RECLAMA LAS PROMESAS DE DIOS, ¡SU FORTALEZA!

Por Tony Alamo

“Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra,no sé entonces qué escoger.Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho [presionado entre ambas], teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor;pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y gozo de la fe” (Fil. 1:21-25).

El Apóstol Pablo es un ejemplo para nuestras vidas en el Espíritu en Cristo, un excelente ejemplo de nuestro derecho dado por Dios para fe y obediencia (fe en Cristo y nosotros permitiéndole a Él ser obediente en nosotros) y nuestro privilegio de recibir la vida de nuestro Señor Jesucristo en nuestros cuerpos mortales.También podemos tomar a Jesús para nuestra salud física, sanación y fortaleza, tan seguro como podemos para todas nuestras necesidades espirituales.

La vida de Pablo fue un ejemplo excelente para nosotros de un triunfo espiritual sobre dificultades sin paralelo, presiones y sufrimientos. Él vivió una vida bendecida; los golpes que recibió de los judíos, los calabozos de Roma, y todas otras clases de sufrimientos no pudieron impedir su servicio al Señor ni poner fin a su victorioso ministerio. Había un secreto a su maravillosa parte física de su vida espiritual.El secreto es la sanación divina con sus principios más altos. Nosotros hemos de explorar las escrituras que documentan nuestra fe en la capacidad total de Cristo de haber creado el mundo, el cielo, el sol, la luna, las estrellas, todas las galaxias, la vida de toda criatura y cada cosa nano diminuta, incluyendo las moléculas y átomos, que serán utilizados para la cura del cáncer y otras enfermedades.

Tenemos que tener fe en la capacidad de Cristo, no en nuestras propias capacidades.Pablo dijo que él podía confiar en Dios por su cuerpo.Esto es porque su vida no era suya, sino bien dedicada a Jesús; que pudo decir, “Porque para mí el vivir es Cristo” (Fil. 1:21). Esto es porque fue liberado del temor a la muerte, tanto que podía decir, “el morir es ganancia” (Fil. 1:21). Pablo no quería vivir por el bien de sí mismo, sino para Jesús y para los demás. Él pudo decir con confianza, “Sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros” (Fil. 1:25). Pablo había renunciado totalmente su propia voluntad en los asuntos de la vida y la muerte. Él clamó salud divina, no porque era su voluntad, sino porque era la voluntad del Señor y la gloria del Señor.Esto él se lo expresó a los ancianos de Éfeso:“Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios” (Hechos 20:24).

Pablo contaba su vida en estimación, pero no para sí mismo.Él hubiera preferido estar en el Cielo con Jesús.Así que contaba su vida preciosa, para el Señor y para Su pueblo. Su vida era una misión sagrada.Por lo tanto, podía renunciarla si era su voluntad, o podía temer al Señor, mantenerse fiel, y seguir adelante a los peligros y las privaciones que él sabía lo estaban esperando. Este es el punto de vista de sanación divina.Este es el significado de la fe.Este es el único lugar que tenemos para reclamar las promesas de Dios.Mientras deseamos bendiciones para nosotros mismos, son bendiciones o deseos u oraciones egoístas. Tenemos que renunciar nuestros derechos y reclamos y tomar todo sólo por Cristo.Entonces podemos reclamar las promesas de Dios, porque es para Dios que las estamos reclamando, y es el interés de Dios más que del nosotros bendecirnos a nosotros mismos.

Cuando estamos en problemas, necesitamos orar:“¡Padre, tu propiedad (yo) está en problemas, está en peligro!Señor, te ruego, ¡cuida tu propiedad!”Si eres totalmente para el Señor, serás para ti mismo sólo porque lo estás haciendo para el Señor, porque eres Su propiedad. Cuando somos de Cristo, todas las cosas son nuestras (1 Co. 3:21-23).

