SAL

Por Tony Alamo

Muchas personas que están buscando a Dios constantemente me piden que les expliquen las escrituras. Un jóven llamado Vinnie, que vive en la iglesia de Los Angeles que yo pastoréo dijo que el Señor le habló. Su carta decía: "Yo estaba sentado en la entrada de mi caravana mirando hacia las estrellas y hablándole al Señor. Yo creo que fue el Espíritu del Señor que sentí. Él me dijo, ‘Te estoy sanando ahora mismo.’ [Este hombre se había ido de la iglesia, entró al mundo, y regresó a la iglesia con SIDA. Pero Vinnie continúa:] Dije algo como, ‘¿Por qué, Señor? He sido tan malo.’ Entonces Él me dijo, ‘Porque Yo lo he dicho. ¿No es ésto suficiente para ti, Vinnie? Entonces dije, ‘Sí.’

"Todavía estaba verdaderamente sintiendo el Espíritu. Inmediatamente me di cuenta después de que Él dijo ‘Porque Yo lo dije,’ que Él lo dijo en Su Palabra.1 Tony, es verdad, la Biblia entera es verdad.2 Entienda lo que lea o no, sé que es verdad. Entré de nuevo a mi caravana, fui a tomar mi guitarra, y sentí que el Señor me advertía. Algo me dijo que cogiera mi Biblia. Por primera vez en mucho tiempo le pedí al Señor que me mostrara qué leer. Era Levítico, capítulo dos, versículos once y trece. Leí todo el capítulo, pero ésos son los dos versículos que yo creo que el Señor me estaba mostrando porque me mandó a que usted me los explicara y que me diera el significado.Entonces, después de que los leí, Él me dijo, ‘Tú has estado sin sal.’

"Aquí está la cita bíblica que Él me mandó a leer: ‘Ninguna ofrenda que ofreciereis a Jehová será con levadura; porque de ninguna cosa leuda, ni de ninguna miel, se ha de quemar ofrenda para Jehová" (Levítico 2:11). ‘Y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu ofrenda la sal del pacto de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal’" (Levítico 2:13).

La Respuesta del Pastor Alamo a Vinnie

Primero que todo, la sal en el Antiguo y Nuevo Testamento simboliza el ser lleno del temor del Señor por el Espíritu ungidor del temor del Señor.3 En segundo lugar, la levadura simboliza el pecado.4 Ni un pecado, ni un poquito de pecado o levadura puede existir en Cristo ni en cualquiera de los muchos miembros de Su cuerpo, que es la iglesia.5 Tercero, el sacrificio de animales como holocaustos para Dios, que son saladas con sal, es simbólico de Cristo y todos los miembros de Su cuerpo estando llenos del temor del Señor por la unción del Espíritu del temor del Señor para que puedan ser conducidos por ese temor a servirle con toda audacia.6 Dios mandó a Abraham que sacrificara su hijo unigénito como holocausto para Dios.7 Abraham, debido al temor que le tenía a Dios, estaba a punto de ejecutar el mandato de Dios, cuando Dios lo detuvo con estas palabras: "No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que TEMES A DIOS, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único" (Gn.22:12).

Cuando nos entregamos a Cristo, nos entregamos a Él sin condiciones para que Él nos use como Él quiera.8 No somos nada sino arcilla para que Él nos moldée y nos use como Él quiera.9 "Nosotros (somos) barro, y Tú el que nos formaste" (Is. 64:8). Un sacrificio verdadero o galardón de nosotros mismos para Cristo significa que nosotros, como un buey, un carnero, o un cordero, tenemos que convertirnos en un montón de cenizas quemadas (con respecto a nuestra propia voluntad), confiando que Dios sabe exactamente cómo usarnos cuando Cristo entra en nosotros con Su Padre por el Espíritu.10 Tenemos que confiar que Él conducirá Su vida en nosotros con sal, el temor del Señor, para que hagamos la voluntad del Padre, así como siempre la hizo Él.11 Le tenemos temor porque sabemos lo que Su Palabra dice que nos sucederá si no le tememos. Su Palabra nos dice que iremos al Infierno si no lo tememos.12 Su Palabra también nos dice que no podemos escapar Su juicio final,13 y que Él no miente.14 Su juicio de nosotros se basa sobre si guardamos Su Palabra o no.15 Si guardamos Su Palabra somos ovejas.16 Si rehusamos guardar Su Palabra, somos cabros.17 Si guardamos Su Palabra iremos al Cielo.18 Si no guardamos Su Palabra, iremos al Infierno.19 ¿No es Su Palabra fácil de entender? Salomón declaró que Su Palabra era tan fácil de entender que un simplón la podía entender.20 Confía en Él y obedécelo no importa el precio.

