¿ESTAS ESCUCHANDO?

Por
Tony Alamo

Juan 6:66 nos dice que muchos de los discípulos de Jesús, como la mayoría de los supuestos Cristianos hoy en día, estaban enfurecidos con la Palabra de Cristo. Despreciaban la verdad que Sus Palabras le traían a sus corazones endurecidos.1 En un tiempo recibieron Su Palabra, pero cuando oyeron a Cristo decir, "Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis Su sangre, no tenéis vida en vosotros [no puedes entrar al Cielo]" (Juan 6:53), sus corazones quedaron como piedra. Rehusaron escucharle, recibirlo, y compartirlo con otros.2 Comenzaron a odiar a los otros discípulos, aquéllos que predicaban el significado correcto de la Palabra de Dios en la manera que Dios se define El Mismo por Su Palabra.3

Isaías 5:20 dice, "¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!" "Ninguno hay bueno sino uno: Dios" (Mt. 19:17). Hoy en día, el sistema mundial está llamando a la Palabra de Dios, que es Dios, mala.4 Asimismo, dicen que el sistema mundial, con todos sus pecados, corrupción, deseos, y locura, es bueno.5 El Rey de reyes [la Palabra de Dios6] dice "¡Ay...de ellos!"7 Estos malvados son del mismo espíritu de los que Dios destruyó en ambos el Antiguo Testamento8 y el Nuevo Testamento.9 Segundo Pedro 3:10-12 declara, "El día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán?"

La gente del mundo necesita despertarse a la verdadera personalidad de Dios. Necesitan leer la Biblía para que puedan ver cómo es Dios en realidad. El no es nada como le han dicho al mundo que es, la manera que ellos piensan que El es.10 Si quieres oír una representación completamente falsa de Dios, no necesitas ir muy lejos. La mayoría de los diablos que se llaman predicadores te dirán que después de la salvación, después de entrar al mundo espiritual, todavía puedes caminar en la carne. Tanto Romanos 8:1 como el resto del capítulo y la Biblía entera te dirán exactamente lo contrario.11 Los que predican tales cosas son mentirosos y anatema.12 Usan la escritura, "Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo" (1 Juan 2:1). Pero esta escritura no está hablando de pecados de muerte. Esta escritura no tiene nada que ver con aquéllos que caminan en la carne, no en el Espíritu. Esta escritura tiene que ver con los que caminan en el Espíritu y en ignorancia han cometido pecados leves, no pecados de muerte.

Se le ha mentido a la persona corriente que no es salva así como al Cristiano común. Creen que después de que uno es salvo, pueden violar los Diez Mandamientos y todavía ser perdonados; es decir, piensan que pueden caminar en la carne en vez de en el Espíritu aunque la Biblia dice claramente que sólo aquéllos que caminan en el Espíritu entrarán al reino de Dios.13 Los que caminan conforme a la carne no heredarán el reino de Dios. El Apóstol Pablo declara, "Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu" (Ro. 8:1).

He repetido las palabras del Apóstol Juan mil veces. Juan el amado, en estas palabras, nos ordena a ni orar por alguien que ha cometido un pecado de muerte: "Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida. Toda injusticia es pecado; pero hay pecado no de muerte. Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca. Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno. Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el Verdadero, en Su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna. Hijitos, guardaos de los ídolos [de cualquier doctrina aparte de la Palabra verdadera de Dios14] Amén" (1 Juan 5:16-21). Guardándonos de los ídolos significa mantenernos de cualquier doctrina que no sea la Biblia.

Estos son los pecados de la carne: "Adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios" (Gá. 5:19-21). "¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados,15 ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios" (1 Co. 6:9-10).

En el libro de Apocalipsis, el Apóstol Juan nos muestra la misma verdad: "Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda" (Ap. 21:8).

¿No deben estos pasajes ser enseñados a los alumnos hoy en día, a aquéllos que vemos asesinando a sus compañeros? Según la ley de este mundo, pueden recibir de cinco años a vida en la cárcel. Sin embargo, Dios es el juez final y El dice que pasarán una vida eterna en el Infierno para siempre.16 Si no eran salvos cuando cometieron los pecados de muerte antes mencionados, todavía pueden ser salvos si se arrepienten. Esto no le aplica a los que son salvos. ¿Por qué no dirigir al pecador a Cristo ahora para que no siga cometiendo pecados?

A menos que Jesús con el Padre por el Espíritu esté viviendo, creciendo, y obrando en una persona por el Espíritu Santo, esa persona no es salva.17 Esa persona no tiene poder en sí misma para resistir el pecado.18 Por eso se les hace imposible a los seres humanos que no son salvos guardar los mandamientos de Dios. "Y si el Espíritu de Aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros [entonces durante tu vida El no sólo te dará la habilidad de guardar la ley moral y la ley del Espíritu, sino], El que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por Su Espíritu que mora en vosotros" (Ro. 8:11).

