El Vestido De Novia De Susan

Por
Tony Alamo

Después de varias experiencias maravillosas y sobrenaturales con el Señor, recibí salvación. Un poco después conocí a mi esposa, Susan. Antes de que nos casáramos, ella me dijo que muy pronto Jesucristo regresaría a la tierra de nuevo.1 El único tiempo que había oído que Jesús iba a regresar a la tierra muy pronto fue de Dios Mismo durante mi primera experiencia con El en una oficina de Beverly Hills, California.2 No fuí salvo al momento de mi primera experiencia con Dios en Beverly Hills, pero supe que Dios está realmente vivo. Aprendí que El es un Dios muy poderoso,3 aterrador,4 y no absurdo.5

Como mencioné en mi literatura, inmediatamente después de esta experiencia comencé a caminar las calles de Beverly Hills preguntándole a Dios qué era lo que El quería que yo hiciera. Le dije que haría cualquier cosa que El me ordenara hacer. El no me dijo más en ese tiempo, asi que pensé que El quería que fuera a una iglesia. Fui en búsqueda de una iglesia a través de la área de Los Angeles para ver si algunas de ellas habían oído el mismo mensaje que yo había recibido del Señor. Ninguna de las iglesias que visité estaban predicando que el Señor Jesucristo pronto iba a regresar a la tierra de nuevo, ni parecían tener el temor de Dios que recibí a Su visitación. Entonces me di cuenta que yo tenía que hacerlo, porque ellos no lo harían. La mayoría de ellos predicaban un mensaje que yo sabía era totalmente incorrecto—que Dios era estrictmente amor, que El no tenía ninguna ira, y que El no amenazaba a la gente.6 Yo sabía que no era así por la manera en que El trató conmigo. Más tarde, la Biblia me confirmó que el Dios verdadero trató con los profetas y la gente del mundo de la misma manera que El trató conmigo.7 Así que cuando Susan me dijo que Jesús iba a regresar a la tierra muy pronto, sentí que ella muy bien podría ser mi único contacto de Dios en la tierra. Cuando le pregunté si ella era mi contacto, ella se rió de mí y dijo que las escrituras con respecto a Cristo volviendo de nuevo a la tierra y las profecías de los últimos días eran mencionadas a través de la Biblia.8 Ella me dijo que habían otros alrededor que creían que Jesús iba a volver a la tierra de nuevo.

Luego Susan me dijo que años atrás ella había tenido una visión de Dios donde estaba predicando el evangelio del Señor Jesucristo a millares y millares de gente mientras estaba vestida en un traje blanco de novia. Ella me dijo que los millares de gente a quien les predicaba estaban sentados en un prado herboso y en las laderas, escuchándola predicar desde la cima de una colina.

Le pregunté, "¿No son los verdaderos Cristianos nacidos de nuevo la novia de Cristo?9 Quizás el Señor te estaba mostrando que eres parte del cuerpo o la novia de Cristo." Susan me contestó diciendo, "Yo sé que somos miembros de la novia de Cristo, pero no era eso, Tony. El Señor me estaba mostrando que realmente iba a predicar el evangelio a millares de gente vestida en un traje blanco de novia." Esto me molestó un poco porque pensaba que sería un poco extraño si yo fuese a una iglesia y viera una mujer predicando el evangelio del Señor Jesucristo vestida en un traje de novia. Le dije, "Susan, ¿no encontraría extraño la gente que alguien estuviese predicando el evangelio en un vestido de novia?" Ella me contestó con un poco de ira en su voz, diciendo, "Tony, sólo te digo lo que me mostró el Señor en la visión."

Algunos días antes de que Dios nos dijera por visiones que nos ibamos a casar, Susan me preguntó con gran entusiasmo, "Tony, ¿quieres ir conmigo para buscar el traje de novia que Dios me mostró en la visión?" Ella estaba tan gozosa. Le pregunté si recordaba como era, y ella me dijo, "Sí, sé exactamente cómo es. Es todo blanco. Es un vestido largo desde el cuello hasta el piso. Tiene un cuello alto, transparente. Va debajo de la barbilla con volantes de encaje alrededor del borde; encima de los hombros se hincha un poco como un globo. Las mangas son apretadas hasta la muñeca y transparentes, con volantes de encaje en la muñeca."

