20, 23, 26, 15:1-11, 26, 16:7-14, 17:21-23, 26, Ro. 8:1, 10-11, 1 Co. 3:9, 16-17, 6:19-20, 15:10, 2 Co. 6:16-18, Gá. 2:20, Ef. 2:18-22, 3:16-17, Fil. 2:12-13, He. 8:10, 1 Jn. 2:27, 3:6, 24 vuelva

44 Mal. 3:1-4, 2 Co. 3:2, 6, He. 8:7-13, 10:1-22 vuelva

45 Dt. 18:15, 18, Jer. 31:31-34, Mt. 26:28, Jn. 3:14-16, 6:33, 35, 40, 47-58, 10:10, 11:25-26, 14:6, 19-21, 23, 17:2-3, 20:31, Ro. 8:10, He. 8:4-13, 9:16-28, 12:18-24, 13:20, 1 Jn. 1:1-2 vuelva

46 Is. 1:18, Mt. 26:28, Hch. 20:28, Ro. 3:24-26, 5:6-11, Ef. 1:7, 2:13-18, He. 10:19, 13:12, 20-21, 1 P. 1:18-20, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 vuelva

47 Sal. 37:37, 119:65, Pr. 3:24, Is. 9:6, 12:1-2, 26:3, Lc. 1:79, 2:14, Jn. 14:25-28, 16:33, Ro. 5:1, 8:6, 14:17, 15:13, Gá. 5:22, Ef. 2:14-17, Fil. 4:7-9, Col. 1:20, He. 2:14-15 vuelva

48 Is. 59:19, Mt. 5:48, 7:24-25, Jn. 14:18-20, Ro. 6:4-14, Gá. 5:16, Ef. 6:10-11, 13-18, Fil. 1:6, 9-11, 2:12-13, 15, 4:13, Col. 2:9-15, He. 2:18, 13:5, 20-21, 1 P. 1:3-5, 5:10, 1 Jn. 3:5-9, 5:18-20 vuelva

49 Is. 57:15, Mt. 18:20, Jn. 6:56, 14:20-23, 15:7, 17:21, Ro. 1:9, 8:14-16, 26-27, 1 Co. 1:9, 6:17, 2 Co. 6:16, 13:14, 1 Jn. 1:1-4, 6-7, 3:6, 24, 4:13, 5:12, 20, Ap. 3:20, 21:3 vuelva

50 Is. 30:21, Jer. 33:3, Mt. 11:25-27, Ro. 11:33-34, 1 Co. 2:6-16, 2 Co. 4:6, Ef. 3:16-19, Col. 1:26-27, 2:1-3, 1 Jn. 2:20, 27, Ap. 2:17, 28 vuelva

51 Ez. 36:27, Jn. 1:4, 14:15-20, 23, 26, 15:1-11, 26, 17:21-23, 26, Ro. 8:10-11, 1 Co. 15:10, Gá. 2:20, Fil. 2:13, Col. 1:27-29, 2 Ti. 1:14, 1 Jn. 5:12 vuelva

52 Lc. 12:11-12, Jn. 4:25-26, 6:63, 10:3-4, 14:26, 16:13-14, 1 Jn. 2:20, 27 vuelva

53 Is. 65:24, Mt. 6:8, 7:7-11, 18:19-20, 21:22, Lc. 11:13, 18:7-8, Jn. 9:31, 14:13, 15:7, 16, 16:23-26, Ef. 2:18, 3:20, He. 4:16, 10:22, 1 Jn. 3:22, 5:14 vuelva

54 Mt. 10:16-20, Lc. 1:68-74, 10:17-20, Fil. 3:18, 2 Ts. 3:1-3, 2 Ti. 4:16-18, 2 P. 2:4-13, Ap. 8:3-5, Cap. 12 vuelva

55 Sal. 37:11, Jn. 16:15, Ro. 8:16-17, 32 veulva

56 Ez. 36:27-28, Jn. 1:10-12, 10:3-5, 9, 16, Ro. 8:1-4, 9-11, 14-18, 29-31, Gá. 3:26-29, 4:4-7, Fil. 2:13-16, Tit. 3:4-7, 1 Jn. 3:1 vuelva

57 Mt. 7:15, Lc. 10:3, 16, 19, Jn. 10:1-5, 14, 26-29, 14:15-17, 16:13 vuelva

58 Pr. 3:25-26, Mt. 8:12, Ef. 4:14, 2 Ti. 3:13 vuelva

59 Ecl. 9:3, Mt. 26:41, Jn. 6:63, 14:6,15:5, Ro. 3:10-18, 5:6-9, 14, 7:14-25, 8:1-14, 37, 1 Co. 2:14, 2 Co. 3:5, Fil. 2:12-13 vuelva

