CONTROLADO POR EL ESPIRITU SANTO

Por
Tony Alamo

Los pergaminos originales de la Biblia, dado a los judíos por el Espíritu Santo, declaran que todos los profetas, así como los apóstoles, fueron controlados por el Espíritu Santo.1

Hechos 4:8-10 dice que el Apóstol “Pedro, lleno (controlado) del Espíritu Santo, les dijo...”

También, descubrimos que “Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas LLENO (CONTROLADO) DEL ESPIRITU SANTO.”2

Hechos 13:9-10 dice, “Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno (controlado) del Espíritu Santo, fijando en él [Elimas] los ojos, dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor?” En otro lugar está escrito que Barnabas “era varón bueno, y lleno (controlado) del Espíritu Santo y de fe.”3

Fue sorprendente para mí que ninguna de las traducciones de la Biblia usan la palabra control, puesto que la Biblia original que utiliza la palabra “control.” Sin embargo, las traducciones de las otras Biblias usan muchas palabras que significan la misma cosa, tal como dominio, domesticar, gobernar, sujetar, seguidor, siervo de, esclavo de, someter, regular, refrenar, sacrificio, consagrar, movido por el Espíritu Santo, señorío, ley del Espíritu, poder sobre, gracia sobre, conduciendo, obediencia, disposición, amor,4 y caridad. Hay muchas otras palabras en la Biblia que también significan control. Muchas de ellas son confirmadas por el diccionario Webster. Solamente aquellos que son controlados por el Espíritu Santo son, por el Señor, capaces de guardar los mandamientos de Dios, así como controlar sus palabras y sus vidas según los mandamientos y el propósito de Dios.5

EL PECADO NO TIENE MÁS DOMINIO

Cuando una persona comienza a ser controlada por el Espíritu Santo, el pecado ni “la muerte no se enseñorea (o controla) más de él.”6 En Romanos 6:13-14 de los pergaminos de la Biblia original dice que ponga “vuestros miembros a (al control de) Dios como instrumentos de justicia. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros (no los controlará).”

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a (bajo el control de) la carne, sino conforme al (bajo el control del) Espíritu.7 Porque la ley (o control) del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley (o control) del pecado y de la muerte8... [la luz de la ley de la Palabra de Dios manifiesta el pecado, así destruyéndolo, quemándolo] Dios, enviando a Su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al (control del) pecado en la carne (por el control del Espíritu Santo de Cristo viviendo en ellos].”9

Tenemos que recibir control de nuestras vidas por el Espíritu Santo de Cristo entrando en nuestros cuerpos carnales. Entonces estaremos llenos de El hasta que seamos totalmente disminuidos mientras que El aumenta para que podamos ser Su instrumento. De esta manera “el requisito justo de la ley se puede traer a la terminación en nosotros.” Cristo murió, fue resucitado, ascendió gloriosamente, y ahora reina desde lo alto.10 El ahora está calificado para darnos Su Espíritu Santo para nuestros cuerpos, que ahora son Su tabernáculo. El cuerpo que una vez era nuestro ahora es Su templo, una realidad que podemos experimentar.11 Este es el significado verdadero de la salvación. Si Cristo vive en nosotros por Su Espíritu, ya no debe haber ninguna evidencia de nuestra vieja existencia.12 Si recibimos esto por fe, tendremos vida eterna, el poder de sobrevivir, y buena salud para nuestros cuerpos enfermos así como para otros.

Los que son controlados por la carne se preocupan de las cosas de la carne. Cosechan todas las cosas conectadas con la carne mencionadas en los juicios de Dios, cosas como la muerte, el Infierno, morbosidades, enfermedades y dolencias. Pero aquéllos que son controlados por el Espíritu Santo se preocupan de las cosas del Espíritu.13 Según el juicio de Dios, reciben vida eterna, el poder de Dios aquí en la tierra, y el fin de todas las influencias endemoniadas que controlan cualquier parte de su espíritu. Sometiéndonos al control del Espíritu Santo, experimentaremos todas las bendiciones de Dios y gozaremos del poder y de la paz con Dios.14

MORTIFICACION

Nuestro espíritu es quebrado en la cruz y nuestro viejo hombre guardado allí para que nuestro espíritu, con Su espíritu, pueda ser levantado de Su tumba en la resurrección con El. La cruz entonces pone a muerte cada área de nuestra carne.15 Por lo tanto, Cristo vive en nosotros. Es decir, cuando nuestra carne está sujeta totalmente a El, toda nuestra obstinación y actividades independientes son negadas. Desde entonces no buscaremos nada sino ser un tabernáculo del Señor.16 Entonces manifestaremos seguramente la vida del Cristo resucitado en nuestros cuerpos mortales. Es divino experimentar al Señor en todos Sus poderes viviendo en nosotros.

Caminando en la trinidad impía, “la lujuria de la carne, y la lujuria de los ojos, y el orgullo de la vida,” significa sumisión a nuestras maneras descontroladas, nuestras opiniones descontroladas, y nuestras acciones descontroladas.17 También significa caminar según la indisciplina, que está contra la ley de Dios, y demostrando enemistad hacia El.18 Si vamos a estar completamente liberados por la ley, primeramente tenemos que estar totalmente desencantados con nosotros mismos. Tenemos que vernos como desesperanzados sin Cristo e inútiles sin Su Palabra, Su Espíritu para dirigir y controlarnos antes de que podamos ser controlados por Su Espíritu Santo.

Llevar la cruz significa simplemente caminar por fe en la Palabra de Dios, caminando según Sus buenos juicios, caminando bajo el control del Espíritu Santo, y gozar de la vida del Cristo resucitado en nuestros cuerpos mortales.19 La alegría traída a nuestros cuerpos mortales, que es el Espíritu de Dios, nos controla como controla a todos los hijos de Dios. Este poder le permite a Sus hijos llevar la cruz.