La resurrección es más poderosa que la muerte.19 Por lo tanto, también es más poderosa que nuestra carne cuando está viviendo en nosotros.20 En el Espíritu de la resurrección de Cristo, somos más que vencedores.21 Podemos guardar la ley del Espíritu y obedecer a Dios completamente. Si el Espíritu de la resurrección no está viviendo en nosotros, somos "reprobados" [rechazados por Dios] (2 Co. 13:5). Todos aquéllos que han escogido caminar en la carne en vez de en el Espíritu son rechazados.22 Todos los que caminan en la carne no pueden cesar de la carnalidad y del pecado.23 Todos los que caminan en el Espíritu han cesado de pecar y no pueden pecar.24

Toda clase de pecado les serán perdonados a todos los pecadores que se arrepienten de sus pecados de una vez por todas, con excepción de la blasfemia contra el Espíritu Santo.25 Pero después de la salvación, después de pasar por la muerte de Cristo a Su resurrección, Su mundo espiritual, estamos otorgados con el poder del Dios Trinidad entero dentro de nuestros cuerpos y dentro de nuestros espíritus.26 Debido a ésto, somos más que capaces de nunca pecar otra vez.27 Este es el significado del Cristianismo. Los Cristianos son aquéllos que caminan en el Espíritu, no en la carne.28 El Verbo indica claramente en las siguientes palabras que los Cristianos que comienzan a caminar de nuevo en la carne después de haber sido resucitados al reino espiritual, descubrirán que no hay más perdón para ellos: "Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena Palabra de Dios y los poderes del siglo venidero [el mundo espíritual], y recayeron [otra vez al mundo de Adán, el mundo de la carne], sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio" (He. 6:4-6).

Las siguientes son palabras enumeradas en la Biblía pertenecientes a la conducta pecaminosa, la vida carnal, la vida egoísta, la vida de la carne. Las definiciones de estas palabras no son conocidas comúnmente por muchos, así que he tomado la libertad de explicar sus significados de acuerdo al diccionario titulado Pequeño Larousse. Lascivia significa propensión a la lujuria o al deleite carnal. Pleito significa disputa, litigio judicial, riña, o desviándose de la Palabra de Dios. Otra rama de la palabra, variación, significa tortuoso, lleno de diferencias. Emulación o celo significa un sentimiento que nos impulsa a rivalizar con algunos o con alguna cosa. Es un acto de orgullo y rivalidad ambiciosa. Ser sedicioso significa causar disención en el reino espiritual; rebelión o levantamiento contra la autoridad de Dios.

Herejías son opiniones religiosas que son lo contrario a la Palabra de Dios. Son cultosas y promueven división con la esperanza de alejar almas de Dios así como Satanás alejó una tercera parte de los ángeles de Dios en el Cielo.29 Envidia significa el celo de la excelencia y las realizaciones de otro. Matanzas significa el asesinato planeado de los seres humanos incluyendo abortos y cualquier otro acto que planea la muerte de una o más personas. Si el aborto no es asesinato, ¿por qué tienen que matar al bebé? Cualquier cosa que está viva y creciendo tiene vida. Parrandas y orgías son cometidas por gente ruidosa que le encanta el alboroto, las fiestas, y tienen una risa estridente y mentalidad necia;30 festín en que se come y bebe sin moderación y se cometen otros excesos; desenfrenos en la satisfacción de apetitos y pasiones.

Idólatras son los que adoran a cualquiera o cualquier cosa que no sea Dios.31 Los abusadores de sí mismos son los que se hacen lo que puedan contra los mandamientos de Dios y que les causaría ir al Infierno. La indulgencia exagerada es una forma de abuso.32 Ser codicioso es desear con vehemencia, ansiar por algo que inmoderadamente no está autorizado según la Palabra de Dios. Un ejemplo es un hombre codiciando a una mujer que no es su esposa, o una mujer codiciando a un hombre que no es su esposo. Significa avidez, rapacidad, concupiscencia o el deseo vehemente de cualquier cosa que Dios ha declarado ser ilícito.33

Los injuriosos insultan la Palabra de Dios y a la gente de Dios.34 Los usurpadores llegan a poseer de otros sin derecho por el uso de temor, sea por fuerza, por amenazas, o por cualquier otro medio, sin título de la autoridad soberana.35 Los abominables son aquéllos que encuentran la Palabra de Dios odiosa, detestable, y vil; aquéllos que incitan repugnancia contra la Palabra de Dios, aquéllos que se ofenden con la Palabra de Dios y que encuentran la Palabra de Dios muy desagradable. Los fornicarios son lujuriosos, aquéllos que se unen carnalmente fuera del matrimonio. Los hechiceros son merlónes, magos, o brujos.36