60 Ro. 8:6-8, 1 Co. 2:6-16, 3:18-20, 8:2, 2 Co. 4:3-4 vuelva

61 Sal. 66:18, Pr. 15:8, 28:9, Is. 59:2, Jn. 9:31, Ro. 8:7-8, 1 Co. 10:21, Stg. 4:4 vuelva

62 Mt. 13:31-32, Lc. 9:22-25, Jn. 3:3-7, 12:24-26, Ro. 6:4-13, 8:1, 5-8, 2 Co. 5:17, Ef. 4:22-24, Col. 2:11-12 vuelva

63 Mt. 10:37-39, 13:44-46, 16:24-26, Lc. 14:26-27, 33, Ro. 12:1, 13:14, 1 Co. 9:26-27, 15:30-31, Gá. 2:20, 5:16-17, 24-25, 6:14-17, Fil. 2:3-8, 3:7-9, Col. 3:1-17, 1 P. 4:1-2, Ap. 12:11 vuelva

64 Ro. 6:5-7, 2 Co. 5:17, Gá. 2:20, 6:14, Ef. 4:22-24, Col. 3:9-10, 1 Jn. 2:15-17 vuelva

65 Mt. 18:3, Jn. 3:3, 5-6, 5:24, Ro. 6:1-14, 8:1-14, 35-37, Ef. 2:1, 5-6, Col. 2:10-13, 1 P. 1:3, 23 vuelva

66 Ecl. 12:13, Mr. 12:30-31, Lc. 9:23, Ro. 6:4-13, 8:1, 1 Co. 15:42-49, 12-14, 12:1-2, Ef. 4:23-25, Stg. 4:4, 1 Jn. 2:15-16 vuelva

66A Ro. 6:1-11, 7:4-6, 8:9, 11, 1 Co. 15:22, Gá. 2:20, 6:14, 16-17, Ef. 2:1-6, Fil. 3:10-11, Col. 2:10-15 vuelva

67 Jn. 1:1-4, 9-14, 1 Co. 3:9, 16-17, 6:19-20, 2 Co. 6:16-18, Ef. 2:18-22, Ap. 21:3 vuelva

68 Ez. 36:27, Jn. 1:4, 14:15-20, 23, 26, 20:22, 1 Jn. 5:12 vuelva

69 Jn. 16:7, Ro. 8:9-11, 1 Co. 3:16-17, 2 Co. 6:16-18, Ef. 2:21-22, Ap. 3:12 vuelva

69A Ez. 36:27, Jn. 14:15-20, 23, 26, 15:1-11, 26, 17:21-23, 26, Ro. 8:1, 10-11, 26-28, 1 Co. 3:9, 16-17, 6:19-20, 2 Co. 6:16-18, Gá. 2:20, Ef.2:18-22, 3:16-21, Col. 2:9-10, He. 8:10, 1 Jn. 3:6, 24, 4:4, 5:12 vuelva

70 Jn. 3:3-6, 15:4-7, Hch. 1:8 vuelva

71 Lc. 24:49, Jn. 3:36, 4:14, 6:53-58, 2 Co. 13:5, 1 Jn. 5:11-12 vuelva

71A Lv. 4:22-35, 5:6-10, 16:6, 11-19, 17:11 vuelva

71B Lv. 4:20, 23, 5:6, 16:14-19 vuelva

71C Lv. 5:7, 12:8 vuelva

72 He. 9:1-15, 22, 28, 10:1-18 vuelva

72A Sal. 22:16, Is. 7:14, 9:6-7, Mt. 1:1-18, 23, Lc. 2:6-7, 11-12, 22:28, 42-44, Jn. 1:14, 29, 19:33-34, Gá. 4:4-7, Fil. 2:6-11, He. 2:14, 9:22 vuelva

72B Ex. 29:36 vuelva

72C Ro. 6:3-8, 11, 2 Co. 5:17, 7:1, Ef. 4:22-24, Col. 2:11-13, 1 Jn. 3:14 vuelva

73 Jn. 6:63, Ro. 8:11, 1 Co. 15:45, 1 P. 3:18 vuelva

74 Ez. 36:27, Jn. 1:4, 14:15-20, 23, 26, 17:21-23, 26, 20:22, Ro. 8:11, 2 Co. 6:16-18, Ef. 3:16-21, 2 Ti. 1:14, 1 Jn. 3:6, 24, 5:12 vuelva