Jesús vino al mundo en la carne como el Hijo de Dios, engendrado del Espíritu Santo.20 Jesús, nuestro Novio, caminó bajo el control de Su propio Espíritu Santo,21 dándonos confianza del testimonio en Su Palabra de modo que como Su novia podamos cumplir la ley del espíritu por medio de Su vivencia en nosotros.22

Después de la muerte, la resurrección, la ascensión y la glorificación de Jesús, todo el poder y el dominio (o el control) le fue dado a El para reinar en el Cielo y en la tierra.23 Cristo, nuestro Novio, entra al Cristiano recién salvo por medio del Espíritu Santo, dándole Su poder y conduciendo constantemente a la iglesia como Su novia. Somos hijos de Dios solamente después de que nos convertimos en Su cuerpo, solamente después de que El viva en nosotros con el Padre por el Espíritu.24 Cada uno que recibe salvación recibirá esta transformación y se convertirá en un hijo genuino de Dios en el cuerpo de Cristo, la iglesia, por el Espíritu.25

Es en el tiempo de nuestra salvación que morimos a nuestros pecados anteriores y nuestras viejas maneras.26 Antes de la vida en Cristo, tenemos que estar muertos. La liberación de la ley viene sólo por la muerte.27 Nadie jamás ha guardado la ley sino Cristo. Por lo tanto, nosotros lo necesitamos a El en nosotros para cumplir la ley de modo que podamos ser Su cuerpo. Somos recibidos al Cielo en Cristo porque Cristo ha sido recibido al Cielo. Estamos entonces con El como conciudadanos con los santos, y pertenecemos a la casa de Dios, que es el estado de Israel.28 Ya que nuestro espíritu ahora esta mezclado con el Espíritu de Cristo, somos recibidos con Cristo sobre todo poder y los principados en el Cielo y en la tierra. Ahora tenemos Su poder, por El viviendo en nosotros, para que podamos reinar con El. Tenemos el poder de echar fuera a los espíritus inmundos, la enfermedad, morbosidades y dolencias así como Su poder para levantar a los muertos.29 Como hijos de Dios, también tenemos el poder de Dios “ [el Espíritu] de pisar en las serpientes y los escorpiones [que simbolizan la vivienda malvada en otras], y concluído todo el poder [del espiritual] del enemigo.”30 También tenemos todo el poder de Dios sobre el pecado, Satanás , la muerte, el Infierno, y el sepulcro.31 No podemos temer ningún mal, porque Cristo con el Padre está en nosotros, con nosotros, y para nosotros.32 Por lo tanto, nosotros tenemos que sentarnos habitual y continuamente en el lugar celestial de poder33 con El donde el Cielo nos recibió porque El fue recibido, rechazando cada tentación satánica para que nuestro reinado con El sea eterno.34

PROPÓSITO DE DIOS

La ciudadl, la Nueva Jerusalén, que pronto será enviada del Cielo a la tierra, es la ciudad que Dios ama.35 El la creó más radiante que las estrellas, el sol, y la luna.36 El la fijó como la joya sobre toda otra en el universo.37 El la hizo un tabernáculo extraordinariamente hermoso para El vivir.38 Él vivió con humanos y obró en ellos, reinando en Su santuario hermoso mientras que ellos administraban Su obra en la tierra.39 El salió por un rato, comisionando a Su pueblo (Sus hermanos) a que continuaran Su obra en Su ausencia con el mismo poder controlador del Espíritu que lo controló a El cuando estaba en la tierra.40

Es en esta ciudad hermosa donde El morará para siempre con Su novia.41 Esta ciudad radiante “se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura.”42 La ciudad no tiene ninguna necesidad de que el sol o la luna brillen sobre ella, porque la gloria de Dios la alumbra, “y el Cordero es su lumbrera. Y las naciones que hubieren...andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra [los redimidos, que son mencionados en Apocalipsis 1:6 y 5:10] traerán su gloria y honor a ella.”43 Esta gloria y honra que los hijos de Dios traen dentro de ella son la multitud de hijos que dirigieron al Señor a través de la predicación de la Palabra de Dios y por medio del Espíritu de Cristo en ellos.44 Su único deseo era que el reino del Cielo fuera construido y establecido en la tierra.45 También sabían por el Espíritu de la Palabra de Dios que el propósito entero, eterno de Dios (con excepción de Sus juicios) era que El descienda del Cielo en toda la humanidad por Su Espíritu, no sólo de vivir en ellos, sino de estar completamente formados en ellos a la plenitud de la estatura de Cristo.46 De esta manera El, por su predicación y sujetándose a Su voluntado y propósito, pudiera tener muchos hijos en Su único Hijo engendrado.47 Ésta era la misión de Cristo para todos los hijos de Dios engendrados a Dios a través de El. Como declara Jesús en el texto original, aun como el Padre Me envíó “al mundo, así Yo los he enviado [a los discípulos, los hijos de Dios] al mundo. Y por ellos Yo me santifico a Mí Mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad [rindiéndose a la voluntad de Dios para que puedan reinar con El ahora y eternamente]. Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en Mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno [se conviertan en los HIJOS DE DIOS]; como Tú, o Padre, en Mí, y Yo en Ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que Tu me enviaste [que el mundo en El también pueda ser enviado a reunirle hijos a Dios, haciéndolos uno en Su Hijo, los hijos de Dios. Esto cumple el único propósito de Dios con la excepción de Su juicio]. La gloria que me diste, Yo les he dado, para que sean uno [en Dios como hijos de Dios], así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y Tú en Mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que Tú Me enviaste, y que los has amado a ellos como también a Mí Me has amado.”48

Con excepción del juicio de Dios, las únicas metas de Dios son las de restaurar a la humanidad caída de nuevo a Su Hijo49 al igual que restaurar Su creación, la tierra, de nuevo a su estado hermoso original para que Sus hijos vivan con Cristo eternamente.50 Su propósito al juzgar todas las cosas es asegurar de que sólo Su Hijo, todos Sus nuevos hijos en Cristo y Su creación perfecta puedan permanecer.51 Sin el juicio, el propósito de Dios nunca podría ser alcanzado.52 “Conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor, en quien tenemos seguridad y acceso [al Cielo] con confianza por medio de la fe en El.”53

