ARMADO

Por

Tony Alamo

Usted puede tener gozo todos los días cuando aprenda cómo pelear en el campo espiritual.1 Esta literatura le enseña cómo hacerlo. Si usted recibe y usa las lecciones encontradas aquí, podrá tener gozo inefable y glorioso por el fuego de pruebas, las tentaciones, la persecución, la tribulación, las penas, y todas las otras calamidades incluyendo la caminata que usted eventualmente andará por el valle de sombra de muerte.2

En una visión que tuvo mientras dormía, Dios le mostró a Jacob la conexión entre el mundo visible y el mundo invisible para que él pudiera conocer el camino al poder de su liberación. La visión era una escalera extendiéndose desde la tierra al Cielo. Los ángeles de Dios estaban ascendiendo de la tierra al Cielo y descendiendo del Cielo a la tierra.3

Cristo estaba a la cabeza de la escalera animando a Jacob, quien por sus pecados pensaba que todo estaba perdido.4 Para aumentar la fe de Jacob en la misericordia de Dios, Cristo empezó a repetir el pacto que El hizo con Abraham, el abuelo de Jacob, su padre Isaac, y sí mismo.5 Con esto, Cristo le dejó saber a Jacob que El, el Todopoderoso, estaría en la tierra en un cuerpo humano.6 Los ángeles descendiendo del Cielo a la tierra y ascendiendo de la tierra al Cielo le estaban mostrando a Jacob que el deseo de Cristo sería unir las cosas más altas con las más bajas, unir el Cielo con la tierra.7

Antes de que Cristo viniera al mundo, El le dijo a Jacob que su descendencia pía (sus hijos y sus hijas) hablaría del Hombre de Dios,8 el Hijo del hombre que sería Dios andando con nosotros en la tierra.9 El dijo que esto sería confirmado a través de los siglos por visiones dadas a jóvenes.10 Estas serían algunas de las señales antes y al tiempo de Su venida.

Satanás, quien una vez moró en el Cielo pero fue arrojado abajo11con los otros ángeles caídos, conectó el mal con la tierra12 por el pecado de Eva.13 La tierra recibió gloria celestial con la aparición de Cristo en la tierra porque aquello que estaba arriba fue conectado con lo que está abajo por El en nosotros (Sus santos).14 El le estaba dejando saber a Jacob que por su descendencia, la conexión pía, florecería la raíz de reyes,15 la cual se presentaría y volcaría el poder de la maldad.16 El dijo que El, Cristo, sería el Salvador para cada nación, el descanso y el Sábado para aquéllos que se afanan en Su obra, y que El sería una nube (el Consolador), dándole sombra al mundo entero del calor ardiente, a aquéllos que Lo obedecen.17 Si al fin de todo El no fuera a venir a la tierra, nunca ocurriría la salvación. Si Cristo no hubiera hecho esta conexión del Cielo con la tierra, lo que no tiene control nunca se podría controlar y el impío jamás podría llegar a ser pío.18 A Su venida, la gente será ordenada a desechar todas las cosas que adoran, todas esas cosas por las cuales venden sus almas, con el fin de que ellos le puedan servir a El.19 Los ángeles les darán noticias de El a los hombres sabios y les dejarán saber qué pasará en la tierra por la señal de una estrella (los ángeles).20 Aquéllos que desean verlo, encontrarán una manera de conectar sus almas a El.

Cristo, como Dios, restauraría la fe de la humanidad y reviviría a Eva (a cada pecador), quien murió por la fruta del árbol.21 Todo esto ocurrirá cuando nos conectemos a El por nuestra fe en Su poder de salvarnos y guardarnos, tanto como en Su poder de salvar y guardar a todos los otros pecadores arrepentidos.22 Todos somos los descendientes de Eva y pecadores que necesitamos arrepentirnos de nuestros pecados.23 La muerte de toda la humanidad vino por nuestra conexión con un árbol.24 La vida eterna vino al mundo por nuestra conexión con la fe, con la sangre de Cristo sobre nuestra alma, sangre que fue derramada cuando El fue colgado en un árbol.25

Cristo le continuó enseñando a Jacob cuándo El vendría. El le dijo que el engaño de aquéllos que siguen a Satanás sería descubierto.26 Todo por lo cual la gente del mundo vive y muere caerá.27 Ellos serán avergonzados por El. Cuando El sea herido, entonces estará lista la salvación y el fin de toda la perdición.28 Aquéllos que lo han herido recibirán ellos mismos una herida que nunca sanará. Toda la creación se inclinará a El que fue herido y muchos confiarán en El.29 El será conocido por todas partes en todas las tierras.30 Aquéllos que reconocen Su nombre guardando Sus mandamientos no estarán avergonzados.31 Su propio dominio y Sus años nunca terminarán.32

Jacob, como muchos hombres y muchas mujeres, salvos y no salvos, vio ángeles.33 La agencia de ángeles y espíritus malignos está mencionada en muchos pasajes de las santas escrituras.34 Su presencia se puede sentir y sus obras ser vistas en el mundo. Se manifiestan claramente en nuestras vidas diarias. Estos ángeles caídos y espíritus malignos son los enemigos de Dios y los enemigos de todos aquéllos que le sirven a El, al igual que los enemigos de aquéllos que están perdidos.35 Desde que fue creado el hombre, los ángeles celestiales y espíritus malignos se han entretejido en las vidas de todos los seres humanos.36 Ellos han existido desde el principio.37 Esta es la razón por la cual Dios nos manda a armarnos espiritualmente con Su Espíritu Santo superior. “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes ESPIRITUALES de maldad en las regiones celestes.”38 Así que, “Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino PODEROSAS EN DIOS para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.”39

La calidad de la armadura que Dios manda que nos pongamos es la “armadura de Dios.”40 Nada más que la armadura de Dios tiene el poder de mantener fuerte nuestra conexión con Dios.41 Si nuestra conexión con Dios estuviera quebrada, nuestras almas estarían perdidas para siempre.42 La cantidad de armadura que Dios nos manda a poner es “toda la armadura de Dios.”43 La razón por la cual ponernos toda la armadura de Dios es para que podamos “estar firmes contra las asechanzas del diablo.”44

Estamos viviendo en un mundo carnal guiado por el espíritu de Satanás.45 El odia el hecho que Cristo ha venido al mundo para recobrarlo46 y está viviendo por Su Espíritu en Sus siervos que están terminando Su obra.47 “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.”48 Por esta causa, “Todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús [reedificar Su reino] padecerán persecución.”49

El diablo sin piedad reúne sus fuerzas lanzando todo su poder en esta guerra.50 El ha tenido poca resistencia porque los Cristianos y los que no son salvos tienen una conexión tan limitada con el Señor Jesucristo y por lo tanto están vacíos de Su Espíritu.51 Ellos no están tan repulsados con el pecado como lo fue Cristo.52 No lo ponen a prueba como lo hizo Cristo con Su celo y Su poder.53 El Señor dijo, “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento.”54 Si verdaderamente lo seguimos a El, el Señor nos pasará Su conocimiento y poder, habilitándonos a resistir a Satanás.55 El Señor nos dice, a través de Santiago, “Resistid al diablo, y huirá de vosotros.”56 Como Jesús, no podemos darle NINGUN espacio a él.57 Tenemos que resistirlo poniéndonos todo el poder del armamento de Dios que Cristo nos da para luchar contra Satanás, manteniendo nuestra armadura puesta para resistir y apagar todos los dardos de fuego del diablo.58 El diablo le está siguiendo las huellas a todo el mundo por todo lugar durante cada segundo de cada minuto.59 Esta es la guerra hecha en contra del mundo espiritual que nos rodea.60

Tenemos que estar confiados como Jesús quien dijo, “Confiad, Yo he vencido al mundo.”61 Por medio de Cristo, el Cristiano también ha vencido al mundo.62 La armadura de la cual cuenta Pablo es Cristo.63 Nuestra defensa, nuestro escudo, nuestro broquel, y nuestro defensor contra Satanás es Cristo.64 La Escritura “De Cristo estáis revestidos”65 significa que no podemos confiar en nosotros mismos en lo absoluto, sino confiar completamente en Cristo.66 Por este motivo El nos manda a que estemos “en todo tiempo orando.”67 El Apóstol Pablo declaró, “Orad sin cesar,”68 porque Satanás y su ejército están tan ocupados con su resistencia mundial contra Cristo, Sus hijos, y la destrucción de cada alma en el mundo, que toma oración sin cesar para combatirla.