75 Mt. 13:3-8, 18-23, Jn. 14:23, 15:7, 1 P. 1:22-25 vuelva

75A Ro. 6:10, He. 9:26-28, 1 P. 3:18 vuelva

76 Jn. 13:3-15 vuelva

77 Ro. 3:24-26, 4:25, 5:6-11, Gá. 1:3-4, 4:4-5, Ef. 1:7, 2:13-18, Col. 1:14, 19-22, He. 9:12-15, 25-26, Ap. 1:5-6 vuelva

78 Gn. 4:3-7, Ex. 29:36, Lv. 1:1-11, Cap. 4, 5:6-10, 16:6, 10-11, 15-19, 17:11, He. 9:22 vuelva

79 Sal. 46:4-5, Ez. 47:1-12, Jn. 3:5, 4:14, He. 10:22, 1 Jn. 5:8 vuelva

80 Zac. 13:1, Mt. 26:28, Ro. 3:24-26, 12:1, Ef. 5:26-27, He. 10:22 vuelva

81 Is. 32:1-3, Ez. 47:1-12, Mt. 26:26-28, Jn. 4:13-14, 6:53-63, 7:37-38, 15:3, 7, Ro. 7:4-7, 8:1-13, Ef. 5:26 vuelva

82 Hch. 2:38, 3:19, Ro. 10:8-10, 1 Jn. 1:9 vuelva

82A Is. 28:10, Mt. 5:14-16, Fil. 2:12-15, 3:12-17, 1 Ti. 4:12-16 vuelva

83 He. 10:8-12, 18-22 vuelva

84 Mt. 10:37-39, 13:44-46, 19:21, Lc. 14:26-27, 33, 18:29-30, 9:23, Jn. 12:25, Ro. 6:6, 8:12-13, 13:14, Gá. 2:20, Fil. 3:7-9, Col. 3:5, 2 Ti. 2:4 vuelva

85 1 Co. 15:45 vuelva

86 Is. 44:3-4, Zac. 4:6, Mt. 3:11, Lc. 24:49, Jn. 3:5-6, 4:14, 6:63, 7:38-39, 14:16-17, 26, Hch. 1:8, 2 Co. 3:6 vuelva

87 Mt. 18:20, Jn. 1:1-4, 12-13, 3:16, 10:27-29, 14:25-28, 15:7, 16:33, Ro. 3:24-26, 5:6-11, 6:23, 8:26-27, 14:17, 15:13, 2 Co. 6:16-18, Gá. 5:22-23, Ef. 1:7-14, 2:12-22, 3:16-19, Fil. 4:7-8, Col. 1:26-27, 2:1-3, 1 Jn. 2:20, 27, Ap. 2:17, 28 vuelva

88 Jn. 10:1-3, 7-9, 14:6, Ef. 2:11-18 vuelva

89 Sal. 23, Jn. 10:1-5, 10-16,14:15-21, 26-27, 15:26, He. 13:20, 1 P. 5:4, 2:21-25 vuelva

89A Is. 9:6, Mt. 1:23, Jn. 10:30, 37-38, 12: 44-45, 14:6-11, 13, 20, 23, 17:21-23, 26, 2 Co. 4:4, 1 Ti. 3:16, He. 1:2-3, 8-10, 1 Jn. 2:23, 5:7, 20, Ap. 1:8 vuelva

90 Ef. 2:11-22, 1 Ti. 2:3-6, He. 8:6, 9:11-15, 12:22-24 vuelva

91 Mt. 2:46-50, Lc. 11:27-28, Jn. 2:2-4, 1 Ti. 2:5-6, He. 12:24 vuelva

92 1 Cr. 28:9, 2 Cr. 6:14, 7:14, Jer. 2:32, 29:13, 31: 9-12, Jl. 2:12-13, 32, 2 Co. 3:14-16, 1 Jn. 1:1-3, 2:15-17 vuelva

93 Mt. 26:27-28, Mr. 14:24, Lc. 22:20, Jn. 6:53-56, 11:25, 14:15-18, 20-21, 23, 26, Ro. 8:11, 14-17, 1 Co. 6:19-20, 10:16, 11:25, 15:45, 2 Co. 6:16, Ef. 1:7-12, 2:19-22, Ap. 3:20 vuelva

94 Gn. 1:3-7, 9-12, 14-15, 20-21, 24-27, Jn. 1:1, 6:63, Ap. 19:13 vuelva

95 Jn. 8:12, 10:10, 27-28, 11:25, 14:19, 17:2-3, 20:31, Hch. 13:48, Ro. 5:17-21 vuelva

95A Jn. 15:5 vuelva

96 Pr. 3:6-7, 26:12, Ro. 8:5-8, 1 Co. 2:5-16 vuelva

97 Gn. 6:1-3, 5-14, 7:1, 7, 23, Ex. 12:29-42, Jué. 3:14-30, 4:14-23, 6:6-40, Cap. 7, 10:6-18, 11:32-33, Mt. 24:37-39 vuelva