Durante la consumación de esta obra, el poder de Dios en ellos prevalecerá sobre cada obstáculo del diablo que procura frustrar este único propósito más honorable, noble, santo, y eterno de Dios.54 Este poder sobre el diablo misericordiosamente ha sido logrado por Dios y dada a nosotros como Sus hijos.55

Cuando Cristo estaba aquí con los hombres en la tierra, como ahora estamos, El declaró “No puedo Yo hacer nada por Mí Mismo.”56 “El Padre que mora en Mí, El hace las obras.”57 Pablo también confesó esto.58 Este es el propósito eterno entero de Dios en Cristo Jesús “quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras [de la carne], sino según el propósito [de ganarle muchas almas a El] Suyo y la gracia [poder] que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, pero [el propósito] que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual eliminó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad [El misterio del propósito de Dios ahora es entendido] por el evangelio, del cual yo [el Apóstol Pablo] fui constituido predicador, apóstol y maestro de [del propósito de Dios a] los gentiles.”59

Pablo declaró “Golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre [por el control del Espíritu Santo], no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado”60 Aquí Pablo afirma que hacemos las obras de Dios por Cristo haciendo esas obras en nosotros.61 Si los hijos de Dios deciden ya no permitir que El haga Sus obras en ellos, es decir, reuniéndose hijos a Sí Mismo para el único propósito de Dios, se convertirán en desechados — “anticristos” — lo cual significa que ellos ya no son salvos.62 Cristo nos compró con Su sangre preciosa, santa, sin pecado: Después nos resucitó a vida eterna por Su Espíritu Santo.63 Ya no somos de nosotros mismos sino de El,64 sacrificios vivos para que nos use como El quiera.65 Por lo tanto, nuestro discurso y nuestros hechos no pueden ser más de nosotros mismos sino de El.66

FE

En la Biblia original Jesús le dijo a Nicodemo, “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios [porque es el Espíritu de Dios que convierte un hombre en un hijo. El reino de Dios es un reino espiritual.67] Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, Espíritu es.”68 Tenemos que ser hombres del Espíritu porque la carne y la sangre no pueden entrar en el reino del Cielo.69

Los hombres santos que escriben la Biblia “hablaron siendo inspirados [o controlados] por el Espíritu Santo.”70 Nunca podemos decir o hacer cualquier cosa más allá de lo que el Espíritu de Dios nos cause decir o hacer.71 Si reconocemos nuestro cuerpo como un templo del Espíritu Santo, nosotros lo seguiremos a El en toda Su gloria y en amor [Su control]. 𠇎ste es el amor a Dios, que guardemos Sus mandamientos.”72 Es imposible guardar Sus mandamientos sin que el Espíritu nos controle. Jesús declaró, “Las palabras que Yo os he hablado son Espíritu y son vida.”73 En la Biblia original Jesús también declaró, “No puede el Hijo hacer nada por Sí Mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.”74 Aquí Cristo nos dice que El fue controlado completamente por el Espíritu Santo de Dios.75 El dice esto en varias ocasiones para que utilicemos esta fórmula como nuestro ejemplo. Hay solamente una interpretación correcta de la Biblia. La Palabra de Dios fue dictada a los hombres santos de Dios por el Espíritu Santo. Por lo tanto, tiene solamente una interpretación o significado, y esa interpretación es la interpretación o significado del Espíritu Santo.76

2 Corintios 10:4 describe la Palabra de Dios como una espada.77 Se utiliza como la defensa para los hijos de Dios mientras que reinan para El en la tierra.78 Por medio de la espada de Dios, la Palabra, reinan. “Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas”79 — es decir, “espirituales.” Satánas es un espíritu.80 Tenemos que pelearlo con la misma arma espiritual con la cual Cristo lo luchó y derrotó.81 Esa arma era y aún es la poderosa Palabra de Dios.82 Es manejada correctamente por aquellos que son controlados por el Espíritu Santo.

POSICIÓN ETERNA

Nuestra posición como hijo delante del Señor es Su sangre, Su Espíritu.83 Los reinos mundiales son ganados por los hombres usando las armas carnales, y son guardados por ésos con estas mismas armas carnales. ¿Cuánto más debería el reino de Dios aumentar aquí en la tierra por el uso correcto de la arma de la espada de Su Espíritu por los hijos de Dios?84 La Palabra de Dios, usada por Sus hijos que reinan en el mundo, es utilizada por Dios para vencer al mundo y para ganar más hijos. De esta manera El invade al mundo, aumentando Su reino en la tierra. En Juan, el capítulo 15, versículo 16, Biblia original, Cristo habla con Sus discípulos, diciendo “vayáis y llevéis fruto [reuniéndole hijos a Dios], y vuestro fruto [los hijos de Dios] permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en Mi nombre, El os lo dé.” En versículos 7-8, para énfasis Jesús repite: “Si permanecéis en Mí, y Mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado Mi Padre, en que llevéis mucho fruto [reuniéndole más hijos de Dios a El].” Estos versículos en las escrituras nos dicen que Dios le contesta las oraciones a aquellos que ganan hijos para El. Al no llevar fruto continuamente, ganando nuevos hijos de Dios para Dios, usted le demuestra a Dios que usted no está preocupado de Su único propósito, de que sus oraciones sean contestadas, o de entrar al cielo.85 La Biblia entera nos dice que si ganamos hijos para Dios, cumplimos Su propósito.86 Por cumplir el propósito de Dios, nosotros alcanzamos una vida más abundante aquí en la tierra así como vida eterna.87