El mundo espiritual invisible opera en nosotros y alrededor de nosotros día y noche.69 No hay nada hecho por ningún humano sin la influencia espiritual de Dios o de Satanás.70 Las palabras que hablamos y nuestras acciones revelan claramente qué espíritu nos está usando.71

Todos los testimonios registrados en la Palabra de Dios son afirmaciones para nosotros.72 Por estas afirmaciones podemos ver que Dios siempre libera a cualquiera que clama Su nombre para su liberación, su curación, y su defensa.73 Es el reino espiritual del mundo demoniaco que causa la blasfemia del Espíritu Santo, el adulterio, la fornicación, la homosexualidad, el incesto, el aborto, la falsa profecía, la hipocresía, las borracheras, los tiroteos, las guerras, los terroristas y los grupos de ellos.74 Cada suicidio, cada locura, cada asesinato, y todas las corrupciones y perversiones en el mundo75 son causadas por los espíritus malignos en aquéllos que no reciben el amor de la verdad.

Nadie tiene el poder de pelear la guerra espiritual sin el Espíritu del Señor, la armadura de Dios.76 Ni el borracho poniéndose sobrio, ni una persona alborotada poniéndose moderada, ni alguien sensual y lascivio haciéndose casto ganará la guerra contra el mundo espiritual de Satanás y sus espíritus inmundos.77 Sólo cuando nos ponemos el Señor Jesucristo quien es “toda la armadura de Dios,”78 y caminamos en el Espíritu Santo es que tenemos la habilidad de defender el evangelio de Cristo, a los perdidos y a nosotros mismos en esta guerra espiritual.79 Hasta que nos pongamos a Cristo completamente, estamos espiritualmente desvestidos y desarmados.80

No es nuestra moralidad, nuestra devoción, nuestra virtud filosófica, nuestro talento, ni nuestra cultura que repela a Satanás o sus tentaciones, las cuales con toda su fuerza nos mandan él y todo su ejército.81 Es el Espíritu de Dios. “No con ejército, ni con fuerza, sino con Mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.”82 El talento, la devoción, la buena moralidad, y las buenas virtudes filosóficas verdaderamente le pueden dar poder al carácter de la Cristiandad y pueden tener una influencia poderosa y ganadora de almas en el cuidado de la Palabra de Cristo. Pero todas estas virtudes tienen que ser consagradas al Señor en el Espíritu Santo de Dios.83 Aunque estas virtudes son pequeñas comparadas al Espíritu de Dios, ellas pueden ser usadas fácilmente como herramientas en la mano del enemigo para llevar almas de nuevo al mundo, destruyéndolas. Todas estas virtudes sin el Espíritu de Dios no detienen ni la pistola de juguete de un niño.84 El hombre en la armadura de Cristo tiene un conocimiento completo de Cristo.85 El está en Cristo, El, en quien mora todo el poder sobre el mundo espiritual y el mundo carnal.86

Cada poder de Cristo es un pedazo de armadura.87 El cinturón de la verdad, el peto de justicia, sus pies calzados con la preparación del evangelio de la paz, más que todo, el escudo de la fe, y todo el resto son piezas de Su poder. La Biblia también nos dice que tenemos que estar “vestíos del nuevo hombre,”88 el hombre espiritual,89 que son todos los diferentes poderes de Cristo obtenidos de Su Palabra.90 Aquéllos que no son salvos son los que no tienen armadura, los desarmados.91 Ellos son indefensos contra Satanás y sus ángeles malos.92 Ellos no pueden cumplir las obligaciones que Cristo nos manda hacer para Su defensa, para nuestra defensa, y para la defensa de otros.93 Cuando le escuchamos al malo y a sus espíritus inmundos haciendo lo que ellos dicen aun en sólo un asunto, pecamos.94 Por el pecado, inmediatamente somos desnudados de cada trozo de la armadura de Dios que nos defiende en la lucha contra el pecado y Satanás.95

Cuando Eva cometió el primer pecado y Adán la siguió, ellos estaban desnudos.96 Esto causó que cada uno de sus hijos, su posteridad, estuviesen desnudos.97 Ellos, también como el resto de nosotros, se volvieron criaturas débiles y pobres bajo la voluntad de Satanás.98 Nosotros nos hemos vuelto una gente apagada y desarmada por su conquistador arrogante, e incapaces de avanzar contra él.99 Después que la gente le consiente a Satanás, él se convierte en su señor.100 El diablo no puede forzarle a nadie que peque sin el consentimiento de su voluntad.101 Por esto es que el alma es juzgada en el juicio, porque la voluntad del hombre mora en el alma del hombre.102 Al mandato de Satanás, nosotros estabamos dispuestos a cometer adulterio, fornicación, violar, mentir, robar, asesinar, ser terrorista, codiciar, y desear lo ajeno.103 Es nuestra voluntad que le consiente a Satanás.104 El poder de Satanás es sólo tentar.105 La voluntad de nuestra alma acelera sus tentaciones al pecado.106 Después de que el alma consiente pecar, cada pecado entra al alma como un diluvio.107 “El alma que pecare, esa morirá.”108

En vez de confesarle nuestros pecados a Dios y arrepentirnos, corremos y nos escondemos detrás de un árbol.109 La voluntad del alma tiene el poder de escoger el bien o el mal cuando se le predica el evangelio.110 Tiene el poder de olvidarse de una vida de pecado e irse con Cristo; también tiene el poder de negar a Cristo e irse con Satanás.111 El Apóstol Pablo, quien escogió hacer el bien e irse con Cristo, declaró, “Una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás [el mundo de pecado], y extendiéndome a lo que está delante [la vida eterna en el Cielo].”112

Satanás y los otros ángeles caídos descendieron a la tierra, revelando cosas ocultas de los hijos de los hombres.113 Ellos sedujeron a los hijos de los hombres a cometer más pecado.114 Visitaron a todos los hijos de los hombres incluyendo a Lamec y sus dos hijos, Jubal y Tubalcaín con todas sus tentaciones. Jubal fue instruido en el arte de instrumentos de música y la canción para ayudar a las alucinaciones sensuales y sexuales de esa clase de pecado.115

Tubalcaín recibió instrucciones de otro de estos ángeles caídos.116 Este ángel les enseñó a él y a los hijos de los hombres los golpes de la muerte.117 También les enseñó las armas de la muerte: el escudo, la cota de malla, la espada para la batalla, y todas las otras armas de la muerte.118 De este día en adelante, ellos han procedido contra aquéllos que moran en la tierra.119 Aun continúan, hasta la época de las bombas atómicas e hidrógenas en la que vivimos.120 Les enseñaron a los hijos de los hombres todas las aniquilaciones malvadas de espíritus inmundos, incluyendo las aniquilaciones asesinas del embrio en la matriz, llamadas aborto en estos días, las aniquilaciones del alma, las mordeduras de la serpiente [el diablo], y las aniquilaciones que le acontecen a los hijos de la serpiente por el calor del mediodía de la tentación.121 Los ángeles caídos malos en cadenas de las tinieblas están ocultos en un lugar de castigo.122

En el lado pío, los ángeles santos están en el servicio de Dios ahora mismo, ayudándoles a todos aquellos que son herederos de la salvación (He. 1:14).123 Acuérdese, Cristo es nuestro defensor, nuestro escudo, nuestra armadura, y nuestra arma.124 El pelea todas nuestras batallas por nosotros si le clamamos a El a que pelee por nosotros y por otros.125 Ponerse a Cristo quiere decir confiar en todo lo que dice Su Palabra sobre Sus habilidades de liberar, creer todas las afirmaciones de Su Palabra que El siempre libra, creer que El siempre defiende a aquéllos que le claman a El para la defensa de otros tanto como la de ellos mismos.126

Dios, quien es Cristo, oirá y contestará nuestras oraciones fervientes.127 El despachará a Sus poderes poderosos contra los demonios y ángeles malos que oprimen a toda la humanidad incluyendo a nosotros mismos.128 Dios aniquilará a los malos, los espíritus que causan toda la violencia, el crimen, los abortos, el asesinato, el odio, la contaminación asquerosa de toda clase, la epidemia del suicidio de los jóvenes, y todas las otras angustias satánicas en el mundo de hoy en día.129 Después de que Dios ate a Satanás y a los espíritus malignos, fácilmente podremos llegar a las almas perdidas con la vida eterna.130 Será facil para ellos recibir la vida eterna una vez que el poder del tentador sea quebrado por Cristo.