98 Sal. 50:3-4, Dn. 7:9-10, 2 Ts. 1:7-8, He. 12:29, 2 P. 3:3-7, 10-12, Ap. 6:15-17 vuelva

99 Gn. 1:26-31, 9:6, 1 Co. 11:7, Col. 3:10 vuelva

100 Gn. 1:26-27, Lc. 24:49, Jn. 3:16-17, 14:15-21, 23, 26, 15:26, 16:7, Hch. 1:8, Ro. 8:14-17, 29-30, 12:1-2, 1 Co. 2:16, He. 12:1-2 vuelva

101 Jn. 4:14, 6:63, Ro. 8:2-4, 9-11, 13-16, 1 Co. 3:1-17, 6:19-20, 2 Co. 3:5-6, 6:16, Gá. 5:25, 6:8, Ap. 22:17 vuelva

102 Ez. 36:27, Jn. 14:15-20, 23, 17:21-23, Ro. 8:1, 10-11, 11:16, 1 Co. 3:9, 16-17, 6:19-20, 15:10, 2 Co. 5:17-21, 6:16-18, Gá. 2:20, 3:26-29, Ef. 2:18-22, Fil. 2:13, Col. 1:27-29, 2:9-10, 2 Ti. 1:14, 1 Jn. 4:4, Ap. 3:10-21 vuelva

103 Ex. 3:1-12, Dt. 34:9-12, Jos. 1:5-9, Sal. 23, 3:6, 77:20, Jer. 31:31-34, Mt. 10:1, Cap. 25, Mr. 3:14-15, 16:15, Lc. 10:19, 13:6-9, 17:20-21, 19:13, 24:46-49, Jn. 15:1-2, 5, 7-8, 14, 16, Hch. 1:8, 7:30-37, 20:9-12, Ro. 8:31, 37, 1 Co. 15:10-11, 2 Co. 10:13-18, Gá. 2:20, Ef. 1:4-6, 10-12, Fil. 2:13, Col. 3:15-17, 1 Ti. 3:5, 5:17, He. 13:7, 16-17, Ap. 2:25-27, 3:9, 19:13-15 vuelva

104 Gn. 1:26-30, 2:15, 20 vuelva

104A Gn. 1:26-30, 2:15, 20 vuelva

105 Is. 14:12-14, 1 Jn. 3:8 vuelva

106 Lc. 10:18, Ap. 12:9 vuelva

107 Is. 14:11-17, Lc. 10:18, 1 P. 5:8, Ap. 12:9, 12-13, 17 vuelva

108 Ex. 15:6, Sal. 97:10, Pr. 8:13, Is. 14:12-15, Am. 5:15, Mt. 4:1-11, 9:32-33, 12:22, 13:19, 25-30, 15:22, 17:18-27, Lc. 10:19, Jn. 8:44, 10:10, 14:30, Hch. 13:10, 26:16-18, Ro. 16:20, 2 Co. 2:10-11, 11:12-15, Ef. 4:27, 2 Ts. 2:8-10, Stg. 4:4, 7, 1 P. 3:11, 5:8-9, 1 Jn. 3:8, Ap. 2:9, 12:17, 13:6-7, 17:12-14 vuelva

109 Gn. 1:26-28, 2:15 vuelva

110 Gn. 1:26-30, 2:15, 20 vuelva

111 Gn. 3:1-15, 1 Cr. 21:1, Job 1:6-7, 9, 11-12, 2:3-7, Mt. 4:1-11. 13:19, 38-39, Lc. 13:16, 22:31, Jn. 8:44, Hch. 13:10, 2 Co. 4:4, 11:3, 14-15, Ef. 2:2, 6:11-12, 2 Ts. 2:9, 2 Ti. 2:26, 1 P. 5:8, Ap. 12:9-12 vuelva

112 2 Co. 4:4, Ef. 2:2, 6:12, 1 Ts. 2:18, 1 P. 5:8-9, Ap. 2:13, 12:4, 9, 12 vuelva

113 Hch. 1:8, 1 Co. 1:23-25, 2 Co. 3:6-9, 4:3-7, 5:17-20, 6:4-7, Ef. 2:20-22, 6:11-17, 2 Ti. 2:15, Tit. 1:3, He. 4:12-13, 5:14, 1 P. 2:5 vuelva

114 2 Co. 10:3-6, Ef. 6:10-18, 2 Ti. 1:18-19, He. 4:12 vuelva

115 Is. 1:19-20, Ap. 19:13, 19-21 vuelva

116 Mt. 4:1-11, 8:28-32, Stg. 2:19 vuelva

117 Dt. 8:3, Pr. 4:4-6, Jn. 5:24-26, 6:63, Fil. 2:15-16, 1 Jn. 1:1-2 vuelva

118 Gn. 3:1-6, 6:5-8, 11-13, 17-22, Ex. 7:20-25, 8:1-24, 9:2-31, 10:1-7, 12-15, 11:4-6, 12:29-30, 14:4-9, 16-31, 15:1-21, Dt. 9:1-3, 32:39-43, 1 S. 15:21, Sal. 105:24-38, Zac. 4:6 vuelva

