Rendición Total
Escrito en 2009
Por Tony Alamo
alias Bernie Hoffman
Después de que JESÚS fue crucificado, ÉL se apareció a SUS discípulos por un periodo de cuarenta días.1 JESÚS “les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al SEÑOR. Entonces JESÚS les dijo otra vez: Paz [separándose del mundo y de sí mismo] a vosotros. Como ME envió el PADRE, así también YO os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el ESPÍRITU SANTO [vida eterna]” (Juan 20:20-22). (Sin embargo, esto no es de ser considerado como el Bautismo del ESPÍRITU SANTO.)
La próxima escritura me recuerda de la manera que JESÚS, DIOS, me abrió mi entendimiento de SÍ MISMO y lo gloriosamente poderoso que ÉL es, y cómo, de tiempo a tiempo, ÉL me abre más de SU sabiduría y entendimiento, también por mi estudio constante de SU PALABRA. “Entonces [JESÚS] les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el CRISTO padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en SU nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas. He aquí, YO enviaré la promesa de MI PADRE sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto” (Lucas 24:45-49).2
Este es el Bautismo del ESPÍRITU SANTO que todos necesitan si ellos han de estar en el ministerio, el bautismo que te da guía, dirección, y poder para que puedas estar en el mundo, pero no ser parte de él, un bautismo que te da poder sobre tentación, al igual que el poder para sanar, echar fuera diablos, para profetizar, junto con muchos otros dones celestiales.3 Esto se da además de la salvación.
Si los discípulos alguna vez necesitaron este poder, lo necesitamos hoy. Lo necesitamos para consagración, para el poder de DIOS para mantenernos santos, separados del pecado, y uno con el SEÑOR. El Bautismo del ESPÍRITU SANTO lleva a una separación más profunda, no sólo del mal, sino de todas las cosas terrenales, guiándonos a una vida verdaderamente sobrenatural. El Bautismo del ESPÍRITU SANTO nos prepara mientras estamos aquí en la tierra para la transformación enorme en la cual este cuerpo corruptible se pondrá incorrupción, y este mortal se pondrá inmortalidad.4
Adán, el cual DIOS hizo de la tierra, era terrenal, por supuesto, aún antes de caer. JESÚS fue hecho un ESPÍRITU que da vida y nos ha elevado a SU propia semejanza.5 ¿Qué hemos de hacer, ahora que sabemos que somos hechos del polvo y tenemos el pecado Adámico en nuestra alma, al igual que toda obra malvada de nuestra naturaleza pecaminosa? Lo que nos dicen que hagamos es arrepentirnos de todos nuestros pecados y entregarle todas esas cosas a JESÚS, nuestro SEÑOR, con el consentimiento entero, completo de nuestra voluntad. Nosotros hemos de dejar que ÉL nos separe de esas cosas y nos libere completamente de su poder. Entonces nosotros hemos de darnos cuenta que por el ESPÍRITU SANTO morando dentro de nosotros, estas cosas ya no tienen control sobre nosotros.6
A medida que somos conducidos más profundamente a la santidad por ÉL, vemos esas cosas que algunas personas no pueden ver como pecaminosas, cosas que sabemos que no son incorporadas en la vida que JESÚS vivió y vive en nosotros, y tenemos que cometernos a no permitir pecado en nuestras vidas. Nosotros hemos de rendir nuestro corazón, alma, mente, y cuerpo completamente a ÉL.7
Nosotros hemos de dejar que ÉL ponga a muerte todo lo que está aparte de SÍ MISMO y nos levante en una nueva vida resucitada.8 Después de que hemos permitido que el SEÑOR tome control, y cuando podemos ver que somos liberados de la lucha de muerte con la maldad del diablo al igual que la guerra opresiva con nosotros mismos, es nuestro deber, nuestra parte de la guerra, entregar a Judas y cada cananeo malvado y alegremente consentir que el SEÑOR puede matarlos completamente a todos, y completamente borrar todo recuerdo de ellos por siempre. ¿Te has separado así? Es nuestra responsabilidad hacer la rendición.9 DIOS no hará nada por nosotros en este respecto a menos que le demos nuestro consentimiento, a menos que alegremente le demos autorización para hacerlo. Nosotros tenemos que ser como la ciudad que el ejército de Joab se había acampado contra, cuando él había enviado el mensaje que Seba escondido en la ciudad tenía que morir o la ciudad completa tenía que perecer (2 Samuel 20:1-2, 21-22). ¡Pero nosotros los de la ciudad tenemos que ser los que le entregan a Seba a Joab! ¿Has entregado al SEÑOR a tu malvado amigo, Seba, con alegría? Deja que esto sea tu ofrenda por el pecado.10
¿Has puesto tus manos, ante DIOS, sobre la cabeza de esa cabra y has dejado que todo lo que aún es malo en ti se convierta en una ofrenda por el pecado? ¿Has transferido tu corazón pecaminoso y tus ídolos o ídolo más preciosos al SEÑOR, que “no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de DIOS en ÉL [JESÚS]” (2 Corintios 5:21)?