La gente se queja, “¿Por qué es que Dios no para todas las cosas terribles que le está haciendo Satanás y sus espíritus malignos a la gente del mundo?” Sería mejor que ellos dijeran, “¿Por qué no le oramos a Dios en el nombre de Jesús para que El venga como nuestro defensor y el defensor de otros, y termine con toda la maldad que vemos, sentimos, y odiamos?”131

El enemigo contra el cual nosotros nos armamos es de un mundo que la mente carnal no entiende ni puede entender.132 Un líder del mundo carnal, tal como un rey, una reina, un presidente, o cualquier otra persona no salva, es incapaz de pelear al diablo, sus ángeles, y su ejército de espíritus malignos.133 Pablo declaró, “El hombre natural [el carnal] no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.”134 “Si alguno entre vosotros se cree [carnalmente] sabio en este siglo, hágase ignorante [para el mundo carnal], para que llegue a ser sabio [para el mundo espiritual].”135 Setenta de los discípulos del Señor vinieron regocijando y le dijeron a Cristo, “Señor, aun los demonios se nos sujetan en Tu nombre.”136 Hay poder en el nombre de Jesús.137

Cuando nosotros le oramos a Cristo para defensa, nosotros somos como niños pequeños pidiéndole a su padre poderoso o a su hermano que vaya tras de los matones que han estado metiéndose con ellos y toda la otra gente en el mundo.138 Estamos pidiendo que nosotros y los demás seamos rescatados y salvos en un lugar de refugio lejos de los matones.139 Cuando nosotros le solicitamos al Señor con ayunos, oraciones, llantos, y súplicas para detener a los matones espirituales,140 le estamos mostrando a nuestro Padre, Quien también es el Dios poderoso, que nosotros tenemos fe en el “poder de Su fuerza,”141 no nuestra propia fuerza. El es nuestro poder.142 El es nuestra defensa.143 El es nuestro Padre y Dios.144

Una de las piezas más importantes de la armadura de Dios es el manto del celo.145 Los Cristianos son ordenados a ser “celosos”146 en hacer la obra de Dios, sino Cristo los vomitará de Su boca.147 Si tiene puesto todo el resto de la armadura sin el celo, usted no está completamente armado. Si el diablo lo está golpeando y usted no puede resistir contra sus asechanzas, puede ser que usted haya desobedecido a Dios al no ponerse toda Su armadura.148 Si este es el caso, esto demuestra que a usted no le importa ganar almas para el Señor. También significaría que a usted no le interesa su propia alma. Si esto es verdad, usted debe de orarle al Señor para que le dé un corazón misericordioso para cuidar tanto a sí mismo como a otros. Cristo murió por todos nosotros.149 Si usted tiene un corazón misericordioso y estima a otros, Dios será misericordioso con usted.150 Jesús dijo, “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.”151 Salmo 18:25 declara, “Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, y recto para con el hombre íntegro.” El Apóstol Santiago declaró, “Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia.”152

Si nuestras almas se hunden con duda lejos del Señor, caemos en el Infierno.153 Los Cristianos que se apartan de Cristo esperan en las puertas del Infierno con los pecadores, sus almas separadas del Dios de cada espíritu.154 Pero el Señor en Su misericordia nos ayudará si nosotros obedientemente, por nuestra fe en Su Palabra, nos arrepentimos de nuestros pecados.155 Nosotros tenemos que saber que los pecadores tentarán a los hombres a suplicar malvadamente la sabiduría.156 Como el mundo peca, Dios lo castiga en Su amor con la esperanza de que regrese a El, su Creador y Salvador.157 Esto es parte de la misericordia de Dios para el mundo.158 Si no hubiera castigo, El no sería nuestro Padre, nuestro Padre celestial.159 “Porque el Señor al que ama, disciplina.”160

El Señor murió por todos los pecadores.161 Esto incluye a nuestros enemigos. Si nosotros deseamos tener paz y misericordia con Dios, y ganar a nuestros enemigos a El, oraremos por esos enemigos, para que los espíritus malignos que los dirigen a destruir las mentes, los corazones, las almas, y los cuerpos de la gente, y que nos impiden llevarles el evangelio a ellos y al mundo, sean atados y arrojados a un lugar desierto e infructuoso donde está el fin del Cielo y la tierra, donde se encuentra el abismo y el fuego eterno.162 Oraremos que el Señor derrame Su Espíritu sobre aquéllos que han tenido demonios echados fuera y lejos de ellos como Cristo echó fuera a todos los demonios de millones de otros por Su poder ilimitado,163 para que puedan convertirse en nuestros hermanos en vez de seguir siendo nuestros enemigos al igual que los enemigos de Dios, y de sí mismos.164 El nos manda, “Bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.”165

Tener victoria en la guerra espiritual consiste en tener fe en el mandamiento de, “Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.”166 Esto trae nuestra liberación y potencialmente la de ellos también. Dios construye Su seto de providencia especial alrededor de Sus santos.167 Cuán deplorable es para una pobre alma perdida, abandonada en el mundo entero, en medio de legiones de codicias y demonios, ser desgarrada y despedazada como un pequeño cabrito herido, por una manada de lobos hambrientos y feroces sin ningún Dios para que los retire.168 A Dios no se le olvidará el corazón misericordioso, no sea que muera.169

Ay de ustedes pecadores que aman su estado poseído por demonios, porque ustedes persiguen a los justos, los siervos de Dios, aquéllos que están llevándole al mundo el mensaje de la salvación del Señor.170 Ustedes no tienen ninguna armadura de Cristo: ustedes serán entregados y perseguidos por su injusticia.171 Ustedes les han quitado el pan de vida a aquéllos por los cuales Dios murió.172 Sus almas son como pan para Satanás;173 no tienen defensa del Todopoderoso.174 Este yugo pesará mucho sobre ustedes.175

Estén llenos de esperanza ustedes que son justos, porque los pecadores de repente perecerán ante ustedes.176 Ustedes gobernarán sobre ellos invocando a Cristo según sus deseos.177 Ay de ustedes pecadores que aman su estado poseído por demonios, porque sus riquezas los hacen parecer justos.178 Ocasionalmente sus corazones los condenan de ser pecadores. Este hecho será un testimonio en contra de ustedes, una memoria de sus obras malas.179 Qué ridículos los hace parecer el diablo llevándolos a su placer, algunos a una codicia, algunos a otra.180 La más orgullosa y más agradable de sus codicias sólo los hace esclavos a ellas, arruinando su cuerpo y su alma para siempre.181 No hay misterio para esta clase de hombre.182 Recibir la clase de sabiduría de Satanás es rebajarse al peor tipo de trabajo penoso.183 Esto le dará un trabajo mucho más tedioso, fatigoso y monótono en el Infierno. Usted no puede escaparse de la prisión del diablo al igual que un esclavo no puede escaparse de sus cadenas.184

Tengan fe, almas poseídas por demonios que aman su condición.185 Las penas les vienen a ustedes que con su poder carnal oprimen a los justos ganadores de almas,186 porque nosotros clamamos a Dios por ustedes, al igual que en contra de ustedes. El día de su destrucción está por venir si no se arrepienten. ¿Qué harán ustedes pecadores, despiadados e impenitentes? ¿Adónde huirán en ese día de juicio cuando oigan la voz de la oración de los justos?187 Sí, a ustedes les pasará como a aquéllos en contra de quienes esta Palabra testifica.188 Ustedes han sido compañeros de pecadores despiadados. Tengan fe en estos días que las oraciones de los justos alcanzarán al Señor y el Señor nos defenderá. Para ustedes, el día de juicio está pronto por venir. En vergüenza, en matanza, y en gran destrucción sus espíritus serán echados dentro del horno de fuego.189

Dios se divorció El Mismo de la casa ramera del Israel del primer pacto, el cual quebró el viejo pacto entre ellos.190 Deje que Israel se arrepiente de sus pecados y se convierta en el Israel del nuevo pacto con nosotros. Deje que Israel sea como el hijo pródigo, completamente arrepentido de sus pecados y regresando a Dios, sin pecar de nuevo por la gracia del poder de Dios, la cual es Cristo.191 Deje que se vuelvan misericordiosos predicándolo a El a cada nación. El Señor les traerá aflicción a ustedes que pervierten las palabras rectas, que infringen la ley eterna y se transforman en lo que no son.192 Ustedes son lobos con piel de oveja.193 Ustedes no tienen la armadura de Dios. Serán pisoteados sobre la tierra.194 El tiempo está a la mano de la venida del Señor,195 y Satanás está lleno de ira. “Porque el diablo ha descendido a vosotros [en la tierra] con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.”196