Que Dios nos haga humildes y nos lleve al lugar donde dejamos ir a nuestra vida, en sí misma, como nuestro propio deseo personal, y luego tomarla de nuevo como la voluntad de Dios, la elección de Dios para Su servicio y gloria. Es igual que el ejemplo de Abraham e Isaac en el monte Moriah.Es lo mismo que cuando Isaac estaba posado, y luego ser devuelto como el Isaac de Dios, el Isaac de Dios, no más el Isaac de Abraham o el Isaac de Isaac, y ya no nosotros para nosotros mismos. Ganamos perdiendo.Perdemos guardando.La vida que es rendida es la única vida segura.Dejar ir es lo mismo que poseer dos veces.

El secreto de Pablo para la sanación divina era el mismo que él tenía para su vida spiritual, y era este,“Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Gá. 2:20).Este secreto de vida física era exactamente el mismo que el de su vida espiritual.

Pablo no tenía ninguna santificación de sí mismo. Todo estaba sumado en el Espíritu morador, la vida de Cristo.Pablo nunca se jactó de su propia fuerza física, sino que tenía el secreto de reposar en la vida física del Señor. Él sabía cómo vivir con la energía sobrenatural que él recibía del Señor, “se renueva de día en día” (2 Co. 4:16).

Pablo proclamó, “Llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal” (2 Co. 4:10-11). Pablo también expresa la vida de Jesús en otras palabras. Pablo tenía dos vidas. Tenía su propia vida, que era débil y mortal y siempre listo para morir.Pero tenía otra vida, “la vida también de Jesús.”Cuando su propia fortaleza física se cedió, entonces la vida de Jesús llegó a su rescato y lo llevó hacia adelante. En otras palabras, él tenía viviendo en él el Maestro mismo, el Señor Jesucristo.La vida sobrenatural de Cristo lo sostuvo con Su vitalidad, Su fuerza y Su energía.Cuando estaba exhausto, le llegó a él directamente de Cristo a través del Espíritu Santo una vivificación que lo revivió y lo restauró. Dios era suficiente para todas sus necesidades.Las personas que viven sus vidas para sí mismos en vez de vivir para el Señor no comprenderán esto. Nosotros no lo entendemos a menos que conozcamos el secreto de Pablo, y lo vivamos también.Es como un mensaje en un código secreto. Tú tienes que conocer el código para poder tener el sentido, y la clave del código es el conocimiento personal del Señor Jesucristo viviendo en nuestros cuerpos humanos.

La historia completa de Pablo es la vida vivificadora de Jesús.Una vez Pablo había predicado el evangelio en el maravilloso poder de Dios a una multitud de infieles en Listra.Los judíos celosos de Iconio y Antioquía vinieron y pusieron a la gente en contra de él.Ellos provocaron un disturbio cruel, y persuadieron a la multitud a que atacaran a Pablo. El alborotador hizo que apedrearan a Pablo, luego lo arrastraron por las calles de la ciudad y dándolo por muerto (podemos estar seguros de que estos enemigos de Pablo, cuando tuvieron la oportunidad de matarlo, no se quedaron a medio camino) (Hechos 14:19). Por lo que podían ver, Pablo estaba muerto.Pero fue en ese momento que la vida de Jesús “vivificó” la vida misma.

Y así leemos con sencilla y sublime verdad, “Pero rodeándole los discípulos, se levantó y entró en la ciudad;y al día siguiente salió con Bernabé para Derbe. Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía” (Hechos 14:20-21).Aquí vemos el poder de Cristo demostrado en la hora de desesperación extrema.Mientras sus hermanos lo rodeaban en oración afectada, el Espíritu Santo despertó su vida amortizante.¡Jesús lo tocó con Su propia vida y he aquí!Esa vida de Cristo vivificó su carne mortal a vida.Pablo saltó sobre sus pies, y continuó a la obra del Señor.

El Señor es para el cuerpo, y el cuerpo es para el Señor (1 Co. 6:15). ¿Por qué no deberíamos entender y reclamar el secreto de Pablo también?Esta salud divina no significa inmortalidad—la vida que nunca muere—pero sí significa la participación en la vida de nuestro Señor resucitado en la medida que nos hace iguales para cada deber, cada trabajo y cada presión hasta que el trabajo de nuestra vida termine y nuestro Señor nos llame a Su lado o venga a encontrarnos.¿Has aprendido el secreto?