Yo, como la mayoría de los hombres, odio ir de compras, pero estaba muy fascinado con Susan. Amaba su devoción, su celo, su dulzura, su inteligencia, su pureza, y su amor por Dios. De hecho, la amaba, aunque nunca se lo dejé saber. Le dije que iría con ella. Mientras ibamos de un almacén a otro en el centro de Los Angeles, le oré cautelosamente a Dios. "Señor, sé que ciertamente no merezco nada, especialmente la salvación. Me pusiste con una profesora que te conoce a ti tan bien como el evangelio. Señor, no te enojes cuando te haga esta petición. ¿Sería demasiado pedirte que ella sea mi hermosa y preciosa esposa? Y, si encontramos ese vestido de boda, dondequiera que esté, ¿podría hacerla que se case conmigo en él?"

No encontramos el vestido de Susan aquel día, Sin embargo, algunos días después Dios nos mostró por visiones que nos ibamos a casar.10 En los diecisiete años que estuvimos casados, nunca buscamos el vestido de novia otra vez. Siempre estabamos demasiado ocupados ganando almas, construyendo casas e iglesias y construyendo todo tipo de instalaciones para la iglesia, sin tiempo para buscarle el vestido de novia a Susan.

Después de diecisiete años de casados, terminó nuestra lucha contra el cáncer terminal que Susan tenía durante la mayoría de esos años . Ella murió el 8 de abril, 1982, en un hospital en Tulsa, Oklahoma. Su muerte fue el choque más grande de mi vida. No sólo enfrentaba el manejo de la iglesia completa solo, sino que a pesar de mi pena no me dieron ningún tiempo para guardarle luto a Susan. Inmediatamente fui llevado a juicio por el Ministerio de Trabajo. Además de esto, tenía que encontrar algo apropiado con el cual vestir a Susan para su entierro.

Algunos de los muchachos en la iglesia me llevaron de Tulsa a Georgia Ridge, Arkansas que queda a dieciocho millas al este de Fort Smith. Aquí es donde Susan y yo habíamos vivido entre los muchos hogares que habíamos construido para nuestros hermanos y nuestras hermanas. Aquí también es donde estaban localizadas nuestra escuela, instalaciones recreacionales, cafetería, y oficina.

Miré por la ropa de Susan, pero nada en su guardarropa era adecuado. Llamé a su amiga Glenda en Fort Smith, Arkansas y le pregunté si ella le podía arreglar el pelo a Susan, ponerle su maquillaje, y a ayudarme a encontrar un vestido apropiado para su entierro. Glenda estuvo de acuerdo; asi que ella, su marido, y yo viajamos a Tulsa. Fuimos a un almacén allí, uno que ella conocía. Buscamos de un piso al otro. Por fin, vi algunos vestidos blancos elegantes. Le dije a Glenda, "Esos allí se ven bien, ¿no? Pues, por lo menos mejor que los que hemos visto." Glenda dijo, "¡Tony, ésos son vestidos de novia!" y se rió un poco entre dientes. Le dije, "Pues y, ¿por qué no un vestido de novia? Susan, como cada otro miembro del cuerpo de Cristo, está casada con Jesús."11 Glenda dijo, "Sí, Tony, tienes razón. No sé porqué no tampoco."