Este es el tiempo de la angustia de Jacob. Jeremías declara que en el tiempo de angustia de Jacob aquéllos que son misericordiosos y que están vestidos en la armadura completa de Dios, “de ella será librado.”197 Daniel repite este mensaje diciendo, “Será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente...en aquel tiempo será libertado tu pueblo [el pueblo de Dios].”198 Esta liberación no quiere decir que el cuerpo de Cristo ascenderá al Cielo de las grandes tribulaciones. No lo haremos. Hay muchas escrituras que verifican que estaremos aquí, enfrentados con la marca de la bestia y muchas otras pruebas.199

Si Dios cierra las ventanas del Cielo y retira el Espíritu Santo, el cual es la lluvia tardía y el rocío del Cielo que desciende sobre la tierra por su cuenta, ¿qué hará usted?200 Y si El manda del Cielo Su ira sobre usted por sus hechos, usted no podrá suplicarle a El porque usted despiadadamente habló palabras orgullosas e insolentes en contra de Su justicia.201 Por lo tanto, se le quitará a usted toda la misericordia y la paz de Dios si lo rechaza a El.202

Antes de que sea eternamente muy tarde, escojamos todos por fe pararnos en el resplandor de la luz perfecta de Dios (el conocimiento de Dios) donde ninguna oscuridad es para siempre y donde la paz de Dios es eterna.203 ¿No ha creado El el Cielo, la tierra, y todo lo que en ellos está?204 ¿No le ha dado El, en Su Palabra, entendimiento y sabiduría a todo lo que se mueve en la tierra y en el mar, incluyendo el conocimiento del mundo espiritual para aquéllos que lo buscan?205 ¿No temen al mar los marineros?206 Aun así los pecadores necios no temen al Altísimo.207 No tienen sabiduría de Dios.208 Ellos no conocerán el terror del juicio del Señor hasta el día que El traiga un fuego doloroso sobre ellos.209 ¿Adónde huirán?210 Ustedes pecadores despiadados, ¿donde encontrarán liberación el día que El lance Su Palabra en contra de ustedes?211 ¿No temerán enormemente?212 Todas las estrellas, el sol, y la luna del Cielo temerán enormemente.213 Toda la tierra temerá, temblará, y será alarmada.214 Y todos los ángeles que engañaron a los hijos de los hombres buscarán esconderse de la presencia de la gran Gloria.215 Los hijos de la tierra temblarán.216 Ustedes pecadores impenitentes serán anatema para siempre y jamás tendrán paz.217

Está escrito, “¿Y cómo creerán en aquél de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?...¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!”218

Jesús dijo que cuando la buena Palabra es sembrada en el mundo, “en seguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones.”219 Las semillas que los sembradores [los ministros de Dios] están sembrando simbolizan la Palabra de Dios que se predica en los corazones de la gente. “Y vinieron las aves y la comieron.”220 Las aves simbolizan a Satanás y sus espíritus malvados sacando la sabiduría, el conocimiento y el entendimiento (los cuales son nuestra fuerza espiritual de Dios, nuestra armadura espiritual) de los corazones de la gente con distracciones, atracciones y encantos mundiales. Dios está buscando a esta gente para reunirla a Su reino.221

En una visión, todas las aves vinieron: las águilas, los buitres, los milanos, y los cuervos. Las águilas, reyes de los carroñeros, dirigieron a todas las aves. Ellos empezaron a devorar la oveja a quien los siervos de Dios le sembraron la Palabra, escarbándole sus ojos (Estos representan el ojo espiritual recién sembrado que fue perdido por el pecado de Adán. El ojo espiritual no puede ser restaurado por la enseñanza carnal de los hombres ni de los ángeles malvados. La restauración del ojo espiritual es la razón principal por la cual Cristo vino al mundo).

Las ovejas lloraron porque las aves, que simbolizan a Satanás y sus espíritus inmundos, estaban devorando su carne (la Palabra de Dios). ¿Por qué no había un pastor enseñándoles cómo defenderse de estas aves que constantemente lanzan este ataque espiritual vicioso sobre sus almas, sus vidas eternas? ¿Por qué no había ahí un pastor piadoso para decirles que invocaran a Dios que despachara Su poder para atar al diablo y a sus demonios, para que la Palabra de Dios pudiera permanecer en los corazones de las ovejas? En esta visión, aquellas ovejas fueron completamente devoradas por las águilas, los milanos, y las otras aves. No quedó ni carne, ni piel, ni tendón sobre ellas. Finalmente, sólo quedaron sus huesos. Luego sus huesos también cayeron a la tierra y quedaron pocas ovejas.

Les nacieron nuevos corderos a las pocas ovejas. Ellos empezaron a abrir sus ojos, a ver, y a clamarle a las ovejas. Ellos les clamaron, pero los demonios les impidieron que escucharan lo que las ovejas les decían, lo cual era la Palabra de Dios. Las ovejas les dijeron a los corderos que le oraran a Dios sin cesar para que El pudiera enviar un seto de ángeles, un muro de fuego de Dios, para que los rodeara y los protegiera. Pero los corderos tenían oídos sordos a sus palabras. Ellos no le escuchaban a las ovejas que Dios había puesto sobre ellos. Los cuervos volaron sobre esos corderos y los cogieron.

Como Cristo transmitió Su poder sobre Sus discípulos cuando El, Dios, caminó sobre la tierra con ellos, así también El nos ha transmitido a nosotros el poder total sobre el pecado, Satanás, los espíritus inmundos, la muerte, el Infierno, el sepulcro, cada enfermedad y cada dolencia.222 Por El, el reino espiritual completo de las aves, los perros, y los cerdos están sujetos a nosotros como fueron sujetos a los setenta discípulos en Lucas 10:17. Cristo ha comprobado que El tiene poder ilimitado sobre todo.223

Jesús dijo, TODA POTESTAD me es dada en el Cielo y en la tierra.”224 Por esto es que El puede, con gran seguridad, decirle al mundo, “Venid a Mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar [Sábado, todos los días]. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de MI [Jesús está diciendo, aprenda de Mí cómo puede ganar al mundo para Mí. Aprenda de Mí cómo puede obtener Mí descanso y cómo puede ganar dominio sobre Satanás y cada otro espíritu malvado].”225

Enoc, Daniel, y Juan contaron del poder ilimitado de Dios. Esto incluye cientos de millones de ángeles que se paran ante El, listos para hacer lo que sea que El JUSTAMENTE les pide que hagan.226 Ellos les ministran a los santos, los cuales le suplican a Dios con sus oraciones misericordiosas con respecto a las atrocidades que están pasando en el mundo, ambos a los que no son salvos como a ellos mismos.227

En el libro del Apocalipsis, el Apóstol Juan declaró, “Y miré [con mis ojos], y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones.”228 Uno tiene que imaginar esta escena celestial tal como la es para entenderla. Es una sala de juicio con cientos de millones de ángeles parados ante Dios, el gran Juez, discutiendo las oraciones subiendo de la tierra ante Su tribunal para la liberación de Sus hijos. Dios juzgará si el suplicante es digno de liberación si el suplicante está arrepentido; entonces, El lo exonerará de cada transgresión de ignorancia229 por medio de oración y súplica pesarosa. Si ellos han sembrado misericordia, Dios les concederá la misericordia que ellos buscan con respecto a pecados de ignorancia, si ellos confían y tienen fe en la misericordia de Dios y si su oración en contra del gran enemigo de Dios es un llanto sincero y eficaz desde la profundidad de sus almas en el nombre de Jesucristo, nuestro Señor y Salvador para siempre.230 Dios considera todas las circunstancias y entonces actúa sobre la súplica según Su juicio bueno y misericordioso.231 El siempre actúa para nuestro beneficio.232 Dios y todo Su ejército se paran listos para responder instantáneamente a Su veredicto bueno y justo.233

El libro de Judas nos dice, “He aquí, vino el Señor con Sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra El.”234

Deje que cada alma perdida que desea la salvación le clame al Señor. El le oirá y contestará su oración inmediatamente.235 Dios es más grande y más poderoso que todo problema en el mundo.236