La desobediencia de cualesquiera de los mandamientos de Dios es pecado.37 "Pecado es infracción de la ley [de Dios]" (1 Juan 3:4). Dios quiere decir exactamente lo que El dice. Dios habló en serio cuando le dijo a Adán que no tocara o comiera del árbol del conocimiento del bien y del mal porque si lo hacía, moriría.38 Adán y su esposa sí murieron.39 También murieron sus descendientes que eran todos carne.40 Eva era la madre de toda carne.41 Como pecaron estos dos, cada ser humano nace con el pecado adámico.42 Todos nacimos pecadores, y todos necesitamos que este pecado sea quitado.43 La desobediencia al mandato de no tocar o comer del árbol del conocimiento del bien y del mal44 parece ser un mandamiento muy fácil de guardar, pero no guardaron aquel mandamiento fácil-de-guardar. Violar este mandamiento aparentemente pequeño fue suficiente para enviar a todo el mundo a su muerte y al Infierno.45
Todo el mundo podría ser salvo si sólo creyera la Palabra de Dios como deberían de haber hecho Adán y Eva.46 En cambio, le creyeron a Satanás así como hace casi todo el mundo hoy en día.47 Muy pocos creen en Dios. Por lo tanto, muy pocos entrarán al reino del Cielo. "Estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan" (Mt. 7:14). Esta es la predicción de Dios, y El conoce el fin de todo en el principio.48 Solamente ocho almas fueron salvas de las multitudes que vivían en la tierra cuando Dios destruyó la tierra con un diluvio.49 A Dios le encantaría tener más gente en el Cielo, pero si la calidad no está ahí, El no los aceptará.50 Nada bastará de la perfección de Su Hijo unigénito, Cristo Jesús, el cual es la plenitud de la Deidad, y aquéllos que se han unido a El y mantenido libres del pecado. Sólo aquéllos que son perfectos por Cristo con el Padre por el Espíritu viviendo en ellos entrarán al reino del Cielo.51

Ninguna persona carnal, incluyendo los supuestos "Cristianos" entrarán al Cielo.52 Los Cristianos que se vuelven carnales, como los que están en Juan 6:66, son considerados aún peores que los pecadores que nunca han conocido la verdad. "Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno" (2 P. 2:20-22).

Si el mundo estudiaría la Biblía, vería que hasta Moisés, el cual escribió los primeros cinco libros del Antiguo Testamento, fue condenado a muerte por Dios por hablar indiscretamente cuando clamó que la obra que Dios estaba haciendo, en realidad fue ejecutada por él mismo y su hermano Aarón.53 "El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el [que comienza a caminar en la carne otra vez después de haber sido salvo] que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? [ir de la vida espíritual a la vieja vida carnal y corrupta]" (He. 10:28-29).

Estamos cometiendo blasfemia contra el Espíritu Santo si, después de unirnos a Cristo por Su muerte en la cruz y nuestros espíritus a Su Espíritu de resurrección y vida por el Espíritu, decidimos que aborrecemos la vida espiritual y regresamos de la vida a la muerte en el mundo, bajándonos de la cruz, cayendo al suelo en el mundo, pisoteando la sangre de Cristo bajo nuestros pies.54 Esto es porque lo que están haciendo es diciéndole al mundo que vivir en la carnalidad es mejor que vivir en el Espíritu, y que ir al Infierno es mejor que ir al Cielo.

Cuando veo a los que profesan ser Cristianos vivir según la carne, sé inmediatamente que son mentirosos y que la verdad no está en ellos.55 Son una vergüenza al Cielo y la tierra. Deberían decirle al mundo la verdad acerca de sí mismos y dejarle saber a la gente que no son Cristianos, sino mentirosos. Solamente aquéllos que están con Cristo con el Padre por el Espíritu viviendo en ellos, creciendo en ellos, y obrando en ellos son Cristianos, los hijos de Dios, el templo donde vive Dios, y la continuación de la Palabra de la encarnación de Dios en la tierra.56

La Palabra, que es la Deidad Trinidad, continúa hoy en día Su vida, crecimiento, y obra en carne humana. Esta es la continuación del ministerio de Cristo. El se fue visiblemente por un tiempo, pero continúa viviendo hoy en los cuerpos humanos de Sus discípulos. El es invisible en ellos. Si la gente que no es salva o los que antes eran Cristianos dicen que la obra que Cristo con el Padre por el Espíritu está haciendo en nuestros cuerpos humanos en este mundo hoy es del diablo, y llaman a la obra que Cristo está haciendo en nosotros y a través de nosotros cultismo satánico, o dicen que somos una nueva religión satánica y ecéntrica, están cometiendo blasfemia contra el Espíritu Santo.57 Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo no son ningún culto. No somos ninguna nueva religión, e indudablemente no somos del diablo.

Hoy en día, el sistema mundial está entrenando a la población del mundo a aceptar la muerte enseñándola a blasfemar contra el Espíritu Santo. Está forzando a los medios de noticias, a los cuales controla, a representar la Palabra amorosa de Dios como mala, odiosa, como palabras del diablo y declaraciones de sectas o cultos.58 A las facilidades de una iglesia llaman campamentos. En vez de decir que nuestros convertidos por medio de la Palabra son hijos de Dios, ellos te dirán que han tenido el cerebro lavado. Dicen que nosotros que le hemos predicado la Palabra de Dios somos líderes de un culto, lavadores del cerebro, operadores de un campo de esclavos, y diablos. Dicen que somos un peligro a la sociedad y aborrecibles cuando la verdad es que nosotros estamos predicando la advertencia del mensaje de amor que viene de Dios Mismo,59 Quien es amor.60 Nuestro mensaje de amor que viene de Dios se dirige en amor. Queremos advertirle a todo el mundo a que se arrepienta para que pueda evitar la destrucción eterna de la ira de Dios, la cual cae sobre todos que transgredan Su ley.61 Aquéllos que le enseñan al mundo tal blasfemia y que creen tal blasfemia han blasfemado contra el Espíritu Santo. Están en camino al Infierno.62

Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo sabían que en los últimos días estos individuos estarían enseñando tal blasfemia. Por eso es que Jesús dijo, "Mirad lo que oís" (Mr. 4:24). ¿Cómo escuchas? ¿Escuchas las Palabras del Señor o las palabras de Satanás? Al que le escuche al Señor todo se le dará, y al que le escuche a Satanás todo se le quitará (Mr. 4:25).

La clase de semillas que siembras determina lo que cosecharás. Si estás sembrando semillas de blasfemia, cosecharás la misma recompensa que todos aquéllos que blasfeman contra el Espíritu Santo.63 "No os engañeis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna" (Gá. 6:7-8). Los que están sembrando semillas de blasfemia en tus oídos esperan que echen raíces y crezcan para que te vuelvas como ellos, blasfemadores contra el Espíritu Santo. Quieren que compartas de su destino, muriendo una eternidad en el Infierno pero nunca alcanzando la muerte.64 Nosotros que tenemos a Cristo con el Padre por el Espíritu viviendo en nosotros estamos permitiendo que la plenitud de la Deidad en nosotros siembre Sus semillas de vida en tus oídos.65 "Porque [Satanás] es mentiroso, y padre de mentira" (Juan 8:44). El no puede decir la verdad. Como dijo Jesús, este ladrón, Satanás, ha venido "para hurtar y matar y destruir [tu alma]." Jesús ha venido "para que [ustedes] tengan vida, y para que [ustedes] la tengan en abundancia [en Su reino]" (Juan 10:10), porque Su "reino no es de aquí" (Juan 18:36).

Jesús le dice a cada pecador, a aquéllos que nunca han sido salvos, que sí es posible ser perdonado, si te arrepientes de tus pecados: "Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres [aquéllos que todavía no son salvos]; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada [incluso a aquéllos que no han sido salvos]. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero" (Mt. 12:31-32).

Los fariseos, que más tarde blasfemaron contra el Espíritu Santo, no eran salvos. Por eso, Juan rehuzó bautizarlos ya que antes de ser bautizados en agua tenemos que primero ser regenerados, espiritualmente bautizados a la muerte y la resurrección de Cristo.66 Sólo después que hemos llevado a cabo la muerte y la resurrección de Cristo es que somos elegibles para el bautismo en agua.67 La ceremonia del bautismo en agua es sólo un símbolo metafórico demostrándole a nuestros amigos, familiares, y al mundo, que hemos pasado por la muerte a la vida,68 que hemos sido salvos, que hemos nacido de nuevo del Espíritu, y que nunca más vamos a vivir como nos vieron vivir antes de ser salvos. "Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo [a ser bautizados por él, Juan el Bautista les hizo preguntas de esta manera]... ¡Generación de víboras!" ¿Quién les dio una insinuación privada y confidencial que deberían estar huyendo de la ira que está a punto de estallar (Mt. 3:7, traducido del griego original). Juan les ordenó, "Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento" (Mt. 3:8).

Cuando Cristo con el Padre por el Espíritu declara culpable a una persona de sus pecados y esa persona le entrega su vida al Señor, siendo salva, convertida y regenerada, el demonio o los demonios que moraban en esa persona son echados fuera y Cristo con el Padre por el Espíritu entran en él.69 Este es el significado de ser nacido de nuevo del Espíritu.70 Cuando el Señor Dios nos usa para traerle un alma a El por Su Espíritu, Cristo entra en la persona y los demonios que viven en él son echados fuera. Este es el milagro más grande de Dios. Sólo Dios el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo en nosotros puede hacer un milagro así como echar fuera los diablos y llevarle la vida inmortal de Dios a otros seres humanos.71 Jesús declaró, "Ninguno puede venir a Mí, si el Padre que me envió no le trajere" (Juan 6:44).

El primer cuerpo humano en que vivió el Dios Trinidad fue el cuerpo humano de Cristo.72 Una vez más, la encarnación de Cristo con el Padre por el Espíritu continúa hoy viviendo, creciendo, y obrando en carne humana.73 La encarnación de Cristo continuará hasta que "verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria" (Mr. 13:26). Si dices que la Deidad, Cristo con el Padre por el Espíritu Santo, es un culto satánico, la obra del diablo, o una nueva religión satánica y ecéntrica, tú mismo eres un diablo o una persona semejante al diablo. ¿Por qué digo ésto? Porque el diablo no puede ser salvo, y después de que hables tu blasfemia, tú tampoco podrás ser salvo.74