La vida de Pablo no tenía ninguna fe en su propia fuerza constitucional.Completamente al contrario, él sabía que su debilidad era insuficiencia personal.Hay cada razón para creer que Pablo era finalmente debil, en vez de ser robusto.Sus constantes exposiciones, adversidades y sufrimientos lo llevaron muchas veces al borde de la muerte. Él hablaba de las enfermedades de su propia carne.“Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús” (2 Co. 4:11). “Llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús” (2 Co. 4:10). Pero su propia debilidad no impidió su tomar la fortaleza del Señor Jesús y de tal modo ser habilitado para todo lo que el Señor requería de él.

La salud y fortaleza de Pablo eran una paradoja divina.“Cuando estoy débil, entonces soy fuerte” él podía decir verdaderamente.En sí mismo él era físicamente débil, pero confiando en la fuerza física de un Señor morador, él era más fuerte que sí mismo. Él estaba mucho mejor equipado para el trabajo del Señor que aun la salud perfecta lo hubiera hecho. Así que aquí está el secreto profundo de la sanación divina y la explicación de la singular experiencia de Pablo grabada en el poder de Dios, y no de nosotros (2 Co. 4:7).

La fortaleza física de Pablo estaba sostenida por dependencia continua sobre el Señor Jesús.Él reposaba en Cristo para su vida física así como su vida espiritual. Hablando de su renovación día en día, él dijo, “No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven” (2 Co. 4:18). La renovación era “día en día” y unicamente mientras miraba hacia las fuentes invisibles de su fortaleza.Él no recibió un gran milagro que lo llevó a través de su vida. Él aprendió lo que Jesús había transpirado tan claramente en paralelo con Su propia vida.“Como Me envió el Padre viviente, y Yo vivo por el Padre,asimismo el que ME come [come mi vida, vive mi vida], él también vivirá por MÍ” (Juan 6:57).

Alimentándose de Él (sobre Cristo, la Palabra, el Pan de la Vida), él vivió por Él. Realmente podía decir en Su idioma, “Porque en Él vivimos, y nos movemos, y somos” (Hechos 17:28).El problema de Pablo con sus ojos era la espina en su carne que Dios nunca sanó.“Bástate mi gracia,” dijo el Señor Dios (2 Co. 12:9). Por lo tanto, Pablo podía decir “De buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades…por amor a Cristo” “para que repose sobre mí el poder de Cristo” (2 Co. 12:9-10).

La salud de Pablo era fortaleza divina dada en debilidad humana.“Aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando [el cuerpo natural y físico puede parecer decaer], el interior no obstante [la vida divina por la fortaleza de Cristo] se renueva de día en día” (2 Co. 4:16).

La experiencia de Pablo de salud divina era compatible con las peores presiones, las dificultades más graves, las exposiciones más peligrosas, y los alrededores más antipáticos y desfavorables.Parte de su vida la pasó en calabozos húmedos e insalubres.Él fue expuesto a toda clase de climas, la falta de alimento, vitaminas y sueño. Estuvo a la deriva en el mar un día y una noche.Él fue naufragado.Él fue golpeado y apedreado.La mayoría de los seres humanos no podrían soportar tal tratamiento, pero a través de todos ellos él prevaleció. Él siempre estaba preparado para cualquier servicio que el Señor tenía para él. “Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos” (2 Co. 4:8-9). Las presiones más fuertes sólo ampliaban la gloria y fortaleza de su Señor.“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros” (2 Co. 4:7).