119 Ez. 38:18-23, 39:4-15, Zac. 12:2-9, 14:12-15 vuelva

120 Dn. Cap. 7, Ap. Caps. 13, 17-18 vuelva

120A Ex. 20:13, Dt. 5:17, Mt. 5:21-22, Ro. 13:9

121 2 Co. 10:3-6, Ef. 6:10-18 vuelva

122 Ex. Caps. 8-11, 14, Is. 66:15, Jer. 25:15-16, Ez. Caps. 38-39, Zac. Caps. 12, 14, Ro. 12:19, 2 P. 3:9-10, Ap. 14:10-11, 16:19 vuelva

123 Ex. 22:24, Nú. 16:20-21, 25:3-4, 32:10-11, 13, Is. 2:22, 13:9, 13, 63:3-6, 66:15, Jer. 23:20, 25:15-16, Ez. 5:13, 15, Nah. 1:2-3, 6, Ro. 1:18, 2:5, 12:19, 2 P. 3:9-10, Ap. 6:16-17, 14:10-11, 15:1, 7, 16:19, 19:15 vuelva

124 Gn. 1:1-2, 26, Dt. 4:35, 39, Neh. 9:6, Is. 9:6, 40:3-5, Mic. 5:2, Mt. 1:23, Jn. 1:1-3, 10-14, 4:23-24, 8:16, 10:30, 37-38, 14:6-11, 13, 18, 20, 23, 15:26, 17:21-22, 1 Co. 15:21-22, 45-49, Ef. 3:9, 19, Col. 2:9-10, 1 Ti. 3:16, He. 1:2-3, 8-10, 2:10, 3:4, 1 Jn. 2:23, 5:7, 20, Ap. 1:8, 19:13 vuelva

125 Jn. 12:44-45, 2 Co. 4:4, Col. 1:12-17 vuelva

126 Gn. 17:1, 35:11, Dt. 3:24, 7:21, 10:17, Is. 9:6, 2 Co. 6:18, Ap. 4:8, 11:17, 15:3, 16:7, 21:22 vuelva

127 Gn. 2:15-17, 3:1-6, 4:3-5, Lv. Caps. 4-6, 9:1-21, 12:6-8, 16:3-22, 30, 33-34, 23:18-20, Esd. 6:16-22 vuelva

128 Jn. 16:33, Hch. 5:40, 9:16, 14:22, Ro. 5:1-5, 2 Co. 1:3-6, 12:7-10, 2 Ti. 2:11-13, 3:12, Ap. 1:9, 2:10 vuelva

129 Jn. 5:29, 11:25, 12:24, Hch. 2:31, Ro. 1:3-6, 6:3-10, 12:1, 1 Co. 6:19-20, 15:3-4, 20-23, 42-57, Fil. 3:8-14, 1 P. 1:3-5, 18-23, Ap. 1:5-6 vuelva

130 Jn. 14:16-20, 17:11, 21-23, Ro. 8:10-11, 1 Co. 6:17, 2 Co. 5:17-21, Gá. 3:27-28, Ef. 2:1, 4-6, 4:4-6, He. 2:11-13, 2 P. 1:3-4 vuelva

131 Ro. 6:4-14, Gá. 5:16, Ef. 6:10-18, Fil. 2:13, 4:13, Col. 2:9-10, He. 13:20-21, 1 P. 1:3-9, 1 Jn. 3:5-6, 9, 5:18-20 vuelva

132 1 R. 2:3, Cap. 10, 1 Cr. 22:11-13, Cap. 29, 2 Cr. 20:20, 26:5, Zac. 4:6, Jn. 6:63 vuelva

133 Ex. 23:22-31, Dt. 6:17-19, 7:23-24, 12:10, 20:1-4, 28:7, 30:6-7, 32:39-41, Jos. 10:8-14, 24-25, 21:43-45, 2 S. 3:18, 7:1, 10-11, 2 Cr. 20:27-30 vuelva

134 Ex. Caps. 7-14, 23:22-23, 27-28, Jos. 2:9-11, 6:8-21, 10:1-14, 23:4-5, 9-10, 24:5-13, 2 R. 19:6-7, 34-37, 2 Cr. 20:1-27, Sal. 105:24-38 vuelva

135 Ez. Caps. 38-39, Zac. 12:3, 14:12 vuelva

136 2 Cr. 19:7, Ro. 2:11, Ef. 6:9, Col. 3:25, 1 P. 1:17 vuelva

137 Ex. 15:26, Sal. 119:130, Pr.1:5-6, 2:1-8, 19:20, 22:17-18, Dn.12:3, Jn. 6:63 vuelva

138 Sal. 18:2, 40:17, Mt. 4:23, Jn. 4:42, 14:26, 15:26, 16:7, 13, Hch. 5:31, Ro. 11:26, Ef. 3:11-12, 1 Ti. 4:10, 2 Ti. 1:10, He. 3:14, 8:8-12, 10:16, 1 P. 2:24, 1 Jn. 5:14-15 vuelva