Juan 1:1 declara, "En el principio era el Verbo." Juan 1:14, Isaías 9:6, Apocalipsis 19:13, y muchas otras escrituras demuestran que Jesús es la Palabra de Dios.75 Juan 1:1 también declara, "y el Verbo era con Dios," mostrando que el Padre vive en la Palabra. Jesús dijo en Juan 10:38, "El Padre está en Mí, y Yo en el Padre." Juan 1:1 dice, "y el Verbo era Dios." Jesús dijo en Apocalipsis 1:8, "Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin...que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso." En Juan 11:25 El dice, "Soy la resurrección, y la vida."76 Juan 1:14 dice, "Y aquel Verbo fue hecho carne." La encarnación de la Palabra es igual que la encarnación de Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo. Cuando recibimos la Palabra de Dios, recibimos a Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo. Esto es porque el Padre y la morada del Espíritu está en la Palabra.77 Esto ha continuado desde el principio. Ahora continúan Ellos Su encarnación en todos los creyentes verdaderos. Su poder en los creyentes verdaderos es lo que les da la habilidad de vivir en el Espíritu, negarse a sí mismos y sus carnes, y vivir en el reino espiritual.78

Adán fue creado en la imagen y semejanza de Dios, tanto por dentro como por fuera.79 Originalmente, los seres humanos fueron creados por Dios para parecerse a Dios. Todavía nos parecemos. Sin embargo, después de la caída de Adán, ya no podemos ser como Cristo sin que Cristo viva, obre, y crezca dentro de nuestros cuerpos mortales y espíritus.80 Nuestra vestidura de justicia, que es la vida de Cristo en nosotros, se nos fue quitada debido a la desobediencia de Adán, su transgresión, dejándolos desnudos a él y a su mujer, así como al resto de la humanidad.81 La vestidura de la justicia, que era Cristo, se apartó de nosotros con el pecado de Adán. Aquella vestidura vuelve a nosotros cuando elegimos ser vestidos con justicia, que significa ponernos a Cristo.82 Se nos ordena ser "Vestios del Señor Jesucristo" (Ro. 13:14). También se nos ordena tener la mente de Cristo;83 es decir, permitir que el proceso de Su vida, Su obra, y Su crecimiento tome lugar por nosotros, en nosotros, y a través de nosotros. Llegamos a ser como El porque hemos escogido vestirnos de El quien es la vestidura de nuestra justicia.84 El, la Palabra, es toda nuestra armadura de Dios.85 La renovación diaria del Espíritu de Cristo es lo mismo que la abnegación de nosotros mismos tomando nuestra cruz diariamente y siguiendo a Cristo.86 Significa no caminar más según la carne sino en el Espíritu.

Cada cuerpo humano creado en la imagen de Dios tiene que contener a Dios, no el diablo. Dios le ha dado al mundo entero una segunda oportunidad. Nuestros cuerpos ciertamente son la imagen de Dios el Hijo, pero nosotros como vasos parecidos a Dios tenemos que contenerlo sólo a El para ser como El. Tenemos que ser exactamente como El, por dentro y por fuera, poseyendo Sus obras o no entraremos al reino de Dios. "Cree en…[la Palabra de Dios], y serás salvo." Esto significa lo mismo que, "Cree en el Señor Jesucristo [quien es la Palabra] y serás salvo" (Hch. 16:31). Jesús dijo, "El que no creyere [Su Palabra], será condenado" (Mr. 16:16). Pedro dijo, "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes Palabras de vida eterna" (Juan 6:68).

¿Creerás a Jesús la Palabra, cuyo reino es el Cielo? O ¿le creerás a los diablos de hoy en día, cuyo reino es este mundo presente, el reino del Anticristo? Jesús dijo, "Mi reino no es de este mundo" (Juan 18:36). El le dijo a los diablos mundanos, "Vosotros sois de abajo, Yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, Yo no soy de este mundo" (Juan 8:23). "Vosotros sois de vuestro padre el diablo" (Juan 8:44).

Si le crees a Jesús, el cual es la Palabra de Dios, el Señor, el Salvador, el Dios Todopoderoso, el Padre Eterno, y el que cumplió cientos de profecías, tu alma puede ser salva ahora mismo. El dijo que si no le crees, serás maldecido y pasarás una eternidad en los tormentos ardientes del Infierno.87 Todos aquéllos que creen en Cristo hasta la vida eterna, digan esta oración:

Oración

Mi Señor y mi Dios, ten misericordia de mi alma pecadora.1 Yo creo que Jesucristo es el Hijo del Dios Viviente.2 Creo que Él murió en la cruz y derramó Su preciosa sangre por el perdón de todos mis pecados. 3 Creo que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos por el poder del Espíritu Santo4 y que Él está sentado a la mano derecha de Dios en este momento, escuchando mi confesión de pecado y esta oración. 5 Abro la puerta de mi corazón, y Te invito en mi corazón Señor Jesús. 6 Lava todos mis pecados sucios en la preciosa sangre que Tú derramaste por mí en la cruz del Calvario. 7 Tú no me rechazarás, Señor Jesús; Tú perdonarás mis pecados y salvarás mi alma. Lo sé porque Tu Palabra, así lo dice. 8 Tu Palabra dice que Tú no rechazarás a nadie, y eso me incluye a mí.9 Por eso, sé que me has escuchado, sé que me has contestado, y sé que soy salvo.Por eso, sé que me has escuchado, sé que me has contestado, y sé que soy salvo.10 Y Te doy gracias, Señor Jesús, por salvar mi alma, y Te mostraré mi agradecimiento haciendo como Tú mandas y no pecar más. 11