¿Hemos aprendido vivir momento por momento, a vivir sobre la vida de Cristo? Mientras aumenta la presión externa y la fortaleza personal se debilita, ¿hemos tomado un asimiento más fuerte sobre la fortaleza eterna del Señor? Mientras esperamos en el Señor, renovamos nuestra fortaleza hasta que “levantaremos alas como las águilas…corramos, y no nos cansaremos… caminemos, y no nos fatigaremos” (Isaías 40:31). Esta fue la vida física de Pablo.Este es el privilegio de cada creyente e hijo obediente de Dios.
Recibe a Cristo ahora repitiendo esta oración al Señor:

Oración

Mi Señor y mi DIOS, ten misericordia de mi alma pecadora.1 Yo creo que JESUCRISTO es el Hijo del DIOS viviente.2 Creo que Él murió en la cruz y derramó Su preciosa sangre para el perdón de todos mis anteriores pecados. 3 Creo que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos por el poder del Espíritu Santo4y que Él está sentado a la diestra de DIOS en este momento, escuchando mi confesión de pecado y esta oración.5 Abro la puerta de mi corazón, y Te invito en mi corazón, Señor JESÚS. 6 Lava todos mis pecados sucios en la preciosa sangre que Tú derramaste por mí en la cruz del Calvario. 7 Tú no me rechazarás, Señor JESÚS; Tú perdonarás mis pecados y salvarás mi alma. Lo sé porque Tu Palabra, la Biblia, así lo dice. 8 Tu Palabra dice que Tú no rechazarás a nadie, y eso me incluye a mí.9 Por eso sé que Tú me has escuchado, sé que me has contestado, y sé que soy salvo.10 Y Te doy gracias, Señor JESÚS, por salvar mi alma, y Te mostraré mi agradecimiento haciendo como Tú mandas y no pecar más. 11

Después de salvación, JESÚS dijo que seas bautizado, completamente sumergido en agua, en el nombre del PADRE, y del HIJO, y del ESPÍRITU SANTO.12 Estudia con diligencia la Biblia, Reina-Valera 1960, y haz lo que dice.13

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Si deseas que el mundo sea salvo, como manda JESÚS, entonces no robes a DIOS de SUS diezmos y ofrendas. DIOS dijo, “¿[Robarás] a DIOS? Pues vosotros ME habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros la nación toda [y este mundo entero], ME habéis robado. Traed todos los diezmos [‘diezmo’ es el 10% de tus ingresos gruesos] al alfolí y haya alimento [Espiritual] en MI casa [almas salvas]; y probadme ahora en esto, dice JEHOVÁ de los EJÉRCITOS, si no os abriré las ventanas de los Cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice JEHOVÁ de los EJÉRCITOS. Y todas las naciones os dirán bienaventurados: porque seréis tierra deseable, dice JEHOVÁ de los EJÉRCITOS” (Malaquías 3:8-12).

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© Propiedad literaria 2009 Todo derecho reservado Pastor Mundial Tony Alamo ® Registrado 2009

Notas de la Oración:

1. Sal 51:5, Ro. 3:10-12, 23 vuelva

2. Mt. 26:63-64, 27:54, Lc. 1:30-33, Jn. 9:35-37, Ro. 1:3-4 vuelva

3. Hch. 4:12, 20:28, Ro. 3:25, 1 Jn. 1:7, Ap. 5:9 vuelva

4. Sal. 16:9-10, Mt. 28:5-7, Mr. 16:9, Jn. 2:19, 21, 10:17-18, 11:25, Hch. 2:24, 3:15, Ro. 8:11, 1 Co. 15:3-6 vuelva

5. Lc. 22:69, Hch. 2:25-36, He. 10:12-13 vuelva

6. Ro. 8:11, 1 Co. 3:16, Ap. 3:20 vuelva

7. Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 Ef. 2:13-22, He. 9:22, 13:12, 20-21, 1 Jn. 1:7, Ap. 1:5, 7:14 vuelva

8. Mt. 26:28, Hch. 2:21, 4:12, Ef. 1:7, Col. 1:14 vuelva

9. Ro. 10:13, Stg. 4:2-3 vuelva

10. He. 11:6 vuelva

11. Jn. 8:11, 1 Co. 15:10, Ap. 7:14, 22:14 vuelva

12. Mt. 28:18-20, Jn. 3:5, Hch. 2:38, 19:3-5 vuelva

13. Dt. 4:29, 13:4, 26:16, Jos. 1:8, 22:5, 2 Ti. 2:15, 3:14-17, Stg. 1:22-25, Ap. 3:18 vuelva