La santificación no sólo es una separación del pecado, también es una separación a santidad. Significa estar aparte, ser la propiedad de DIOS. Nosotros nos ofrecemos a DIOS por SU propiedad absoluta. Nosotros LE permitimos poseernos completamente como SU posesión personal, para ÉL hacer con nosotros como ÉL hará sólo para SU propósito. Esto es lo mismo que la apelación del Apóstol Pablo a los Romanos: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de DIOS, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a DIOS, que es vuestro [servicio o deber] racional” (Romanos 12:1).
Nosotros somos una gente peculiar (exclusivamente propiedad de DIOS).11 JESÚS pagó por nosotros con SU propia sangre; así que, no somos nuestros.12
El SEÑOR quiere obrar SU santa y perfecta voluntad en todos nosotros. Tenemos que glorificar a DIOS en nuestros cuerpos, que pertenecen a DIOS (1 Corintios 6:19-20). Es verdad que DIOS nos ha comprado, pero ÉL se rehúsa a obligar o forzar nuestra rendición. ÉL no aceptará nada sino un don voluntario, porque es por SU amor que somos felices y privilegiados de ser SUYO.
Preciosas y grandísimas promesas son nuestras como obedientes siervos de CRISTO (2 Pedro 1:3-4). “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que DIOS ha preparado para los que LE aman” (1 Corintios 2:9).13
La consagración es nuestra rendición voluntaria o ofrecimiento de sí mismos al SEÑOR. Yo soy del SEÑOR, y el SEÑOR es mío. “Yo soy de mi amado, y amado es mío” (Cantares 6:3). Pero tiene que ser de fe. Nosotros tenemos que confiar en el SEÑOR para saber que estamos suficientemente seguros en SU cuidado para rendirnos completamente a ÉL. Cuando nos rendimos al SEÑOR, estamos, por así decir, cayendo en los brazos del PADRE, confiadamente sabiendo que nuestra fe está bien justificada. ÉL se ha comprometido a SÍ MISMO a hacernos tan perfecto como ÉL ha prometido que nosotros seríamos y como nos encantaría ser. Nosotros somos arcilla; ÉL es el alfarero.14 La arcilla tiene que cederse a las manos del alfarero, así como nosotros tenemos que hacer si hemos de ser los hijos del REY de los reyes y SEÑOR de los señores, vasos aptos para el uso del MAESTRO.15
Muchos Cristianos una vez dedicados, han perdido su primer amor y se han vuelto tibios.16 Estoy orando que ellos regresen al SEÑOR antes de que sea demasiado tarde. JESÚS le advirtió a la iglesia en Laodicea, y nos advierte a nosotros también: “YO conozco tus obras, que ni eres frio ni caliente. ¡Ojalá fueses frio o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frio ni caliente, te vomitaré de MI boca… YO reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete” (Apocalipsis 3:15-16, 19).
Nosotros tendremos vergüenza eterna si vacilamos en absoluto en hacer esta rendición total a ÉL quien puso SU vida y fue crucificado como un sacrificio para nuestros pecados. ÉL lo dio todo por nosotros. ¿Te has arrepentido y agradecidamente aceptado SU oferta de salvación? ¿Te has dado en rendición completa a DIOS en el nombre de JESÚS? Si lo has hecho, estás bendecido, lleno de alegría y gozo, y lleno de la paz del ESPÍRITU SANTO. Si no, entonces hazlo ahora, en SU misericordia, a SUS pies de amor. Humíllate como un holocausto total, y órale esta oración al SEÑOR:
Oración
Mi Señor y mi DIOS, ten misericordia de mi alma pecadora.1 Yo creo que JESUCRISTO es el Hijo del DIOS viviente.2 Creo que Él murió en la cruz y derramó Su preciosa sangre para el perdón de todos mis anteriores pecados. 3 Creo que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos por el poder del Espíritu Santo4y que Él está sentado a la diestra de DIOS en este momento, escuchando mi confesión de pecado y esta oración.5 Abro la puerta de mi corazón, y Te invito en mi corazón, Señor JESÚS. 6 Lava todos mis pecados sucios en la preciosa sangre que Tú derramaste por mí en la cruz del Calvario. 7 Tú no me rechazarás, Señor JESÚS; Tú perdonarás mis pecados y salvarás mi alma. Lo sé porque Tu Palabra, la Biblia, así lo dice. 8 Tu Palabra dice que Tú no rechazarás a nadie, y eso me incluye a mí.9 Por eso sé que Tú me has escuchado, sé que me has contestado, y sé que soy salvo.10 Y Te doy gracias, Señor JESÚS, por salvar mi alma, y Te mostraré mi agradecimiento haciendo como Tú mandas y no pecar más. 11
Después de salvación, JESÚS dijo que seas bautizado, completamente sumergido en agua, en el nombre del PADRE, y del HIJO, y del ESPÍRITU SANTO.12 Estudia con diligencia la Biblia, Reina-Valera 1960, y haz lo que dice.13
CRISTO y DIOS el PADRE ahora viven en ti a través del ESPÍRITU SANTO. Hay una manera en la cual puedes recibir una porción más completa de la naturaleza divina de DIOS en ti. Entre más naturaleza divina de DIOS vive en ti, más podrás estar firme contra las tentaciones que tan fácilmente han alejado a tantos millones de Cristianos de la salvación. Ora para recibir el bautismo en el ESPÍRITU SANTO. Para instrucciones en cómo recibir el bautismo en el ESPÍRITU SANTO y para recibir más de la naturaleza santa de DIOS, pide nuestra literatura o llama. Porque sin santidad, nadie verá a DIOS (Hebreos 12:14).