139 Dt. 10:17, 28:62-63, 32:39-43, Sal. 66:3, 5, Pr. 1:23-33, Is. 44:6, 8, 45:21-24, Ez. 21:31, 22:21-22, 31, Caps. 38-39, Ro. 2:8-9, 2 Co. 5:11, Col. 1:16-17, 3:5-6 vuelva

140 Job 1:21, Ecl. 5:15, He. 4:12-13, Ap. 3:17-22, 16:15 vuelva

141 Mt. 7:21-27, 10:38-39, 11:28-30, 12:47-50, 16:24-27, 18:3-4, 19:16-17, 21, 23:12, 1 Co. 15:10, Fil. 2:12-13, 2 P. 2:20-22 vuelva

142 Job 1:21, Ecl. 5:15 vuelva

143 Mt. 10:38-39, 11:28-30, 16:24-27, 18:3-4, 19:16-17, 21 vuelva

144 Is. 30:21-22 vuelva

145 Sal. 37:38, 101:8, 145:20, Ef. 5:5, 2 Ts. 2:7-12, Ap. 8:7-12, 9:1-11, 13-19, 11:15, 19, 16:2-4, 8-12, 14, 17-21, 21:8, 22:15 vuelva

146 Jon. Cap. 1 vuelva

147 Jon. Cap. 3 vuelva

148 Jon. Cap. 3, 4:11 vuelva

149 2 Co. 10:3-6, Ef. 6:10-18, Ap. Cap. 12, 13:7, 16:12-16, 17:14, 19:11 vuelva

150 Ef. 6:10-18, 1 P. 5:8, Ap. Cap. 12, 13:1-8, 17:14, 19:11 vuelva

151 Gn. 4:7, Dt. 11:26-28, 30:15, Jos. 24:15, Mt. 6:24, Ap. 22:17 vuelva

152 Gn. 4:7, Dt. 11:26-28, 30:15, He. 10:38-39, Ap. 11:12, 21:22-27, 22:12-14, 17 vuelva

153 Gn. 4:7, Dt. 11:26-28, 30:15, Ef. 5:5-6, He. 10:38-39, Ap. 14:9-11, 18-20, 19:20-21, 20:11-15, 21:8, 27, 22:12-15 vuelva

154 Is. 14:15-17, Ap. 11:18 vuelva

155 Job 24:1, 33:13, Ez. 8:6-18, Jer. 23:23-24, Cap. 44, Am. 9:1-4 vuelva

156 Sal. 139:3-10, Jer. 23:23, Am. 9:1-4, He. 4:13 vuelva

157 Mt. 25:41, 45-46, Lc. 9:56, Jn. 3:15, 17-21, 10:27-28, 12:25, Ro. 2:7-11, 1 Ti. 6:11-12, 18-19, Ap. 12:7-12, 20:10 vuelva

158 Jos. 1:7-8, 16-18, 1 S. 12:13-15, 19-21, 25 vuelva

159 1 S. 2:3, 1 Cr. 28:9, Job 34:21-22, 25, He. 4:12-13 vuelva

160 Dt. 10:17, 28:62-63, Sal. 66:3, 5, Pr. 1:23-33, Ez. 21:31-32, 22:21-22, 29-31, Os. 5:10, Nah. 1:2, Sof. 1:14-18, 2:11-13, Ro. 1:18, 2:8-9, 2 Co. 5:11, Ef. 5:6, Col. 3:5-6, 1 P. 3:20, Ap. 8:7-13, 9:1-11, 13-19, 16:2-5, 8-12, 17-21, 19:15 vuelva

161 Lv. 26:12-13, Es. Caps. 3-7, Sal. 31:23-24, 113:7-8, 130:7, 136:10-26, Jer. 31:31-33, Jn. 14:16, 16:33, 2 Co. 6:16, 12:9, 1 P. 1:3-5, 1 Jn. 5:18, Ap. 3:20, 21:3 vuelva

162 1 Ts. 5:3, Ap. 12:4-10 vuelva

163 2 Ts. 2:3-10, Ap. 14:8-11, 16:1-14, 17-21, Cap. 17, 18:1-10, 15-19, 24, 19:1-3, 17-21, 20:4, 8-10 vuelva