El amor es guardar los mandamientos de Dios.21 El temor del Señor causa que guardemos los mandamientos de Dios.22 Esto nunca puede ser amor bajo nuestros propios términos. Tenemos que guardar todos Sus mandamientos y entregarnos a todos Sus términos por Su vida y poder viviendo en nosotros. Uno tiene que estar salado completamente, lleno del Espíritu del temor del Señor, para servirle totalmente, no importa cuáles sean Sus términos. Tememos al Señor, somos salados, y entonces nos sacrificamos a Él para que Él haga lo que quiera con nosotros. Por la sal, el temor del Señor, nos entregamos a Él como un galardón. Alabamos y le damos gracias al Señor por la sal, el Espíritu del temor del Señor, porque continúa motivándonos a servirle con temor y temblor.23 Esto es muy importante porque si el temor, la sal, ha perdido su sabor en nosotros, es decir, si el Espíritu del temor del Señor se ha apartado de nosotros, ya no estaremos motivados a servirle y a guardar los mandamientos por el Espíritu del temor del Señor, la sal. Eclesiastés 12:13 nos dice que el deber entero de la humanidad es éste: "Teme a Dios, y guarda Sus mandamientos." Cuando no tememos a Dios ni guardamos Sus mandamientos, hemos abandonado el deber completo de Dios para el hombre.24 Por lo tanto, no servimos para nada. Pasamos una eternidad en el Infierno. Jesús dijo que si la sal ha perdido su sabor, es decir, si el Espíritu del temor del Señor para motivarnos a guardar Sus mandamientos se ha alejado de nosotros, no servimos para nada, sino para ser echados fuera y hollados por los hombres (Mt. 5:13).

¿Cuánta gente hoy en día que profesan ser Cristianas ves temiendo a Dios más bien que a los hombres? No muchos. Por eso es que no vemos a muchos guardando los mandamientos, especialmente el primer mandamiento, que es "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas" (Mr. 12:30). ¿Cuántas personas que profesan el Cristianismo ves amando a otros antes de sí mismos? La respuesta es la misma. La Palabra de Dios dice, "Cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos" (Stg. 2:10).

No se puede servir al Señor como sacrificio sin estar completamente salado. Recuerda, cada sacrificio o holocausto TIENE QUE ESTAR SALADA CON SAL. Si la gente no está salada pero se llama Cristiana, está diciendo "Yo te serviré, Señor, en mis propios términos, no en los Tuyos." Esto quiere decir que le servirán sin temerle, así que no guardarán Sus mandamientos, que incluye por supuesto, Su mandamiento de temerle.25 Jesús dijo, "si me amáis, guardad Mis mandamientos" (Juan 14:15). "El que dice: Yo le conozco, y no guarda Sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él" (1 Juan 2:4), y claro que ningún mentiroso entrará al reino del Cielo pero pasará una eternidad en el lago de fuego.26 Dios le dijo a Moisés, ‘a menos que me TEMAN no Me servirán.’27 Si tú dices que eres Cristiano y no le sirves al Señor, entonces eres un mentiroso y la verdad no está en ti.

Una vez más, la levadura es simbólico del pecado.28 Si permitimos que la levadura, el pecado, y la desobediencia, dominen aún una fracción de nuestras vidas una vez que somos lavados en la sangre de Jesús, no estamos verdaderamente ofreciendo nuestras vidas a Él como sacrificios vivos para ganar Su vida inmortal. Él tiene que ser nuestra vida, y Él no tiene pecado. Por lo tanto, tenemos que estar sin pecado para estar unidos con Él como uno por el Espíritu de santidad.29 Si no estamos salados con sal, no tendremos temor de Él ni seremos santos. Seremos pecadores. No tendremos ningún Espíritu del temor del Señor en nosotros, y no temeremos pecar. Es lo mismo que decir que no tememos la Palabra de Dios, la cual dice, "No entrará en ella [el reino de Dios] ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira" (Ap. 21:27). Jesús dijo, "Buena es la sal" (Lc. 14:34). "El que practica el pecado es del diablo" (1 Juan 3:8).