Cuando el rey David era niño, él mató un león, un oso, y un gigante.237 Aquellos de nosotros que llevamos toda la armadura de Dios matamos a muchos leones, osos y gigantes diariamente. Es el Señor que los mata por nosotros cada vez que se lo pedimos. Sea nacido de nuevo del espíritu y usted hará lo mismo practicando este método de guerra espiritual cada hora que pasa despierto. Usted verá cómo vale orar sin cesar. En la noche, usted se dormirá sonriendo, contando todos los leones, los osos, y los gigantes que Jesús mató por usted ese día, en vez de las ovejas. También tendrá que orarle a Jesús por todos los pequeños estorbos que irritan, agravan, y echan a perder cosas para usted cada día, “las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas.”238

Si usted quiere tener el poder de Cristo en su vida, peleando por usted cada batalla pequeña al igual que las enormes, clame el nombre del Señor, su Creador, y llegue a ser nacido de nuevo del espíritu diciéndole esta oración a El:

Oración

Mi Señor y mi Dios, ten misericordia de mi alma pecadora.1 Yo creo que Jesucristo es el Hijo del Dios Viviente.2 Creo que Él murió en la cruz y derramó Su preciosa sangre por el perdón de todos mis pecados. 3 Creo que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos por el poder del Espíritu Santo4 y que Él está sentado a la mano derecha de Dios en este momento, escuchando mi confesión de pecado y esta oración. 5 Abro la puerta de mi corazón, y Te invito en mi corazón Señor Jesús. 6 Lava todos mis pecados sucios en la preciosa sangre que Tú derramaste por mí en la cruz del Calvario. 7 Tú no me rechazarás, Señor Jesús; Tú perdonarás mis pecados y salvarás mi alma. Lo sé porque Tu Palabra, así lo dice. 8 Tu Palabra dice que Tú no rechazarás a nadie, y eso me incluye a mí.9 Por eso, sé que me has escuchado, sé que me has contestado, y sé que soy salvo.Por eso, sé que me has escuchado, sé que me has contestado, y sé que soy salvo.10 Y Te doy gracias, Señor Jesús, por salvar mi alma, y Te mostraré mi agradecimiento haciendo como Tú mandas y no pecar más. 11

Ahora que usted es salvo, ore por el bautismo en el Espíritu Santo. Estudie piadosamente la Palabra y ore siempre para aun más de la naturaleza divina.239 Para instrucciones en cómo recibir el bautismo en el Espíritu Santo, y recibir más de la naturaleza santa de Dios, solicite nuestra literatura o llame. Porque sin santidad, ningún hombre verá a Dios.240

Ahora que usted es salvo, es un mandamiento ser completamente sumergido, bautizado en agua en el nombre del Padre, en el nombre del Hijo, y en el nombre del Espíritu Santo.241 Guarde todos los mandamientos de Dios y viva.242


Usted acaba de completar el primer paso en una serie de cinco pasos que se requieren para recibir la salvación. Su segundo paso es negarse a sí mismo y aceptar la cruz cada día con el propósito de mortificarse, es decir, para darle muerte a su propia voluntad, a su ser autosuficiente, y al mundo con todos sus deseos. Todos estos tienen que ser bautizados en la muerte de Cristo. El tercer paso es su resurrección de la vida satánica de Adán a la vida libre de pecados de Cristo. El cuarto paso es su ascensión a una posición de autoridad para reinar por Dios en la tierra, y el quinto paso es reinar por Dios en la tierra hasta el fin con el propósito de traer el reino del Cielo a la tierra. Usted tiene que aprender la Palabra de Dios, luego someterse y hacer lo que la Palabra dice, para que la Iglesia y el mundo puedan ver pruebas de su sumisión a la Palabra de Dios, Su orden, y Su autoridad en usted y por usted.
Alabado sea el Señor. Que Dios lo recompense abundantemente.

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ESTA LITERATURA LLEVA EL VERDADERO PLAN DE SALVACIÓN (Hch. 4:12). NO LA TIRE, PÁSELA A OTRO.

Aquéllos de ustedes que están en otros países, les animamos a que traduzcan esta literatura a su lengua materna. Si la reimprimen, favor de incluir este derecho reservado y registro:

Alamo Christian Ministries is a division of Music Square Church, Inc.
© Propiedad literaria julio, 1996

Todo derecho reservado Pastor Mundial Tony Alamo ® Registrado julio, 1996

Spanish Armored


Notas del "ARMADO":vuelva arriba

1 Stg. 1:2-3, Lc. 6:22-23, 10:17 vuelva

2 Sal. 23:4, Ro. 5:2-5, 8:35-39, 1 P.1:8, 4:12-14, Stg. 1:12 vuelva

3 Gn. 28:12 vuelva

4 Gn. 27:18-29 vuelva

5 Gn. 28: 13-15 vuelva

6 Ez. 11:19-20, Is. 7:14, 9:6-7, cap. 53, Jer. 31:33-34, Mi. 1:3, Mt. 1:23, Jn. 14:16-20, 15:4-5 vuelva

7 Is. 57:15, Jer. 24:7, 31:1, 31-33, 32:38, Mt. 1:20-21, Lc. 1:26-34, 2:8-14, 25-39, Jn. 3:16, 5:39, 14:16-27, 15:4-7, Ro. 8:9-11, 2 Co. 6:16, Ef. 2:4-7, 13-14, 3:15-21, Col. 1:19-22, 1 Jn. 4:12-15, Ap. 3:20 vuelva

8 Gn. 28:14, Ro. 4:13, 16, He.11:9-40 vuelva

9 Mt. 1: 1-16, 23, Lc. 3:23-38, Jn. 1:14, 36, Hch. 3:25-26, 1 Jn. 1:1-3 vuelva

10 Jl. 2:28, Hch, 2:17-20 vuelva

11 Is. 14:12, Lc. 10:18 vuelva

12 Gn. 3:13-14 vuelva

13 Gn. 3:2-6, 13, 1 Ti. 2:13-14 vuelva

14 Ef. 1:10, 3:9-12 vuelva

15 Is. 11:1, 10, Ap. 1:6, 5:10 vuelva

16 Is. 25:8-9 vuelva

17 Jn. 14:6, 26, 15:26, 16:7 vuelva

18 Sal. 68:18, Ro. 8:37, 1 Co. 10:20-21, Ef. 2:13-18, 4:8 vuelva

19 1 Co. 10:20-21 vuelva

20 Gn. 19:1, Jue. 13:3, 2 R. 1:15, Lc. 1:11-20, 26-28, 30-38 vuelva

21 Lc.2:30-32, Jn. 3:16, Ro. 5:8, 19, 2 Co. 5:18-19, Gá. 4:4-5, Ef. 1:5-7, 1 Ti. 1:15 vuelva

22 Mt. 18:11, Jn. 3:17, 6:37, Hch. 16:31, Ef. 1:19, 2 T. 1:12-13 vuelva

23 Gn. 3:20 vuelva

24 1 Co. 15:22 vuelva

25 Col. 1:20-24 vuelva

26 Gn. 3:15, Mt. 5:14, Lc.1:79, 6:39, Jn. 1:9, 3:12-21, 8:12, 9:5, 10:21 vuelva

27 Is. 24:19-20, Gá. 6:8, 2 P. 3:10-12, 1 Jn. 2:16-17 vuelva

28 Is. 53:5-12 vuelva

29 Is. 40:25-26, Ef. 3:9, Col. 1:16-18, Ap. 4:11 vuelva

30 Is. 45:21-23, Mt. 24:14, Mr. 14:9, Ro. 14:11-12, Fil. 2:10-11, Ap. 1:7 vuelva

31 Jn. 10:4-5, 27 vuelva

32 Mt. 24:35, Mr. 13:31, Lc. 21:32-33, 1 P. 4:11, Ap. 1:8, 11, 18, 21:6 vuelva

33 Gn. 16:7-8, 19:1, 22:11, 15-18, Ex. 23:20, Jue. 6:11, 2 S. 24:15-16, 1 R. 19:4-8, 2 R. 2:11-12, 2 Cr. 18:18, Is. 27:36, Dn. 3:28, 6:22, 8:16-19, 9:21, 12:5, Mt. 1:20, 2:13, 4:11, 28:2-5, Lc. 1:11, 28, 22:43, Hch 5:18-20, 10:1-6, 30-32, 12:7-10, 27:22-24 vuelva

34 1 S. 16:14-16, 23, Is. 14:12-17, Mt. 4:1, 8:16, 12:45, Mr. 1:23-27, 5:1-16, Hch. 8:7, 19:11-16, 1 Co. 10:20-21, 1 Ti. 4:1, 1 P. 5:8, 2 P. 2:4, Jud. 1:6, Ap. 12:9, 16:13-14, 18:2 vuelva