Usted acaba de completar el primer paso en una serie de cinco pasos que se requieren para recibir la salvación. Su segundo paso es negarse a sí mismo y aceptar la cruz cada día con el propósito de mortificarse, es decir, para darle muerte a su propia voluntad, a su ser autosuficiente, y al mundo con todos sus deseos. Todos estos tienen que ser bautizados en la muerte de Cristo. El tercer paso es su resurrección de la vida satánica de Adán a la vida libre de pecados de Cristo. El cuarto paso es su ascensión a una posición de autoridad para reinar por Dios en la tierra, y el quinto paso es reinar por Dios en la tierra hasta el fin con el propósito de traer el reino del Cielo a la tierra. Usted tiene que aprender la Palabra de Dios, luego someterse y hacer lo que la Palabra dice, para que la Iglesia y el mundo puedan ver pruebas de su sumisión a la Palabra de Dios, Su orden, y Su autoridad en usted y por usted.
Alabado sea el Señor. Que Dios lo recompense abundantemente.

Pastor Mundial Tony Alamo


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© Propiedad literaria abril, 1999 Todo derecho reservado Pastor Mundial Tony Alamo ® Registrado abril, 1999


Notas del "¿ESTAS ESCUCHANDO? ":vuelva arriba

1 Mt. 26:45-49, Jn. 6:53-66, 12:39-40, Hch. 7:51-52, 1 Jn. 2:19vuelva

2 Jn. 6:54-66, He. 12:25 vuelva

3 Mt. 5:10-12, 26:21-25, 45-49, Ro. 1:18-32, Hch. 5:1-11, 7:51-52, 1 Co. 1:10-17, Gá. 2:3-5, 2 Ts. 2:3-12, 2 Ti. 3:1-9, 12, 4:14-16, He. 6:4-6, 1 Jn. 2:19, 4:20 vuelva

4 Jn. 1:1, 2 Ts. 2:3-4, Jud. 10, Ap. 19:13 vuelva

5 2 Ti. 3:13 vuelva

6 Jn. 1:1, 1 Ti. 6:15, Ap . 17:14, 19:13, 16 vuelva

7 Is. 3:9, 11, 5:11, 18, 24, 10:1-2, 45:9, Mt. 11:21, 18:7, 23:13-16, 23, Ap . 8:13 vuelva

8 Gn. 6:5-13, 7:1-24, 18:20, 19:25, Ex. 7:20-22, 8:5-6, 16, 24, 9:3-6, 8-10, 23-26, 10:7, 12-15, 11:4-10, 14:21-28, Nn. 11:32-34, 16:28-35, 41-49, Jos. 10:10-12, 1 S. 6:19-20, Sal. 135:8-11, Is. 37:33-38, Jer. 16:3-6 vuelva

9 Hch. 5:1-11, 12:21-23, 2 P. 3:6-7, Ap . 8:7-13, cap. 9, 15:6-7, cap. 16, 19:20, 20:10, 14-15 vuelva

10 Dt. 9:13-14, 2 R. 22:13, Sal. 7:11, 76:7, 90:11, Is. 13:9, Ro. 1:18, He. 12:28-29, 2 P. 3:10-12, Ap . 6:16-17, 14:9-11, 15:1, 7 vuelva

11 Mt. 10:38, 16:24-25, Lc 9:23-25, 16:24, Gá. 2:20, Col. 3:5-10 vuelva

12 Mt. 23:31, 25:24-27, Mr. 12:1-12, Jn. 8:44, Gá. 1:8-9, Ap . 21:8 vuelva

13 Jn. 3:5, Ro. 8:1-14, 1 Co. 6:9-11, 19, Gá. 5:5, 16-25, 6:8, Jud. 18-21 vuelva

14 Ro. 16:17-18, 2 Co. 11:2-4, Gá. 1:6-9, Ef. 4:14, Col. 2:4, 6-8, 18, 1 Ti. 1:3-7, 4:1-3, 7, 6:3-11, 20-21, 2 Ti. 2:14, 16-18, 3:6-9, 13-17, Tit. 1:10-16, 2 P. 2:1-9, 14-19, 1 Jn. 4:3 vuelva

15 Gn. 18:20. 19:1-28, Ro. 1:27-32 vuelva

16 Is. 33:14, Mt. 3:12, 8:12, 10:28, 13:41-42, 18:8, 25:41, 46, Mr. 9:43-44, Lc 16:23-24, 26, 2 Ts. 1:9, Ap . 14:10-11 vuelva