No hay nada más poderoso que los testimonios o las afirmaciones en la Palabra de Dios con la cual luchar contra las tentaciones del diablo, construir la fe, sentir liberación tal como nuestra salvación, ganar nuestro curativo, de fortalecernos, y de destruir el asimiento de Satanás sobre todo los que él mantiene cautivos que recibirán a Cristo.88 La Palabra, cuando es creída, rompe las cadenas que sostienen al mundo de modo que los perdidos puedan ser hijos de Dios.89 Sus nombres son escritos en el libro del Cordero de la vida.90 Ellos están afuera en el mundo. Dios nos ha enviado para recogerlos.91

La gente del mundo está encadenada por Satanás porque creen en su palabra en vez de las Palabras de Dios. Por lo tanto, el mundo está en un estado constante de caos, de confusión, y de desesperación. Jesús declaró, “¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos [no creyendo en Dios, sino en Satanás]? Porque de la abundancia del corazón [el alma] habla la boca.”92 El Apóstol Santiago declara, “Si alguno no ofende en palabra [a Dios], éste es varón perfecto, capaz también de refrenar [controlar] todo el cuerpo.”93

GENIO

¿Cómo es que nuestro Señor y Salvador sin pecado, el Todopoderoso,94 haciendo siempre lo que hacía el Espíritu Santo, podía llamar a la gente víboras [serpientes],95 perros,96 cerdos,97 mentirosos,98 animales irracionales,99 y otros nombres que insultan? En el libro del Apocalipsis, ¿por qué es que El llama a la estructura entera de la iglesia apostata “LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA,”100 y el gobierno mundial forzado la bestia?101 ¿Cómo podía El llamar a los líderes religiosos lobos,102 necios, ciegos,103 hipócritas104 y decir “Vosotros sois de vuestro padre el diablo”105 e “hijo del Infierno?”106 Es porque es la verdad. Estas palabras, aparentemente ásperas para el oído carnal o satánico, son un regaño o disparo de Su deidad a su maldad perversa de desdén hacia la Palabra de Dios y de la fe en las palabras de Satanás .107

Jesús nunca perdió Su genio. Los que son ignorantes o corrompidos por las tinieblas de Satánas dicen que tener indignación justa contra los poderes de Satánas significa tener mal genio. Ellos están equivocados. Nuestro Señor no tiene ningún pecado o defecto, ni tampoco realizó El cualquier acción o habló cualquier palabra de Sí Mismo.108 El está en Su Padre y Su Padre está en El.109 Ahora ambos moran dentro de los hijos de Dios y los controlan para el único propósito de Dios.110

Jesús dijo, “No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no He venido para traer paz, sino espada,”111 la Palabra. Con un látigo El condujo los cambistas, que dirigían su negocio en el templo, fuera del templo, exhibiendo la indignación perfecta y justa de Dios hacia los que habían vuelto la casa de Dios en “casa de mercado”112 y “cueva de ladrones.”113 Este es un castigo pequeño en comparación a lo que El le hizo una vez al mundo y a lo que El le hará al mundo de pecadores no arrepentidos en el último día según Su juicio justo e incuestionable.114

El Apóstol Pablo por el Espíritu dijo que tenemos que poner a los ingobernables y a los pecadores fuera de la iglesia.115 El mundo necesita aprender la personalidad verdadera del Dios viviente y de Sus hijos que son dirigidos totalmente por Su Espíritu. Si no, pueden continuar toda la vida sin saber que El es un Dios de ira y de terror así como un Dios de amor.116 Nadie puede causar que Dios cambie Su ley o Sus juicios.117 La única manera que alguien puede escapar la ira de Dios y un Infierno eterno es rendirse a la manera y propósito de Dios que es una vida en Cristo ganando almas. Esto harán si aprecian sus almas.

Es fácil ver cómo se ahogan los hijos del orgullo, que dejan la fe detrás y toman su propio razonamiento como su guía.118 Se convierten en los perseguidores de los hijos de Dios, en los que Cristo con el Padre por el Espíritu vive. Otra razón porque los hijos de Dios tienen que ser firmes bajo el control del Espíritu Santo es para que puedan aguantar el impacto de los asaltos furiosos de Satanás sobre ellos mientras que el diablo y sus impíos furiosamente agitan la bandera de la muerte. Satanás amenaza con matar a la iglesia y al rebaño de Cristo si no lo dejan pisotear sobre toda su gloria profanando su conciencia y renunciando su fe en las lujurias de su comando autoritario o dominante.

Como hemos elegido estar unidos permanentemente en Cristo con respecto a Su muerte y la muerte de nuestras viejas maneras, seremos como aquellos que están unidos permanentemente a El con respecto a Su resurrección, ascensión, y reinado.119

Nuestro Señor declara, “Ninguno puede servir a dos señores [que bíblicamente significa que ningún hombre puede ser controlado por dos diferentes controladores]; porque o aborrecerá al uno [controlador] y amará al otro [controlador], o estimará al uno [controlador] y menospreciará al otro [controlador].”120 El Señor nos deja elegir a quién le pertenecerá el control.

OBRA ESPIRITUAL

“Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo.”121 El significado de la Biblia de la palabra “conversación,” así como el significado de Webster, es, “un modo de vivir, de conducta, de comportamiento, de intercambio y asociación social.”122 Es decir, nuestra conversación o confesión no es sólo con nuestras bocas, sino con nuestro modo de vivir, nuestra conducta, y nuestro comportamiento. Tiene que ser según lo que Dios ordene en Su Palabra y controla por Su Espíritu.123 Dios requiere que Sus hijos intercambien socialmente con el mundo en la disposición o el control de Su justicia, no intercambiar socialmente con el mundo según nuestra naturaleza una vez pecaminosa.124 Esta es la conversación de la cual habla la Biblia.125 Nuestra vida es un mensaje vivo para el mundo cuando vivimos la vida de la resurrección que es negación de uno mismo, controlado por el Espíritu Santo. “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta [su habilidad de ser controlado por el Espíritu Santo] sus obras en sabia mansedumbre [el temor o pavor de Dios ante el Señor126 ].”127