35 Mt. 25:41, 2 P. 2:4, Ap. 12:9, 16:13-14 vuelva

36 Gn. 3:24, 19:13, Nm. 20:16, Jos. 5:15, 1 S. 25:25, 1 Cr. 21:14-15, Sal. 34:7, 91:11-12, Dn. 6:22, 7:10, Zac. 1:9, Mt. 17:21, Mr. 9:29, Jn. 1:51, 5:4, Hch. 5:19-20, 8:26, 12:7-10, 23, 1 P. 1:12, He. 12:22, 13:2, Jud. 14, Ap. 7:1-3, 11, 8:2, 16:4 vuelva

37 Job 38:6-7, Is. 45:11-12 vuelva

38 Ef. 6:11-12, 2 Co. 10:3 vuelva

39 2 Co. 10:4-6 vuelva

40 Ef. 6:11 vuelva

41 Sal. 62:11, Mt. 28:18, Jn. 6:68, Hch. 4:12, Ro. 8:37, Ef. 6:11, Col. 2:9 vuelva

42 Sal. 51:11, 62:2, 6, Pr. 8:36, Os. 4:6, Mt. 3:17, 17:5, Mr. 1:11, Jn. 14:6, 15:5, Ro. 3:24, Ef. 1:7, Col. 1:14, Ap. 1:11, 18, 22:6, 13 vuelva

43 Ef. 6:11 vuelva

44 Ef. 6:11 vuelva

45 Dt. 14:2, Is. 53:6, Jn. 1:4-5, Ro. 8:7, 1 P. 2:9, 1 Jn. 2:16 vuelva

46 Mt. 18:11, Lc. 19:10, Tit. 2:14 vuelva

47 Jer. 31:33-34, Jn. 4:24, 6:56, 14:12, 15:26, 20:22, Ro. 8:1-5, 9-11, 14-17, 1 Co. 3:16-17, 6:19-20, 8:6, 10:3-4, 16-17, 2 Co. 6:16, 13:5, Col. 2:10, 1 Ti. 1:15 vuelva

48 1 P. 5:8 vuelva

49 2 Ti. 3:12 vuelva

50 Jn. 8:44, 1 P. 5:8, Ap. 12:12-13 vuelva

51 He. 5:12 vuelva

52 Mt. 14:31, 16:8 vuelva

53 Sal. 68:18, 69:9, Ez. 5:13, Mt. 4:23-24, 8:1-3, 16-17, 32, 14:34-36, 20:30-34, Mr. 1:32, 34, 5:2-15, 35-42, 9:17-27, 10:46-52, 11:15-17, 12:38-40, Lc. 4:1-13, 33-35, 41, 6:17-19, 7:12-15, 8:23-24, 30-33, 11:14, 39-53, Jn. 2:1-17, 4:46-54, 9:1-7, 21:5-6 vuelva

54 Os. 4:6 vuelva

55 Mt. 7:7, 21:22, Mr. 9:23, Lc. 10:17, 19, 11:9, Jn. 1:12, Ro. 8:37, 1 Co. 6:3, 9:5, Ef. 6:13, Fil. 4:13, Ap. 1:18, 2:26 veulva

56 Stg. 4:7 vuelva

57 Mt. 4:10, Lc. 4:8, Ef. 4:27 vuelva

58 Ef. 6:13 vuelva

59 Job 1:7, 2:2, Mr. 4:15, 1 P. 5:8 vuelva

60 2 Ti. 2:4-5 vuelva

61 Jn. 16:33 vuelva

62 Ro. 6:4, 8:37, Gá 3:13, Ef. 2:5-6, Col. 2:10, 1 Jn. 3:14, Ap. 5:9, 12:11 vuelva

63 Sal. 1:2-3, 3:8, 7:10, 59:9, 16-17, 62:2, 6, 11, 71:23, 89:18, 91:4, 94:22, 107:16, Pr. 2:7, Mt. 28:18, Lc. 1:68, Jn. 6:68, Hch. 4:12, Ro. 8:37, Ef. 2:6, 14, Col. 2:10, 1 P. 1:18, Ap. 5:9 vuelva

64 Sal. 3:3, 18:2, 30, 35, 28:7, 33:20, 91:4, 144:1-2 vuelva

65 Gá 3:27, Ro. 13:14 vuelva

66 2 S. 22:3, Sal. 34:8, 62:8, 84:12, Pr. 3:5-6, Is. 26:4, Jer. 17:7, 33:3, Mt. 7:7-8, 11:28-29, Mr. 11:24, Jn. 11:25, 14:1, 6, 9-11, 13-14, 15:5, 16, 16:23-24, 1 Co. 1:24, 2:2, Gá. 2:16, 3:2-3, Ef. 2:8-9, 3:20, 4:27, Fil. 3:3, 2 Ti. 1:9, 1 P. 5:7, Ap. 1:8, 18, 21:6 vuelva

67 Lc. 21:36 vuelva

68 1 Ts. 5:17 vuelva

69 Job 1:7, Mt. 8:28-32, 9:32-33, 12:22, 43-45, 17:14-18, Mr. 1:23-26, 4:15, 5:9-13, Ef. 2:2, 1 P. 5:8, Ap. 12:10 vuelva

70 Dt. 32:17, Jos. 24:15, Sal. 97:10, Mt. 6:24, 12:30, 10:37-39, Jn. 15:5, Ef. 2:14-16, Stg. 4:4, Ro. 8:4-9 vuelva

71 Dt. 11:1, Jos. 24:15, Sal. 97:10, Pr. 8:36, Jn. 8:41-42, 44, 1 Co. 15:45, Gá 5:19-26, Col. 4:6, Ef. 4:22-25, 1 Jn. 2:4, 5:2-3 vuelva

72 Zac. 4:6, 1 Co. 10:6, 11, He. cap. 11, 12:1, 1 P. 2:21 vuelva

73 Jue. 3:15, 4:3-9, 6:7-14, 10:10-18, 11:30-32, 1 S. 1:10-11, 17, Est. 4:7-16, caps. 7-8, Sal 22:4-5, 50:15, 91:11-15, Hch. 7:34, Lc. 18:7-8 vuelva

74 Gn. 35:22, 49:4, Lv. 18:6-18, Dt. 22:30, 27:20-23, 1 S. 28:7-16, Pr. 2:16-19, 5:3-4, 6:24-33, 23:21, 29-35, 31:4, Ez. 22:11, Mt. 12:31, 14:3-4, Mr. 3:28-30, 6:17-18, Hch. 15:20, 16:16, Ro.1:24-32, 1 Co. 5:1, 9-11, 6:9-10, 15-18, 10:8, Gá. 5:19-21, Stg. 4:1, Ap. 2:20-21, 12:7-10, 21:8 vuelva

75 1 S. 31:4-5, 2 S. 17:23, 1 R.16:18, 1 Cr. 10:4-5, Mt. 15:22-28, 17:15-18, 22-27, 27:3-5, Mr. 5:2-20, 7:25-30, 9:17-29, Lc. 8:27-39, Jn. 8:44, Hch. 1:18, Ro. 1:29-32, 2:8-9, 1 Jn. 5:17 vuelva

76 2 S. 22:31, Sal. 18:2, 3:3, cap. 23, Mt. 11:28, Jn. 15:5, 6:63, 14:6, Hch. 4:12, 1 Co. 2:2 vuelva

77 Is. 64:6, Zac. 4:6, Ef. 2:8-9 vuelva

78 Ef. 6:11, 13 vuelva

79 Jn. 4:42, 15:5, Ro. 1:16, 8:1,

80 Jn. 4:42, 15:5, Ro. 1:16, 8:1, 4, 1 Co. 1:21, 2 Ti. 1:8, 12, 1 Jn. 4:14 vuelva

81 Sal. 147:10-11, Zac. 4:6, Jn. 6:63 vuelva

82 Zac. 4:6 vuelva

83 Dt. 6:5, Mt. 13:45-46, 22:37, Mr. 10:17-21, Hch. 2:1-4, 10:2, Col. 2:23 vuelva

84 Mt. 28:18, Jn. 14:6 vuelva

85 Ef. 4:13, 1 Co. 1:4-6 vuelva

86 Mt. 4:1-11, 8:31-32, 10:1, 28:18, Mr. 16:19, Lc. 9:1, 24:51, Jn. 1:1, 16, 51, 3:13, 11:43-44, Hch. 1:3, Ro. 8:37, 14:9, 1 Co. 15:3-6, Ef. 1:22-23, 3:19, 4:13-24, Col. 1:16-17, 19, 2:9-10, 2 Ti. 1:7, 1 P. 3:22, Ap. 1:8, 18, 10:6, 14:7, 16:5, 7, 19:2, 11, 22:12-13 vuelva