Jesús ordenó al enfermo que fue salvo después de haber tenido una enfermedad por treinta y ocho años, diciendo, "No peques más, para que no te venga alguna cosa peor" (Juan 5:14).30 Una cosa peor sería pecar otra vez después de la salvación, no podiendo arrepentirte de nuevo puesto que Cristo murió sólo una vez por los pecados.31 Él no morirá otra vez por ti, por mí, ni por ninguna otra persona.32 Esta debería ser una declaración muy temerosa e importante recordada por todos; una declaración que nunca se le debe olvidar a cualquiera que desea ir al Cielo y permanecer fuera del Infierno. Si Cristo con el Padre por el Espíritu está viviendo y obrando en ti, la primera epístola de Juan declara que tú estás verdaderamente salvo y que no puedes cometer pecados a muerte. Esto es porque "la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios." (1 Juan 3:9). Si un hombre es nacido de Dios, entonces el Espíritu del temor del Señor, la sal con sabor, lo hará huir de la mera apariencia del mal.33 Él se mantendrá santo para el Señor, porque él sabe que sin santidad "ningún hombre verá al Señor" (He. 12:14).

Vinnie, el Señor te dijo que necesitas estar salado. En otras palabras, no poseas el temor del Señor y por eso no le estás sirviendo con todo tu corazón, alma, mente, y fuerza.34 "El temor del Señor es la sabiduría" (Job 28:28).35 El temor del Señor es bueno.36 Dios ama a los que le temen y guardan Sus mandamientos.37 Una vez más, "Teme a Dios y guarda Sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre" (Ec. 12:13). No hay otro deber más necesario para la humanidad que temer a Dios y guardar Sus mandamientos. Esto quiere decir que tenemos que estar salados con sal y continuar siendo sacrificios, pilas de cenizas ante el Señor para que Él haga con ellas lo que Él quiera hacer, confiando en Su habilidad y Su sabiduría para dirigirnos a cada cosa buena, sabiendo que Dios nunca nos usaría de una manera mala o impía, y confiándolo en Su Palabra.38 Él nunca le ha hecho ninguna maldad a nadie.39 Los juicios que Él ha hecho y que continuará haciendo sobre los impíos no son juicios equivocados sino juicios justos.40

Si tememos al gobierno y a la iglesia unimundial más que a Dios, ya hemos tomado la marca del gobierno y la iglesia unimundial en nuestra frente, y ya hemos tomado la marca del gobierno y la iglesia unimundial en nuestra mano derecha.41 Entonces estamos haciendo exactamente lo que ellos nos mandan hacer en vez de lo que ordena Cristo. Si pensamos que lo que ellos dicen es correcto, los seguiremos. No será nada del otro mundo dejarlos poner su marca en nuestra frente o en nuestra mano derecha.

Jesús dijo de Sus seguidores, Sus ovejas, "Mis ovejas oyen Mi voz, y Yo las conozco, y Me siguen" (Juan 10:27). "Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños" (Juan 10:5). Cuando tememos a Dios y guardamos Sus mandamientos, estamos salados con sal. Estarás una eternidad en el Cielo si continúas temiéndole y sirviéndole a Él hasta el fin.42

El profeta Daniel vio en una visión la figura simbólica del sistema y la iglesia unimundial. Daniel declaró que era "espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos" (Dan. 7:7). Yo vi la mismísima cosa en una visión del Señor. Fue la cosa más horrible que jamás había visto en mi vida. Era grande y poderosa y excesivamente terrible. Parecía ser hecha de hierro y llenó todo el cielo. Tenía dientes triangulares y afilados. Fuego del Infierno ardía en él, y se podía ver por los agujeros de sus ojos y su boca. Se movía de un lado al otro, viniendo directamente hacia mí. Era demasiado aterrorizante para mirar. Un regaño automático salió de mí hacia ella. Dije, "La sangre de Jesús está contra ti, Satanás," y huyó inmediatamente.