164 Ap. 8:7-12, 9:1-11, 13-19, 11:15, 19, 16:2-4, 8-12, 14, 17-21 vuelva

165 Jos. Cap. 6, He. 11:30-31 vuelva

166 Ex. Caps. 8-14, Jos. Caps. 6, 8, Jué. Caps. 3-4, 1 S. Cap. 17, He. Cap. 11 vuelva

167 Gn. 5:18-24, Caps. 6-7, 19:1-29, Ex. Caps. 8-14, 16:19-20, Lv. 10:1-2, Dt. 28:62-63, Jos. 7:15-26, Jué. 2:17, 1 S. 13:13, Cap. 15, 28:18, 2 S. 12:9, 1 R. 11:7-10, Cap. 13, 2 R. 18:12, Jon. Cap. 1, He. 11:7, 11:5-6, 1 P. 3:20 vuelva

168 Gn. 2:15-17, Cap. 3 vuelva

169 Gn. Cap. 6-7, He. 11:7, 1 P. 3:20 vuelva

170 Gn. 19:1-29, Ex. Caps. 8-11, 14, Nú. 32:8-13, Dt. Cap. 28, Jos. 7:15-26, Jer. 11:3, Lam. 4:6, 2 Ts. 1:7-9, 2 P. 2:4-6, 10-22, Jud. 6-7, Ap. 8:7-12, 9:1-11, 13-19, 11:15, 19, 16:2-4, 8-12, 14, 17-21, 19:20-21, 20:15, 21:8 vuelva

171 He. 8:13 vuelva

172 Dt. 10:17, 2 Cr. 19:7 vuelva

173 Sal. 50:3-4, Dn. 7:9-10, 2 Ts. 1:7-8, 2 P. 3:3-7, 10-12, Ap. 6:15-17 vuelva

174 Dn. Cap. 7, Ap. Caps. 13, 17-18 vuelva

175 Ap. 18:4-10 vuelva

176 Dt. 18:15, 18, Jer. 31:31-34, Mt. 26:28, Jn. 3:14-16, 6:33, 35, 40, 47, 10:10, 11:25-26, 14:6, 19-21, 23, 17:2-3, 20:31, Ro. 8:10, He. 8:4-13, 9:16-28, 12:18-24, 13:20, 1 Jn. 1:1-2 vuelva

177 Ez. Caps. 38-39, Zac. Cap.12, 14:12 vuelva

178 Gn. 2:9, 4:4, 17:17-21, 22:8, 26:4, Ex. 12:13, 29:10-22, 38-42, Lv. 1:2-13, Nú. 28:19-24, 29:2-6, Esd. 3:2-4, Job 1:5, Sal. 22:16, Is. 9:6, Jer. 31:31-34, Zac. 12:10, Mt. 26:26, Mr. 14:24, 16:16, Lc. 22:20, Jn. 3:16, 5:24, 19:34, 37, Ro. 8:15-17, 11:26-31, 1 Co. 11:25, Gá. 4:4-6, 23-31, Ef. 2:12-17, He. 8:3-13, 9:6-26, 10:1-23, 11:4, 11-12, 12:22-25, Ap. 1:7, 2:7 vuelva

179 “Nickles Oye Cuentos de un Contribuyente de Terror por el IRS, “Danny M. Boyd, Oklahoman Daily, 4 de dic., 1997; “Los Agentes del IRS dicen que la Oficina Provocó los Asimientos,” Pablo Queary, Dallas Morning News, 4 de diciembre, 1997, Sec. A, pág. 27; “Agentes fueron Avisados a No Hacer Caso a la Ley,” Brian Ford, Tulsa World, 4 de dic., 1997, página delantera; “El IRS Confiesa de Abuso a Contribuyente, “Jim Myers, Tulsa World, 4 de diciembre 13, 1997, página delantera; “Los Archivos Nacionales para Revisar todos los Archivos del IRS, “DEB Riechmann, Morning News de julio el 14 de 1998, sec. D, pág. 6 vuelva

180 2 Ts. 2:3-10, Ap. Cap. 13, 14:8-11, 16:1-14, 17-21, Cap. 17, 18:1-10, 15-19, 24, 19:1-3, 17-21, 20:4, 8-10 vuelva

181 Mt. 15:18-20, He. 4:12-13, Jud. 7-8 vuelva

182 Ex. 22:18, Lv. 19:31, 20:6, 27, Dt. 18:9-14, 1 S. 15:23, Is. 8:19-22, Mal. 3:5, Gá. 5:19-21 vuelva

183 Jn. 1:12 vuelva

184 Ez. 3:17-21, 33:7-16, Col. 1:28 vuelva

185 Sal. 9:17, Is. 33:14, Mt. 3:12, 8:12, 13:41-42, 49-50, 22:13, 25:41, Gá. 5:19-21, Ap. 14:10-11, 20:10, 15 vuelva

186 Is. 33:14, Mr. 9:43-44, Lc. 3:17, 2 Ts. 1:9, Ap. 14:11, 20:10 vuelva

187 Ro. 6:3-13, 7:6, 8:12-15, Gá. 2:20, 5:24, Ef. 4:22-24, Col. 2:11-13, 3:5-6, 9-10 vuelva

188 Lc. 9:62, 11:21-26, Jn. 15:6, 1 Co. 10:1-12, 2 Ti. 2:12, He. 3:12-13, 4:1, 11, 6:4-8, 10:26-29, 39, 2 P. 2:20-22, 2 Jn. 9, Jud. 12 vuelva