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Si deseas que el mundo sea salvo, como manda JESÚS, entonces no robes a DIOS de SUS diezmos y ofrendas. DIOS dijo, “¿[Robarás] a DIOS? Pues vosotros ME habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros la nación toda [y este mundo entero], ME habéis robado. Traed todos los diezmos [‘diezmo’ es el 10% de tus ingresos gruesos] al alfolí y haya alimento [Espiritual] en MI casa [almas salvas]; y probadme ahora en esto, dice JEHOVÁ de los EJÉRCITOS, si no os abriré las ventanas de los Cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice JEHOVÁ de los EJÉRCITOS. Y todas las naciones os dirán bienaventurados: porque seréis tierra deseable, dice JEHOVÁ de los EJÉRCITOS” (Malaquías 3:8-12).
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© Propiedad literaria diciembre 2020 Todo derecho reservado Pastor Mundial Tony Alamo ® Registrado diciembre 2020
SPANISH— VOLUME 28700—TOTAL SURRENDER
Notas del :
1. Mt. 28:5-10, 16-20, Mr. 16:9-19, Lc. 24:13-51, Jn. 20:13-17, 19, 26-31, Hch. 1:1-3, 10:39-42, 13:29-31 vuelva
3. Lc. 11:13, Hch. 1:4-5, 8, 2:38-39, 1 Co. 12:7-11, 2 Co. 6:14-18 vuelva
6. Mr. 16:17-18, Lc. 10:19-20, Jn. 14:12-14, Hch. 1:8, 2 Co. 13:4, Ef. 1:18-23, 3:20-21, 1 Jn. 4:4 vuelva
7. Dt. 10:12-13, Mr. 12:29-30, Hch. 11:23 vuelva
8. Ro. 6:3-14, 1 Co. 15:21-22, Fil. 3:8-11 vuelva
9. Éx. 25:2, Jue. 5:2, 1 Cr. 28:9, 29:9, Ro. 12:1-2, 1 Co. 9:16-17 vuelva
11. Éx. 19:5-6, Dt. 14:2, 26:16-19, Tit. 2:11-14, 1 P. 2:9-11 vuelva
12. Hch. 20:28, Ro. 3:24-25, 5:9, Ef. 1:7, 2:13-16, Col. 1:12-20, He. 9:12, 24-28, 10:10-20, 13:12, 1 P. 1:18-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5-6, 5:9-10, 7:14, 12:11 vuelva
14. Is. 64:8, Jer. 18:5-10, Ro. 9:20-21 vuelva
15. Lc. 9:23, 2 Ti. 2:19-22 vuelva
Notas de la Oración:
1. Sal 51:5, Ro. 3:10-12, 23 vuelva
2. Mt. 26:63-64, 27:54, Lc. 1:30-33, Jn. 9:35-37, Ro. 1:3-4 vuelva
3. Hch. 4:12, 20:28, Ro. 3:25, 1 Jn. 1:7, Ap. 5:9 vuelva
4. Sal. 16:9-10, Mt. 28:5-7, Mr. 16:9, Jn. 2:19, 21, 10:17-18, 11:25, Hch. 2:24, 3:15, Ro. 8:11, 1 Co. 15:3-6 vuelva
5. Lc. 22:69, Hch. 2:25-36, He. 10:12-13 vuelva
6. Ro. 8:11, 1 Co. 3:16, Ap. 3:20 vuelva
7. Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 vuelva
8. Mt. 26:28, Hch. 2:21, 4:12, Ef. 1:7, Col. 1:14 vuelva
9. Ro. 10:13, Stg. 4:2-3 vuelva
10. He. 11:6 vuelva
11. Jn. 8:11, 1 Co. 15:10, Ap. 7:14, 22:14 vuelva
12. Mt. 28:18-20, Jn. 3:5, Hch. 2:38, 19:3-5 vuelva
13. Dt. 4:29, 13:4, 26:16, Jos. 1:8, 22:5, 2 Ti. 2:15, 3:14-17, Stg. 1:22-25, Ap. 3:18 vuelva