Esto me mostró que el poder de Dios era mucho más grande que ella, y me mostró que no era nada sino una gran mentira puesto que Cristo ya ha vencido al mundo.43 Esta bestia y falso profeta son simbólicos del sistema mundial. Jesús le dice a todos Sus siervos, "Confiad,Yo he vencido al mundo" (Juan 16:33). Jesús también, con sinceridad y sabiduría le instruye a Sus siervos, "No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero Os enseñaré a Quién debéis temer: Temed a Aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el Infierno; sí, Os digo, a Éste temed" (Lc. 12:4-5). Aquél del cual habla Jesús aquí es Dios. "Teme a Dios" (Ec. 12:13).

Hoy día, demasiada gente le tiene miedo a lo que el hombre y esta bestia satánica hecha por hombre le pueda hacer.44 Pero te advierto, así como Cristo nos advierte a cada uno de nosotros: mejor es que te sales con el temor del Señor.45 Cada persona que se da a sí misma como sacrificio a Dios tiene que estar salada con sal. Llénate del temor del Señor y Él te protegerá, estará contigo, vivirá en ti, obrará en ti, y te usará en estos últimos días para Su propósito y sólo Su propósito.46

Cuando la sangre del Señor Jesucristo que fue vertida por el perdón de todos los pecados anteriores nos limpia de todos nuestros pecados anteriores, nuestra vida entera se mejorará mucho más de lo que podríamos soñar.47 Dios puede y sólo te protegerá de la bestia y de su culto, iglesia satánica si estás salado completamente con sal.48

En el libro de Joel, Dios prometió que una nación de Jobs se levantaría en estos últimos días, una gente que teme a Dios y odia la maldad.49 Dios librará a todos nosotros que le tememos y le obedecemos, así como Él libró a Job de sus sufrimientos.50 Nada puso a Job nervioso, y nada puede poner nervioso a cualquier persona que se ha entregado como galardón al Señor, un sacrificio salado para ser usado por Él bajo Sus propios términos.51 Si ésta es tu voluntad, entonces tu voluntad acaba de tomar la mejor decisión que jamás habría poder tomado en millones y millones de vidas. Entrégate a Dios y sálate en el Espíritu del temor del Señor diciendo esta oración ahora mismo:

Oración

Mi Señor y mi DIOS, ten misericordia de mi alma pecadora.1 Yo creo que JESUCRISTO es el Hijo del DIOS viviente.2 Creo que Él murió en la cruz y derramó Su preciosa sangre para el perdón de todos mis anteriores pecados. 3 Creo que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos por el poder del Espíritu Santo4y que Él está sentado a la diestra de DIOS en este momento, escuchando mi confesión de pecado y esta oración.5 Abro la puerta de mi corazón, y Te invito en mi corazón, Señor JESÚS. 6 Lava todos mis pecados sucios en la preciosa sangre que Tú derramaste por mí en la cruz del Calvario. 7 Tú no me rechazarás, Señor JESÚS; Tú perdonarás mis pecados y salvarás mi alma. Lo sé porque Tu Palabra, la Biblia, así lo dice. 8 Tu Palabra dice que Tú no rechazarás a nadie, y eso me incluye a mí.9 Por eso sé que Tú me has escuchado, sé que me has contestado, y sé que soy salvo.10 Y Te doy gracias, Señor JESÚS, por salvar mi alma, y Te mostraré mi agradecimiento haciendo como Tú mandas y no pecar más. 11

Usted acaba de completar el primer paso en una serie de cinco pasos que se requieren para recibir la salvación. Su segundo paso es negarse a sí mismo y aceptar la cruz cada día con el propósito de mortificarse, es decir, para darle muerte a su propia voluntad, a su ser autosuficiente, y al mundo con todos sus deseos. Todos estos tienen que ser bautizados en la muerte de Cristo. El tercer paso es su resurrección de la vida satánica de Adán a la vida libre de pecados de Cristo. El cuarto paso es su ascensión a una posición de autoridad para reinar por Dios en la tierra, y el quinto paso es reinar por Dios en la tierra hasta el fin con el propósito de traer el reino del Cielo a la tierra. Usted tiene que aprender la Palabra de Dios, luego someterse y hacer lo que la Palabra dice, para que la Iglesia y el mundo puedan ver pruebas de su sumisión a la Palabra de Dios, Su orden, y Su autoridad en usted y por usted.
Alabado sea el Señor. Que Dios lo recompense abundantemente.