LA PROFECIA DE JOEL CON RESPECTO A LOS HIJOS DE DIOS

“Como valientes correrán, como hombres de guerra subirán el muro; cada cual marchará por su camino [el camino de Dios], y no torcerá su rumbo [no dejará la posición en el tabernáculo de Dios donde ha sido colocado por el Espíritu Santo].”128 “Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de Su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo [propiedad de Dios]; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.”129 La conciencia de un hijo de Dios está limpia ante Dios porque él ya no peca.130 El puede marchar ahora sin miedo dondequiera que el Señor lo dirija. Pero entre más tímidos son aquellos que no temen al Señor sino a los hombres, lo más seguro que no son hijos de Dios reinando en la tierra para El por el Espíritu de Dios.131 Por lo tanto, se enredan hasta más en la confusión de Satanás y en la abundancia de sus trampas pecaminosas.132 Jesús dijo en Apocalipsis 21:7, “El que venciere heredará todas las cosas [el Cielo, la tierra, y todo lo que le pertenece a Dios.133], y Yo seré su Dios, y él será MI HIJO.”

NINGÚN LUGAR PARA ESCONDERSE

Dios satura el universo entero. El llena el mundo.134 El Dios viviente que creó todas las cosas también contiene todas las cosas. El está consciente de cada voz, de cada murmullo, de cada susurro, de cada pensamiento, y de cada intención de cada pensamiento.135 El está en los talones de cada uno siempre. Por lo tanto, el que habla o hace cosas injustas no está oculto de El; ni tampoco la venganza, cuando viene de Dios para castigar, pasará sobre los que decidieron que no era sabio ser hijos de Dios gobernados por El.136 La inquisición será hecha en los consejos de los impíos. El sonido de sus palabras vendrá al Señor y manifestará sus hechos malvados.137 El ruido de los murmuros de la lengüa contra la Palabra de Dios así como de los que enseñan murmuros contra Su Palabra, no será ocultado. Muchos se ofenden en la necesidad de vivir con la cruz y en la resurrección con la vida del Espíritu, y el poder del control y la filiación de Dios.138

Si el hombre justo controlado por el Espíritu Santo es un hijo de Dios, Dios lo librará de la mano de todos sus enemigos.139 Satanás pone en duda nuestra santidad para desfigurar la cara hermosa de esas verdades y las prácticas por las cuales sufren los criados de Cristo. De esta manera sus perseguidores pueden aparentar justicia sobre sus crueldades mortales, y le hacen creer al mundo que sufrimos como malechores.140 Por lo tanto, por nuestro ser controlados por el Espíritu Santo, tenemos conciencias limpias ante Dios. Esto nos permite permanecer firmes bajo el peso de sus cargas pesadas. Sabemos que estamos sufriendo mientras que con gozo reinamos para El, según la Palabra de Dios (es decir, según Su justo juicio en el Espíritu).141 Debido a esto, permanecemos definidos en nuestros pensamientos con respecto a nuestra causa. Esto nos ayuda fácilmente a limpiarnos el mugre que nos echan, y nos da el consuelo que nos trae nuestra conciencia alineada con la Palabra de Dios.

Ahora, a través de Cristo, la oportunidad de recibir vida eterna y convertirnos en los hijos de Dios ha sido restaurada a los que la desean.142 Cristo utiliza a Sus hijos para presentar esa oportunidad al mundo de pecadores perdidos.143 Sin embargo, las ramas imperfectas serán desgajadas.144 Los falsos profetas que fingen ganar otros al Señor mientras que con sus lenguas vulgares siembran semilla corruptible, herejía, son improductivos.145 Esto es porque no es el Espíritu de Dios o la Palabra de Dios que los ha engendrado. Estos son lobos disfrazándose con los vestidos del clero que tuercen la Palabra de Dios dándole un significado falso. No son útiles para el propósito de Dios de realizar Su meta de adquirir muchos hijos. Son un asqueroso olor para el Señor, humo en Su nariz.146 Por lo tanto, son rechazados como que no sirven para nada.147 Dios dijo, “El que sacrifica alabanza Me honrará; y al que ordenare su camino, le mostraré la salvación de Dios.”148

El mundo entero necesita desesperadamente la salvación completa de Dios, que incluye la muerte de sus viejas maneras, su resurrección y ascensión de modo que ellos, mientras estén en la tierra, puedan reinar del Cielo en Cristo con sus hermanos hasta que El venga.149 El mundo tiene que someterse inmediatamente al control del Espíritu Santo. Los hijos de Dios le rogarán al Señor de la cosecha: es hora de meter la hoz y segar, “pues la mies de la tierra está madura.”150 El nos dará todo esto si nosotros de buena gana, felices, y con gozo, le comprometemos nuestras vidas a El para hacer Su obra. Por fe recibimos a Cristo en nuestros corazones.151

Ahora se sabe el misterio del propósito de Dios. “[Dios] Que hizo sobreabundar hacia nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de Su voluntad, según Su beneplácito, el cual se había propuesto en Sí Mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación [distribución de la Palabra de Dios en el mundo] del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. En El asimismo tuvimos herencia [como hijos], habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de Su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de Su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.”152

Si usted desea ser un hijo de Dios y de tal modo escapar un Infierno eterno, y si usted desea compartir pertenencia con Dios de todo lo que El tiene; entonces colóquese sin miedo en Su mano poderosa. Confíe en Su dirección perfecta y Su control perfecto para dirigir su vida para El. Comience a hacer esto ahora diciendo esta oración:

Oración

Mi Señor y mi DIOS, ten misericordia de mi alma pecadora.1 Yo creo que JESUCRISTO es el Hijo del DIOS viviente.2 Creo que Él murió en la cruz y derramó Su preciosa sangre para el perdón de todos mis anteriores pecados. 3 Creo que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos por el poder del Espíritu Santo4y que Él está sentado a la diestra de DIOS en este momento, escuchando mi confesión de pecado y esta oración.5 Abro la puerta de mi corazón, y Te invito en mi corazón, Señor JESÚS. 6 Lava todos mis pecados sucios en la preciosa sangre que Tú derramaste por mí en la cruz del Calvario. 7 Tú no me rechazarás, Señor JESÚS; Tú perdonarás mis pecados y salvarás mi alma. Lo sé porque Tu Palabra, la Biblia, así lo dice. 8 Tu Palabra dice que Tú no rechazarás a nadie, y eso me incluye a mí.9 Por eso sé que Tú me has escuchado, sé que me has contestado, y sé que soy salvo.10 Y Te doy gracias, Señor JESÚS, por salvar mi alma, y Te mostraré mi agradecimiento haciendo como Tú mandas y no pecar más. 11

Usted acaba de completar el primer paso en una serie de cinco pasos que se requieren para recibir la salvación. Su segundo paso es negarse a sí mismo y aceptar la cruz cada día con el propósito de mortificarse, es decir, para darle muerte a su propia voluntad, a su ser autosuficiente, y al mundo con todos sus deseos. Todos estos tienen que ser bautizados en la muerte de Cristo. El tercer paso es su resurrección de la vida satánica de Adán a la vida libre de pecados de Cristo. El cuarto paso es su ascensión a una posición de autoridad para reinar por Dios en la tierra, y el quinto paso es reinar por Dios en la tierra hasta el fin con el propósito de traer el reino del Cielo a la tierra. Usted tiene que aprender la Palabra de Dios, luego someterse y hacer lo que la Palabra dice, para que la Iglesia y el mundo puedan ver pruebas de su sumisión a la Palabra de Dios, Su orden, y Su autoridad en usted y por usted.
Alabado sea el Señor. Que Dios lo recompense abundantemente.

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Notas del "CONTROLADO POR EL ESPIRITU SANTO":vuelva arriba

1 Dt. 34:9, Jue. 3:9-10, 6:34, 11:29, 13:24-25, 14:5-6, 19, 1 S. 16:13, 2 Cr. 15:1-2, 20:14-15, 24:20, Is. 61:1-3, Ez. 11:5, Zac. 4:6, Mr. 12:36, 13:11, Lc. 1:67-79, 2:25-29, Hch. 4:8, 31, 5:32, 6:3-8, 7:55, 9:31, 11:24, 13:2-5, 9, 16:6-7, 21:11, 2 P. 1:21 vuelva

2 Hch. 9:17 vuelva

3 Hch. 11:24 vuelva

4 Jn. 14:15, 15:10, 1 Jn. 2:3-5, 5:2-3, 2 Jn. 1:6 vuelva

5 Ro. 8:1-7, 11-14, Gá. 5:16-25, Stg. 3:8 vuelva

6 Ro. 6:9, 1 P. 5:11 vuelva

7 Jn. 1:14, 6:63, 11:25, Col. 2:9 vuelva

8 Ro. cap. 6 vuelva

9 Ro. 8:1-3 vuelva

10 Ro. 8:34, Ef. 1:19-20, Col. 3:1, He. 1:2-3, 8:1, 10:12, 12:2, 1 P. 3:22 vuelva

11 1 Co. 6:19, 2 Co. 6: 16, Ef. 2:21-22 vuelva

12 Ro. 6:6, 8:10, Gá. 2:20, Col. 3:3, 1 Jn. 3:9 vuelva

13 Ro. 8:5-6 vuelva

14 Ro. 8:5-6, 6:8, 8:12-14, 16-17, 13:14, Gá. 5:16-17, 22 vuelva

15 Ro. 6:6-8, 8:13, 13:14, 2 Co. 5:17, Gá. 2:20, 5:24-25 vuelva

16 1 Co. 3:16-17, Ef. 2:21-22, 2 Ti. 2:20-21 vuelva

17 1 Jn. 2:16 vuelva

18 Ro. 8:4-6, Gá. 5:17-21, 2 P. 2:10 vuelva

19 Lc. 9:23, Gá. 5:16 vuelva

20 Jn. 1:14, 18, 3:18 vuelva

21 Mt. 4:1, Mr.1:12, Jn. 4:24, 14:10 vuelva

22 Lc. 2:7-17, Jn. 3:34, 5:19, 8:28-29, 1 Ti. 3:16 vuelva

23 Mt. 28:18 vuelva

24 Jn. 1:12-13, 14:23, Ro. 8:14-16, 12:4-5, 1 Co. 12:12, Gá. 4:4-7, Ef. 5:30, Fil. 2:15, 1 Jn. 3:1, 10, Ap. 21:7 vuelva

25 2 Co. 5:17, Ef. 2:4-10, Tito 2:13-14 vuelva

26 Jn. 12:24-25, Ro. 6:2, 6-7, 11, 7:5-6 vuelva

27 Ro. 7:1-6, Col. 2:14, He. 9:15-17 vuelva

28 Ef. 2:12-19 vuelva

29 Vea Los Luchadores, Tony Alamo, pág. 5, par. 2, Mt. 10:1, Lc. 10:19, Hch. 1:8, 5:16, 6:8, 9:36-41, 16:16-18, 19:11-12, 20:9-10 vuelva