Ella escogió uno y me lo mostró. Realmente no le estaba prestando mucha atención. Sentía que su gusto era muy bueno, y en la percha realmente no podía ver cómo parecía excepto que el material se veía divinamente, puro, blanco, y elegante. Compramos el vestido y lo llevamos a la funeraria, junto con algunas otras cosas tal como zapatos. Algunas de las hermanas de la iglesia estaban allí para vestir a Susan mientras que Glenda le ponía el maquillaje y le arreglaba su pelo. Iba a entrar a donde estaban para ver si podía ayudar de alguna manera, pero los cielos se abrieron rápidamente y un rayo con la voz del Señor, la cual oí en mi alma, dijo, "Ahora no." Dios, por Su Espíritu Santo, me detuvo. Me senté en un sofá en el pasillo. Después de un rato, oí la voz de Susan que decía muy distintamente, "Soy bonita, papá." Dije, con mi voz temblando, "Oh, yo sé, cariño. Eres muy bonita." Me paré, y en ese mismo momento las hermanas y Glenda entraron al pasillo sonriendo y diciendo, "Puedes entrar ahora. Está hermosa."

Entré y miré a mi Susan en ese ataúd. Estaba tan hermosa. De repente quedé electrificado—¡su vestido de novia! Ese era el vestido de boda que ella me había dicho que se vio usando en una visión mientras le predicaba a millares de gente desde la cima de una colina. Repentinamente todas las visiones, los sueños, las señales, y maravillas que nosotros dos habíamos atestiguado del Señor con respecto al gran ministerio de los dos testigos en el capítulo once del libro del Apocalipsis que Dios nos prometió, me vinieron inmediatamente a mente, a mi corazón, y a mi alma. Esto fue porque Susan nunca había predicado antes en ese vestido de boda; sin embargo, esa profecía de Dios dijo que lo haría. Esa profecía todavía no ha acontecido, pero llegará a pasar muy pronto.12 Esto hizo excesivamente verdadera para mí su profecía que ella resucitaría de entre los muertos. Susan me dijo momentos antes de que muriera, "Tony, no vale la pena que ores por mí." Le pregunté, "¿por qué?" Ella dijo, "Te diré por qué, Tony, porque Dios me dijo que iba a morir no importa cuánto tu y los muchachos oren para que viva. Me voy a ir por un buen tiempo. Luego Dios me va a resucitar de entre los muertos, y tú y yo vamos a ser los dos testigos que Dios mencionó en el capítulo once del libro del Apocalipsis."

Momentos antes y desde la muerte de Susan, hubieron más de cien reportes de gente que la habían visto en visiones y en sueños usando el mismo traje de novia. Mucha de la gente nunca habían conocido a Susan ni a mí, y seguramente no estuvieron en su funeral. Cuando le pedimos que describieran lo que ella llevaba puesto, ellos describieron el vestido de novia exactamente como lo era. Un hombre tuvo una visión de dos artículos periodísticos, uno de Oklahoma y otro de St. Louis. El artículo periodístico de Oklahoma mostró un cuadro de Susan parada al lado de un ataúd con el títular grande que decía "Fraude." El artículo del periódico de St. Louis creía que Susan había resucitado de entre los muertos y había escrito una historia muy positiva sobre ella.

¿Cómo resucitará Susan de la muerte? De la misma manera que el Señor Jesucristo resucitó de entre los muertos.13 El resucitó de entre los muertos por el poder de la vida de Dios en Cristo, en el Espíritu Santo, que es Cristo.14 Cristo se resucitó a Sí Mismo de entre los muertos. El dijo, "Yo pongo Mi vida, para volverla a tomar."15 "Y esta es la voluntad del Padre, el que Me envió: Que de todo lo que Me diere, no pierda Yo nada, sino que lo resucite en el día postrero."16 Cristo también dijo, "Yo soy la resurrección y la vida."17 "Nadie viene al Padre, sino por Mí."18 Dios resucitará a Susan de la muerte, por el poder de Sí Mismo en el Espíritu Santo, de la misma manera que El resucitará a los dos testigos de entre los muertos después de que hayan estado muertos en la calle tres días y medio, y los hará ascender al Cielo en una nube,19 justo como El va a resucitar a todos en el mundo uno de estos días para el juicio final.20 El moverá a los que están vivos y salvos, de cuerpos mortales a cuerpos inmortales.21