Pastor Mundial Tony Alamo


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© Propiedad literaria noviembre, 1999,
Todo derecho reservado Pastor Mundial Tony Alamo ® Registrado noviembre, 1999

Las escrituras en esta literatura fueron tomadas del araméico original, el hebreo, y las traducciones de la versión King James (Reina-Valera, 1960 en español).


Notas del :

1 Ex. 15:26, Sal. 103:2-5, 107:20, Is. 53:5, Mal. 4:2, 1 P. 2:24 vuelva

2 Sal. 33:4, 119:160, 138:2, Jn. 1:14, 17:17, Ef. 1:12-13, 1 Ts. 2:13, Stg. 1:18 vuelva

3 Lv. 2:13, Is. 11:2, Mt. 5:13, Mr 9:49-50 vuelva

4 Ex. 12:15, 19, 34:25, Lv. 2:11, Lc 12:1, 1 Co. 5:6-8 vuelva

5 Ro. 12:1, 1 Co. 6:15, 10:21, Ef. 5:25-27, Col. 1:21-22, 28, 1 Ti. 6:13-14, Stg. 1:27, 2 P. 3:14, 1 Jn. 3:3-9 vuelva

6 Sal. 2:11, Ro. 12:1, 2 Co. 5:11, He. 11:7, 12:28-29 vuelva

7 Gn. 22:1-2 vuelva

8 2 Cr. 30:8, Mt. 16:24-25, Hch. 20:24, Ro. 6:13, 19-23, 12:1, 2 Ti. 2:19, 21 vuelva

9 Is. 64:8, Jer. 18:6, Ro. 9:20-24 vuelva

10 Jn. 15:4-5, Ro. 6:13, 12:1, Gá. 5:24-25 vuelva

11 Mt. 26:39, Jn. 4:34, 5:19-23, 30, 9:4, 12:49-50, 14:12, 17:1-6 vuelva

12 Dt. 10:12, 20, 1 S. 12:24-25, Pr. 1:29-32, Ec. 12:13, Is. 29:13-14, Jer. 2:19, Mal. 3:5, Ro. 3:12-18, Ap. 21:8 vuelva

13 Sal. 9:17, Lc 3:17, 2 Co. 5:10, 2 Ts. 1:7-9, 2 P. 2:4-10, Ap. 20:12-15, 21:8 vuelva

14 Nú. 23:19, Sal. 33:4, 100:5, 117:2, Jer. 10:10, Ro. 3:4, Tit. 1:2 vuelva

15 Dt. 7:9-14, 10:12, ch. 28, Mal. 3:16-18, Ap. 20:12-13, 15 vuelva

16 Jn. 10:3-9, 11, 14-16, 27-28 vuelva

17 Mt. 25:32-46 vuelva

18 Mt. 24:13, Mr 13:13, Jn. 8:31-32, Hch. 14:22, Ro. 2:7, Ap. 7:13-17, 21:2-7 vuelva

19 Mt. 3:12, 10:28, 13:40-43, 49-50, Ro. 2:8-9, Ap. 21:8 vuelva

20 Pr. 1:1-4, 32-33, Sal. 19:7, 119:130 vuelva

21 Jn. 15:10, 1 Jn. 5:2-3, 2 Jn. 1:6 vuelva

22 Ex. 20:20, Dt. 4:10, 5:29, 6:2, 2 Cr. 19:7, Pr. 14:2, 16, 26-27, 16:6, Jer. 32:39-40, 2 Co. 7:1 vuelva

23 2 Co. 5:11, Fil. 2:12-13, He. 11:7 vuelva

24 Ec. 12:13 vuelva

25 Dt. 10:12, Jos. 24:14, Pr. 3:7, 23:17, Is. 8:13, Mt. 10:28, Hch. 10:35, 2 Co. 7:1, Fil. 2:12, 1 P. 1:17, Ap. 14:7 vuelva