17 Jn. 15:4-6, Ro. 8:9-11, Tit. 3:4-5, 1 Jn. 3:6, 9-10 vuelva

18 Mt. 26:41, Mr. 7:21-23, Jn. 14:6, 15:5, Ro. 7:14-25, 8:37, Gá. 5:19-21 vuelva

19 Mt. 27:52-53, Jn. 6:54, 11:23-26, 39-44, 1 Co. 15:20-28, 41-55, 1 Ts. 4:14, 16, 2 Ti. 1:10, Ap. 1:18 vuelva

20 Jn. 5:21, 24-25, 28-29, 14:19, Ro. 6:3-13, 8:11, 1 Co. 6:14, Fil. 3:10-11 vuelva

21 Mt. 18:19, Ro. 8:37, Fil. 4:13, 1 Jn. 4:4 vuelva

22 Os. 4:6, Ro. 8:6-8, Tit. 3:10 vuelva

23 Mt. 26:41, Ro. 7:18-20 vuelva

24 Gá. 5:16, 1 Jn. 3:9, 5:18 vuelva

25 Mt. 12:31-32, 1 Jn. 5:16 vuelva

26 Jn. 5:24 vuelva

27 Ro. 8:37-39, 1 Jn. 4:4, 5:18 vuelva

28 Ro. 8:1, 4, Gá. 5:16, 24-25 vuelva

29 2 P. 2:4, Jud. 6, Ap. 12:4, 9 vuelva

30 Ec. 2:2, 7:2-4, 6, Ro. 13:13-14, 1 P. 4:3 vuelva

31 Mt. 10:37, Lc 9:62, 14:26 vuelva

32 Pr. 23:1, 21, Lc 21:34 vuelva

33 Gn. 19:23-26, Ex. 20:17, Mr. 7:21-22 vuelva

34 Mt. 27:39-44 vuelva

35 Ex. 22:12 vuelva

36 Ex. 22:18, 1 Cr. 10:13, 2 Cr. 33:2, 6 vuelva

37 Nn. 14:11-12, 22-24, Dt. 11:27-28, 28:15-68, Ro. 2:8-9 vuelva

38 Gn. 2:16-17, 3:3 vuelva

39 Gn. 3:19, 5:5 vuelva

40 Gn. 5:8, 11, 14, 17, 20, 27, 31 vuelva

41 Gn. 3:20 vuelva

42 Ro. 5:12-14, 1 Co. 15:21-22 vuelva

43 Sal. 51:5, Ro. 2:12, 3:22-24, 5:12, 1 Jn. 1:10 vuelva

44 Gn. 2:16-17, 3:3 vuelva

45 Gn. 3:19, 22-24, Ro. 5:14-21, 1 Co. 15:21-22 vuelva

46 Mr. 16:16, Lc 7:50, 8:12, Jn. 3:17-18, 10:9, Hch. 2:21, 4:12, 15:11, 16:31, Ro. 5:9-10, 10:9-13, Ef. 2:8vuelva

47 1 Jn. 5:19, Ap. 13:3-8 vuelva

48 Is. 42:9, 46:9-10, Hch. 15:18, Ap. 1:8, 22:13 vuelva

49 Gn. 7:13-24, Job 22:15-16, He. 11:7, 1 P. 3:20, 2 P. 2:5 vuelva

50 Mt. 3:12, 13:30, 43, 49, 1 Ts. 2:12, 2 P. 3:9 vuelva

51 Mt. 5:3, 8, 12, 20, 48, 19:21, 26, 1 Co. 15:50, Gá. 5:21, Ef. 5:5, Ap. 22:14 vuelva

52 Mt. 5:20, 7:21-23, 18:3, Ro. 8:6-9 vuelva

53 Nm. 20:10-12, Dt. 34:4-7, Sal. 106:32-33 vuelva

54 He. 6:4-8, 10:28-29 vuelva

55 Jn. 8:42-45 veulva

56 Jn. 1:12-13, Ro. 8:14-17, Ef. 4:11-15, 1 Jn. 2:3-5 vuelva

57 Mt. 12:24-32 vuelva

58 periódicos y medios de noticias diarios vuelva

59 Jer. 7:12-14, 23-25, 25:4-7, 26:3-6, Mr. 16:15 vuelva

60 Ro. 5:8-9, 2 Co. 13:11, Gá. 5:22, Ef. 2:4-5, 2 Ts. 3:5, 2 Ti. 1:7, Tit. 3:3-6, 1 Jn. 2:3-6, 3:1, 16, 4:7-11, 14-16, Jud. 21 vuelva

61 Nú. 15:31, Dt. 7:9-11, Sal. 1:4-6, 2:4-5, 9, 5:5-6, 9:5, 17, 11:6, Mal. 4:1, 2 Ts. 1:7-9, 2:8 vuelva

62 Mt. 3:7, 10, 12, 8:12, Mr. 3:29 vuelva

63 Job 4:8, Pr. 22:8, Gá. 6:7 vuelva

64 Mt. 3:12, 8:12, 10:28, 13:41-42, 18:8, 25:41, 46, Mr. 9:42-44, 46, 48, Lc 16:23-24, 26, 2 Ts. 1:8-9, Ap. 14:10-11 vuelva