Para poder ser salvos, tenemos que tener la vida de Dios Mismo viviendo en nosotros,22 la vida que fue manifestada en la vida de Cristo cuando El estaba aquí en la carne alrededor de dos mil años atrás.23 Hoy día, Cristo vive, camina, y hace la obra de Dios en muchos cuerpos por el Espíritu Santo.24 Jesús declaró, "El que bebiere del agua [la vida de Dios] que Yo le daré, no tendrá sed jamás [para la vida]; sino que el agua que Yo le daré [la vida de Dios en ellos] será en él una fuente de agua [el fluir continuo de la vida de Dios] que salte para vida eterna."25

Cuando Dios dice que algo acontecerá, si acontecerá. Todo lo que Dios dijo que pasaría hasta la fecha ha pasado 26 incluyendo permitirme oír a Susan atestiguar sobre ese vestido de novia y luego permitir que la viera en el. Esto me animó y me elevó en un momento cuando lo necesitaba más, la hora de mi pena sobre su muerte. El vestido de boda que ella está usando en el ataúd es el vestido exacto que ella me describió. Esto me dio mucha fe que esta profecía seguramente vendrá a pasar.

Cristo me dijo a mí y a millones de otros que El va a volver de nuevo a la tierra pronto.27 Todas las señales del tiempo están a la mano. Si Susan y yo somos los dos testigos de Dios, entonces usted esperará ver pasar muy pronto algunos acontecimientos muy sobrenaturales por todas partes del mundo. Estoy seguro que usted está más cerca al capítulo once del libro del Apocalipsis de lo que usted pensaba. Inmediatamente después de nuestro ministerio, el cual Dios nos prometió, el séptimo ángel sonará y oirá grandes voces en el Cielo diciendo, "Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de Su Cristo; y El reinará por los siglos de los siglos."28¡¡¡Aleluya!!! Qué día de gran regocijo será ese. Imagínese vivir en un mundo donde hay sólo justicia, y ninguna de estas políticas malvadas; un mundo sin Satanás ni la maldad de la gente que él ahora controla. Por supuesto cualquier persona que no tiene la vida de Dios en ellos no estará en el Cielo.29 Como Jesús dijo, por su incredulidad serán condenados por siempre.30 Nosotros, al igual que muchos otros, le hemos estado diciendo a este mundo condenado la verdad de la Palabra de Dios por mucho tiempo. "¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?"31 Dios le prometió a los judíos que si les preguntan a El si Cristo es el Camino, la Verdad, la Vida,32 y la única manera que puede tener la vida de Dios viviendo en usted, El le mostrará una señal.33 Pregúntele al Dios de Abraham, de Isaác, y de Jacob,34 el Dios que creó el Cielo y la tierra si le hemos estado diciendo la verdad, y Dios definitivamente le dará una señal. La señal que debería haber sido suficiente fue mencionada en el libro de Isaías: "He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará Su nombre Emanuel."35 Y ustedes los gentiles pueden nacer de nuevo del Espíritu que tiene la vida de Dios en El, en Cristo, aceptando la vida de Dios, el Judío más grande del mundo, el Señor Jesucristo, en su corazón, y ser bautizado.36 Esto quiere decir que usted tiene que ser bautizado con Su vida viviendo en usted en un flujo constante de las aguas vivas divinas hasta que El regrese.37 Esta es la verdadera salvación. Si usted cree que Cristo es la única manera, la única verdad, y la única vida de Dios, pues reciba ahora la vida de Dios en su espíritu diciendo esta oración:

Oración

Mi Señor y mi Dios, ten misericordia de mi alma pecadora.1 Yo creo que Jesucristo es el Hijo del Dios Viviente.2 Creo que Él murió en la cruz y derramó Su preciosa sangre por el perdón de todos mis pecados. 3 Creo que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos por el poder del Espíritu Santo4 y que Él está sentado a la mano derecha de Dios en este momento, escuchando mi confesión de pecado y esta oración. 5 Abro la puerta de mi corazón, y Te invito en mi corazón Señor Jesús. 6 Lava todos mis pecados sucios en la preciosa sangre que Tú derramaste por mí en la cruz del Calvario. 7 Tú no me rechazarás, Señor Jesús; Tú perdonarás mis pecados y salvarás mi alma. Lo sé porque Tu Palabra, así lo dice. 8 Tu Palabra dice que Tú no rechazarás a nadie, y eso me incluye a mí.9 Por eso, sé que me has escuchado, sé que me has contestado, y sé que soy salvo.Por eso, sé que me has escuchado, sé que me has contestado, y sé que soy salvo.10 Y Te doy gracias, Señor Jesús, por salvar mi alma, y Te mostraré mi agradecimiento haciendo como Tú mandas y no pecar más. 11