87 Is. 11:2, 59:17, Ef. 6:13-17, 2 Ti. 1:7 vuelva

88 Ef. 4:24 vuelva

89 Jn. 3:3, 5, Ro. 8:1, 6-8 vuelva

90 Ro. 10:17, He. 11:6 vuelva

91 Mr. 16:16, Lc. 11:21, Ef. 2:12, 6:11, Stg. 1:6-8vuelva

92 Lc. 9:38-42 vuelva

93 Ro. 8:7-8 vuelva

94 Gn. 3:6-19, Is 66:4, Ro. 1:28, Stg. 2:10-11, 1 Jn. 3:4 vuelva

95 Gn. 3:6-7 vuelva

96 Gn 3:6-7 vuelva

97 Mt. 22:2-14, Ef. 5:27, 2 Co. 5:2-8, Ap. 6:11 vuelva

98 1 Co. 15:19, Ef. 2:12, Col. 2:13-14, He. 12:8vuelva

99 Ro 5:10, Fil, 3:18 vuelva

100 Ro.6:16 vuelva

101 Jos. 24:15, 1 Co. 10:13 vuelva

102 Pr. 1:23-33, Ez. 7:3, 27, 18:19-31, Zac. 7:11-13, Ro. 2:5-10, 2 Co. 5:10 vuelva

103 Jn. 8:44, Gá. 5:19-21 vuelva

104 Dt. 30:19, Jos. 24:15, 1 R.18:21 vuelva

105 1 Co. 10:13vuelva

106 Stg. 1:15 vuelva

107 Mt. 12:43-45, Stg. 1:15 vuelva

108 Ez. 18:4, 20 vuelva

109 Gn. 3:8, 10, Pr. 28:13 vuelva

110 Dt. cap. 27, 28:1-14, Jos. 24:15 vuelva

111 Gn. 4:7, Dt. 11:26-28 vuelva

112 Fil. 3:13 vuelva

113 Gn. 3:22, 6:5-6 vuelva

114 Gn. 3:2-7, Jue. 19:20-25, 1 S. 2:12, Jn. 12:40, Hch. 5:1-11 vuelva

115 Gn. 4:21, Stg. 3:15, Jud. 18-19 vuelva

116 Gn. 4:22 vuelva

117 Jn. 10:10, Gá. 5:19-21, Stg. 4:1-2 vuelva

118 Gn. 4:22 vuelva

119 2 Ti. 3:13, Ap. 12:12 vuelva

120 Jl. 2:2, Ap. 20:2-3, 7vuelva

121 Mt. 4:1-11, Mr. 4:15, 13:21, 2 Co. 11:3, Stg. 1:14 vuelva

122 2 P. 2:4, Jud. 6 vuelva

123 Ef. 2:6 vuelva

124 Ef. 6:17, He. 4:12 vuelva

125 Ex. 3:7-8, Nm. 21:2-3, 34, Jos. 6:2, 16, Jue. 10:12, R. 17:20-22, 18:36-39, 1 Cr. 5:19-20, 2 Cr. 14:11-12, 16:9, 20:3-17, 22, Sal. 3:7, 9:3, 18:3, 6, 40, 20:6, 37:40, Mt. 5:45, 14:30-31 vuelva

126 Sal. 34:17, 19, 50:16 vuelva

127 Pr. 15:29, Is. 30:19, Hch. 2:21, Ro. 10:13, Stg. 5:16 vuelva

128 Sal. 34:15, 17, 107:6, Pr. 15:29, Jer. 30:7, Mt. 14;30-32, Lc. 18:1, 21:36, 1 Ts. 5:17 vuelva

129 Sal. 11:6, Os. 5:10, Ro. 6:23, 2 Ts. 2:9-12, Ap. 14:10, 19:20, 20:10 vuelva

130 Mt. 10:1, Mr. 1:40-45, 5:2-20, 16;9, Lc. 7:47, 8:2, Hch. 2:1-41, 3:7-9, 16:16-18 vuelva

131 Sal. 97:10 vuelva

132 Jn. 1:5, Ro. 8:6-7, 1 Co. 2:14 vuelva

133 Jn. 1:5, Ro. 8:7 vuelva

134 1 Co. 2:14 vuelva

135 1 Co. 3:18 vuelva

136 Lc. 10:17, Mt. 10:1, Mr. 5:2-16, Hch. 16:16-18 vuelva

137 Jn. 14:13, Tito 2:13, Stg. 2:19vuelva

138 Ex. 14:10-30, Jos. 6:1-21, 2 Cr. 15:4, Neh. 9:27, Sal. 20:1, 27:5, 34:6, 17, 46:1, 50:15, 54:7, 59:16, 81:7, 91:15, Pr. 11:8, Jer. 14:8, Dn. 12:1, Nah. 1:7, Hch. 12:5-11 vuelva

139 Mr. 16:15, Jn. 4:35, 15:5, 1 Co. 10:24, 1 Ts. 5:17, 1 Ti. 1:15 vuelva

140 2 R. 19:14-20, 32-37, 20:1-5, Sal. 31:22, Isa. 58:6-11, Jer. 3:21-25, 4:1, 31:9, Dn. 9:3-23, Jl. 1:14, 2:12-21, Mt. 17:21, Stg. 5:16 vuelva