30 Lc. 10:19 vuelva

31 Lc. 10:19, Jn. 17:2, Ap. 2:26 vuelva

32 2 S. 22:2-4, Sal. 9:9-10, 23, 62:2, 91:1-9, Is. 51:12, Ro. 8:15, 31 vuelva

33 Ro. 8:13, Ef. 2:6 vuelva

34 Mt. 24:13, Lc. 9:62, Jn. 10:27-28, 12:25, Ro. 2:7, Tito 3:7, He. 10:38-39 vuelva

35 Ap. 3:12, 21:2-3, 10 vuelva

36 Ap. 21:23 vuelva

37 Ap. 21:10, 18-21, 22:1-2 vuelva

38 Is. 28:16, 1 P. 2:6-7 vuelva

39 Ef. 2:20-22 vuelva

40 Is. 11:2, 42:1, 64:4, Lc. 19:12-13, Jn. 8:31, 14:2-3, 1 Co. 2:9 vuelva

41 Ap. 7:14-17, 21:2-7 vuelva

42 Ap. 21:16 vuelva

43 Ap. 21:23-24 vuelva

44 Jn. 15:8, 16 vuelva

45 Hch. 14:22, 19:8, 28:23, 31, 2 Ti. 4:1-2 vuelva

46 Ef. 4:13 vuelva

47 Jer. 31:33, Lc. 14:23, Jn. 1:12, 14:20, cap.15, Ro. 8:14-19, 2 Co. 6:18, 1 Jn. 3:1-2 vuelva

48 Jn. 17:18-23 vuelva

49 Mt. 3:5-6, Lc. 19:10, Jn. 3:14-17, 4:34-35, Hch. 2:41 vuelva

50 2 P. 3:13, Ap. 5:9-10, 21:1-7 vuelva

51 Ef. 2:14-19, He. 12:25-27, 2 P. 3:13, Ap. 11:18, 21:1-5, 8 vuelva

52 Gn. 3:13-19, 4:8-15, 19:23-25, Ex. 12:12-13, 32:35, Nú. 11:1, 14:22-24, 26-38 vuelva

53 Ef. 3:11-12 vuelva

54 Mt. 10:1, Lc. 10:19, Hch. 1:8, 1 Jn. 4:4 vuelva

55 Lc. 9:1, 10:19, Hch. 1:8 veulva

56 Jn. 5:17, 19, 21, 30 vuelva

57 Jn. 14:10 vuelva

58 Ro. 7:18, 1 Co. 15:10, Ef. 3:20, Fil. 2:13, Col. 1:29 vuelva

59 2 Ti. 1:9-11 vuelva

60 1 Co. 9:27 vuelva

61 Jn. 15:5, 1 Co. 15:10, Fil. 2:13, Col. 1:29 vuelva

62 Jn. 6:66, 1 Jn. 2:18-19, 22-23, 4:3, 2 Jn. 7 vuelva

63 1 Co. 6:19-20, Ef. 2:13-16, He. 9:26-28 vuelva

64 Hch. 20:28, 1 Co. 3:16-17, 6:19-20, 2 Co. 6:16 vuelva

65 Sal. 43:4, 51:17, Ro. 12:1, 1 Co. 5:7, Fil. 2:16-18, He. 9:12, 24-26, 10:10, 13:15, 1 P. 1:18-21, 3:18, Ap. 8:3-4 vuelva