Usted acaba de completar el primer paso en una serie de cinco pasos que se requieren para recibir la salvación. Su segundo paso es negarse a sí mismo y aceptar la cruz cada día con el propósito de mortificarse, es decir, para darle muerte a su propia voluntad, a su ser autosuficiente, y al mundo con todos sus deseos. Todos estos tienen que ser bautizados en la muerte de Cristo. El tercer paso es su resurrección de la vida satánica de Adán a la vida libre de pecados de Cristo. El cuarto paso es su ascensión a una posición de autoridad para reinar por Dios en la tierra, y el quinto paso es reinar por Dios en la tierra hasta el fin con el propósito de traer el reino del Cielo a la tierra. Usted tiene que aprender la Palabra de Dios, luego someterse y hacer lo que la Palabra dice, para que la Iglesia y el mundo puedan ver pruebas de su sumisión a la Palabra de Dios, Su orden, y Su autoridad en usted y por usted.
Alabado sea el Señor. Que Dios lo recompense abundantemente.

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Notas del "El Vestido De Novia De Susan":vuelva arriba

1 Mt. 16:27, 24:3-39, Lc 21:7-36, Stg. 5:9, 1 P. 4:7, Ap. 1:3, 7-8, 22:10, 20 vuelva

2 La plenitud de mi experiencia en esa oficina está descrita en algunas de las literaturas que he escrito tituladas Huesos Secos, Peces Gordos, El Misterio de Dios Acabado, y Señales del Tiempo.   vuelva

3 Ex. 14:8-31, 15:6, 2 S. 22:33, 2 Cr. 20:6, 25:8, Esd. 8:22, Job 37:23, Sal. 62:11, 66:3, 7, Jer. 32:17-19, 21, 27, Ro. 13:1, He. 4:12-13 vuelva

4 Ex. 19:16-22, 20:18-21, Dt. 4:24, 26, 33-35, Neh. 1:5, Job 6:4, 37:22-24, He. 10:30-31, 12:19-21, Ap. 6:12-17, 8:7-13, 11:13-19 vuelva

5 Gn. 6:7, Dt. 4:29, Ez. 18:31-32, Job 37:23, Sal. 145:20, Pr. 1:23-33, Mt. 13:40-43vuelva

6 Lv. 26:14-33, Dt. 11:16-18, 28:15-68, Sal. 2:4-5, 9-12, Ap. 2:5, 16, 21-23, 3:2-3, 6:12-17vuelva

7 Ex. 4:10-14, Jer. 1:4-10, Am. 7:14-15, Jon. ch. 1-2, Hch. 9:1-20, He. 11:7, 27, 36-38vuelva

8 Mal. 3:1, Mt. ch. 24, Hch. 2:16-21, 1 Ts. 4:16-17, 2 Ts. 2:2-4, Ap. 22:6-7, 10, 20 vuelva

9 Jn. 1:12, Ro. 12:5, 1 Co. 12:12, 27, Ef. 5:23-32, Ap. 21:2-3, 9-12, 22:17vuelva

10 Más detalles sobre nuestras visiones están en dos literaturas que he escrito tituladas El Siervo del Señor y Los Dos Testigos de Dios. Otra literatura que he escrito explica cómo Dios me usó a mí y a Susan en el ministerio. Escriba o llámenos para recibir las copias gratis que usted desee.vuelva

11 Ro. 7:4, 12:5, Ap. 21:2-4 vuelva