189 Jn. 12:43, Fil. 3:18-19, Col. 3:2, 5, 2 Ti. 2:4, 4:10, Tit. 2:12, He. 11:24-26, Stg. 4:4, 2 P. 2:12-15, 18, 1 Jn. 2:15-17 vuelva

190 Ap. 19:20, 20:14-15, 21:8 vuelva

191 Mt. 3:2, Mr. 1:4, 15, Lc. 13:5, Hch. 3:19, 2 P. 3:9, Ap. 2:5, 16, 20-23 vuelva

191A Ap. 3:2-3. 20:10, 13-15, 21:8 vuelva

191B Is. Cap. 53 vuelva

192 Jer. 1:4-10, 31:33, Mt. 22:2-10, Lc. 14:16-24, Jn. 14:23, 17:19-21, 1 Co. 3:16-17, 2 Co. 6:16, 2 Jn. 2 vuelva

193 Am. 3:3, Mt. 5:48, Jn. 14:15, 15:10, 14, Ro. 13:14, 1 Co. 2:16, Fil. 2:3-5, 1 P. 1:15-16 vuelva

194 Ez. 36:27, Jl. 2:28-29, Jn. 3:5-6, 6:53-56, 7:38, 14:16-17, 26, 15:4-7, 26, 16:7, Hch. 1:5-6, 2:2-4, Ro. 8:9, 1 Co. 3:16, 2 Jn. 9, Jud. 18-19, Ap. 22:14 vuelva

195 Mr. 2:19, Ro. 7:4, 12:4-5, 1 Co. 6:15-17, 12:12-28, 2 Co. 11:2, Ef. 4:11-13, 5:23-32, Col. 1:26-29, Ap. 3:12, 19:7-9, 21:2-3, 7, 9-27, 22:14 vuelva

196 1 Cr. 28:9, Jer. 15:19-21, Mr. 12:30, Jn. 10:4-5, 27, 15:14, Stg. 4:8, Ap. 2:7 vuelva

197 Ex. 20:6, Dt. 6:5, 7:9, 10:12, Neh. 9:7-8, Mr. 12:30, Jn. 8:31, 14:15, 21, 15:7-10, 14, Stg. 2:14-26, 1 Jn. 3:18-19, Ap. 14:4-5 vuelva

198 Ex. 23:22 vuelva

199 Jer. 31:31-34, Jn. 14:16-18, 23, 2 Co. 6:16, Gá. 4:6 vuelva

200 Ez. Caps. 38-39, Zac. 12:1-4, 14:12, Ap. 7:3-8. 14:1 vuelva

201 Ex. 19:5, Sal. 24:3-5, Lc. 18:29-30, Jn. 12:26, Ap. 2:10 vuelva

202 Nú. 23:19, Dt. 32:4, 1 S. 15:29, Sal. 117:2, 132:11, Ro. 3:3-4, Tit. 1:2 vuelva

203 Ex. 12:13, Is. 1:18, Mt. 26:28, Hch. 20:28, Ro. 3:24-26, 5:6-11, Ef. 1:7, 2:13-18, He. 10:19, 13:12, 20-21, 1 P. 1:18-20, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5 vuelva

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Notas de la Oración:

1. Sal 51:5, Ro. 3:10-12, 23 vuelva

2. Mt. 26:63-64, 27:54, Lc. 1:30-33, Jn. 9:35-37, Ro. 1:3-4 vuelva

3. Hch. 4:12, 20:28, Ro. 3:25, 1 Jn. 1:7, Ap. 5:9 vuelva

4. Sal. 16:9-10, Mt. 28:5-7, Mr. 16:9, Jn. 2:19, 21, 10:17-18, 11:25, Hch. 2:24, 3:15, Ro. 8:11, 1 Co. 15:3-6 vuelva

5. Lc. 22:69, Hch. 2:25-36, He. 10:12-13 vuelva

6. Ro. 8:11, 1 Co. 3:16, Ap. 3:20 vuelva

7. Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 vuelva

8. Mt. 26:28, Hch. 2:21, 4:12, Ef. 1:7, Col. 1:14 vuelva

9. Ro. 10:13, Stg. 4:2-3 vuelva

10. He. 11:6 vuelva

11. Jn. 8:11, 1 Co. 15:10, Ap. 7:14, 22:14 vuelva

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