141 Ef. 6:10, 3:16 vuelva

142 Jn. 15:5, 1 Co. 1:24, 2 Ti. 1:7 vuelva

143 Sal. 7:10, 59:9, 16, 17, 62:2, 89:18 vuelva

144 Sal. 100:3, 2 Co. 6:18, Ef. 1:19:22, 1 Jn. 3:1 vuelva

145 Isa. 59:17 vuelva

146 Ap. 3:19 vuelva

147 Ap. 3:16 vuelva

148 Mr. 16:16, Lc. 10:19, Jn. 6:68, 15:5, Heb. 12:2, 12-13, 1 P. 5:8-9 vuelva

149 Ez. 18:20-28, Nah. 1:3, Mt. 22:32, Jn 3:16-17, Ro. 5:6-8, 8:34, 1 Co. 15:3, 2 Co. 5:14-15, 1 Ts. 5:9-10 vuelva

150 2 S. 22:26, Sal. 18:25, Mt. 5:7 vuelva

151 Mt. 5:7 vuelva

152 Stg. 2:13 vuelva

153 Mr. 14:21, 16:14-16, Lc. 9:62, Jn. 6:66, Ro. 11:20, Heb. 3:12, 19, 4:6, 11, 10:38, Ap. 2:16 vuelva

154 Gn. 2:7, 3:14-15, Job 33:4, Is. 14:12-15, 45:23, Hch. 10:42, 17:25-26, Ro. 14:11, 2 Ti. 4:1, 2 P. 2:4, Jud. 6 vuelva

155 Dt. 30:9-10, Ez. 18:30-32, Jl. 2:12-13, Hch. 3:19, Stg. 4:8 vuelva

156 Pr. 1:10-14, Ro. 12:9, 2 Jn. 1:10-11 vuelva

157 Pr. 3:11-12, Jl. 2:12-14, Mt. 11:20, Heb. 12:5-7, Ap. 2:5 vuelva

158 Jue. 10:6-16, 1 S. 12:9-10, 2 Cr. 7:13-14, 15:4, 33:12, Is. 26:16, Os. 5:15, Ap. 3:19 vuelva

159 Dt. 8:5, Pr. 3:11-12, 13:24, Heb. 12:6-8 vuelva

160 Heb. 12:6 vuelva

161 Mt. 9:13, Ro. 5:6-8, 2 Co. 5:14-15 vuelva

162 Ef. 2:2-3, Ap. 19:20, 20:10 vuelva

163 Ef. 2:2, Mt. 4:24, 8:28-32, 9:32-33, 12:22, 15:22-28, 17:14-18, Mr. 1:23-26, 16:9 vuelva

164 1 Ti. 1:15 vuelva

165 Mt. 5:44 vuelva

166 Lc. 6:27-28 vuelva

167 Job 1:10 vuelva

168 Jue. 16:20-21, Sal. 5:11 vuelva

169 2 S. 22:26, 1 R. 8:23, Mt. 5:7, Heb. 6:10vuelva

170 Ap. 16:1-6 vuelva

171 Job 4:8-9, Os. 10:12 vuelva

172 Ap. 6:10 vuelva

173 2 Co. 4:4, Gá. 1:6, Ap. 13:3-4, 8 vuelva

174 Pr. 1:26, 28 vuelva

175 Dt. 7:10, Nú. 15:31 vuelva

176 Sal. 1:4-6 vuelva

177 Dn. 12:3, Ap. 2:27 vuelva

178 Pr. 11:4, Mt. 23:27-29, Lc. 12:15, 1 Ti. 6:9-10, 17-19 vuelva

179 Mt. 19:16-22, Jn. 8:7-9, Hch. 26:28, Ro. 2:15-16, 13:4-5, Stg. 4:17, 1 Jn. 3:20 vuelva

180 Ro. 6:12-14, 7:5, 2 Ts. 2:10, Fil. 3:19, Gn. cap. 3, Lc. 21:8, 1 Ti. 6:9, Heb. 12:1, Ap. 12:9, 13:14vuelva

181 Jn. 10:10, Ro. 6:6, 16, 20-21, 23, Tito 3:3 vuelva

182 2 Ts. 2:7 vuelva

183 Lc. 16:24, 28, Ap. 19:20, 20:10, 15, 21:8 vuelva

184 Jn. 8:32-36, Ro. 8:15, 21, Gá 4:3-6, 9, 5:1, Ef. 2:14-16, Heb. 2:14-15 vuelva

185 Sal. 1:1, Pr. 1:10, 2:14, 2 P. 2:9-10 vuelva

186 Lv. 19:13, Jer. 22:13-17, Mi. 6:11-13 vuelva

187 Ap. 8:3-4, 5:8, 6:10 vuelva

188 Ro. 6:23, Ap. 20:10, 15, 21:8 vuelva

189 Mt. 13:41-42, 49-50 vuelva

190 Lv. 26:14-39, Nú. 16:21, Dt. 32:15-26, 2 Cr. 15:2, Esd. 8:22, Job 34:26, Sal. 73:27, Jer. 17:13, 31:31-32, Ez. 23:35, 2 Ti. 2:12, Heb. 8:8-9, 10:26-29, Ap. 2:4, 21-23 vuelva

191 Mt. 28:18, Ro. 1:16, Ef. 2:8 vuelva

192 Pr. 20:10, 23, Is. 5:20, Gá. 1:7 vuelva

193 Mt. 3:7, 7:15, 12:34, 23:14, 27-33, Lc. 3:7vuelva

194 Job. 40:12, Sal. 44:5, 60:12, 108:13 vuelva

195 Ro. 13:11-12, Ap. 1:3, 22:10-12vuelva

196 Ap. 12:12 vuelva

197 Jer. 30:7 vuelva

198 Dn. 12:1 vuelva

199 Mt. 24:13-24, 2 Ts. cap. 2, 2 Ti. 3:12, Ap. 6:6-8, 7:14, 16-17, 11:1-10, 12:12, 17, 13:3-7, 15:2, 20:4, 21:7 vuelva

200 Os. 6:3 vuelva

201 Pr. 1:26, 28, Sof. 1:13 vuelva

202 2 R. 17:14-20, Pr. 1:24-33, Job 21:30, Mt. 3:12, 13:41-42, 49-50, Lc. 10:10-12, Jn. 12:48, Ro. 2:8-9 vuelva

203 Sal. 37:11, Dn. 12:3, Mt. 5:5, 13:43, Jn. 6:51, 57-58, Ro. 5:1-2, 1 Co. 16:13, 2 Co. 1:24, 9:6 vuelva

204 Gn. 1:1, Ex. 20:11, Col. 1:16-17, Ap. 10:5-6 vuelva

205 Pr. 2:6, Ecl. 2:26 vuelva

206 Sal. 107:23-27 vuelva

207 Pr. 10:8, 14,14:9, 1:7, 22, 29-30, 3:35, 9:6, 8, 13-17, 10:1, 18, 14:7, 15:21, Sal. 5:5, 14:1, 36:1, 107:17 vuelva

208 Job 28:28, Sal. 111:10, Pr. 1:7 vuelva

209 Job 18:14, 31:23, Is. 10:33, Ez. 32:32, Mt. 7:22-23, Lc. 13:25-28, 2 Co. 5:11, 2 Ts. 1:7-9, 2 Ti. 3:13, Ap. 16:8-9 vuelva

210 Sal. 94:9-10, Am. 9:2-3, 2 Co. 5:11, Heb. 4:12-13 vuelva

211 Jue. 10:13-14, Ecl. 8:8, Stg. 2:13 vuelva

212 Is. 2:10, 19-21, Jer. 5:22, Ap. 6:15-17 vuelva

213 Jl. 2:30-31, Ap. 6:12-14 vuelva

214 Job 9:2-8, Jl. 2:1-2, Ap. 6:14-17 vuelva

215 Mt. 8:29, Stg. 2:19 vuelva

216 Sof. 1:14-18, Mt. 24:30, Ap. 6:15-17vuelva

217 Is. 33:14, Dn. 12:2, Mt. 25:46, Jn. 3:36, 2 Ts. 1:7-9 vuelva

218 Ro. 10:14-15, Is. 52:7vuelva

219 Mr. 4:15 vuelva

220 Mt. 13:4 vuela

221 Mt. 18:12-14, Lc. 15:10, 19:10, Jn. 10:16vuelva

222 Lc. 10:19 vuelva

223 Mt. 9:6, 28:18, Lc. 4:33-36, 9:1, 12:5, Jn. 10:18, 17:1-2 vuelva

224 Mt. 28:18, Ef. 4:10 vuelva

225 Mt. 11:28-29 vuelva

226 Sal. 91:15, Dn. 7:10, He. 12:22, 2 P. 2:9, Ap. 5:11, 16:5-6 vuelva

227 Sal. 31:7, 59:16-17, 86:13, He. 1:14 vuelva

228 Ap. 5:11 vuelva

229 Lv. 4:2-3, 13-14, 22-24, 27-29, 5:15, Núm. 15:27-28, He. 9:7, 1 Jn. 2:1 vuelva

230 Sal. 145:18-19, Jn. 14:13, 2 Co. 9:6, He. 4:16, 10:22-23, Stg. 1:6, 5:16 vuelva

231 Job 31:6, Sal. 9:7-8, 10:17-18, Pr. 11:1, 16:11, Dn. 5:27, Ro. 2:5-16, Ap. 19:11 vuelva

232 Ex. 23:22, Dt. 33:27, 1 S. 2:9, Sal. 25:10, 97:10, Lam. 3:25 vuelva

233 Sal. 34:15, 17, Pr. 15:29, Mt. 21:22, Stg. 5:16 vuelva

234 Jud. 14-15 vuelva

235 Is. 65:24, Jer. 29:12-13, Hch. 2:21vuelva

236 1 Cr. 29:11, Sal. 91:15, Mt. 19:26, 28:18, Mr. 10:27, 14:36, Lc. 1:37, Ef. 3:20 vuelva

237 1 S. 17:36, 48-51 vuelva

238 Cán. de Cans. 2:15 vuelva

239 2 Ti. 2:15, Lc. 21:36, Jn. 15:3 vuelva

240 He. 12:14 vuelva

241 Mt. 28:19 vuelva

242 Dt. 8:1, 30:16, Pr. 4:4, 7:2 vuelva

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Notas de la Oración:

1. Sal 51:5, Ro. 3:10-12, 23 vuelva

2. Mt. 26:63-64, 27:54, Lc. 1:30-33, Jn. 9:35-37, Ro. 1:3-4 vuelva

3. Hch. 4:12, 20:28, Ro. 3:25, 1 Jn. 1:7, Ap. 5:9 vuelva

4. Sal. 16:9-10, Mt. 28:5-7, Mr. 16:9, Jn. 2:19, 21, 10:17-18, 11:25, Hch. 2:24, 3:15, Ro. 8:11, 1 Co. 15:3-6 vuelva

5. Lc. 22:69, Hch. 2:25-36, He. 10:12-13 vuelva

6. Ro. 8:11, 1 Co. 3:16, Ap. 3:20 vuelva

7. Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 vuelva

8. Mt. 26:28, Hch. 2:21, 4:12, Ef. 1:7, Col. 1:14 vuelva

9. Ro. 10:13, Stg. 4:2-3 vuelva

10. He. 11:6 vuelva

11. Jn. 8:11, 1 Co. 15:10, Ap. 7:14, 22:14 vuelva