66 Ro. 15:18-19, Col. 3:16-17, Stg. 1:25, 1 Jn. 3:18 vuelva

67 Gn. 1:6-8, Sal.51:11, Jn. 18:36, Ro. 8:1, 1 Co. 15:50, 2 Co. 10:4, Ef. 6:12 vuelva

68 Jn. 3:4-8—Pergaminos Originales vuelva

69 1 Co. 15:50, Gá. 6:8 vuelva

70 2 P. 1:21 vuelva

71 1 Co. 10:31, 1 P. 4:11 vuelva

72 1 Jn. 5:3 vuelva

73 Jn. 6:63 vuelva

74 Jn. 5:19 vuelva

75 Jn. 5:30-31, 6:38, 7:28-29, 10:37-38, 12:49-50, 14:31 vuelva

76 2 P. 1:20, Ap. 2:18-19 vuelva

77 Ef. 6:17 vuelva

78 Jn. 1:12, He. 4:12 vuelva

79 2 Co. 10:4 vuelva

80 Jn. 13:27 vuelva

81 Mt. 4:3-11 vuelva

82 Ef. 6:17, He. 4:12 vuelva

83 Jn. 6:53-56, Ef. 2:13-15, He. 9:12-15, 1 P. 1:18-19, 1 Jn. 1:7, 3:24, 4:13 vuelva

84 Mt. 8:16, Mr. 16:17-18, Hch. 2:41-42, 3:6-7 vuelva

85 Mt. 3:10, 7:19-21, Jn. 15:16 vuelva

86 Jn. 15:8-16 vuelva

87 Jn. 10:10 vuelva

88 1 Co. 10:1-11, He. 12:1, 25 vuelva

89 Gá. 4:3-7, Ef. 2:1-5 vuelva

90 Fil. 4:3, Ap. 3:5, 20:11-15 vuelva

91 Jn. 4:35-38, 10:15-16 vuelva

92 Mt. 12:34 vuelva

93 Stg. 3:2 vuelva

94 Jn. 1:29, 1 Jn. 3:5-10, Ap. 11:17, 15:3 vuelva

95 Mt. 12:34, 23:33 vuelva

96 Pr. 26:11, Mt. 7:6, 15:26, Fil. 3:2, 2 P. 2:22, Ap. 22:15 vuelva

97 Mt. 7:6, 2 P. 2:22 vuelva

98 Jn. 8:44, Ro. 3:4, 1 Ti. 1:10, 1 Jn. 2:4, 22, 4:20, 5:10, Ap. 2:2, 21:8, 22:15 vuelva

99 2 P. 2:12, Jud. 10 vuelva

100 Ap. 17:4-5 vuelva

101 Ap. 13:1-4, 11-12 vuelva

102 Mt. 7:15, 10:16, Lc. 10:3, Hch. 20:29 vuelva

103 Mt. 23:19 vuelva

104 Mt. 23:13-15 vuelva

105 Jn. 8:44 vuelva

106 Mt. 23:15 vuelva

107 Ap. 2:16 vuelva

108 Lc. 2:51-52, Jn. 5:17, 19, 30, 36, 6:57, 8:16, 28-29, 12:49-50, He. 4:15, 5:8-9, 9:14, 1 P. 1:19 vuelva

109 Jn. 10:30, 38, 14:10-11 vuelva

110 Jn. 14:20, 23 vuelva

111 Mt. 10:34 vuelva

112 Jn. 2:13-17 vuelva

113 Mt. 21:13 vuelva

114 Gn. 7:11-24, Mt. 3:12, 13:41-42, 49-50, Mr. 9:43-44, Ap. 14:9-11, 21:8 vuelva

115 Ro. 14:1, 1 Co. 5:11, Ef. 5:3-5, Tito 3:10 vuelva

116 Dt. 4:24, 11:16-17, 2 R. 22:17, Ef. 5:5-6, He. 10:26-31, 2 Ts. 1:7-9, 1 Jn. 4:8 vuelva

117 Sal. 111:7-9, Mt. 5:17-18, 24:35, Lc. 16:17 vuelva

118 Pr. 16:18, 29:23, Dn. 4:37, Ob. 3-4 vuelva

119 Ro. 8:17-18, 2 Ti. 1:11-12, 2:12, Ap. 5:9-10, 20:6, 22:5 vuelva

120 Mt. 6:24 vuelva

121 Fil. 1:27 vuelva

122 Sal. 50:23, 2 Co. 1:12, Ef. 2:3, 4:22-24, 1 Ti. 4:12, Stg. 3:13, 1 P. 1:15 vuelva

123 Sal. 37:14, He. 13:5-7, 1 P. 1:15, 3:2-4 vuelva

124 Mt. 5:14, 10:16, Jn. 7:16, 18, Stg. 1:27 vuelva

125 Sal. 50:23, Fil. 1:27, 1 Ti. 4:12, 2 P. 3:10-12 vuelva

126 Job 28:28, Sal. 111:10, Pr. 9:10, 15:33 vuelva

127 Stg. 3:13 vuelva

128 Jl. 2:7 vuelva

129 Gá. 4:6-7 vuelva

130 Job 27:6, Hch. 23:1, 24:16, 2 Co. 1:12, He. 10:22, 13:8, 1 P. 3:16 vuelva

131 Job 28:28, Sal. 23:4, 27:1, 111:10, 118:6, Pr. 1:7, 9:10, 15:33, 29:5, Is. 2:22, 5:7, Mt. 10:28, He. 13:6, 1 P. 3:15, Ap. 21:8 vuelva

132 Pr. 2:13-19, Is. 57:20, 59:9-10, Jn. 11:9-10, Ro. 8:1, Ap. 21:7-8 vuelva

133 Ro. 8:17, Tito 3:7, Stg. 2:5 vuelva

134 . Job 11:7-9, Sal. 139:7-10, Jer. 23:24, Jl. 2:28-29, Hch. 2:17-18, Ef. 1:23 vuelva

135 1 S. 2:3, 1 Cr. 28:9, 2 Cr. 16:9, Job 28:24, 42:2, Sal. 44:21, 66:7, 139:1-3, 12, Pr. 15:3, 11, Is. 37:28 vuelva

136 Job 34:21-22, Sal. 94:1-10, Nah. 1:2-3, Ro. 12:19 vuelva

137 Sal. 2:1-5, 44:20-21, 94:10, Jer. 1:5, 17:10, Am. 9:1-6, Mt. 6:8, 10:30, He. 4:13, 1 Jn. 3:20, Ap. 19:6, 20:12-15 vuelva

138 Mt. 11:6, 13:20-21, 24:3-10, Ro. 9:33, 1 P. 2:7-8 vuelva

139 Dt. 23:14, Jos. 21:43-44, Sal. 18:17-24, 34:19 vuelva

140 1 Co. 4:11-13, 2 Ti. 2:8-10, 3:12-13, 1 P. 3:15-17 vuelva

141 Mt. 10:22-23, 4:9-10, Mr. 13:13, Lc. 21:17-18, Jn. 15:18-22, Ro. 8:17-18, Fil. 1:29, 2 Ti. 3:12 vuelva

142 Ro. 5:8-11, 10:12, Ef. 2:4-6, 1 Ts. 5:9-10, 2 Ts. 2:13-14, Tito 2:11-14 vuelva

143 Mt. 10:7, 28:19-20, Mr. 16:15, Jn. 4:35-36, Hch. 22:15, 1 Co. 1:17-18, 21-23 vuelva

144 Mt. 3:10, 7:15-21, 13:41-42, 21:19, Jn. 15:2 vuelva

145 Mt. 15:9, 13-14, 23:15, 24:24, 25:30 vuelva

146 Is. 65:1-5 vuelva

147 Mt. 3:10, 5:13, 7:17-19, Jn. 15:2, 5-6 vuelva

148 Sal. 50:23 vuelva

149 Ro. 6:4-11, 2 Ti. 2:12, 5:10vuelva

150 Jl. 3:13, Ap. 14:15 vuelva

151 Lc. 7:50, Ef. 2:8, 2 Ti. 3:15, 1 P. 1:5, 9 vuelva

152 Ef. 1:8-12 vuelva

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Notas de la Oración:

1. Sal 51:5, Ro. 3:10-12, 23 vuelva

2. Mt. 26:63-64, 27:54, Lc. 1:30-33, Jn. 9:35-37, Ro. 1:3-4 vuelva

3. Hch. 4:12, 20:28, Ro. 3:25, 1 Jn. 1:7, Ap. 5:9 vuelva

4. Sal. 16:9-10, Mt. 28:5-7, Mr. 16:9, Jn. 2:19, 21, 10:17-18, 11:25, Hch. 2:24, 3:15, Ro. 8:11, 1 Co. 15:3-6 vuelva

5. Lc. 22:69, Hch. 2:25-36, He. 10:12-13 vuelva

6. Ro. 8:11, 1 Co. 3:16, Ap. 3:20 vuelva

7. Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 vuelva

8. Mt. 26:28, Hch. 2:21, 4:12, Ef. 1:7, Col. 1:14 vuelva

9. Ro. 10:13, Stg. 4:2-3 vuelva

10. He. 11:6 vuelva

11. Jn. 8:11, 1 Co. 15:10, Ap. 7:14, 22:14 vuelva