26 Ap. 21:8, 27, 22:14-15 vuelva

27 Ex. 20:20, Dt. 5:22-29 vuelva

28 Ex. 12:15, Lv. 2:11, Lc 12:1, 1 Co. 5:6-8 vuelva

29 Ro. 1:3-5, 2 Co. 7:1 vuelva

30 Jn. 8:11 vuelva

31 Ro. 6:9-10, He. 7:27, 9:26, 28, 10:10, 1 P. 3:18 vuelva

32 Ro. 6:10 vuelva

33 Sal. 97:10, Pr. 8:13, Am. 5:14-15, 1 Co. 9:25-27, 1 Ts. 5:22 vuelva

34 Mr 12:30 vuelva

35 Sal. 111:10, Pr. 1:7, 9:10, 15:33 vuelva

36 Dt. 6:24, 8:6-10, Pr. 3:7-8, 8:13, 10:27, 14:26-27, 15:33, 16:6, 19:23, 22:4, 23:17, Ec. 8:12 vuelva

37 Dt. 5:29, Sal. 15:4, 25:14, 31:19, 34:7, 103:11-13, 145:19, 147:11, Ec. 7:18, Mal. 3:16-18, Jn. 14:21, 23, 15:9-10, Hch. 10:35 vuelva

38 Nah. 1:7, Ro. 12:1, Fil. 3:8-11 39. Job 34:10, Sal. 33:5, 50:6, 71:19, 145:17, Jer. 9:24 vuelva

39 Job 34:10, Sal. 33:5, 50:6, 71:19, 145:17, Jer. 9:24 vuelva

40 Dt. 32:4, Sal. 9:7-8, 19:9, 67:4, 76:8-9, 98:2, Jer. 10:10, Sof. 3:5, Ro. 11:22, He. 10:30-31, Ap. 16:5-7 vuelva

41 Ro. 6:16, Ap. 13:16-18, 14:9-11, 16:2, 19:20 vuelva

42 Mt. 24:13, Lc 9:62, Jn. 8:31-32, 15:9-11, Hch. 14:22, Ro. 11:22, Col. 1:21-23, He. 4:1, 11, 1 Jn. 2:24-25 vuelva

43 Is. 25:8, Mt. 12:20, Jn. 16:33, 1 Co. 15:57, 1 Jn. 4:4 vuelva

44 Mt. 10:28, Ap. 21:7-8 vuelva

45 Mr 9:49-50, Col. 4:5-6 vuelva

46 Jer. 7:23, Jn. 14:23, 15:3-5, 7-8, 2 Co. 6:16-18 vuelva

47 2 Co. 5:17, Ap. 21:3-5 vuelva

48 2 R. 17:39, Sal. 91, Mal. 3:16-17, Ap. 7:3-8 vuelva

49 Jl. 2:1-11 vuelva

50 Job 42:10-17, Sal. 33:18-19, 34:7-9 vuelva

51 Ro. 12:1-2, 1 Co. 15:57-58, 2 Co. 1:5-10, Ef. 5:25-27, Col. 1:20-22, He. 3:14, 6:18-19 vuelva


Notas de la Oración:

1. Sal 51:5, Ro. 3:10-12, 23 vuelva

2. Mt. 26:63-64, 27:54, Lc. 1:30-33, Jn. 9:35-37, Ro. 1:3-4 vuelva

3. Hch. 4:12, 20:28, Ro. 3:25, 1 Jn. 1:7, Ap. 5:9 vuelva

4. Sal. 16:9-10, Mt. 28:5-7, Mr. 16:9, Jn. 2:19, 21, 10:17-18, 11:25, Hch. 2:24, 3:15, Ro. 8:11, 1 Co. 15:3-6 vuelva

5. Lc. 22:69, Hch. 2:25-36, He. 10:12-13 vuelva

6. Ro. 8:11, 1 Co. 3:16, Ap. 3:20 vuelva

7. Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 vuelva

8. Mt. 26:28, Hch. 2:21, 4:12, Ef. 1:7, Col. 1:14 vuelva

9. Ro. 10:13, Stg. 4:2-3 vuelva

10. He. 11:6 vuelva

11. Jn. 8:11, 1 Co. 15:10, Ap. 7:14, 22:14 vuelva