65 Mt. 13:23 vuelva

66 Mt. 3:5-8, 12:33-35, 18:3, Jn. 3:3, 5-6, 5:24, Ro. 6:3-14, Gá. 2:20, Col. 2:11-13, 1 P. 1:3, 23 vuelva

67 Mr. 16:16, Hch. 2:41, 16:14-15, 8:12, 36-38, 18:8 vuelva

68 Ro. 6:2-11, 7:4-6, 8:10-11 vuelva

69 Lc 19:9-10, Jn. 15:4-5, 2 Co. 5:5, Col. 3:9-10, 1 Ts. 5:9-10, 2 Ti. 2:10-12, Tit. 3:5, 1 P. 2:9 vuelva

70 Jn. 1:12-13, 16, 3:3-8, 1 Jn. 2:29 vuelva

71 Mt. 4:24, 8:28-32, 9:32-33, 12:22, Mr. 3:14-15, 7:25-30, Jn. 5:25-26, 6:35, 40, 47, 11:25-26 vuelva

72 Jn. 1:1-4, 14, 8:58, 10:30, 14:10-11, 20, 17:5, 1 Co. 8:6, Ef. 3:9, Fil. 2:5-6, He. 1:2-3, Col. 2:9-10, 1 Jn. 5:7 vuelva

73 Jn. 6:56, 14:15-21, 17:6-26, Gá. 2:20, 1 Co. 3:16-17, 6:19-20, 2 Co. 6:16 vuelva

74 Mt. 12:31-32, Lc 12:9-10 vuelva

75 Gn. 1:1-3, Jn. 1:3, 6:63, 68, 15:4-7, Col. 3:16 vuelva

76 Jn. 11:25, 1:1-4 vuelva

77 Jn. 5:24-25, 6:63, 1 Co. 2:13, Ef. 6:17, 1 Ts. 1:5, 2:13 vuelva

78 Lc 24:49, Jn. 3:34, Hch. 1:8, 6:5, 8, 2 Co. 12:9-10, 13:3-4, Gá. 2:20, Ef. 1:18-19, 6:10, Fil. 4:12-13, Col. 1:11-13, 2 Ti. 1:7 vuelva

79 Gn. 1:26-27, 1 Co. 11:7 vuelva

80 Jn. 15:3-5, 17:21-23, 26, Ro. 8:1, 10, 2 Co. 5:17, 21, Gá. 2:20, 1 Jn. 3:6, 24, 5:12, 2 Jn. 9 vuelva

81 Gn. 3:7, 11, Mt. 22:11-12, 2 Co. 5:1-4 vuelva

82 Job 29:14, Is. 61:10, Mt. 5:48, Jn. 17:23, Ro. 13:14, 1 Co. 2:16, Gá. 3:27, 5:22-25, Ef. 4:24, 6:11-18, Fil. 2:5, 3:9 vuelva

83 Ro. 15:5-6, 1 Co. 1:10, 2:16, Fil. 2:5 vuelva

84 Sal. 132:9, 16, 1 P. 5:5, Ap . 3:5, 18, 19:8, 14 vuelva

85 2 Co. 6:7, Ef. 6:11-17 vuelva

86 Mt. 6:11, Lc 9:23-24, Jn. 8:31-32, 15:9-12, Ro. 2:7, 11:22, Hch. 17:11, 14:22, 1 Co. 15:31, Fil. 3:8-16, Col. 1:10, 21-23, 4:2, 1 Jn. 2:24-26 vuelva

87 Pr. 1:24-33, 8:36, Mt. 7:24, 26-27, 13:13, 19, Mr. 16:16, Lc 6:49, 10:16, Jn 1:1, 5:24, 8:47, 9:31, 18:37, 2 Ts. 2:10-12, 1 Jn. 4:5-6, 5:14, Ap. 22:17-19 vuelva

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Notas de la Oración:

1. Sal 51:5, Ro. 3:10-12, 23 vuelva

2. Mt. 26:63-64, 27:54, Lc. 1:30-33, Jn. 9:35-37, Ro. 1:3-4 vuelva

3. Hch. 4:12, 20:28, Ro. 3:25, 1 Jn. 1:7, Ap. 5:9 vuelva

4. Sal. 16:9-10, Mt. 28:5-7, Mr. 16:9, Jn. 2:19, 21, 10:17-18, 11:25, Hch. 2:24, 3:15, Ro. 8:11, 1 Co. 15:3-6 vuelva

5. Lc. 22:69, Hch. 2:25-36, He. 10:12-13 vuelva

6. Ro. 8:11, 1 Co. 3:16, Ap. 3:20 vuelva

7. Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 vuelva

8. Mt. 26:28, Hch. 2:21, 4:12, Ef. 1:7, Col. 1:14 vuelva

9. Ro. 10:13, Stg. 4:2-3 vuelva

10. He. 11:6 vuelva

11. Jn. 8:11, 1 Co. 15:10, Ap. 7:14, 22:14 vuelva

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